Salvia

Planta, antioxidante

Salvia officinalis

La salvia es una planta perenne que puede crecer hasta unos 70 cm de altura. Sus hojas son de un color verde grisáceo, con un sabor y aroma intensos y característicos. La planta produce pequeñas flores de color azul, violeta o blanco que crecen en espigas a lo largo de los tallos.

La salvia se ha utilizado tradicionalmente como hierba medicinal, especialmente para tratar problemas digestivos, dolores de garganta, inflamaciones y trastornos menstruales. De hecho, su nombre, salvia, significa curar o sanar.

En la medicina popular, se ha utilizado para el tratamiento de diferentes tipos de trastornos, como convulsiones, úlceras, gota, reumatismo, inflamación, mareos, temblores, parálisis, diarrea e hiperglucemia.

La salvia tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, lo que puede ayudar a proteger las células del cuerpo contra el daño causado por los radicales libres y reducir la inflamación.

Todo esto se debe a sus componentes, vitamina K, hierro, vitamina B6, calcio, magnesio, zinc, cobre y vitaminas A, C y E. Además, contiene ácido cafeico, ácido clorogénico, ácido rosmarínico, ácido elágico y rutina, beneficiosos para la salud. Es una rica fuente de polifenoles, habiéndose identificado un exceso de 160 polifenoles, algunos de los cuales son exclusivos del género.

1- Evitar la caries. La salvia tiene efectos antimicrobianos, lo que significa que puede matar bacterias que causan la caries dental, como el Streptococcus mutans. También es eficaz contra el hongo Candida albicans. Por eso, puede ayudar también a tratar infecciones bucales, abscesos dentales, gingivitis…

2- Aliviar los síntomas de la menopausia. La salvia es uno de los remedios naturales más eficaces para tratar los síntomas de la menopausia gracias a algunos de sus compuestos con propiedades similares al estrógeno, lo que les permite unirse a ciertos receptores en el cerebro para ayudar a mejorar la memoria y tratar los sofocos y la sudoración excesiva.

3- Controlar la diabetes. La salvia puede reducir los niveles de azúcar en la sangre. Un estudio demostró que la salvia activa el receptor nuclear PPARγ y, por lo tanto, esta planta tiene la actividad antidiabética ya que, cuando este receptor se activa, elimina el exceso de ácidos grasos libres en la sangre, mejorando la sensibilidad a la insulina. De hecho, actúa de forma similar a la metformina, el medicamento más habitual para tratar la diabetes tipo 2.

4- Reducir el colesterol LDL. La salvia puede ayudar a reducir el colesterol LDL, una de las principales causas de arterioesclerosis y enfermedades cardiovasculares. Además, aumenta el colesterol HDL.

5- Proteger contra algunos tipos de cáncer. Diversos estudios han mostrado que la salvia puede combatir ciertos tipos de cáncer, incluidos los de boca, colon, hígado, cuello uterino, mama, piel y riñón al suprimir el crecimiento de las células cancerosas y estimular la muerte celular.

6- Aliviar la diarrea. El extracto crudo de S. officinalis posee actividades antidiarreicas y antiespasmódicas mediadas posiblemente por la activación dominante de los canales de K+ dependientes de voltaje, por lo que puede usarse para tratar la diarrea y el espasmo intestinal.

7- Evitar la osteoporosis. La salvia contiene una gran cantidad de vitamina K, esencial para la salud de los huesos. Una deficiencia en esta vitamina aumenta el riesgo de osteoporosis y fracturas óseas.

8- Mejora la salud cerebral. La salvia contiene muchos antioxidantes que protegen al cerebro del daño causado por los radicales libres. Además, contiene ácidos fenólicos que se ha comprobado que mejoran la depresión, lesión por isquemia/reperfusión, neuroinflamación, apoptosis, toxicidad inducida por glutamato, epilepsia, desequilibrio después de una lesión cerebral traumática, deterioro de la memoria inducido por hiperinsulinemia, trastornos auditivos y visuales, enfermedad de Parkinson, enfermedad de Huntington.

