La fosfatasa alcalina es una enzima presente en varios tejidos del cuerpo, incluyendo el hígado, los huesos, los intestinos y los riñones. Su función principal es catalizar la hidrólisis de los grupos fosfato de una variedad de sustratos, liberando fosfato inorgánico y produciendo moléculas alcalinas como resultado. Esto significa que la fosfatasa alcalina actúa para romper enlaces de fosfato en diferentes moléculas en el cuerpo.
La fosfatasa alcalina es una enzima que se encuentra en pequeñas cantidades en la sangre, y las mediciones de sus niveles en sangre se utilizan en la práctica médica para evaluar la función de ciertos órganos, especialmente el hígado y los huesos. Cuando los niveles de fosfatasa alcalina están elevados, puede ser un indicio de problemas en estos órganos.
El rango normal es de 44 a 147 unidades internacionales por litro (UI/L) o 0.73 a 2.45 microkatal por litro (µkat/L).
No obstante, los niveles normales de fosfatasa alcalina en sangre pueden variar según el laboratorio y la población de referencia utilizada, además de depender de factores como la edad y el sexo de la persona.
Es importante destacar que los niveles de fosfatasa alcalina pueden aumentar temporalmente debido a diversas circunstancias, como el crecimiento en niños y adolescentes, el embarazo y el ejercicio intenso. Además, los niveles pueden variar según la edad y el sexo. Por ejemplo, los valores normales pueden ser más altos en adolescentes y jóvenes en comparación con adultos mayores.
Cuando está alta, pueden aparecer diversos problemas de salud como:
- Enfermedades hepáticas: trastornos hepáticos como la hepatitis, la cirrosis o la obstrucción del flujo de bilis.
- Enfermedades óseas: la FA es producida por células óseas y su liberación puede aumentar en afecciones óseas como la enfermedad de Paget, el cáncer óseo, fracturas y metástasis óseas.
- Trastornos de los conductos biliares: la obstrucción o la inflamación de los conductos biliares, como la colecistitis o la colangitis, pueden elevar los niveles de FA.
- Trastornos intestinales: en algunas condiciones, como la enfermedad celíaca, la enfermedad inflamatoria intestinal y la obstrucción intestinal, la FA puede aumentar.
- Trastornos hormonales: los desequilibrios hormonales, como el hipertiroidismo, pueden estar asociados con niveles elevados de FA.
- Embarazo: durante el embarazo, los niveles de FA pueden aumentar debido a los cambios hormonales y el crecimiento del feto.
- Crecimiento y desarrollo: los niños y adolescentes en crecimiento a menudo tienen niveles de FA más altos que los adultos.
Mientras que los niveles bajos pueden indicar:
- Deficiencia de zinc: el zinc es un mineral esencial para muchas funciones metabólicas, incluida la producción de FA. La deficiencia de zinc puede ser causada por una dieta deficiente o problemas de absorción en el intestino.
- Hipofosfatasia: es un trastorno genético raro que afecta la mineralización ósea y puede resultar en niveles bajos de FA en sangre. Esta afección puede causar debilidad en los huesos y problemas dentales.
- Anemia perniciosa: es una forma de anemia megaloblástica que resulta de una deficiencia de vitamina B12. Puede afectar la absorción de nutrientes y llevar a una disminución de los niveles de FA en sangre.
- Hipotiroidismo: en algunos casos, el hipotiroidismo (una función tiroidea deficiente) puede estar asociado con niveles bajos de FA.
- Problemas en la producción de FA: en casos raros, los problemas en la producción misma de FA en el cuerpo debido a trastornos genéticos pueden llevar a niveles bajos de esta enzima.
El tratamiento en ambos casos dependerá de la afección subyacente identificada.
Fogel EL, Sherman S. Diseases of the gallbladder and bile ducts. In: Goldman L, Schafer AI, eds. Goldman-Cecil Medicine. 26th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2020:chap 146.
Korenblat KM, Berk PD. Approach to the patient with jaundice or abnormal liver tests. In: Goldman L, Schafer AI, eds. Goldman-Cecil Medicine. 26th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2020:chap 138.