Enfermedades que producen envejecimiento prematuro

Índice

• ¿Cuáles son los signos del envejecimiento prematuro?
• ¿Qué enfermedades producen envejecimiento prematuro?
• Los factores ambientales también aceleran el envejecimiento
• Cómo prevenir el envejecimiento prematuro

¿Cuáles son los signos del envejecimiento prematuro?

Con el tiempo, nuestros cuerpos envejecen naturalmente. El envejecimiento prematuro es cuando los efectos típicos del envejecimiento ocurren temprano. Es cuando tu cuerpo se ve más viejo que tu edad actual.

Los signos más comunes del envejecimiento prematuro incluyen:

- Cambios en la piel como arrugas, manchas de la edad, sequedad, pérdida del tono de la piel, hiperpigmentación alrededor del pecho y flacidez.

- Caída del cabello (alopecia) o encanecimiento del cabello.

- Rostro demacrado (mejillas hundidas).

- Cansancio y fatiga.

- Pérdida de movilidad y fuerza.

- Problemas de memoria.

- Insomnio u otros problemas para dormir.

- Pérdida de capacidad de renovación celular.

- Descontrol del metabolismo.

¿Qué enfermedades producen envejecimiento prematuro?

Entre las principales enfermedades que pueden acelerar nuestro envejecimiento encontramos:

1. Enfermedades cardiovasculares: las enfermedades del corazón, como la hipertensión arterial, la enfermedad arterial coronaria y la insuficiencia cardíaca, pueden acelerar el envejecimiento. Estas enfermedades afectan la salud cardiovascular, comprometiendo la circulación sanguínea y el suministro de oxígeno y nutrientes a los tejidos, lo que puede acelerar el deterioro de todos nuestros órganos y tejidos.

2. Diabetes: la diabetes crónica, especialmente cuando no está bien controlada, puede tener efectos negativos en diversos sistemas del cuerpo. El alto nivel de glucosa en la sangre puede dañar los vasos sanguíneos y los tejidos, lo que contribuye al envejecimiento prematuro. Las consecuencias de una diabetes mal controlada incluyen enfermedades cardiovasculares, renales, de vista y circulatorios.

3. Enfermedades pulmonares crónicas: condiciones como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la fibrosis pulmonar pueden limitar la capacidad respiratoria y disminuir la oxigenación de los tejidos. Esto puede afectar negativamente el funcionamiento de diversos órganos y acelerar el envejecimiento.

4. Enfermedades neurodegenerativas: las enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson y la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) están asociadas con el envejecimiento prematuro. Estas enfermedades afectan el sistema nervioso, provocando la degeneración y la disfunción de las células nerviosas, lo que puede tener un impacto significativo en la función cognitiva y física y acelerar el envejecimiento y la muerte.

5. Enfermedades autoinmunes: las enfermedades autoinmunes, como el lupus eritematoso sistémico y la artritis reumatoide, se caracterizan por el sistema inmunológico que ataca por error los tejidos del propio cuerpo. Estas enfermedades pueden causar inflamación crónica y daño tisular, lo que puede contribuir al envejecimiento prematuro.

6. Enfermedades genéticas: por ejemplo, las mutaciones en el ADN pueden causar síndromes de envejecimiento prematuro, incluido el síndrome de progeria de Hutchinson-Gilford y el síndrome de Werner atípico. Estas dos condiciones son causadas por defectos genéticos en la membrana del núcleo, el componente celular que contiene el ADN. Otras enfermedades que causan envejecimiento prematuro surgen de proteínas defectuosas de reparación y mantenimiento del ADN, incluido el síndrome de Werner clásico, el síndrome de Cockayne, el síndrome de Bloom, el xeroderma pigmentoso, la ataxia telangiectasia, la tricotiodistrofia, la disqueratosis congénita y el síndrome de aneuploidía abigarrada en mosaico.

Algunos de los principales defectos que ocurren a nivel de las células debido a estos trastornos de envejecimiento prematuro incluyen la inestabilidad del genoma, el metabolismo disfuncional y la pérdida de capacidad para regenerar tejidos. Estos defectos se superponen con los que ocurren durante los procesos normales de envejecimiento en las personas.

Los factores ambientales también aceleran el envejecimiento

Además de las enfermedades antes mencionadas, el estilo de vida y los factores que nos rodean pueden acelerar nuestro envejecimiento. Por ejemplo, la exposición a agentes químicos, biológicos y físicos puede reducir la estabilidad y la integridad del ADN, lo que provoca errores en la replicación del ADN y lesiones genéticas.

La dieta y la nutrición están asociadas con niveles de daño en el ADN y la capacidad de reparar el ADN. Una dieta saludable puede proporcionarnos antioxidantes que combatan los radicales libres mientras que una dieta rica en ultraprocesados puede hacer que envejezcamos antes de tiempo.

La exposición excesiva al sol, una dieta rica en grasas, beber, fumar, el estrés o cualquier tipo de radiación también aceleran el envejecimiento prematuro.

Cómo prevenir el envejecimiento prematuro

Existen algunos medicamentos y productos que pueden ralentizar las causas principales de envejecimiento y ayudarnos a vivir más. Por ejemplo, rapamicina, senolíticos, precursores de NAD+, compuestos activadores de sirtuina, metformina… La rapamicina ha mostrado efectos protectores contra el envejecimiento en ratones y perros con ensayos clínicos en humanos en curso. Los agentes senolíticos se dirigen al envejecimiento celular y se ha demostrado que tienen efectos protectores contra las enfermedades relacionadas con la edad en animales y ensayos en curso en humanos. Los investigadores también han asociado la metformina con una mayor esperanza de vida en personas con diabetes.

Además, existen ciertas intervenciones que también nos ayudan a alargar nuestra longevidad, como el ejercicio físico o la restricción calórica.

Los cambios epigenéticos también pueden acompañar al envejecimiento y pueden acelerar los procesos relacionados. Las alteraciones en los patrones de modificaciones del ADN llamadas metilación pueden provocar síndromes relacionados con la edad, y la manipulación experimental de los patrones de metilación en animales de laboratorio puede modular la esperanza de vida. Quizás estos hallazgos se traduzcan en humanos en el futuro.

Otros consejos son evitar factores estresantes ambientales como la ansiedad, la depresión o el trastorno de estrés postraumático; dormir entre 7 y 8 horas al día; no fumar; reducir el consumo de alcohol; mantener nuestro cerebro activo y las conexiones sociales.