Carcinoma basocelular
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¿Qué es?
Un carcinoma basocelular es un tipo de cáncer de piel que se origina en las células basales de la epidermis, la capa más externa de la piel. Es el tipo más común de cáncer de piel en los seres humanos (50 al 75% de todos los cánceres de piel). El carcinoma basocelular tiende a crecer lentamente y rara vez se propaga a otras partes del cuerpo, por lo que se considera un cáncer de piel localizado y de bajo riesgo ya que no suele causar metástasis.
Suele notarse un bulto ligeramente transparente en la piel, aunque puede tomar otras formas y tonalidades. Las zonas más habituales en las que aparece son las más expuestas al sol, como la cara y el cuello.
Síntomas
Los síntomas del carcinoma basocelular pueden variar según la ubicación y el tamaño de la lesión. Los más habituales son:
- Protuberancia o nódulo: una protuberancia o nódulo pequeño en la piel. Puede ser de color perlado, blanco, rosado o translúcido. Puede tener puntos oscuros y bordes ligeramente elevados.
- Úlcera o costra: con el tiempo, el nódulo puede desarrollar una úlcera o costra en la superficie. La costra puede sangrar ocasionalmente y luego cicatrizar, para abrirse de nuevo.
- Superficie brillante: algunas lesiones de carcinoma basocelular pueden tener una superficie brillante y lisa. Pueden parecer cera o tener un aspecto vidrioso.
- Vasos sanguíneos visibles: a veces, las lesiones pueden mostrar vasos sanguíneos pequeños y visibles en la superficie.
- Lesiones que no cicatrizan: lo más notorio es que es una lesión que no cicatriza y dura varias semanas sin curarse.
- Picazón o dolor: a veces causa picazón, dolor o sensibilidad en la zona afectada.
Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden variar y no todos los casos de carcinoma basocelular presentan todos los signos mencionados.
Causas
La principal causa del carcinoma basocelular es la exposición prolongada y repetida a la radiación ultravioleta (UV) del sol. Pasar mucho tiempo al aire libre sin la protección solar adecuada aumenta el riesgo de sufrir este tipo de cáncer. El carcinoma de células basales aparece cuando una de las células basales de la piel desarrolla una mutación en su ADN que provoca que las células se descontrolen, causando un tumor.
También la exposición a camas de bronceado y lámparas solares aumenta el riesgo de carcinoma basocelular ya que emiten una radiación UV similar a la del sol y pueden dañar la piel si no se usan de manera adecuada.
Factores de riesgo
- Predisposición genética: tener antecedentes familiares de este tipo de cáncer de piel aumenta las posibilidades de padecerlo.
- Exposición ocupacional: trabajar al aire libre durante largos períodos, como agricultores o constructores, aumenta el riesgo de exposición solar y, por lo tanto, de desarrollar carcinoma basocelular.
- Edad: es más común en personas mayores, ya que han tenido más tiempo de exposición acumulativa al sol a lo largo de su vida. No obstante, también puede afectar a gente de 20 a 30 años.
- Piel clara: las personas con piel clara, ojos claros y cabello claro tienen un mayor riesgo de carcinoma basocelular. La melanina proporciona cierta protección contra los rayos UV, por lo que las personas con menos melanina son más susceptibles al daño solar.
- Historial de quemaduras solares: las quemaduras solares graves y repetidas durante la infancia o la adolescencia aumentan el riesgo de desarrollar carcinoma basocelular en el futuro ya que la piel tiene memoria y los daños se van acumulando.
- Radioterapia: la radioterapia para tratar afecciones de la piel puede aumentar el riesgo de carcinoma de células basales en zonas de la piel tratadas con esta terapia.
- Medicamentos inmunosupresores: tomar medicamentos que inhiben el sistema inmunitario aumenta el riesgo de padecer este tipo de cáncer al disminuir las defensas del organismo que combaten la aparición de tumores.
- Exposición al arsénico: la exposición a este metal aumenta el riesgo de carcinoma y otros tipos de cáncer.
- Síndromes hereditarios que causan cáncer de piel: algunas enfermedades genéticas poco frecuentes aumentan el riesgo de carcinoma, como el síndrome de Gorlin-Goltz.
Complicaciones
El carcinoma basocelular es generalmente un cáncer de piel de bajo riesgo y, si se diagnostica y trata a tiempo, suele tener un pronóstico excelente. Sin embargo, en algunos casos, puede haber complicaciones asociadas:
- Daño estructural: si el carcinoma basocelular no se trata, puede invadir y dañar estructuras cercanas, como tejidos subyacentes, nervios, huesos o cartílagos. Esto puede conducir a deformidades estéticas o funcionales, especialmente si el tumor afecta áreas sensibles como la cara, los ojos o las orejas.
- Recurrencia: aunque el carcinoma basocelular tratado adecuadamente tiene una alta tasa de curación, existe la posibilidad de que el cáncer vuelva a aparecer en el mismo lugar o en otra área cercana. La recurrencia puede ocurrir si las células cancerosas no se eliminaron completamente durante la cirugía inicial.
