Diabetes mellitus tipo 2
Términos relacionados
Diabetes mellitus tipo 1, enfermedad, glucosa, pérdida de peso, alimentación saludable
¿Qué es?
La diabetes mellitus tipo 2 es un trastorno crónico que afecta a la manera en la cual el cuerpo metaboliza el azúcar, es decir, la glucosa, una fuente importante de combustible para el cuerpo. Con la diabetes tipo 2, el cuerpo resiste los efectos de la insulina, la hormona que regula el movimiento del azúcar en las células, o bien no produce la insulina suficiente como para mantener niveles normales de glucosa. La mayoría de las personas con diabetes tipo 2 pueden producir insulina, pero no en las cantidades suficientes que el organismo necesita para su correcto funcionamiento.
Esta solía ser conocida como la diabetes de aparición en la adultez, pero hoy en día cada vez se les diagnostica a más y más niños, probablemente debido al aumento de la obesidad infantil.
Síntomas
Normalmente los signos y síntomas de la diabetes de tipo 2 se desarrollan lentamente. De hecho, se puede tener diabetes de tipo 2 durante años sin saberlo. Algunos de los síntomas más comunes son:
- Aumento de la sed
- Necesidad de orinar a menudo
- Aumento del apetito
- Pérdida de peso involuntaria
- Fatiga
- Visión borrosa
- Llagas y heridas que tardan en sanar
- Infecciones frecuentes
- Zonas de piel oscurecida, habitualmente en las axilas y el cuello
Causas
La diabetes tipo 2 es más común que la diabetes tipo 1. Esta se desarrolla cuando el cuerpo se hace resistente a la insulina o cuando el páncreas no puede producir la suficiente. Se desconoce el motivo exacto por el cual esto sucede, aunque parece que hay factores genéticos y ambientales como el sobrepeso y la inactividad que contribuyen a su aparición.
Factores de riesgo
- Peso. Cuanto más tejido graso se tenga, más resistentes serán las células a la insulina.
- Inactividad. Cuanta menos actividad se realice mayor será el riesgo. La actividad física ayuda a controlar el peso, utiliza la glucosa como energía y hace que las células sean más sensibles a la insulina.
- Antecedentes familiares. El riesgo se incrementa si padre, madre o hermanos tienen diabetes tipo 2.
- Raza o grupo étnico. Aunque no está claro por qué, personas de ciertos orígenes, como las personas negras, hispanas, los indígenas estadounidenses y asiático-americanas, corren un mayor riesgo de padecer este tipo de diabetes.
- Edad. El riesgo aumenta con la edad. Esto puede deberse a que se hace menos ejercicio, se pierde masa muscular y se aumenta de peso a medida que se envejece. La diabetes tipo 2 también está aumentando entre los niños, los adolescentes y los adultos jóvenes.
- Diabetes gestacional. Si se desarrolla diabetes gestacional estando embarazada, aumenta también el riesgo de desarrollar prediabetes y diabetes tipo 2.
- Síndrome de ovario poliquístico. Para las mujeres, tener síndrome de ovario poliquístico (un trastorno frecuente caracterizado por períodos menstruales irregulares, crecimiento excesivo de vello y obesidad) podría aumentar también el riesgo de desarrollar diabetes.
- Niveles anormales de colesterol y de triglicéridos. Si se tienen niveles bajos de lipoproteínas de alta densidad o de colesterol bueno (HDL) el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 será mayor.
- Hipertensión arterial: la presión arterial alta también es un factor de riesgo para la diabetes tipo 2.
Complicaciones
Las complicaciones de la diabetes tipo 2 son las siguientes:
- Cicatrización lenta. Si no se tratan, los cortes y las ampollas pueden dar lugar a graves infecciones, que tal vez no cicatricen como corresponde.
- Deterioro de la audición. Los problemas de audición son más frecuentes en las personas que padecen diabetes.
- Enfermedades de la piel. La diabetes puede hacer que seas más propenso a tener problemas de la piel, como infecciones bacterianas y de hongos.
- Apnea del sueño. La apnea obstructiva del sueño es común en pacientes con diabetes de tipo 2. La obesidad puede ser el principal factor contribuyente a ambas enfermedades. Tratar la apnea del sueño puede disminuir tu presión arterial y hacer que uno se sienta más descansado, pero no está claro si ayuda a mejorar el control del azúcar en la sangre.
- Enfermedad de Alzheimer. La diabetes de tipo 2 parece aumentar el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer, aunque no se sabe bien por qué. Cuanto más deficiente sea el control del azúcar en la sangre, mayor será el riesgo. Lo único en que lo que sí coinciden ambos tipos es en las complicaciones que se puedan dar a largo plazo si se mantienen niveles altos de glucosa en sangre de manera continuada y son:
- Problemas cardíacos
- Nefropatías
- Neuropatías
- Daños en los ojos
- Pie diabético
- Trastornos óseos y de las articulaciones
- Complicaciones cutáneas
- Problemas en el aparato digestivo
- Disfunción sexual
- Problemas en los dientes y las encías
Prevención
Algunas investigaciones al respecto han demostrado que se puede hacer mucho para reducir la probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2. De hecho, en muchos casos, y en clara diferencia con la diabetes tipo 1, la diabetes tipo 2 puede prevenirse si se mantienen unos hábitos de alimentación saludables y estos se combinan con una actividad física moderada. Además, otros cambios en la rutina diaria también podrían ayudar a disminuir su riesgo:
- Perder peso y mantenerlo. El control del peso es una parte importante de la prevención de la diabetes. Es posible que prevenir o retrasar la diabetes al perder entre el cinco y el 10 por ciento del peso que se tenga en la actualidad.
