¿Cómo afecta el envejecimiento al aspecto físico de la persona y al ámbito biológico?

¿Cómo afecta el envejecimiento al aspecto físico de la persona y al ámbito biológico?

Durante el proceso de envejecimiento se producen una serie de cambios que afectan tanto al aspecto biológico como al físico, al psicológico o al papel social que hasta entonces ha desarrollado esa persona. Conocer esos cambios puede ayudarnos a retrasarlos y mejorar nuestro envejecimiento.

Índice

Cambios físicos ligados al envejecimiento

El proceso de envejecimiento humano es complejo e individualizado, se produce en el ámbito biológico, psicológico y social.

Los cambios físicos son los que primero experimentamos ya que este proceso comienza en cuanto alcanzamos la madurez, hacia los 22 años. A partir de ahí, el cuerpo comienza un lento proceso de envejecimiento que puede acelerarse si no nos cuidamos adecuadamente.

Los principales cambios que se experimentan a nivel físico son:

1- Piel: pérdida de elasticidad y firmeza debido a la disminución de colágeno y elastina. Aparición de arrugas y líneas finas. Reducción en la producción de melanina, lo que puede llevar a la aparición de manchas de la edad. Disminución de la hidratación natural de la piel, haciendo que se vuelva más seca y propensa a la descamación.

2- Cabello: pérdida de color y aparición de canas debido a la disminución de melanina. Pérdida de densidad y volumen. Cabello más delgado y frágil. Calvicie.

3- Peso: pérdida de grasa subcutánea, lo que puede llevar a una apariencia más delgada y con menos volumen. La redistribución de la grasa puede hacer que ciertas áreas, como el rostro, pierdan volumen, mientras que otras, como el abdomen, ganen. La ralentización del metabolismo también hace que engordemos y sea más complicado perder peso, sobre todo de los 40 a los 80 años. A partir de esta edad, puede ser más habitual la pérdida de grasa y la apariencia más delgada.

4- Músculos y huesos: cambios en la distribución de la masa muscular, con una tendencia a la pérdida de definición. Encorvamiento de la columna vertebral (cifosis) debido a la pérdida de altura de los discos intervertebrales y cambios en la postura.

Cambios biológicos del envejecimiento

El envejecimiento biológico se caracteriza por cambios progresivos con la edad en el metabolismo y las propiedades fisicoquímicas de las células, que conducen a alteraciones de la autorregulación, la regeneración y cambios estructurales y funcionales de los tejidos y órganos. Es un proceso natural e irreversible que puede cursar con éxito como envejecimiento, típico o patológico. Los cambios biológicos que ocurren con la edad en el cuerpo humano afectan el estado de ánimo, la actitud hacia el medio ambiente, la condición física y la actividad social, y determinan el lugar de las personas mayores en la familia y la sociedad.

Los principales cambios son:

1- Vista: disminuye el tamaño de la pupila y hay una menor transparencia y mayor espesor del cristalino, lo que provoca que llegue menor cantidad de luz a la retina y empeore la visión lejana. También disminuye la agudeza visual y la capacidad para discriminar colores. El envejecimiento también provoca una reducción en la capacidad de cambiar el enfoque del ojo para ver objetos cercanos y lejanos (presbicia), de modo que los objetos distantes normalmente se pueden ver con mayor claridad que los que están cerca. La sensibilidad del ojo en condiciones de poca iluminación es menor en los ancianos que en los jóvenes; es decir, se reduce la “visión nocturna”.

2- Oído: se tiene una menor agudeza para las frecuencias altas (tonos agudos), lo que deteriora la capacidad para discriminar palabras y comprender conversaciones normales. Pocas personas mayores de 65 años pueden oír tonos con una frecuencia de 10.000 ciclos por segundo. Esta pérdida de percepción de las altas frecuencias interfiere con la identificación de los individuos por sus voces y con la comprensión de una conversación en grupo, pero normalmente no representa una limitación grave para el individuo en la vida diaria.

3- Gusto y olfato: disminuye la sensibilidad para discriminar los sabores salados, dulces y ácidos, debido al deterioro de las papilas gustativas. También disminuye la capacidad para discriminar los olores de los alimentos.

4- Sistema esquelético: la masa esquelética disminuye, pues los huesos se tornan más porosos (menos densidad del hueso) y quebradizos y, por lo tanto, más vulnerables a la fractura. Es lo que se conoce como osteoporosis.

Las articulaciones se vuelven menos eficientes al reducirse la flexibilidad. Se produce mayor rigidez articular debida a la degeneración de los cartílagos, los tendones y los ligamentos, que son las tres estructuras que componen las articulaciones. La principal consecuencia es el dolor.

