Los telómeros y el envejecimiento
Los telómeros son fragmentos de ADN situados al final de nuestras cadenas de ADN. Con cada división celular, los telómeros se acortan y este acortamiento puede causar ciertas enfermedades y hacer que nuestra longevidad disminuya. Por lo tanto, saber qué factores aceleran el acortamiento de los telómeros y evitarlos nos puede permitir vivir más tiempo.
Índice
- ¿Qué son los telómeros?
- El papel de los telómeros en el envejecimiento: conceptos erróneos e ideas obsoletas
- ¿El alargamiento de los telómeros aumenta el riesgo de cáncer?
- ¿Cómo alargar los telómeros?
¿Qué son los telómeros?
Los telómeros son zonas formadas por secuencias repetidas de nucleótidos (moléculas orgánicas) que se encuentran en ambos extremos de cada cromosoma. Tienen una estructura especializada compuesta por secuencias repetitivas de ADN y proteínas asociadas. Estas estructuras protegen el genoma de la degradación de los nucleótidos, la fusión de unos cromosomas con otros y la recombinación que no sea necesaria para evitar el daño al ADN.
Con cada división de las células, los telómeros se acortan. Cuando son demasiado cortos, las células dejan de dividirse. Estas células no pueden seguir apoyando y formando nuestros tejidos de forma adecuada.
Cuando después de muchas divisiones celulares, los telómeros se han vuelto demasiado cortos, la “hebra” de ADN comienza a deshacerse: se vuelve inestable, lo que daña la célula. Los telómeros demasiado cortos también envían varias "señales de daño" a la célula, que comienza a funcionar de manera menos adecuada.
La enzima telomerasa es responsable de mantener y extender los telómeros. Esta enzima añade secuencias repetitivas de ADN a los telómeros, compensando su acortamiento durante la división celular. Sin embargo, la actividad de la telomerasa está regulada en el cuerpo y se encuentra generalmente activa en células germinales, células madre y ciertos tipos de células cancerosas.
Por todo ello, la longitud de los telómeros es un biomarcador relativamente preciso del paso del tiempo en el organismo y de la salud. Hay una correlación entre la longitud de los telómeros y las enfermedades coronarias, el cáncer o la mortalidad en general
El papel de los telómeros en el envejecimiento: conceptos erróneos e ideas obsoletas
Dado que durante el envejecimiento los telómeros se acortan después de cada división celular, se asumió que la longitud de los telómeros podría indicarnos algo sobre la vida útil restante. Cuanto más cortos fueran los telómeros de una persona, menos tiempo viviría.
Sin embargo, varios estudios han mostrado que no existe una correlación clara entre la longitud de los telómeros y la vida útil. Lo que no es de extrañar. Los ratones, por ejemplo, tienen telómeros diez veces más largos que los humanos, pero no viven diez veces más que los humanos.
Por lo tanto, lo que importa no es tanto lo largos que sean los telómeros, sino la velocidad a la que estos se acortan. En otras palabras, no es la longitud de los telómeros, es el alargamiento de los telómeros lo que importa en el envejecimiento, por lo que la esperanza de vida tiene relación con la velocidad a la que estos se acortan.
Para dar un ejemplo concreto: los ratones, como hemos dicho, tienen telómeros que son mucho más largos que los telómeros de las células humanas. Pero dado que los telómeros de los ratones se acortan mucho más rápido que los telómeros humanos, estos animales envejecen mucho más rápido.
Otro concepto erróneo es la idea de que hay células en el cuerpo que apenas se dividen (como las células musculares o cerebrales), por lo que sus telómeros no se acortan realmente, pero aun así estas células envejecen.
Eso es cierto, pero durante el envejecimiento, los telómeros aún se dañan (sin acortarse realmente), lo que también contribuye a la disfunción celular.
En segundo lugar, hay muchas células en división que rodean y sostienen las células cerebrales o musculares que no se dividen, como las células de los vasos sanguíneos, las células del tejido fibroso, los macrófagos y las células gliales (las células que sostienen y nutren las células cerebrales). Si estas células de soporte envejecen debido al acortamiento de los telómeros, comenzarán a funcionar mal, lo que provocará daños en las células cerebrales o musculares que no se dividen.
¿El alargamiento de los telómeros aumenta el riesgo de cáncer?
Otro concepto erróneo que mucha cree es que el alargamiento de los telómeros puede causar automáticamente un mayor riesgo de cáncer. Esta creencia se debe a que las células cancerosas son células inmortales que pueden seguir dividiéndose gracias a su capacidad para alargar sus telómeros con la ayuda de una enzima llamada telomerasa. Así, los estudios han demostrado que en ratones con telomerasa regulada al alza existe un mayor riesgo de cáncer.
La telomerasa es una enzima causante de mantener la longitud de los telómeros mediante la suma de secuencias repetidas. La actividad de la telomerasa está presente en las células germinales y en algunas hematopoyéticas. Esta enzima es capaz de recuperar en cierta medida la longitud de los telómeros al añadir nuevos pares de bases al final de cada cromosoma.
