Presbiacusia
Términos relacionados
¿Qué es?
La presbiacusia es la pérdida gradual de la audición relacionada con el envejecimiento. Es una afección común en las personas mayores y generalmente afecta ambos oídos de manera simétrica. Este deterioro auditivo ocurre debido a cambios naturales en el oído interno, el nervio auditivo o las vías auditivas cerebrales que procesan los sonidos.
Síntomas
- Dificultad para escuchar sonidos agudos (como voces femeninas o de niños).
- Problemas para entender el habla en ambientes ruidosos.
- Necesidad de subir el volumen de dispositivos electrónicos.
- Percepción de que las personas murmuran.
Causas
Degeneración de células sensoriales: pérdida de células ciliadas en la cóclea.
Cambios en el flujo sanguíneo del oído interno: deterioro de los vasos sanguíneos.
Factores genéticos: predisposición hereditaria.
Exposición acumulada al ruido: daños a lo largo del tiempo por exposición a ruidos fuertes.
Factores médicos: enfermedades como la diabetes o la hipertensión pueden contribuir.
Factores de riesgo
• Envejecimiento: es el principal factor de riesgo, ya que la presbiacusia está directamente relacionada con los cambios naturales del oído con la edad.
• Genética: predisposición hereditaria a desarrollar pérdida auditiva.
• Sexo: los hombres suelen ser más propensos a la presbiacusia que las mujeres, posiblemente debido a mayores exposiciones al ruido a lo largo de la vida.
• Diabetes: puede dañar los vasos sanguíneos del oído interno.
• Hipertensión: el flujo sanguíneo reducido afecta el oído interno.
• Trastornos autoinmunes: pueden atacar las estructuras auditivas.
• Exposición prolongada al ruido: trabajar en ambientes ruidosos o exposición repetitiva a ruidos fuertes (por ejemplo, maquinaria industrial, conciertos, auriculares a alto volumen).
• Tabaquismo: está asociado con una mayor incidencia de pérdida auditiva, posiblemente debido a daños en los vasos sanguíneos.
• Consumo excesivo de alcohol: puede contribuir al daño auditivo con el tiempo.
• Uso de medicamentos ototóxicos: algunos fármacos, como ciertos antibióticos (aminoglucósidos), diuréticos y quimioterapias, pueden dañar el oído interno.
• Dieta inadecuada: deficiencias de vitaminas y minerales, como el magnesio y las vitaminas del complejo B, pueden afectar la salud auditiva.
• Falta de protección auditiva: no usar tapones para los oídos en entornos ruidosos aumenta el riesgo de daño auditivo acumulado.
• Falta de atención médica: no realizar chequeos regulares con un especialista en audición puede retrasar la detección y el tratamiento temprano.
Complicaciones
1. Aislamiento social y soledad: la dificultad para comprender el habla, especialmente en ambientes ruidosos, puede hacer que las personas eviten reuniones sociales, familiares o laborales. Esto contribuye al aislamiento social, que está vinculado a problemas emocionales y de salud mental.
2. Depresión y ansiedad: la pérdida auditiva puede generar frustración, baja autoestima y sentimientos de inutilidad. La dificultad para comunicarse puede aumentar la ansiedad en situaciones sociales, empeorando el bienestar emocional.
3. Deterioro cognitivo y demencia: estudios han encontrado una relación entre la pérdida auditiva no tratada y el deterioro cognitivo. La falta de estimulación auditiva puede reducir la actividad en las áreas del cerebro relacionadas con el procesamiento del sonido y el lenguaje, aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
4. Disminución de la independencia: la pérdida auditiva puede dificultar actividades diarias como seguir instrucciones, escuchar alarmas, responder al teléfono o mantener conversaciones. Esto puede llevar a una mayor dependencia de familiares o cuidadores.
5. Accidentes y caídas: la pérdida auditiva puede afectar el equilibrio, ya que el oído interno está involucrado en el sistema vestibular. También puede dificultar la percepción de señales de advertencia (como bocinas o alarmas), aumentando el riesgo de accidentes.
6. Problemas laborales: las personas con presbiacusia no tratada pueden enfrentar desafíos en el lugar de trabajo, como malentendidos o dificultad para seguir conversaciones en reuniones. Esto puede limitar las oportunidades de desarrollo profesional y la productividad.
7. Estrés en las relaciones interpersonales: la falta de comunicación clara puede generar malentendidos, frustración y tensiones en relaciones familiares, amistosas y románticas.
Prevención
- Proteger los oídos en ambientes ruidosos.
- Mantener un estilo de vida saludable, controlando enfermedades crónicas.
- Evitar el uso innecesario de medicamentos ototóxicos.
- Realizar evaluaciones auditivas periódicas, especialmente después de los 50 años.
Diagnóstico
El médico indagará sobre síntomas, antecedentes familiares, exposición al ruido, uso de medicamentos ototóxicos y enfermedades crónicas como diabetes o hipertensión.
Después se hace un examen físico, es decir, inspección del oído para descartar otras causas de pérdida auditiva, como cerumen impactado o infecciones.
Entre las pruebas auditivas se encuentran:
- Audiometría tonal: mide la capacidad para escuchar sonidos de diferentes frecuencias y volúmenes. La pérdida auditiva en la presbiacusia afecta principalmente las frecuencias altas.
- Audiometría verbal: evalúa la capacidad para entender palabras en diferentes niveles de volumen y ruido.
- Timpanometría: examina la función del tímpano y del oído medio para descartar otros problemas auditivos.
- Potenciales evocados auditivos: en casos específicos, evalúa la respuesta del sistema nervioso central a estímulos sonoros.
Es importante distinguir la presbiacusia de otras causas de pérdida auditiva, como infecciones, otosclerosis, enfermedad de Ménière o daños relacionados con medicamentos ototóxicos.
Tratamiento
1. Uso de audífonos. Los audífonos son el tratamiento más común. Amplifican los sonidos para mejorar la percepción y comprensión.
Tipos de audífonos:
Retroauriculares (BTE): Colocados detrás de la oreja.
Intracanal (CIC): Pequeños dispositivos colocados dentro del canal auditivo.
Los ajustes personalizados son esenciales para adaptarse a las necesidades del paciente.
2. Implantes cocleares. Para casos de pérdida auditiva severa, donde los audífonos no son suficientes, se pueden implantar dispositivos que estimulan directamente el nervio auditivo.
3. Terapia auditiva y entrenamiento. Programas que enseñan estrategias para maximizar la audición residual, mejorar la comprensión del habla y manejar ambientes ruidosos. Entrenamiento en lectura labial y uso de pistas contextuales para complementar la audición.
4. Tratamiento médico y quirúrgico. Aunque no hay medicamentos que curen la presbiacusia, es importante tratar enfermedades asociadas, como hipertensión o diabetes. En algunos casos, corregir anomalías estructurales o enfermedades concurrentes del oído puede mejorar los síntomas.
5. Modificaciones en el estilo de vida. Evitar la exposición prolongada a ruidos fuertes. Mantener una dieta equilibrada y controlar enfermedades crónicas. Reducir el consumo de tabaco y alcohol, que pueden agravar la pérdida auditiva.
Apoyo adicional
• Grupos de apoyo: participar en comunidades de personas con pérdida auditiva puede proporcionar soporte emocional y compartir estrategias efectivas.
• Tecnología asistiva: uso de dispositivos como teléfonos amplificados, sistemas de alerta visuales o subtítulos en televisión.
• Educación familiar: enseñar a los seres queridos cómo comunicarse eficazmente con personas con pérdida auditiva.
Fuentes