5- Sistema cardiovascular: las enfermedades del corazón son la principal causa de muerte después de los 65 años. Esto se debe a que el corazón sufre cambios nocivos con la edad. Los cambios estructurales incluyen una pérdida gradual de fibras musculares con una infiltración de tejido adiposo (grasa) y tejido conectivo. Hay una acumulación gradual de material granular insoluble (lipofuscina o “pigmento de la edad”) en las fibras del músculo cardíaco.

El corazón también muestra una reducción gradual de su rendimiento a medida que avanza la edad. La cantidad de sangre bombeada por el corazón disminuye aproximadamente un 50 por ciento entre los 20 y los 90 años.

En condiciones de reposo, la frecuencia cardíaca no cambia significativamente con la edad. Sin embargo, durante cada latido, las fibras musculares del corazón no se contraen tan rápidamente en los ancianos como en los jóvenes. Esta reducción de la potencia, o ritmo de trabajo, se debe a la reducción asociada con la edad en las actividades de ciertas enzimas celulares que producen la energía necesaria para la contracción muscular.

A pesar de estos cambios, el corazón, en ausencia de enfermedad, es capaz de satisfacer las demandas que se le imponen.

La arteriosclerosis, o endurecimiento de las arterias, aumenta notablemente en incidencia con la edad, sobre todo si no nos cuidamos.

En general, los vasos sanguíneos se vuelven menos elásticos con la edad. Se produce un engrosamiento progresivo de las paredes de los vasos sanguíneos más grandes con un aumento del tejido conectivo. El propio tejido conectivo se vuelve más rígido con la edad. La pérdida gradual de elasticidad aumenta con la resistencia al flujo de sangre, por lo que la presión arterial puede aumentar. Esto, a su vez, aumenta el trabajo que debe realizar el corazón para mantener el flujo de sangre.

6- Sistema digestivo: si bien es cierto que la secreción estomacal de ácido clorhídrico, así como de otras enzimas digestivas, disminuye con la edad, el proceso general de digestión no se ve significativamente afectado en las personas mayores. No hay evidencia de que sea necesario aumentar la ingesta de algún nutriente, como vitaminas y minerales, en las personas mayores debido a una absorción deficiente. Es más probable que las deficiencias se desarrollen a partir de malos hábitos alimentarios, como la ingesta excesiva de carbohidratos con una reducción de proteínas. En los ancianos, estas deficiencias suelen deberse a la ingesta de proteínas, calcio, hierro, vitamina A y tiamina (también llamada vitamina B1).

7- Sistema nervioso: con el avance de la edad se produce una ligera pérdida de neuronas (células nerviosas) en el cerebro. Sin embargo, el número total de neuronas es extremadamente grande, por lo que cualquier pérdida probablemente sólo tenga un efecto menor en el comportamiento.

Las neuronas son extremadamente sensibles a la deficiencia de oxígeno. En consecuencia, es probable que la pérdida de neuronas, así como otras anomalías observadas en los cerebros que envejecen, no se deban al envejecimiento en sí, sino a una enfermedad, como la arteriosclerosis, que reduce el oxígeno disponible en áreas del cerebro al reducir el suministro de sangre. Los factores genéticos y ambientales, como la exposición a ciertas sustancias químicas, el tabaquismo o la falta de ejercicio, también pueden contribuir al deterioro de la memoria y a la reducción de la capacidad cognitiva en los ancianos.

Con frecuencia se observan deterioros de la función cognitiva entre las personas mayores. Normalmente, estos cambios ocurren como resultado de eventos de la vida distal o proximal, donde los eventos distales son experiencias tempranas de la vida, como condiciones culturales, físicas y sociales que influyen en el funcionamiento y el desarrollo cognitivo.

El deterioro de la cognición se debe a factores proximales (múltiples procesos cognitivos en serie), incluida la velocidad de procesamiento, el tamaño de la memoria de trabajo, la inhibición de estímulos ambientales extraños y las pérdidas sensoriales. Esta es una amenaza para la calidad de vida de las personas afectadas y sus cuidadores.

8- Sistema endocrino: una característica del envejecimiento es una reducción en la tasa de eliminación del exceso de azúcar de la sangre. Actualmente no se sabe si esto representa las primeras etapas de la diabetes o si es un cambio normal con la edad. En las personas mayores, la sensibilidad del páncreas se reduce, por lo que se requiere un nivel más alto de azúcar en sangre para estimular su acción. Con una estimulación máxima, el páncreas de los ancianos puede producir tanta insulina como el páncreas de los jóvenes.

