Cambios en el cuerpo a partir de los 80 años

Cambios en el cuerpo a partir de los 80 años

A medida que envejecemos, el cuerpo experimenta una serie de cambios que pueden ser más pronunciados a partir de los 80 años. De hecho, esta década marca para mucha gente el final de su calidad de vida, sobre todo para aquellos que no se cuidan adecuadamente.

Índice

Cambios en el organismo a los 80 años

1. Sistema cardiovascular: el riesgo de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial, enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular aumenta llegados a esta edad. El corazón puede volverse menos eficiente, con cambios en el ritmo cardíaco y la función de las válvulas, lo que puede llevar a diversas enfermedades cardiovasculares.

2. Sistema musculoesquelético: la pérdida de masa muscular (sarcopenia) se acentúa, lo que puede llevar a una menor movilidad y equilibrio. El desgaste de las articulaciones puede aumentar, lo que resulta en artritis y dolor articular, dificultando algunos movimientos como subir y bajar escaleras. La densidad ósea puede disminuir, aumentando el riesgo de fracturas y osteoporosis. Una caída a esta edad tiene un gran riesgo de rotura de cadera, lo que puede suponer el final de la movilidad.

3. Sistema nervioso: puede haber cambios en la memoria, velocidad de procesamiento y otras funciones cognitivas. También pueden presentarse problemas de equilibrio y coordinación, aumentando el riesgo de caídas.

4. Sistema digestivo: la digestión puede volverse más lenta y menos eficiente, lo que puede causar problemas como estreñimiento e intolerancias alimentarias. La capacidad del cuerpo para absorber ciertos nutrientes puede disminuir, por lo que pueden surgir déficits de vitaminas y minerales esenciales, aumentando el riesgo de enfermedades y problemas.

5. Sistema inmunológico: la respuesta inmune puede debilitarse, aumentando el riesgo de infecciones y enfermedades. A los 80 años, es más probable que las personas pasen tiempo en el hospital, a menudo debido a procedimientos electivos como reemplazos de cadera o rodilla. Debido a la disminución de las capacidades de reserva, también es más difícil recuperarse de una cirugía o de una enfermedad a los 80 años.

6. Sentidos: la vista y el oído, que empezaron a ver reducida su capacidad desde los 40-50 años, pueden empeorar, requiriendo el uso de gafas, sobre todo para ver de cerca, y audífonos. La capacidad para detectar olores y sabores puede disminuir.

7. Metabolismo: la tasa metabólica en reposo puede disminuir, lo que puede llevar a un aumento de peso, unido a la pérdida de masa muscular que ayuda a quemar calorías en reposo. Además, la ralentización del metabolismo y los cambios en el funcionamiento del páncreas pueden hacer que aumente la probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2.

8. Piel: la piel puede volverse más delgada, seca y menos elástica, por lo que aparecen más manchas, arrugas y otros signos visibles de envejecimiento, como enrojecimiento, venas visibles, etc.

9. Sistema Respiratorio: la capacidad pulmonar puede disminuir, lo que puede afectar la capacidad para realizar actividades físicas.

10. Salud mental y emocional: aumenta el riesgo de depresión y ansiedad debido a factores como pérdida de seres queridos, aislamiento social y cambios en la vida cotidiana. No obstante, no todas las personas afronta de la misma manera esta etapa y algunos pueden desarrollar una mayor resiliencia emocional y sabiduría con los años.

11. Sistema urinario: el control de la vejiga puede debilitarse, lo que puede llevar a problemas de incontinencia urinaria, sobre todo la llamada incontinencia de esfuerzo que surge al toser, estornudar, reír o hacer ciertos movimientos.

¿Cómo podemos retrasar estos cambios?

1- Cuida tu salud y busca un médico centrado no solo en curarte cuando estés enfermo, sino en prevenir las enfermedades y trastornos que pueden surgir a esta edad. La medicina preventiva y antiaging es fundamental para vivir más. Debes hacerte revisiones periódicas y pruebas para detectar a tiempo enfermedades como el cáncer.

2- No descuides tu medicación. Según un estudio, el 72% de los mayores de 80 años toma al menos 3 medicamentos recetados y el 84% 3 o más medicamentos de venta libre, incluidas vitaminas y suplementos nutricionales. El problema es que algunos medicamentos pueden interaccionar con otros o causar efectos secundarios no deseados, por lo que debes procurar que tu médico controle todo lo que tomas y no olvidarte nunca de tomar los más importantes.

3- Mantén tu cuerpo fuerte y en forma. Como decíamos, uno de los efectos continuos del envejecimiento es la pérdida de masa muscular. Si no haces nada para combatirlo, es posible que algún día no puedas levantarte de un sillón o del baño. El envejecimiento también trae consigo una disminución de la capacidad aeróbica y la flexibilidad. Y esos factores juntos aumentan el riesgo de caídas, en un momento de la vida en el que los huesos tienden a ser más frágiles.

La buena noticia es que nunca es demasiado tarde para empezar a hacer ejercicio para contrarrestar los efectos del envejecimiento. Haz 150 minutos de cardio cada semana, intentando realizar al menos 30 minutos seguidos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada cinco días a la semana.

Debes hacer también entrenamiento de fuerza dos o tres días no consecutivos cada semana y hacer de ocho a 10 ejercicios dirigidos a los músculos de la parte superior, inferior y central del cuerpo.

Uno de los ejercicios más sencillos es practicar pararse sobre una pierna. Considera también el tai chi, que numerosos estudios han demostrado que mejora el equilibrio y reduce el riesgo de caídas.

El yoga es excelente para mejorar tu flexibilidad y esturar tu cuerpo, evitando dolores.

4- Mantente mentalmente alerta. Aprende algo nuevo, haz crucigramas, asume nuevos desafíos mentales, intenta aprender un nuevo idioma extranjero o tomar lecciones de un nuevo instrumento musical.

5- Mantén tu vida social. La vida social comienza a disminuir incluso antes de la jubilación y mucha gente pierde el contacto con sus amigos. Mantente en contacto con familiares y amigos y amplía tu círculo social siendo voluntario, asistiendo a eventos culturales locales, tomando clases o viajando con un grupo.

6- Sigue una dieta sana rica en alimentos antioxidantes, vitaminas y minerales como el calcio y la vitamina D. Evita los ultraprocesados, el alcohol y los alimentos poco saludables. Bebe mucha agua.

7- Evita las caídas y elimina aquello que haya en tu casa que pueda suponer un riesgo. Alrededor del 40 por ciento de las personas de la tercera edad o más que viven en casa se caerán al menos una vez al año, y aproximadamente 1 de cada 40 de ellos será hospitalizado. El riesgo aumenta con la edad, lo que hace que las personas de 80 años sean aún más vulnerables.

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Ideas clave

  • Los principales cambios en el organismo a los 80 años son aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares, sarcopenia y osteoporosis, cambios en la memoria y problemas de equilibrio, déficit de absorción de nutrientes, sistema inmunológico débil, reducción de la vista y el oído, metabolismo ralentizado, piel seca y con arrugas. disminución de la capacidad pulmonar, aumento del riesgo de depresión, incontinencia urinaria.
  • Para retrasar estos cambios debemos cuidar un médico que nos ayuda a prevenir las enfermedades, tener cuidado con la medicación que debemos tomar, hacer ejercicio físico, mantener la mente activa, seguir una dieta sana, mantener la vida social, evitar las caídas y accidentes. 

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Fuente:

Redacción: Irene García

Supervisión editorial: Carlos Gutiérrez

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