Sinusitis
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¿Qué es?
La sinusitis es una inflamación de los senos paranasales, que son cavidades llenas de aire dentro de los huesos que rodean la nariz y los ojos. Estas cavidades están revestidas con membranas mucosas que producen moco, el cual normalmente drena hacia la nariz a través de pequeños conductos. Sin embargo, cuando estas cavidades se inflaman debido a una infección viral, bacteriana o fúngica, los conductos pueden bloquearse, lo que lleva a la acumulación de moco y la presión en los senos paranasales, causando dolor facial y otros síntomas.
Hay tres tipos de sinusitis:
1- Sinusitis aguda: cuando los síntomas duran cuatro semanas o menos. Es causada por bacterias que proliferan en los senos paranasales.
2- Sinusitis crónica: dura más de 3 meses. Puede ser causada por bacterias o un hongo.
3- Sinusitis subaguda: los síntomas y la hinchazón se presentan entre 1 y 3 meses.
Síntomas
- Dolor facial, especialmente alrededor de los ojos, la frente y el área nasal.
- Congestión nasal y secreción nasal espesa y de color verde o amarillo.
- Dolor de cabeza.
- Fatiga.
- Tos que empeora por la noche.
- Fiebre.
- Mal aliento o pérdida del sentido del olfato.
- Dolor de garganta y goteo retronasal.
Causas
- Infecciones: la mayoría de los casos de sinusitis son provocados por infecciones virales asociadas con el resfriado común. Sin embargo, las infecciones bacterianas también pueden causar sinusitis, especialmente si la inflamación dura más de 10 días o si los síntomas empeoran después de comenzar a mejorar. Menos comúnmente, las infecciones fúngicas pueden causar sinusitis, especialmente en personas con sistemas inmunitarios comprometidos.
- Obstrucciones en los senos paranasales: cualquier condición que bloquee los conductos que drenan los senos paranasales puede provocar sinusitis. Esto incluye pólipos nasales (pequeños crecimientos en el revestimiento de la nariz), desviaciones del tabique nasal, o tumores.
- Alergias: las alergias como la fiebre del heno pueden provocar inflamación de los tejidos nasales y obstruir los conductos de los senos paranasales, lo que puede llevar a episodios de sinusitis.
- Resfriados y otros problemas respiratorios: las infecciones respiratorias o los resfriados frecuentes pueden incrementar las probabilidades de desarrollar sinusitis.
- Cambios de presión ambiental: los cambios bruscos en la presión, como los que se experimentan durante el vuelo o el buceo, pueden afectar la capacidad de los senos paranasales para drenar correctamente.
- Problemas inmunológicos: las personas con sistemas inmunitarios debilitados o aquellas con enfermedades que afectan las defensas del cuerpo, como el VIH, la fibrosis quística y la diabetes, tienen un mayor riesgo de desarrollar sinusitis.
Factores de riesgo
- Rinitis alérgica o fiebre del heno
- Fibrosis quística
- Ir a escuelas infantiles
- Enfermedades que impiden que los cilios trabajen apropiadamente
- Cambios de altitud (volar o bucear)
- Adenoides grandes
- Tabaquismo
- Sistema inmunitario debilitado
- Estructuras anormales de los senos paranasales
Complicaciones
- Infecciones orbitarias: la sinusitis puede extenderse a la cavidad orbital que rodea el ojo. Esto puede causar inflamación y enrojecimiento alrededor de los ojos y, en casos severos, puede afectar la visión. Una complicación más grave conocida como celulitis orbital puede resultar en la pérdida de la movilidad del ojo y visión borrosa.
- Infecciones intracraneales: la sinusitis puede propagarse a estructuras dentro del cerebro, como el meninges (meningitis), el cerebro (absceso cerebral) o los venas que drenan el cerebro (trombosis del seno venoso). Estas condiciones pueden ser potencialmente mortales y requieren tratamiento médico urgente.
- Problemas respiratorios: en casos severos, la sinusitis puede bloquear completamente las vías respiratorias, dificultando la respiración, especialmente en personas con condiciones preexistentes como asma.
- Osteomielitis: la sinusitis puede causar una infección en los huesos de la cara o el cráneo, conocida como osteomielitis. Esta es una complicación rara pero grave.