La excreción de hormonas sexuales masculinas y femeninas disminuye con la edad. En la mujer, la excreción de estrógenos (hormonas sexuales femeninas) disminuye notablemente durante la menopausia. En el hombre, la excreción de andrógenos (hormonas sexuales masculinas y sus productos de degradación) disminuye gradualmente entre los 50 y los 90 años, de modo que la existencia de un "climatérico" masculino es muy improbable.

¿Se pueden retrasar estos cambios ligados al envejecimiento?

La buena noticia es que podemos alargar nuestra esperanza de vida y mejorar nuestra salud y nuestra calidad de vida al envejecer si nos cuidamos adecuadamente y evitamos todos los factores que aceleran el envejecimiento, como una dieta inadecuada, el sedentarismo, el estrés crónico, el tabaco, el alcohol o la soledad. Así, siguiendo unas pautas sencillas de estilo de vida podemos retrasar estos cambios:

1- Sigue una dieta saludable rica en alimentos frescos y naturales que aportan vitaminas, minerales y antioxidantes. Evita las grasas trans, los procesados y el alcohol. Consume proteínas de calidad y alimentos ricos en calcio y vitamina D. Reduce las calorías consumidas para evitar el sobrepeso. Bebe mucha agua, la hidratación es fundamental.

2- Haz ejercicio físico con regularidad, muévete a diario y no olvides los ejercicios de fuerza para fortalecer la masa muscular y ósea.

3- Reduce el estrés mediante técnicas de relajación como el yoga, la meditación, la lectura o la pintura.

4- No te aísles, ten contacto con tus amigos y familiares a menudo y disfruta de la vida.

5- Duerme y descansa adecuadamente.

6- Sigue aprendiendo cada día y haciendo actividades diferentes.

7- Toma suplementos que ayuden a retrasar desde el interior las causas de envejecimiento (acortamiento de los telómeros, senescencia celular, alteraciones epigenéticas, etc.), como aquellos que contienen creatina, glicina, glucosamina, magnesio, sulforafano, silimarina, quercetina, resveratrol, etc.

Suplemento nutricional antienvejecimiento

Ideas clave

  • El proceso de envejecimiento humano es complejo e individualizado, se produce en el ámbito biológico, psicológico y social.
  • Los cambios físicos son los que primero experimentamos ya que este proceso comienza en cuanto alcanzamos la madurez, hacia los 22 años. A partir de ahí, el cuerpo comienza un lento proceso de envejecimiento que puede acelerarse si no nos cuidamos adecuadamente.
  • Los principales cambios que se experimentan a nivel físico son aparición de arrugas y manchas, pérdida de color y cantidad de cabello, redistribución de la grasa, pérdida de masa muscular y ósea.
  • El envejecimiento biológico se caracteriza por cambios progresivos con la edad en el metabolismo y las propiedades fisicoquímicas de las células, que conducen a alteraciones de la autorregulación, la regeneración y cambios estructurales y funcionales de los tejidos y órganos.
  • Los principales cambios biológicos son pérdida de la visión nocturna y de cerca, pérdida de la capacidad de escuchar las frecuencias altas, pérdida para discriminar los sabores salados, dulces y ácidos, pérdida de densidad ósea, arterioesclerosis, pérdida ligera de neuronas, deterioros de la función cognitiva entre las personas mayores, reducción de la sensibilidad del páncreas, reducción de las hormonas sexuales femeninas.
  • La buena noticia es que podemos alargar nuestra esperanza de vida y mejorar nuestra salud y nuestra calidad de vida al envejecer si nos cuidamos adecuadamente y evitamos todos los factores que aceleran el envejecimiento, como una dieta inadecuada, el sedentarismo, el estrés crónico, el tabaco, el alcohol o la soledad. Así, siguiendo unas pautas sencillas de estilo de vida podemos retrasar estos cambios. Sigue una dieta sana, haz ejercicio físico con regularidad, reduce el estrés, no te aísles, duerme bien, toma suplementos que ayuden a retrasar desde el interior las causas de envejecimiento.

Enfermedades relacionadas

Fuente:

  • Dziechciaż M, Filip R. Biological psychological and social determinants of old age: bio-psycho-social aspects of human aging. Ann Agric Environ Med. 2014;21(4):835-8. doi: 10.5604/12321966.1129943.
   
  • Shilpa Amarya, Kalyani Singh and Manisha Sabharwal, Ageing Process and Physiological Changes. DOI: 10.5772/intechopen.76249

Redacción: Irene García

Supervisión editorial: Carlos Gutiérrez

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