Sin embargo, también tiene su lado oscuro, como veíamos. Así, un exceso de telomerasa aumenta el riesgo de cáncer, aunque hay que tener en cuenta que este aumento era continuado desde el nacimiento, dando lugar a una actividad telomérica continua e incontrolada.
No obstante, otros estudios muestran que si la telomerasa se regula al alza en ratones adultos solo ocasionalmente, los ratones viven más tiempo y no tienen un mayor riesgo de cáncer (estudio). Terapias genéticas novedosas podrían lograr lo mejor de ambos mundos: rejuvenecimiento en el presente sin más cáncer en el futuro.
En otras palabras, la regulación positiva de la telomerasa de una manera facultativa (de vez en cuando) en lugar de una forma constitucional (continua) no conduce a un mayor riesgo de cáncer. Incluso podría reducir el riesgo de cáncer, dado que los telómeros demasiado cortos provocan una inestabilidad genética que, de hecho, puede aumentar el riesgo de cáncer.
Además, el ejercicio, la alimentación saludable y la reducción del estrés alargan los telómeros, pero estas intervenciones no aumentan el riesgo de cáncer, de hecho, disminuyen el riesgo de cáncer. Por lo tanto, la telomerasa puede ser positiva si se controla
¿Cómo alargar los telómeros?
- Evitar el tabaco. Fumar aumenta el estrés oxidativo, acelera el acortamiento de los telómeros y puede aumentar la velocidad del proceso de envejecimiento. Según los datos, la tasa de pérdida de los telómeros es de 24,8-27,7 pares de bases por año. Pero fumar al menos un paquete diario aumenta esta tasa de 25 a 32,7, unos 5 pares de bases más, por lo que puede acirtar nuestra vida hasta en 7 años y medio.
- Usar ciertos suplementos. Por ejemplo, el pterostilbeno puede inducir la telomerasa, una enzima que alarga los telómeros. El magnesio también es necesario para el correcto funcionamiento de la telomerasa. La ingesta de dosis bajas de litio se ha correlacionado con telómeros más largos.
- Controlar el peso. La obesidad influye negativamente en la longitud de los telómeros ya que acelera el estrés oxidativo y los daños al genoma, por lo que acelera el envejecimiento. Está comprobado que los telómeros de las mujeres obesas son significativamente más cortos que los de aquellas con un peso normal. En este caso, ser obeso puede acortar nuestra esperanza de vida hasta en 8,8 años, es decir, peor que fumar.
- Evitar la contaminación. En un estudio en el que se comparó la longitud de los telómeros de trabajadores de oficina y agentes de policía de tráfico, se comprobó que el tamaño de los telómeros de estos últimos eran más cortos que otros individuos de su edad debido a la exposición a agentes contaminantes como el tolueno o el benzeno.
- Evitar el estrés. El estrés está relacionado con las hormonas glucocorticoides, que reducen los niveles de proteínas antioxidantes que nos ayudan a combatir los radicales libres, por lo que puede aumentar el daño al ADN y acelerar el acortamiento de los telómeros. Las personas sometidas a mucho estrés muestran una reducción de la actividad telomerasa y telómeros más cortos, lo que puede acortar su vida hasta en 10 años.
- Seguir una dieta saludable. La longitud de los telómeros está relacionada con la ingesta de fibra de tal manera que, cuanta más fibra, más largos son los telómeros. Por el contrario, la ingesta de proteínas está relacionada a la inversa de tal forma que reducir las proteínas en un 40% puede aumentar la longevidad de las ratas hasta en un 15%. La restricción calórica también tiene un efecto positivo en la longevidad, así como las dietas ricas en antioxidantes que nos ayudan a luchar contra el estrés oxidativo.
La dieta mediterránea ofrece una alta calidad nutricional, con grasas saludables y efectos antiinflamatorios y antioxidantes. Las principales características de la dieta mediterránea son el uso habitual del aceite de oliva y la abundancia de alimentos derivados de plantas, como frutas, verduras, legumbres, nueces y granos enteros, ricos en fibra y antioxidantes, todos ellos agentes protectores del telómero.
En resumen, para no acelerar el acortamiento de nuestros telómeros debemos:
- comer menos proteínas (o con una periodicidad para mantener masa muscular, pero no caer en exceso calórico crónico)
- reducir las calorías (o practicar ayuno intermitente)
- aumentar la fibra
- ingerir más antioxidantes
- seguir una dieta tipo la mediterránea (o una dieta afín de características antinflamatorias)
- Evitar el déficit de ciertas vitaminas y minerales.
• Vitamina B9 o folato. El folato es clave para mantener la integridad del ADN y su metilación, esenciales en el mantenimiento de la longitud de los telómeros. Por lo tanto, un déficit de esta vitamina puede acelerar el acortamiento de los telómeros.
