¿Cómo revertir el envejecimiento de forma natural?

Índice

• Signos de envejecimiento externo e interno
• ¿Se puede revertir el envejecimiento?
• ¿Cómo retrasar el envejecimiento de forma natural?

Signos de envejecimiento externo e interno

Como decíamos, el envejecimiento es un proceso inevitable que comienza a notarse más a partir de los 30 años, cuando empiezan a aparecer los primeros signos externos como arrugas, manchas, flacidez, pérdida de cabello, canas, piel seca, uñas quebradizas, cambios en el tono de la piel, venas prominentes…

Es importante recordar que estos signos de envejecimiento varían de persona a persona y pueden estar influenciados por factores como la exposición al sol, la genética y los hábitos de estilo de vida.

Además de los signos de envejecimiento externos, también hay signos de envejecimiento internos que pueden afectar la salud y el bienestar a medida que envejecemos. Algunos de estos signos incluyen pérdida de masa muscular, disminución de la densidad ósea, disminución de las funciones cognitivas, problemas cardiovasculares, problemas de salud mental, pérdida de visión y audición, etc.

La buena noticia es que podemos retrasar la aparición de todos estos signos cuidando nuestro estilo de vida desde jóvenes, pero ¿podemos revertirlos?

¿Se puede revertir el envejecimiento?

Si hablamos de los signos externos, se pueden revertir mediante diversos tratamientos estéticos, como bótox o láser para las arrugas, implantes de pelo para la calvicie, tintes para las canas… pero si hablamos de los signos de envejecimiento interno, es más complicado revertirlos, aunque sí podemos retrasarlos o detener su avance siguiendo una serie de consejos.

En cuanto al envejecimiento celular, el que marca todo este proceso de signos externos e internos, hasta ahora, no hay ninguna técnica o tratamiento disponible que pueda revertir completamente el envejecimiento en los seres humanos. El envejecimiento es un proceso natural y complejo que implica cambios en el nivel celular y molecular, y hasta la fecha no se ha encontrado una cura definitiva para este proceso.

Pero sí se han hecho grandes avances que han permitido, por ejemplo, convertir una célula vieja en una célula joven en una placa de Petri. Hace 13 años, Yamanaka descubrió que se podía inducir a las células diferenciadas (específicamente las células de la piel) a convertirse en células madre exponiéndolas a solo 4 proteínas, que se conocen por sus iniciales como OSKM, los factores de Yamanaka. Esto era similar a lo que hace la naturaleza: restablecer la edad celular y borrar la función de la célula.

3 años después, un estudio de Juan Carlos Belmonte en el Instituto Salk abrió la puerta a revertir el envejecimiento de una célula sin perder su identidad. Utilizaron el mismo OSKM, pero expusieron las células durante unos pocos días y luego apagaron la exposición. Informaron que las células se rejuvenecieron sin borrar su función. Así, los ratones con células rejuvenecidas vivieron más tiempo.

No obstante, todavía quedan muchas dudas que ponen en riesgo el posible éxito de este rejuvenecimiento celular como forma de evitar el envejecimiento ya que es un proceso muy complejo en el que intervienen muchos factores que aún desconocemos.

Algunos estudios han demostrado que ya podría ser posible revertir el envejecimiento en humanos. Al menos cuando se mide con relojes epigenéticos.

Los relojes epigenéticos intentan medir nuestra edad biológica real, es decir, cuántos años tienes realmente. Uno puede tener 50 años cronológicamente, pero si come mal y no hace mucho ejercicio, puede tener biológicamente 58 años. Esto es lo que intentan medir los relojes epigenéticos.

Los relojes epigenéticos observan los patrones de metilación en nuestro ADN. Una forma en que funciona el epigenoma es colocando pequeñas moléculas, llamadas grupos metilo, en el ADN. Cuanto más se cubre el ADN con estas moléculas de metilo, menos activo es el gen.

Un estudio mostró que administrar hormona de crecimiento, metformina y DHEA invirtió un poco el reloj epigenético, haciendo que los participantes volvieran a ser más jóvenes. Durante el año que duró el estudio, revirtió el envejecimiento en 1,5 años.

Otros estudios muestran que las intervenciones en el estilo de vida, incluida la dieta, el ejercicio y los suplementos, pueden revertir el envejecimiento medido por relojes epigenéticos.

Pero, mientras siguen los avances en medicina, podemos al menos retrasar el envejecimiento y llegar a la tercera edad con una gran calidad de vida.

¿Cómo retrasar el envejecimiento de forma natural?

Si bien la genética y la biología juegan un papel importante en el envejecimiento, las investigaciones revelan que las personas pueden prolongar su período de salud mitigando los factores ambientales y de estilo de vida que influyen en el envejecimiento.

