Un desequilibrio en los niveles de sodio puede llevar a condiciones como la hiponatremia (niveles bajos de sodio) o la hipernatremia (niveles altos de sodio), las cuales pueden ser causadas por una variedad de factores.
La hiponatremia puede causar síntomas como náuseas, dolores de cabeza, confusión y fatiga, mientras que la hipernatremia puede manifestarse a través de síntomas como sed intensa, confusión, convulsiones, y en casos graves, puede provocar coma o la muerte.
Las causas principales de hipernatriemia son:
- Problemas de las glándulas suprarrenales como el síndrome de Cushing o el hiperaldosteronismo.
- Diabetes insípida (un tipo de diabetes en el cual los riñones no son capaces de conservar el agua).
- Aumento en la pérdida de líquidos debido a una sudoración excesiva, diarrea o quemaduras.
- Demasiada sal o bicarbonato de sodio en la dieta.
- Uso de ciertos medicamentos, como corticosteroides, laxantes, litio y medicamentos como ibuprofeno o naproxeno.
- Ingesta insuficiente de agua que puede llevar a una deshidratación y concentración elevada de sodio en la sangre.
- Fiebre: elevaciones en la temperatura corporal pueden incrementar la pérdida de agua a través de la piel.
- Algunos trastornos renales pueden afectar la capacidad de los riñones para manejar adecuadamente el sodio y el agua, llevando a una retención desproporcionada de sodio en comparación con el agua.
Mientras que las principales causas de hiponatremia son:
- Glándulas suprarrenales que no producen suficiente cantidad de sus hormonas (enfermedad de Addison).
- Acumulación en la orina de productos de desecho de la descomposición de la grasa (cetonuria).
- Nivel alto de azúcar en la sangre (hiperglicemia).
- Nivel alto de triglicéridos en la sangre (hipertrigliceridemia).
- Insuficiencia cardíaca.
- Ciertas enfermedades renales.
- Cirrosis del hígado.
- Aumento en la pérdida de líquidos del cuerpo, vómitos o diarrea.
- Síndrome de secreción inapropiada de hormona antidiurética (la hormona antidiurética es segregada en cantidades anormales o desde un lugar anormal en el cuerpo).
- Demasiada hormona vasopresina, es decir, Síndrome de secreción inapropiada de la hormona antidiurética (SIADH), donde hay una liberación excesiva de esta hormona que impide la excreción normal de agua, diluyendo así el sodio en el cuerpo.
- Glándula tiroidea poco activa (hipotiroidismo).
- Uso de medicamentos como diuréticos (pastillas de agua), morfina y antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).
- Pérdidas cutáneas a través de quemaduras extensas, donde se pierde una cantidad significativa de sodio.