• Vitamina B12 o cobalamina. Es también crucial para mantener la estabilidad del genoma. La vitamina B12 es una gran antioxidante por lo que combate los radicales libres y reduce el estrés oxidativo. Las mujeres que usan suplementos de vitamina B12 tienen telómeros más largos que las que no los toman.
• Vitamina B3 o nicotinamida. Se ha comprobado que tratar los fibroblastos (las células que forman el tejido conectivo) con vitamina B3 reduce el desgaste los telómeros. Además, esta vitamina influye en el funcionamiento de proteínas implicadas en el metabolismo y mantenimiento del ADN, así como en la integridad del cromosoma, evitando sus daños.
• Vitamina A. La ingesta de vitamina A y betacaroteno está relacionada de manera positiva con la longitud de los telómeros. Así, un déficit de esta vitamina lleva a telómeros más cortos.
• Vitamina D. La deficiencia de vitamina D, habitual al llegar a la tercera edad, contribuye al envejecimiento celular al regular la proliferación, senescencia y apoptosis de las células. Además, las propiedades antiinflamatorias y antiproliferativas de la vitamina D pueden influir en la renovación celular, disminuyendo la tasa de acortamiento de los telómeros.
• Vitamina C. Las propiedades antioxidantes de la vitamina C contribuyen a unos telómeros más largos debido a un mecanismo de eliminación de especies reactivas de oxígeno.
• Vitamina E. También tiene propiedades antioxidantes. Se ha comprobado que en las células tratadas con vitamina E se reducen las especies reactivas de oxígeno, por lo que hay un menor daño oxidativo al ADN y a los telómeros.
• Magnesio. El magnesio es necesario para la actividad de muchas enzimas, incluidas las implicadas en la replicación, reparación y síntesis del ADN. Por lo tanto la ingesta de magnesio en la dieta ayuda a mantener la longitud de los telómeros.
• Zinc. El zinc influye en la actividad de la telomerasa, el estrés oxidativo y la integridad del ADN. Las personas mayores suelen tener niveles más bajos de zinc y telómeros más cortos.
- Incluir en nuestra dieta ciertas sustancias antienvejecimiento. Los ácidos grasos omega 3 tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que minimizan la renovación celular y el daño oxidativo del ADN, lo que también influye en la longitud de los telómeros.
Los polifenoles, por su parte, también tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que ayudan a la longitud de los telómeros.
La curcumina posee propiedades antioxidantes que protege de los daños causados por los radicales libres en el ADN, ayudando a tener unos telómeros más largos.
La coenzima Q10 es un antioxidante intracelular que protege la membrana de las mitocondrias y al ADN del daño causado por radicales libres, por lo que podría inhibir el acortamiento de los telómeros.
- Realizar ejercicio. La duración del ejercicio está inversamente correlacionada con los biomarcadores que causan daños en el ADN y los telómeros. El ejercicio ayuda a eliminar los productos de desecho que dañan el ADN, lo que reduce el estrés oxidativo, ayudando a mantener la longitud de los telómeros.
- Meditación. Las prácticas de mindfulness pueden servir también para alargar los telómeros.
En conclusión, más que centrarnos en la vieja idea de que el acortamiento de los telómeros equivale a un envejecimiento celular, hoy sabemos que a lo que debemos prestar atención es a mantener una correcta regulación y equilibrio entre la longitud telomérica y evitar, al mismo tiempo, otros marcadores de daño celular (no solamente genéticos, también a nivel de proteína y reprogramación metabólica). Tomar un suplemento puede ayudar a que todos los cofactores necesarios estén disponibles, pero el estilo de vida es un gran determinante del envejecimiento celular, y siempre tendremos que dedicar la mayor parte de nuestros esfuerzos a mejorarlo para prevenir las enfermedades crónicas de la vejez.
Ideas clave
- Los telómeros son regiones de secuencias repetidas de nucleótidos que se encuentran en ambos extremos de cada cromosoma. Estas estructuras protegen el genoma de la degradación nucleotídica, la recombinación innecesaria y la fusión intercromosomal.
- Cuando después de muchas divisiones celulares, los telómeros se han vuelto demasiado cortos, la “hebra” de ADN comienza a deshacerse: se vuelve inestable, lo que daña la célula.
- Lo que importa no es tanto la longitud de los telómeros, sino la velocidad a la que estos se acortan. En otras palabras, no es la longitud de los telómeros, es el alargamiento de los telómeros lo que importa en el envejecimiento, por lo que la esperanza de vida tiene relación con la velocidad a la que estos se acortan.
- La regulación positiva de la telomerasa de una manera facultativa (de vez en cuando) en lugar de una forma constitucional (continua) no conduce a un mayor riesgo de cáncer. Incluso podría reducir el riesgo de cáncer.
- Para alargar los telómeros debemos evitar el tabaco, controlar el peso, tomar ciertos suplementos, evitar la contaminación y el estrés, seguir una dieta saludable, evitar el déficit de ciertas vitaminas y minerales, realizar ejercicio y meditar.
Enfermedades relacionadas
Fuente:
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