La lipofuscina, también conocido como pigmento del envejecimiento, es, como su propio nombre indica, un pigmento de desgaste de color pardo-amarillento con fluorescencia propia, compuesto por polímero de lípidos y fosfolípidos, derivados de la peroxidación de los lípidos poliinsaturados de las membranas subcelulares. Su importancia radica en que es un signo de vejez celular originado por la acción de los radicales libres. Es decir, un pigmento marrón que queda de la descomposición y absorción de los glóbulos sanguíneos dañados, y que se encuentra en el miocardio y los músculos lisos.
La lipofuscina es, por tanto, el nombre que se les da a los finos gránulos de pigmento amarillo-marrón compuestos por residuos de la digestión lisosomal que contienen lípidos. Hay que tener en cuenta lo siguiente:
- La acumulación de lipofuscina en el ojo es un factor de riesgo importante implicado en la degeneración macular, una enfermedad degenerativa, y la enfermedad de Stargardt, una forma juvenil hereditaria de degeneración macular.
- En el sistema nervioso periférico, la acumulación anormal de lipofuscina conocida como lipofuscinosis se asocia con una familia de trastornos neurodegenerativos: las lipofuscinosis ceroides neuronales, la más común de ellas es la enfermedad de Batten. Además, la acumulación patológica de lipofuscina está implicada en la enfermedad de Alzheimer, enfermedad de Parkinson o la esclerosis lateral amiotrófica, entre muchas otras.
- La acumulación de lipofuscina en el colon es la causa de la enfermedad de melanosis coli.
- Y, por último, la acumulación de lipofuscina en el miocardio refleja más directamente el envejecimiento cronológico que la patología cardíaca humana.
¿Por qué se acumula la lipofuscina?
Parece que el mecanismo por el que se acumula la lipofuscina es una alteración en los lisosomas. El lisosoma es una organela (compartimento) que existe en todas las células de nuestro organismo.
En particular, en la lipofuscina, se afecta el metabolismo lisosomal de los ácidos grasos no saturados y de otras moléculas complejas. Se han implicado en la lipofuscina a diferentes proteínas que participan en ese metabolismo y que pueden tener diferentes localizaciones en el lisosoma. La deficiencia de cada una de esas proteínas puede dar lugar a lipofuscina y heredarse como un error metabólico.
Cuando existe una alteración (o error) en el metabolismo (conjunto de reacciones enzimáticas que permiten la vida) algún proceso metabólico no se produce con la debida eficacia y esto puede causar la deficiencia o la acumulación de algún compuesto. En el caso de la lipofuscina, las alteraciones metabólicas específicas que ocurren no se conocen con precisión, aunque estas alteraciones dan lugar a una enfermedad grave.
La lipofuscina parece ser el producto de la oxidación de ácidos grasos insaturados y puede ser sintomático de daño de la membrana o daño a las mitocondrias y lisosomas, aunque su importancia radica en que es un signo de vejez celular originado por la acción de los radicales libres.
- Residuos celulares y degradación de proteínas: la lipofuscina se forma a partir de productos de desecho y restos de proteínas que no se degradan adecuadamente en las células. Es una especie de "basurero celular" donde se acumulan componentes celulares no utilizados o dañados.
- Relación con el envejecimiento: su acumulación se asocia con el envejecimiento y la disminución de la función celular. A medida que las células envejecen, su capacidad para degradar y eliminar proteínas dañadas disminuye, lo que lleva a una acumulación gradual de lipofuscina.
- Daño oxidativo: la lipofuscina contiene moléculas oxidadas que pueden ser un marcador del estrés oxidativo en las células. El estrés oxidativo ocurre cuando hay un desequilibrio entre los radicales libres (moléculas inestables) y los antioxidantes en el cuerpo.
- Efectos potenciales: aunque no es tóxica en sí misma, la acumulación excesiva de lipofuscina puede interferir con la función normal de las células. Se ha relacionado con el deterioro de la función celular y el aumento de la susceptibilidad a enfermedades relacionadas con la edad.
Kumar V, Abbas AK, Aster JC. Cellular responses to stress and toxic insults: adaptation, injury, and death. In: Kumar V, Abbas AK, Aster JC, eds. Robbins and Cotran Pathologic Basis of Disease. 9th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2015:chap 2.