Los extractos y constituyentes de la salvia han demostrado efectos anticolinesterásicos, antioxidantes, antiinflamatorios, estrogénicos y depresores del sistema nervioso central (sedantes), todos los cuales son actualmente relevantes para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer (EA).

9- Retrasa el envejecimiento. La salvia contiene una gran cantidad de antioxidantes antienvejecimiento, esenciales para combatir el daño causado por los radicales libres que pueden causar diversas enfermedades crónicas y acelerar el envejecimiento.

La salvia contiene compuestos como ácido rosmarínico y flavonoides que neutralizan los radicales libres, protegiendo las células del daño oxidativo. Esto ayuda a prevenir enfermedades crónicas como las cardiovasculares y el envejecimiento prematuro.

Los componentes antiinflamatorios alivian afecciones como artritis y dolores musculares.

Estimula la producción de enzimas digestivas y bilis, facilitando la descomposición de grasas y proteínas.

Sus fitoestrógenos, compuestos de acción similar a los estrógenos, pueden aliviar los síntomas de la menopausia, como sofocos y sudoración nocturna.

Los aceites esenciales (como el tujona y el cineol) combaten bacterias, hongos y virus, protegiendo contra infecciones.

El uso de la salvia (Salvia officinalis) es seguro para la mayoría de las personas cuando se consume de manera moderada y en dosis adecuadas. Sin embargo, su seguridad depende de la forma de consumo, la cantidad y las condiciones de salud individuales.

El té, las infusiones y el uso culinario de la salvia suelen ser seguros y bien tolerados.

En aplicaciones tópicas (enjuagues bucales o cremas), es poco probable que cause efectos adversos cuando se usa según las indicaciones.

La salvia contiene tujona, un compuesto que, en dosis altas, puede ser neurotóxico y causar efectos adversos como convulsiones o daño hepático. Por eso, se recomienda evitar un consumo excesivo o prolongado de preparados concentrados como aceites esenciales y seguir las dosis recomendadas en suplementos o extractos.

La salvia podría interactuar con:

• Medicamentos sedantes (puede potenciar el efecto relajante).

• Antidiabéticos (puede aumentar el efecto hipoglucemiante).

• Antiepilépticos (puede reducir su efectividad).

1. Hierbas y suplementos con propiedades sedantes. La salvia tiene efectos calmantes leves, por lo que podría potenciar el efecto sedante de otras hierbas o suplementos, lo que podría causar somnolencia excesiva o mareos. Ejemplos: Valeriana, manzanilla, pasiflora, kava, melisa, lúpulo.

2. Hierbas y suplementos hipoglucemiantes. La salvia puede reducir los niveles de glucosa en sangre, lo que podría potenciar el efecto de otras hierbas o suplementos con propiedades hipoglucemiantes, aumentando el riesgo de hipoglucemia. Ejemplos: Canela, fenogreco, ginseng, aloe vera, gymnema sylvestre, cromo.

3. Hierbas y suplementos con efectos hormonales. La salvia contiene fitoestrógenos que pueden influir en el equilibrio hormonal. Podría interactuar con hierbas y suplementos que también afectan el sistema endocrino, potenciando o alterando sus efectos. Ejemplos: Cohosh negro, dong quai, trébol rojo, maca, isoflavonas de soja

4. Hierbas y suplementos antiinflamatorios. La salvia tiene propiedades antiinflamatorias, por lo que su uso junto con otras hierbas con este efecto podría aumentar la actividad antiinflamatoria o alterar los procesos inmunológicos. Ejemplos: Cúrcuma, jengibre, boswellia, té verde, resveratrol.

5. Hierbas y suplementos que afectan la presión arterial. La salvia puede reducir ligeramente la presión arterial debido a su capacidad para relajar los vasos sanguíneos. Si se combina con hierbas que tienen un efecto similar, puede potenciarse este efecto. Ejemplos: Ajo, espino blanco, hibisco, omega-3, coenzima Q10.

