Cambios en el cuerpo a partir de los 40 años

Cambios en el cuerpo a partir de los 40 años

La crisis de los 40 años que experimenta mucha gente al llegar a esta fecha tan señalada no es solo mental o existencial, en muchos casos se ve agravada por los cambios que comenzamos a experimentar en nuestro cuerpo a partir de esta edad como la aparición de canas, arrugas, problemas para ver de cerca, etc.

Índice

Cambios en el organismo a partir de los 40 años

1- Ralentización del metabolismo

La tasa metabólica, es decir, la velocidad a la que nuestro cuerpo quema las calorías consumidas, se ralentiza. Además, comienza la pérdida de masa muscular, lo que también hace que quememos menos calorías en reposo. Y el cuerpo es menos eficiente para eliminar grasas a medida que envejecemos. Todo ello hace que sea más fácil ganar peso y más difícil perderlo.

2- Arrugas, manchas, flacidez…

A partir de los 40 años es normal notar el paso de los años en nuestra piel con la aparición de las primeras arrugas en los ojos o la comisura de los labios, adelgazamiento de la piel, flacidez o aumento de la melanina que provoca manchas solares o enrojecimiento. Los músculos que utilizas constantemente para hacer expresiones faciales se debilitan con el tiempo, lo que puede provocar arrugas o flacidez. Y a medida que envejecemos, la grasa debajo de la piel disminuye, razón por la cual verá más arrugas y líneas finas que antes. La producción corporal de elastina y colágeno (comenzamos a perder colágeno a los 20 años) comienza a disminuir, y la renovación de las células de la piel también se reduce drásticamente, lo que da paso a más opacidad, sequedad y líneas finas y arrugas.

3- Sofocos y primeros síntomas de la menopausia

En las mujeres, la perimenopausia puede comenzar hacia los 40 años, lo que implica que los cambios hormonales, es decir, la alteración de los niveles de las hormonas sexuales femeninas estrógenos y progesterona, puede hacer que comiencen a aparecer los primeros síntomas relacionados con la menopausia o climaterio como sofocos, menstruaciones irregulares, sequedad vaginal, cambios de humor, etc.

4- Presbicia

Leer la letra pequeña puede comenzar a resultarte difícil. Esta afección, llamada presbicia, es una parte normal del envejecimiento ocular causada por el endurecimiento del cristalino y requiere del uso de gafas para poder leer y hacer otras actividades que requieran ver bien de cerca.

5- Sarcopenia o disminución de la tasa muscular

Desde los 30 años la masa muscular comienza a disminuir en torno a un 5% en cada década. Esta disminución relacionada con la edad se conoce como sarcopenia y puede causarnos muchos problemas si no hacemos nada para evitarla o ralentizarla. La pérdida de masa muscular puede causar debilidad, desequilibrios y aumentar el riesgo de problemas metabólicos.

6- Aumento de las infecciones urinarias

Las infecciones del tracto urinario incluyen síntomas como sensación de ardor al orinar, orinar en cantidades pequeñas pero frecuentes y orina turbia. Aunque estas molestas infecciones pueden ocurrir a cualquier edad, a partir de los 40 años pueden ser más comunes. Algunas personas incluso pueden experimentar infecciones recurrentes, especialmente las mujeres. Esto sucede debido a los muchos cambios en el cuerpo durante este tiempo, incluida la incontinencia y los niveles más bajos de estrógeno.

7- De repente, todo te duele

Bromeamos acerca de que nos duele la espalda una vez que nos hacemos "viejos", pero hay algo de verdad científica detrás de esos nuevos dolores y molestias. El dolor puede deberse a afecciones que también se vuelven más comunes con la edad, como estenosis espinal, roturas o hernias de disco y artritis, y a una vida normalmente más sedentaria.

8- Dolor en la mano

La entrada en la década de los 40 puede causar muchos cambios y molestias en las manos y las muñecas. Este dolor o sensación de hormigueo a menudo es causado por el síndrome del túnel carpiano, lo que podría dificultarle la realización de tareas laborales o personales. El síndrome del túnel carpiano suele afectar a personas de entre 40 y 60 años, aunque en algunas puede aparecer incluso antes. Algunas personas pueden tener solo una mano afectada, mientras que otras experimentan dolor en ambas. Los síntomas también pueden variar entre ambas manos, pero con mayor frecuencia incluyen dolor o entumecimiento en la muñeca, la palma y los dedos.

9- Cabello más fino y con canas

Las canas comienzan a aparecer entre los 30 y los 40 años y, además, podemos notar que tu cabello se siente un poco más delgado que antes, lo que puede causar calvicie, sobre todo a los hombres, aunque las mujeres también pueden notar que su pelo es más fino y tienen menos cantidad.

10- Confusión mental

La confusión mental es un término general para los sentimientos de olvido o falta de concentración. Es posible que olvides lo que ibas a hacer o decir o que tengas problemas para concentrarte en una tarea. Este suele ser un síntoma de la menopausia, por lo que es particularmente común en mujeres de este grupo de edad. Sin embargo, los factores estresantes cotidianos y los problemas de sueño también pueden contribuir a la confusión mental tanto en hombres como en mujeres.