- Absceso dental: dado que las raíces de los dientes superiores están cerca de los senos paranasales, una infección sinusal puede extenderse y formar un absceso en uno o más dientes.
Prevención
La mejor manera de prevenir la sinusitis es evitar la gripe y los resfriados o tratarla cuanto antes para evitar las complicaciones.
Además, se deben controlar otros factores de riesgo como las alergias si las tiene, vacunarse anualmente contra la gripe, lavarse las manos con frecuencia para evitar los virus, reducir el estrés, evitar el humo del tabaco, beber mucho líquido, usa un humidificador para aumentar la humedad de las mucosas, etc.
Diagnóstico
El diagnóstico de la sinusitis generalmente se realiza evaluando los síntomas, realizando un examen físico, y a veces con la ayuda de estudios de imagen.
El médico preguntará sobre los síntomas, incluyendo su duración y severidad. También puede inspeccionar las fosas nasales en busca de signos de inflamación, pólipos nasales, y otras posibles causas de obstrucción nasal y puede palpar las áreas alrededor de los senos paranasales para detectar signos de dolor y sensibilidad.
En algunos casos, especialmente si los síntomas son persistentes o complicados, se puede utilizar un endoscopio nasal. Se trata de un dispositivo delgado y flexible con una luz y una cámara que permite al médico ver el interior de las fosas nasales y los senos paranasales.
Para obtener más detalles sobre la inflamación y para descartar complicaciones, se pueden usar estudios de imagen como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM). Estas pruebas son especialmente útiles para evaluar la extensión de la sinusitis crónica y para planificar cirugía, si fuera necesario.
En casos de sinusitis recurrente o crónica, y especialmente si se sospecha de una infección bacteriana que no ha respondido a tratamientos antibióticos, se puede recolectar una muestra de moco para identificar el tipo específico de bacterias presentes.
En situaciones especiales, pueden necesitarse estudios adicionales para evaluar las condiciones del sistema inmunológico o para diagnosticar otras enfermedades subyacentes.
Tratamiento
El tratamiento de la sinusitis varía según si la infección es viral, bacteriana, o causada por otros factores como alergias.
La mayoría de los casos de sinusitis son causados por virus y suelen resolverse sin tratamiento específico. Para aliviar los síntomas, se pueden recomendar:
- Descanso e hidratación: mantenerse bien hidratado ayuda a fluidificar el moco.
- Analgésicos como el paracetamol o ibuprofeno para ayudar a aliviar el dolor y la fiebre.
- Descongestionantes nasales: para aliviar la congestión nasal, pero no deben usarse por más de tres días consecutivos para evitar el efecto rebote.
- Irrigaciones nasales con solución salina: ayudan a mantener húmedas las membranas nasales y a eliminar el moco.
Si los síntomas son severos, duran más de 10 días sin mejorar, o empeoran después de comenzar a mejorar (lo que puede indicar una infección bacteriana), el médico puede recetar antibióticos. La elección del antibiótico dependerá de varios factores, incluyendo la resistencia local a los antibióticos y la salud general del paciente.
En casos de sinusitis crónica o recurrente, el tratamiento puede incluir:
- Corticosteroides nasales: ayudan a reducir la inflamación en los senos paranasales.
- Cirugía: para casos que no responden a otros tratamientos, la cirugía como la cirugía endoscópica nasal de senos paranasales (FESS, por sus siglas en inglés) puede ser recomendada para mejorar el drenaje de los senos paranasales.
- Control de factores relacionados: si las alergias son un factor contribuyente, se pueden administrar antihistamínicos o inmunoterapia. Además, abordar otros problemas relacionados como el asma, el reflujo gastroesofágico, o los pólipos nasales puede mejorar los síntomas de la sinusitis.
Fuentes
DeMuri GP, Wald ER. Sinusitis. In: Bennett JE, Dolin R, Blaser MJ, eds. Mandell, Douglas, and Bennett's Principles and Practice of Infectious Diseases. 9th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2020:chap 62.
Murr AH. Approach to the patient with nose, sinus, and ear disorders. In: Goldman L, Schafer AI, eds. Goldman-Cecil Medicine. 26th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2020:chap 398.