- No fumar. Fumar puede contribuir a la resistencia a la insulina, lo que puede llevar a tener diabetes tipo 2. Mejor no hacerlo.
- Seguir una dieta saludable. Consumir una dieta balanceada y rica en frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables puede ayudar a mantener niveles de glucosa en sangre estables. Limitar la ingesta de azúcares añadidos y grasas saturadas también es crucial.
- Practicar actividad física regularmente. El ejercicio regular mejora la sensibilidad a la insulina y ayuda a mantener un peso saludable. Se recomienda al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada por semana, junto con ejercicios de fortalecimiento muscular al menos dos veces por semana.
- Controlar la presión arterial. Mantener la presión arterial bajo control es importante, ya que la hipertensión arterial es un factor de riesgo para la diabetes tipo 2. Adoptar hábitos saludables, como reducir la ingesta de sodio, hacer ejercicio y mantener un peso saludable, puede ayudar a controlar la presión arterial.
- Gestionar el estrés. El estrés crónico puede afectar los niveles de glucosa en sangre. Practicar técnicas de manejo del estrés, como la meditación, el yoga o la respiración profunda, puede ser beneficioso.
- Evitar el consumo excesivo de alcohol. El consumo excesivo de alcohol puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Si decides beber, hazlo con moderación.
- Dejar de fumar. Fumar se ha asociado con un mayor riesgo de diabetes tipo 2, además de otros problemas de salud. Dejar de fumar puede tener beneficios significativos para la salud general.
- Controlar los niveles de azúcar en sangre. Si tienes factores de riesgo o antecedentes familiares de diabetes tipo 2, es importante realizar controles regulares de glucosa en sangre. Esto puede ayudar a identificar cualquier problema en las etapas iniciales y permitir intervenciones preventivas.
- Realizar revisiones médicas regulares. Las revisiones médicas regulares permiten monitorear la salud general y abordar cualquier preocupación de manera proactiva.
Diagnóstico
- Prueba de hemoglobina glicosilada (A1C). Esta prueba de sangre indica el nivel de azúcar en la sangre promedio en los últimos dos o tres meses. Los niveles normales se encuentran por debajo del 5,7 por ciento y un resultado entre el 5,7 y 6,4 por ciento se considera prediabetes. Un resultado de 6,5 o superior en dos análisis separados significa diabetes. Si la prueba de A1C no está disponible o si se tienen ciertos trastornos, tales como una forma no común de hemoglobina (conocida como variante de la hemoglobina) que interfieren con la prueba de A1C, es posible que el médico use las siguientes pruebas para diagnosticar la diabetes.
- Examen aleatorio de azúcar en la sangre. Los niveles de azúcar en la sangre se expresan en miligramos por decilitro (mg/dL) o milimoles por litro (mmol/L). Una muestra de sangre que indique que el nivel de azúcar en sangre es de 200 mg/dl (11,1 mmol/l) o superior indica probabilidad de diabetes, especialmente si también se tienen signos y síntomas de diabetes, como orinar frecuentemente y mucha sed.
- Examen de azúcar en la sangre en ayunas. Se toma una muestra de sangre después de una noche de ayuno. Una lectura de menos de 100 mg/dl (5,6 mmol/l) es normal. Un nivel de entre 100 mg/dl y 125 mg/dl (5,6 mmol/l a 6,9 mmol/l) se considera prediabetes.
- Prueba de tolerancia a la glucosa oral. Esta prueba se usa con menos frecuencia que las otras, excepto durante el embarazo. Se deberá ayunar durante la noche y luego beber un líquido azucarado en el médico. Se mide el nivel de azúcar en sangre periódicamente durante las siguientes dos horas.
Tratamiento
No existe cura para la diabetes de tipo 2, pero perder peso, comer adecuadamente y hacer ejercicio puede ayudar a controlar la enfermedad. Si la dieta y el ejercicio no son suficientes para controlar eficazmente el azúcar en sangre, tal vez sean necesarios algunos medicamentos para la diabetes o tratamiento con insulina.
Medicamentos como metformina, sulfonilureas, meglitinidas, inhibidores de la dipeptidil peptidasa-4 (DPP-4) y otros pueden ser recetados para ayudar a controlar los niveles de glucosa en sangre. El tipo de medicamento depende de la situación clínica y las necesidades individuales. En algunos casos, especialmente cuando otros medicamentos no son suficientes, se puede recetar insulina para controlar los niveles de glucosa. Esto puede ser necesario en diversas formas, como insulina de acción rápida, intermedia o prolongada.
Además, se deben medir los niveles de glucosa en sangre regularmente para asegurarse de que estén dentro de un rango saludable.
Fuentes
- Diabetes in the UK 2010: Key statistics on diabetes – published March 2010.