6. Hierbas y suplementos que afectan el sistema nervioso. El aceite esencial de salvia puede tener un efecto estimulante o tóxico sobre el sistema nervioso en dosis altas, lo que podría interactuar con hierbas o suplementos que afectan la actividad neurológica. Ejemplos: Hierba de San Juan, ginkgo biloba, guaraná, cafeína.

7. Riesgo de interacciones con suplementos antioxidantes. Dado que la salvia tiene potentes propiedades antioxidantes, podría aumentar la actividad de suplementos antioxidantes, lo que en exceso podría interferir con ciertos procesos oxidativos necesarios en el organismo. Ejemplos: Vitamina C, vitamina E, betacaroteno, astaxantina, selenio.

La salvia (Salvia officinalis) es generalmente segura en combinación con alimentos, especialmente cuando se utiliza como hierba culinaria. Sin embargo, en dosis más concentradas (como extractos o suplementos), puede interactuar con ciertos alimentos debido a sus efectos en el organismo.

1. Alimentos ricos en carbohidratos y azúcares. La salvia puede disminuir los niveles de glucosa en sangre. Consumirla junto con alimentos ricos en azúcares o carbohidratos puede alterar la respuesta de insulina y glucosa, especialmente en personas con diabetes o hipoglucemia. Recomendación: Monitorea la glucosa si consumes salvia concentrada junto con comidas altas en carbohidratos.

2. Alimentos ricos en fitoestrógenos. Dado que la salvia contiene fitoestrógenos (compuestos similares a los estrógenos), podría interactuar con alimentos ricos en estas sustancias, como la soja, el lino y el sésamo, aumentando el efecto hormonal.

3. Alimentos que afectan la presión arterial. La salvia puede reducir la presión arterial. Consumirla junto con alimentos que también tienen este efecto, como el ajo, el plátano o el apio, podría causar una disminución excesiva de la presión arterial. Precaución: Especialmente para personas que ya toman medicamentos o tienen presión arterial baja.

4. Alimentos ricos en cafeína o estimulantes. La tujona en la salvia puede tener un efecto estimulante en el sistema nervioso. Consumirla junto con café, té negro, chocolate o bebidas energéticas puede potenciar la estimulación o causar nerviosismo.

5. Alimentos con alto contenido de sodio. Aunque la salvia tiene propiedades diuréticas leves, el consumo de alimentos salados junto con salvia podría alterar el equilibrio electrolítico al aumentar la excreción de sodio. Precaución: Si tienes problemas renales o de retención de líquidos.

6. Alimentos que aumentan la coagulación sanguínea. La salvia puede tener un efecto anticoagulante leve. Consumirla junto con alimentos ricos en vitamina K (como espinacas, col rizada o brócoli) podría contrarrestar sus efectos. Recomendación: Mantén un equilibrio en la dieta para evitar complicaciones.

7. Alimentos ácidos o muy picantes. La salvia puede irritar ligeramente la mucosa gástrica en algunas personas sensibles, y combinarla con alimentos ácidos (como cítricos o vinagre) o muy picantes podría empeorar esta irritación.

- Infusiones o té de salvia. Dosis diaria recomendada: 1-3 tazas al día. Precauciones: No prolongar su consumo diario más allá de 4-6 semanas sin descansar.

- Extractos o suplementos de salvia. Cápsulas o tabletas: dosis típica: 300-600 mg al día, divididos en 1-2 tomas. Tintura (1:5 en alcohol): dosis: 2-4 ml, 2-3 veces al día.

- Aceite esencial de salvia. Diluir en un aceite portador (1-2 gotas por cada 10 ml de aceite base) antes de aplicar sobre la piel.

- Enjuagues bucales o gárgaras. Infusión concentrada (3-5 gramos de hojas secas en 250 ml de agua caliente). Hacer gárgaras 2-3 veces al día para tratar inflamación o dolor de garganta.

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