¿Cómo afecta el estrés al envejecimiento?

Índice

• ¿Cómo afecta el estrés a nuestra salud?
• ¿Cómo afecta el estrés al envejecimiento?
• ¿Cómo mantener el estrés a raya?

¿Cómo afecta el estrés a nuestra salud?

La respuesta al estrés de nuestro cuerpo consiste en cascadas neuroendocrinas mediadas por el sistema nervioso simpático (SNS) y el eje hipotálamo-pituitario-suprarrenal (HPA) a través de la liberación de neurotransmisores y hormonas del estrés, incluidas las catecolaminas (CA) y los glucocorticoides (GC).

La respuesta al estrés, también conocida como la respuesta de "lucha o huida", desencadenada por factores estresantes psicológicos, físicos o ambientales, puede ayudar a alguien a luchar o huir de problemas que amenazan la vida. En 1974, Selye propuso dos formas de estrés: distrés y eustrés. Cuando el estrés se prolonga o excede la resistencia de los organismos, pueden experimentar angustia, lo que puede inducir una condición patológica. Por el contrario, el estrés moderado puede ayudar a las personas a sobrellevar los factores estresantes y adaptarse al entorno.

Sobre la base de esta teoría, cada vez más investigadores son conscientes del efecto de doble cara del estrés.

En general, el eustrés se puede caracterizar por una corta duración, una cantidad óptima y una buena experiencia. Por tanto, definimos eustrés como lo contrario de distrés, es decir, una condición positiva con estrés breve, moderado y agradable. El eustrés puede reducir el comportamiento similar a la depresión/ansiedad en modelos de ratones estresados , lo que indica que puede ser un factor protector para la enfermedad mental.

Por lo tanto, la relación entre el estrés y sus efectos puede describirse como una forma de U invertida. El estrés por debajo del umbral para desencadenar una respuesta de estrés puede no movilizar el cuerpo, mientras que el estrés severo o crónico puede provocar angustia y condiciones patológicas posteriores. Solo el estrés moderado y de corto plazo puede servir como eustrés y mejorar la adaptabilidad a los factores estresantes.

Mientras que el distrés o estrés crónico aumenta el riesgo de enfermedades como las enfermedades cardiovasculares (hipertensión, enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares), debilita el sistema inmunológico y nos hace más propensos a enfermedades, afecta al sistema digestivo, contribuye al desarrollo de trastornos como la ansiedad, la depresión y el trastorno de estrés postraumático (TEPT), e interfiere con el sueño. Por eso, el estrés afecta de manera muy negativa a nuestra salud y nuestra longevidad.

¿Cómo afecta el estrés al envejecimiento?

Como hemos visto, el estrés afecta de diversas maneras a nuestra salud, lo que directamente repercuta en el envejecimiento prematuro y la esperanza de vida.

Por ejemplo, debilita el sistema inmunitario, lo que dificulta la capacidad del cuerpo para combatir enfermedades e infecciones. Esto puede hacer que una persona sea más susceptible a enfermedades relacionadas con la edad (cáncer, diabetes…).

El estrés crónico también puede provocar una respuesta inflamatoria en el cuerpo. La inflamación crónica se ha relacionado con una serie de enfermedades relacionadas con el envejecimiento, como enfermedades del corazón, diabetes tipo 2 y enfermedades neurodegenerativas.

El estrés crónico también puede afectar la función cognitiva y la salud mental. Puede causar problemas de memoria, dificultad para concentrarse y aumentar el riesgo de desarrollar trastornos neurodegenerativos, como la enfermedad de Alzheimer. Según algunos científicos, el mayor estrés que experimentan las mujeres podría explicar por qué el cerebro de las mujeres envejece más rápido que el de los hombres. Además de eso, el aumento de la producción de adrenalina puede conducir a la pérdida de la audición y/o la visión a corto plazo.

Existe evidencia de que la angustia psicológica puede aumentar el riesgo de cáncer. Los pacientes de cáncer con angustia psicológica son más propensos a sufrir trastornos psicológicos. El estrés psicológico también puede afectar el pronóstico del cáncer. Tanto los trastornos psicológicos como el malestar se relacionan con una mayor mortalidad en pacientes con cáncer.

