¿El embarazo envejece a la mujer?

Índice

• ¿Los embarazos y los partos envejecen?
• Tranquila, nada es irreversible

¿Los embarazos y los partos envejecen?

Son varios los estudios sobre envejecimiento que han detectado que los embarazos y los partos envejecen prematuramente a la mujer. Por ejemplo, en uno de ellos se examinaron varias medidas diferentes que representan cómo está envejeciendo el cuerpo de una persona y encontraron que las personas que tuvieron muchos partos parecían haber envejecido más rápido que aquellas que habían dado a luz menos veces. Sin embargo, estos efectos se encontraron solo después de que una persona había pasado por la menopausia.

Estos hallazgos sugieren que el embarazo y el parto pueden contribuir al cambio y la desregulación de varios sistemas fisiológicos diferentes que pueden afectar el envejecimiento una vez que una persona está en la posmenopausia. Esto se debe a los cambios metabólicos, inmunológicos y endocrinológicos que ocurren en el cuerpo durante el embarazo y la lactancia, así como con los diversos riesgos de enfermedades que están asociados con el embarazo y la inversión reproductiva en general.

Según los investigadores, el embarazo y la lactancia utilizan una gran cantidad de energía del cuerpo y pueden afectar muchos de sus sistemas, incluida la función inmunológica, el metabolismo y la regulación hormonal, entre otros. Además, las personas que han dado a luz tienen más probabilidades de morir de diabetes, enfermedad renal e hipertensión, entre otras afecciones, que aquellas que no lo han hecho. El embarazo, sin embargo, es protector contra algunos tipos de cáncer ginecológico.

Los investigadores midieron el envejecimiento biológico de varias maneras basándose en nueve biomarcadores diseñados para evaluar la salud metabólica, la función renal y hepática, la anemia y los trastornos de los glóbulos rojos, y la función inmunitaria y la inflamación.

De esta forma, los investigadores encontraron una "relación en forma de U" entre el número de nacidos vivos y el envejecimiento biológico acelerado. Aquellos que reportaron muchos nacidos vivos tenían marcadores de envejecimiento biológico más rápido que aquellos que reportaron tres o cuatro nacidos vivos. Esto fue cierto incluso cuando se controló la edad cronológica, el estilo de vida y otros factores demográficos y relacionados con la salud.

Una posible explicación de los hallazgos es la presencia, o falta, de hormonas ováricas en las personas posmenopáusicas. En general, las hormonas ováricas protegen contra algunos procesos a nivel celular que podrían acelerar el envejecimiento.

Por lo tanto, es posible que en las mujeres premenopáusicas el efecto de las hormonas esté amortiguando el posible efecto negativo del embarazo y la reproducción en la aceleración de la edad biológica. Pero, tras la llegada de la menopausia, cuando estas hormonas desaparecen, los efectos en el organismo del embarazo y la lactancia se muestran. Por lo tanto, existe una relación fundamental entre los desequilibrios hormonales que se producen en el embarazo y la menopausia y el envejecimiento, ya que, tras la menopausia, los estrógenos que protegían a la mujer de diversas enfermedades, desaparecen y esta se queda más expuesta al desarrollo de enfermedades como las cardiovasculares o la osteoporosis.

Otro estudio llevado a cabo en Filipinas descubrió que dos marcadores fundamentales del envejecimiento, la longitud de los telómeros y la edad epigenética, que predicen la mortalidad de forma independiente, parecían 'mayores' en mujeres que tenían más embarazos en sus historias reproductivas. Incluso después de tener en cuenta otros factores que afectan el envejecimiento celular, la cantidad de embarazos aún se destacó como un factor determinante.

Los investigadores se sorprendieron al descubrir que el envejecimiento celular aumentaba entre unos seis meses y dos años por cada embarazo adicional, una cifra mucho más alta de lo que habían anticipado originalmente. Curiosamente, las mujeres que estaban actualmente embarazadas tenían células que se veían significativamente más jóvenes de lo previsto para su edad biológica.

