Un telómero es el final de un cromosoma. Los telómeros son secuencias repetitivas de ADN no codificante del cromosoma que protegen de cualquier daño.
Con cada división celular, los telómeros se acortan. Cuando son demasiado cortos, las células dejan de dividirse. Estas células no pueden seguir apoyando y formando nuestros tejidos de forma adecuada.
Tras muchas divisiones celulares, los telómeros son demasiado cortos, lo que daña las células. Los telómeros demasiado cortos también envían varias "señales de daño" a la célula, que comienza a funcionar de manera menos adecuada.
Por todo ello, la longitud de los telómeros es un biomarcador del envejecimiento del organismo y de la salud. Hay una correlación entre la longitud de los telómeros y las enfermedades coronarias, el cáncer o la mortalidad en general.
Su función principal es proteger el material genético que porta el resto del cromosoma. Como decíamos, cuando se acortan mucho son tan pequeños que ya no pueden proteger el ADN, las células dejan de reproducirse: alcanzan un estado de senectud o vejez.
Lo importante no es lo cortos que sean los telómeros, sino la velocidad a la que se acortan. La longitud de los telómeros se mide en "pares de base", que son las parejas de nucleótidos opuestos y complementarios que están conectadas por puentes de hidrógeno en la cadena de ADN.
En los humanos, la longitud de los telómeros se deteriora desde una media de 11 kilobases al nacer hasta unas 4 kilobases en la vejez.
Para proteger nuestro organismo, debemos procurar que los telómeros se acorten de manera más lenta, lo que podemos conseguir de diversas maneras:
- Evitar el tabaco.
- Usar ciertos suplementos. Por ejemplo, el pterostilbeno puede inducir la telomerasa, una enzima que alarga los telómeros. El magnesio también es necesario para el correcto funcionamiento de la telomerasa. La ingesta de dosis bajas de litio se ha correlacionado con telómeros más largos.
- Controlar el peso.
- Evitar la contaminación.
- Evitar el estrés.
- Seguir una dieta saludable.
- Evitar el déficit de ciertas vitaminas y minerales como folato, vitamina B12, vitamina B3, vitamina A, vitamina D, vitamina C, vitamina E, magnesio, zinc.
- Incluir en nuestra dieta ciertas sustancias como los ácidos grasos omega 3, los polifenoles, la coenzima Q10, la curcumina, etc.
- Realizar ejercicio.