Si estás interesado en aumentar tu longevidad y vivir más años, seguro que ya conoces la mayoría de estos consejos, pero, por si acaso, estos son las recomendaciones que debes vivir para vivir más años y, sobre todo, con mejor salud e independencia:

1. Hacer ejercicio físico de manera regular. Cuanto antes empieces, mejor, pero nunca es tarde. El ejercicio físico es una de las mejores opciones para retrasar el envejecimiento interno y evitar problemas como la sarcopenia, la osteoporosis, la diabetes tipo 2, la obesidad, las enfermedades cardiovasculares, la depresión, el Alzheimer… Se aconseja un mínimo de 150 minutos semanales de ejercicios aeróbicos y 3 sesiones de fuerza a la semana, pero si nunca has hecho ejercicio, empieza gradualmente y ve aumentando para obtener cada vez más beneficios. Por poco ejercicio que hagas, siempre será mejor que una vida sedentaria.

2. Sigue una dieta sana, procurando consumir básicamente alimentos frescos y naturales, nada de ultraprocesados. La pirámide de tu alimentación deben ser las frutas, las verduras, las semillas, los cereales integrales, los frutos secos y las legumbres. También puedes incluir de forma moderada pescados, carnes magras, lácteos… Productos ricos en vitaminas antioxidantes, minerales, fibra dietética… que evitan la aparición de muchas enfermedades. Además, debes mantenerte bien hidratada y reducir el consumo de alcohol.

3. Nada de fumar, el tabaco acelera el envejecimiento y la oxidación, así como el riesgo de enfermedades tan graves como el cáncer.

4. Duerme unas 7-8 horas al día y siguiendo un horario regular que respete tu ritmo circadiano y te ayude a recuperarte durante la noche y restablecer la energía necesaria para un nuevo día.

El sueño es un proceso crítico para reparar el daño celular, lo que significa que juega un papel clave en la lucha contra el envejecimiento. Los beneficios del sueño van más allá de ayudar a las personas a sentirse descansadas y con energía. El sueño promueve la reparación y el crecimiento muscular, ayuda al cerebro a procesar nueva información, fortalece el sistema inmunológico e influye en los marcadores de salud metabólica (como la glucemia en ayunas y la hemoglobina A1c).

Además, numerosos estudios han informado de una asociación entre el sueño y la longevidad. Por ejemplo, un estudio encontró que dormir menos de seis horas de sueño al día se asocia con un riesgo de muerte un 12 % mayor.

5. Mantén un peso adecuado y evita el sobrepeso y la obesidad, causantes de muchas enfermedades crónicas graves como el cáncer, las cardiovasculares, la diabetes…

6. Evita el estrés y la ansiedad y procura vivir de forma relajada y tranquila. Todos los días debes reservar al menos unos minutos para ti, tus aficiones y actividades como el yoga, la meditación, la respiración profunda…

7. Mantén niveles saludables de hormonas sexuales. Las hormonas son mensajeros químicos que coordinan muchas funciones y procesos diferentes en todo el cuerpo, por lo que los niveles hormonales óptimos son fundamentales para un envejecimiento saludable tanto en hombres como en mujeres. Por ejemplo, la investigación muestra que la testosterona, la principal hormona sexual masculina, es parte integral del crecimiento muscular, la función sexual y cognitiva, los niveles de energía y el envejecimiento saludable en los hombres. Se pueden promover niveles óptimos de testosterona con una dieta saludable, sueño adecuado y actividad física regular.

Para las mujeres, los científicos han identificado el sulfato de dehidroepiandrosterona, o DHEAS, como un precursor esencial de importantes hormonas sexuales y biomarcadores para la salud de la mujer. Este compuesto disminuye naturalmente con la edad y los niveles más bajos de DHEAS están asociados con un mayor riesgo de afecciones como enfermedades cardiovasculares, niveles inestables de azúcar en la sangre, dificultad para controlar el peso y fatiga. Las mujeres pueden alcanzar niveles óptimos de DHEAS con opciones de estilo de vida como actividad aeróbica moderada regular (como caminar, trotar o caminar), elegir proteínas magras en lugar de carnes rojas y procesadas y reducir los niveles de estrés.

8. Practica juegos mentales. Es importante mantener el cerebro alerta, ya que las investigaciones muestran que el riesgo de muerte aumenta a medida que disminuye la cognición. Se puede mejorar la cognición y disminuir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas al participar regularmente en actividades que desafían la memoria y el procesamiento cognitivo. Para mantener tu cerebro, y en consecuencia el resto de tu cuerpo joven, trata de desafiarlo con juegos como Sudoku o variando tus rutinas y tareas habituales.

9. Usa suplementos antienvejecimiento. Existe evidencia de que algunos suplementos pueden desempeñar un papel en la reducción del colesterol, la reducción de la presión arterial, la regulación del estrés oxidativo y otros procesos de envejecimiento.

10. Descubre tu edad biológica para ver cuántos años tienes internamente. La edad biológica se refiere a un cálculo de la edad interna del cuerpo y refleja cuán eficientemente está funcionando el cuerpo. Se puede calcular la edad biológica mediante un análisis de sangre para medir los biomarcadores más asociados con el envejecimiento. Descubre si esta edad está acorde con tu edad cronológica, por encima o por debajo para saber cómo debes cuidarte.

11. Toma suplementos que mejoren tu epigenoma, como alfa-cetoglutarato, glicina, microdosis de litio, vitamina C, NMN. Además, toma vitaminas B y zinc que apoyan el proceso de metilación.