Es decir, el embarazo hace que alguien se vea temporalmente 'joven'. Todo puede deberse a los cambios inmunológicos, hormonales y fisiológicos que tienen lugar durante el embarazo para apoyar el desarrollo del bebé. Por ejemplo, las mujeres embarazadas experimentan niveles elevados de estrógeno, lo que puede reducir el estrés oxidativo y prevenir daños en la longitud de los telómeros y la edad epigenética. Sin embargo, una vez que nace el bebé, esos cambios ya no son necesarios, por lo que parece haber una relación acumulativa duradera entre el número de embarazos y una edad biológica más acelerada.

Como decíamos, este estudio comprobó que los telómeros eran más cortos en las mujeres de la misma edad que habían tenido embarazos que en aquellas que no habían pasado por este proceso. Los telómeros, que son tramos de ADN al final de los cromosomas, protegen nuestro ADN y hacen posible que nuestras células se dividan. Los telómeros más largos se asocian con una vida más larga y una mejor salud. A medida que las personas envejecen y las células se dividen y replican, esos telómeros se acortan.

Las mujeres del estudio, con una edad de entre 20 y 40 años, mostraron una diferencia grande en el tamaño de sus telómeros. Mientras que las que ya habían sido madres tenían telómeros más cortos; las que no habían estado embarazadas los tenían más largos. 

Dado que hay hiperproducción de células durante el embarazo, tiene sentido que esos telómeros se acorten y, por lo tanto, parezcan envejecer dramáticamente. Durante el embarazo, es necesario producir más células para transportar y nutrir al feto, como glóbulos rojos, células placentarias, etc. Además, las células de todos los órganos, como el corazón y el útero, se agrandan. Esto se conoce como hipertrofia, y cuando las células se hipertrofian, sus telómeros se acortan.

Por otra parte, la edad epigenética, la estimación de la edad biológica de una persona basada en cambios en el ADN causados por factores ambientales, como toxinas y estrés, se acelera.

En otras palabras, el embarazo ejerce mucha presión sobre el cuerpo. Algo que tampoco resulta tan sorprendente si tenemos en cuenta que, a lo largo del embarazo, el volumen de sangre aumenta en un 50 por ciento al igual que el gasto cardíaco, lo que ejerce presión sobre el corazón. La función renal aumenta y los pulmones tienen una capacidad reducida, lo que provoca dificultad para respirar.

Por eso, una investigación de la Universidad George Mason descubrió que el parto podría envejecer a una mujer hasta 11 años.

Tranquila, nada es irreversible

Todos estos estudios respaldan la evidencia previa de que las mujeres que han tenido más embarazos son más susceptibles a ciertas enfermedades y tienen una esperanza de vida ligeramente más corta.

Si bien puede ser angustioso saber que tener hijos puede acelerar el proceso de envejecimiento, los científicos aún no entienden completamente por qué sucede esto y no quieren que las mujeres se preocupen.

Tampoco saben si estos hallazgos son permanentes o son reversibles a medida que pasan los años tras el embarazo y el organismo se va recuperando del desgaste y el esfuerzo de este proceso. Por eso, se van a realizar estudios longitudinales para comprobar si las células de las mujeres continúan pareciendo más viejas a lo largo de toda su vida.

Además, el envejecimiento depende de muchos factores y uno de los más importantes es la calidad de vida. La obesidad, el tabaquismo, la vida sedentaria o una dieta inadecuada son factores que influyen en el desarrollo de enfermedades crónicas graves que disminuyen la esperanza de vida, como las enfermedades cardiovasculares, la enfermedad de Alzheimer, la diabetes, el cáncer… Por lo tanto, aunque hayas tenido muchos hijos, puedes vivir muchos años si te cuidas adecuadamente desde los 30 años. Mientras que no tener hijos no te ayudará a vivir más si tienes sobrepeso, fumas dos paquetes de tabaco al día, solo comes ultraprocesados y azúcares y te pasas el día sentada en el sofá.

Así que tranquila. Disfruta de tus embarazos y de tu maternidad, pero recuerda cuidarte, sobre todo al llegar la menopausia, para llegar a la tercera edad con una mejor salud.