Los estudios preclínicos han demostrado que el sufrimiento puede promover la tumorigénesis, la progresión del tumor y la metástasis, así como afectar la terapia antitumoral. Por el contrario, experimentos recientes con animales ilustraron que el eustrés ambiental no solo puede mejorar el comportamiento similar a la depresión inducida por el estrés crónico sino también inhibir el crecimiento tumoral y atenuar la resistencia al tratamiento.

Además, el estrés crónico se ha asociado con el acortamiento de los telómeros, lo que puede acelerar el proceso de envejecimiento celular. Los telómeros, que actúan como "tapas" protectoras en el extremo de los cromosomas de ADN, están obligados a descomponerse con el tiempo. Sin embargo, los investigadores han descubierto que el proceso puede acelerarse cuando el cuerpo está bajo estrés. Cuando los telómeros se acortan demasiado, las células ya no tienen protección. Los telómeros acortados se han relacionado con la enfermedad de Parkinson, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.

Con el tiempo, el cerebro pierde su capacidad para regular los niveles de la hormona del estrés. Esto no solo contribuye a los desequilibrios hormonales, sino que también conduce a un aumento de los niveles de estrés en los adultos mayores. Una persona que experimenta estrés crónico es más probable que tome decisiones de estilo de vida poco saludables, lo que causa problemas de salud adicionales. En otras palabras, el estrés acelera el envejecimiento y el envejecimiento provoca estrés: es un círculo vicioso.

Un mecanismo potencial por el cual el estrés afecta la salud y la vida es la aceleración del envejecimiento celular. Se han desarrollado modelos de predicción de la edad biológica, denominados relojes epigenéticos, para estimar las diferencias de edad biológica entre personas con la misma edad cronológica. Según un estudio, en comparación con los participantes con bajo estrés y alta resiliencia, aquellos con bajo estrés y baja resiliencia demostraron la asociación más fuerte con la aceleración de Grim Age (reloj epigenético), después de controlar por edad y proporciones celulares estimadas. Curiosamente, entre los participantes con baja resiliencia, aquellos con alto estrés percibido tenían una asociación más débil con la aceleración de Grim Age que los participantes con bajo estrés percibido. Sin embargo, entre los participantes con alta resiliencia, el bajo estrés percibido tuvo una asociación más débil con la aceleración de Grim Age que el alto estrés percibido. Por lo tanto, el impacto del estrés percibido en la aceleración de la edad epigenética puede diferir según la capacidad de resiliencia, con un posible efecto beneficioso paradójico entre aquellos con baja resiliencia.

Además, otro estudio ha demostrado que la edad biológica sufre un rápido aumento en respuesta a diversas formas de estrés, que se revierte después de la recuperación del estrés.

¿Cómo mantener el estrés a raya?

- Mantente conectado con tus seres queridos. Una vida social saludable puede aumentar la autoestima, la calidad de vida y la salud en general.

- Haz ejercicio físico con regularidad. Incluso una caminata rápida de 30 minutos o una sesión de yoga pueden ser un estimulante relajante para el estado de ánimo.

- Duerme entre 7 y 8 horas de calidad.

- Sigue una dieta sana y equilibrada.

- Evita el estrés, no digas que sí a todo y prioriza.

- Realiza técnicas de relajación como el yoga, la meditación o la respiración profunda.

- El sexo es una gran herramienta para reducir el estrés.

- Reduce los desencadenantes. Probablemente puedas identificar algunas de las cosas que te estresan. Una vez que sepas cuáles son esas cosas, reducir su impacto en tu vida te ayudará a estar más relajado.

- Un estudio descubrió recientemente que los placebos no engañosos, incluso cuando se administran de forma remota en línea, ofrecen una forma alternativa y eficaz de ayudar a las personas a controlar el estrés prolongado, sin efectos secundarios. Por eso, cada vez se recurre más a ellos para tratar el estrés crónico.