11- Cambios en los dientes y encías

A medida que envejecemos, nuestros dientes y encías también lo hacen. Estos cambios orales ocurren con la edad porque la renovación celular se ralentiza, los huesos se vuelven menos fuertes y más porosos y el tejido de las encías se vuelve más delgado. El sistema inmunológico tampoco es tan eficiente como antes, por lo que las infecciones pueden ser más problemáticas.

12- Incontinencia urinaria

Las mujeres suelen experimentar pérdidas de vejiga de leves a moderadas a medida que envejecen, especialmente después de tener hijos o entrar en la menopausia. Pero tanto hombres como mujeres pueden tener pérdidas de vejiga debido al envejecimiento de los músculos que sostienen los órganos pélvicos; a medida que estos músculos se debilitan, son menos capaces de controlar el funcionamiento de la vejiga. Las personas también pueden experimentar diferentes tipos de incontinencia, como incontinencia de esfuerzo por movimientos repentinos como toser o hacer ejercicio, o incontinencia de urgencia, en la que siente la necesidad de orinar y no puede llegar al baño lo suficientemente rápido.

13- Menos felicidad y bienestar

Probablemente hayas oído hablar de la supuesta crisis de la mediana edad que afecta a las personas entre 40 y 50 años. Si bien este fenómeno no le sucede a todo el mundo, existe la posibilidad de que te sientas más ansioso o infeliz a esta edad debido a las expectativas que tenía de joven para tu vida que puede que no se hayan cumplido y, al llegar más o menos a la mitad de tu vida, te replanteas muchas cosas.

14- Cambios en el gusto y olfato

El gusto y el olfato pueden cambiar a partir de los 40 años y tener problemas con ambos sentidos, haciendo que muchos olores nos molesten o que no saboreemos igual los alimentos.

¿Qué hacer para evitar estos cambios negativos?

Si has pasado la barrera de los 40 años o estás a punto de entrar en esta nueva década, no lo dudes y empieza a cuidarte desde ya, ya que, cuanto antes adoptes estos hábitos de vida, menos cambios negativos notarás:

1- Sigue una dieta saludable rica en alimentos frescos y naturales, evitando los ultraprocesados y los azúcares.

2- Reduce las calorías que consumes, a no ser que lleves una vida muy activa, no necesitas tantas calorías como con 20 años.

3- Haz ejercicio físico de manera regular combinando ejercicios aeróbicos con entrenamiento de fuerza fundamental para evitar la pérdida de masa ósea y muscular.

4- Mantén un peso saludable y evita el sobrepeso y la obesidad.

5- Protege tu piel del sol, el principal causante de envejecimiento prematuro. Usa un protector solar que tengan un SPF de 30 o más y que sea de 'amplio espectro', lo que significa que protegen la piel de los rayos UVA y UVB.

6- Duerme entre 7 y 8 horas al día y mantén una higiene del sueño regular.

7- Para algunas mujeres, la terapia hormonal u otros medicamentos pueden ayudar a aliviar, reducir u optimizar los síntomas de la menopausia. Pregunta a tu médico si es necesario en tu caso. También hay muchos suplementos naturales que pueden ayudarte, como trébol rojo, cimicífuga, etc.

8- Obtén suficiente proteína en tu dieta para ayudar a mantener la masa muscular.

9- Añade suplementos de arándano a tu dieta, asegúrate de vaciar completamente la vejiga al orinar y vaciar la vejiga después de las relaciones sexuales para reducir el riesgo de infecciones urinarias.

10- Hazte revisiones periódicas. Incluso puedes hacerte una prueba genética para comprobar si tienes posibilidades de desarrollar algún tipo de cáncer genético y, así, detectarlo cuanto antes.

11- Reduce el estrés con técnicas de relajación como yoga, meditación, respiración profunda, etc.

Aunque sea cierto que los 40 son los nuevos 30, no esperes otros 10 años para cuidarte… cuanto antes, más tiempo vivirás con calidad y salud.

Suplemento nutricional antienvejecimiento

Ideas clave

  • Algunos cambios que se producen en el cuerpo al cumplir los 40 años son la ralentización del metabolismo, la aparición de arrugas y manchas en la piel, los primeros síntomas de la menopausia, presbicia, sarcopenia, aumento de las infecciones urinarias, dolores en el cuerpo, cabello más fino y con canas, confusión mental, cambios en los dientes y encías, incontinencia urinaria, menos felicidad y bienestar, cambios en el gusto y el olfato.
  • Para evitar o retrasar estos cambios negativos puedes seguir una dieta sana, reducir las calorías que consumes, hacer ejercicio físico de manera regular, mantener un peso saludable, proteger tu piel del sol, dormir entre 7 y 8 horas, obtener suficiente proteína, añadir suplementos de arándanos a tu dieta, hacerte revisiones periódicas, reducir el estrés. 

Enfermedades relacionadas

Fuente:

  • Hamish A. Deery, Robert Di Paolo, Chris Moran, Gary F. Egan, Sharna D. Jamadar, The older adult brain is less modular, more integrated, and less efficient at rest: A systematic review of large-scale resting-state functional brain networks in aging. https://doi.org/10.1111/psyp.14159
   

Redacción: Irene García

Supervisión editorial: Carlos Gutiérrez

×