- Metástasis raras: aunque es extremadamente raro, en algunos casos muy avanzados y descuidados, el carcinoma basocelular puede extenderse a otras partes del cuerpo, en un proceso llamado metástasis. Sin embargo, esto ocurre en menos del 0.1% de los casos y generalmente se limita a personas con sistemas inmunológicos debilitados o tumores agresivos y sin tratar.
Es importante destacar que la mayoría de los carcinomas basocelulares se detectan y tratan en etapas tempranas, lo que reduce significativamente el riesgo de complicaciones graves.
Prevención
Lo más importante para prevenir este tipo de tumor es protegerse del sol. Se debe usar una crema fotoprotectora con un factor de protección adecuado al tipo de piel (más alto cuanto más clara sea la piel). Hay que usarla siempre, no solo en los meses de verano, y reaplicar cuando se está mucho tiempo al sol. Incluso hay que usarla en los días nublados. Viste ropa que proporcione protección contra los rayos UV, como camisas de manga larga, pantalones largos y sombreros de ala ancha. También hay ropa con protección solar incorporada.
Además, se debe evitar la exposición prolongada al sol, sobre todo en las horas centrales del día, y usar ropa de protección solar, gafas de sol y sombrero de ala ancha.
Evita las camas de rayos UVA y acude de forma rutinaria al dermatólogo para que revise cualquier cambio en tu piel y así detectarlo a tiempo.
Realiza autoexámenes regulares de la piel para detectar cualquier cambio o anormalidad en lunares, manchas o bultos. Si observas algo inusual, consulta a un dermatólogo.
Identifica y controla los factores de riesgo asociados con el carcinoma basocelular, como antecedentes familiares de cáncer de piel, piel clara, exposición prolongada al sol y trastornos genéticos relacionados y programa chequeos regulares con un dermatólogo, especialmente si tienes antecedentes familiares de cáncer de piel o si has tenido lesiones cutáneas previas. Los dermatólogos pueden realizar exámenes especializados y brindar orientación sobre la prevención del carcinoma basocelular.
Mantén un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada y la práctica regular de ejercicio. Estos hábitos pueden contribuir a la salud general de la piel. El tabaco puede aumentar el riesgo de carcinoma basocelular, y el alcohol puede tener efectos negativos en la salud de la piel. Evitar el tabaco y limitar el consumo de alcohol son medidas adicionales de prevención.
Diagnóstico
El diagnóstico del carcinoma basocelular se realiza generalmente mediante una combinación de evaluación clínica y pruebas de laboratorio.
Lo primero es realiza una evaluación clínicapara examinar la lesión sospechosa en la piel. Evaluará su apariencia, tamaño, forma, color y cualquier síntoma asociado, como sangrado, costra o picazón. También tomará en cuenta la historia clínica y factores de riesgo del paciente. En algunos casos, el médico puede utilizar instrumentos como una lupa o un dermatoscopio para obtener una visión más detallada de la lesión.
Después se toma una muestra para hacer una biopsia y así confirmar si la lesión es cancerosa o no.
La muestra de tejido obtenida mediante la biopsia se procesa y se tiñe para observar las características microscópicas del carcinoma basocelular. El patólogo evaluará la arquitectura celular, la presencia de células cancerosas y otros rasgos específicos para confirmar el diagnóstico.
En algunos casos, se pueden realizar pruebas adicionales para evaluar la extensión del carcinoma basocelular. Estas pruebas pueden incluir una tomografía computarizada (TC), una resonancia magnética (RM) o una biopsia de ganglio linfático si se sospecha de metástasis.
Tratamiento
El tratamiento del carcinoma basocelular depende de varios factores, como el tamaño, la ubicación y la agresividad del tumor. Lo más habitual es realizar una cirugía de Mohs, la técnica quirúrgica más precisa para eliminar el carcinoma basocelular, especialmente en áreas sensibles o de difícil acceso. El procedimiento implica la eliminación escalonada de capas de tejido hasta que no haya más células cancerosas visibles.
En algunos casos se puede realizar una escisión quirúrgica estándar, eliminando el tumor junto con un margen de tejido sano circundante y cerrando la herida con suturas.
En caso de carcinomas basocelulares recurrentes, de tamaño grande o en áreas de alto riesgo, se puede realizar la cirugía micrográfica de Mohs, que consiste en extraer el tumor a la vez que se realiza un análisis microscópico inmediato para garantizar la eliminación completa del cáncer.
A veces se recurre a la radioterapia de alta energía para destruir las células cancerosas. Puede ser una opción cuando la cirugía no es posible o deseable debido a la ubicación o estado de salud del paciente.
También se pueden utilizar medicamentos tópicos, como cremas o geles, que contienen ingredientes como imiquimod, 5-fluorouracilo (5-FU) o dicloruro de vismodegib, para aplicar directamente sobre la lesión y destruir las células cancerosas. O crioterapia para congelar y destruir las células cancerosas.
Por último, la terapia fotodinámica, que implica la aplicación de una sustancia fotosensibilizadora en la lesión, seguida de la exposición a una luz especial que activa la sustancia y destruye las células cancerosas.
Fuentes