Tipos de piel y envejecimiento

Índice

• Tipos de piel
• Causas del envejecimiento de la piel
• ¿Influye el tipo de piel en el envejecimiento?
• ¿Cómo evitar el envejecimiento de la piel?

Tipos de piel

Generalmente, se habla de 3 tipos de piel según su nivel de grasa y sensibilidad:

- Piel grasa: se caracteriza por una sobreproducción de sebo, el aceite producido por las glándulas sebáceas de la piel. La piel grasa suele ser brillante, gruesa y propensa a los puntos negros, los puntos blancos y el acné.

- Piel seca: carece de suficiente humedad y aceite para mantenerla hidratada y saludable. Puede sentirse tirante, escamosa y con picazón, y es más propensa a la irritación y la sensibilidad que otros tipos de piel.

- Piel mixta: es una combinación de piel grasa y seca. Se caracteriza por una zona T grasa (frente, nariz y barbilla) y mejillas más secas.

Además de estos tres tipos comunes de piel, algunas personas pueden tener piel sensible que se irrita fácilmente con ciertos productos o factores ambientales.

Es importante identificar tu tipo de piel y cuidarla en consecuencia para mantener una piel sana y radiante.

Causas del envejecimiento de la piel

El proceso de envejecimiento de la piel es complejo y multifactorial, ya que los cambios estructurales, funcionales y estéticos ocurren a un ritmo variable. Es engañoso considerar el envejecimiento de la piel como un evento biológico uniforme; varios procesos biológicos distintos pueden ocurrir al mismo tiempo.

Hay varios factores que pueden hacer que la piel envejezca, incluidos los procesos naturales, los factores ambientales y el estilo de vida.

- El proceso natural de envejecimiento: a medida que envejecemos, la producción de colágeno y elastina de nuestra piel se ralentiza, lo que provoca arrugas, flacidez y pérdida de elasticidad.

- Exposición al sol: los rayos ultravioleta (UV) del sol pueden dañar el ADN de la piel, lo que provoca arrugas, un tono desigual de la piel y un mayor riesgo de cáncer de piel.

- Fumar: fumar puede dañar la piel al reducir el flujo sanguíneo y privar a la piel de oxígeno y nutrientes. Esto puede provocar arrugas, sequedad y pérdida de elasticidad en la epidermis.

- Contaminación: la exposición a contaminantes en el aire puede dañar las células de la piel y causar inflamación, lo que lleva a un envejecimiento prematuro.

- Mala alimentación: una dieta baja en antioxidantes y nutrientes puede provocar una piel opaca, seca y arrugada.

- Falta de sueño: no dormir lo suficiente puede hacer que la piel se vea opaca y sin vida, y también puede provocar ojeras e hinchazón alrededor de los ojos.

- Procesos hormonales: este tipo de envejecimiento sólo se presenta en las mujeres tras la llegada de la menopausia debido a la pérdida de estrógenos. Los estrógenos actúan sobre la hidratación, el tono y la densidad de la piel, por lo que su disminución causa pérdida de colágeno y firmeza, disminución de la elasticidad, menos hidratación, manchas blancas y disminución de la renovación celular.

- Envejecimiento catabólico: compromete aún más la piel envejecida debido al impacto de una enfermedad crónica específica, como diabetes, hipotiroidismo, cáncer o infección.

¿Influye el tipo de piel en el envejecimiento?

En términos generales, se puede decir que la piel seca se vuelve opaca y sin vida antes y que las arrugas también suelen notarse antes debido a la falta de hidratación que de por sí tiene este tipo de piel. Las personas con piel seca pueden ser más susceptibles a las líneas finas y las arrugas, ya que la piel seca es más frágil y propensa a sufrir daños.

Mientras que en los cutis grasos, al estar mejor hidratados, tener poros más grandes y piel más gruesa, las arrugas son menos visibles. Así, la piel grasa tiene una tendencia natural a verse más tersa e hidratada, lo que puede ayudar a enmascarar la aparición de líneas finas y arrugas. No obstante, las manchas pueden notarse de igual forma en ambos tipos de piel.

Las personas con piel mixta pueden experimentar tanto los beneficios como los inconvenientes de la piel grasa y seca. Las áreas grasas de su piel pueden ser más propensas al acné y otras afecciones de la piel, mientras que las áreas secas pueden ser más propensas a las líneas finas y las arrugas.

Además, las pieles más sensibles con las que peor envejecen. Y tener la piel sensible no depende de si es más o menos grasa, sino que se puede tener la piel sensible tanto si se tiene seca, como mixta o grasa. Aquellas personas que tengan tendencia al enrojecimiento, tirantez, prurito o descamación en cuanto se apliquen cualquier tratamiento en la piel, tienen más posibilidades de envejecer antes. Esto se debe a que la piel sensible suele estar más castigada ya que su función barrera es más débil, por lo que no se protege adecuadamente de los factores externos que aumentan el envejecimiento prematuro de la piel (sol, contaminación, etc.).

Por lo tanto, es cierto que la piel seca puede ser más propensa a mostrar signos de envejecimiento, pero, como hemos visto, no solo el tipo de piel influye en el envejecimiento, también el estilo de vida, por lo que, según te cuides, tu piel podrá mostrar envejecimiento antes o después, tengas la piel que tengas.

¿Cómo evitar el envejecimiento de la piel?

En última instancia, la mejor manera de mantener una piel saludable y de aspecto juvenil es cuidarla bien, independientemente de tu tipo de piel.

Lo más importante para evitar el envejecimiento de la piel es protegerla de los dañinos rayos ultravioleta (UV) del sol. Puedes hacerlo aplicando un protector solar con un factor de protección solar (SPF) de al menos 30 todos los días, incluso en días nublados.

Además, debes evitar fumar, seguir una dieta saludable rica en frutas y verduras y mantenerte hidratado bebiendo mucha agua.

También es importante desmaquillarse todas las noches antes de acostarse y usar un humectante para mantener la piel hidratada y saludable.

Comienza a usar cremas antiarrugas desde los 25 años, teniendo siempre en cuenta tu tipo de piel para elegir los cosméticos que más te convengan.

Realizarse una exfoliación una vez a la semana ayuda a eliminar las células muertas y permitir la renovación celular.

Por último, incluye suplementos dietéticos que contengan sustancias que ayuden a evitar el envejecimiento prematuro desde el interior, como ácido hialurónico, colágeno, licopeno, vitamina C, vitamina E, biotina, isoflavonas, coenzima Q10, selenio, zinc, cobre, etc.