Cambios a partir de los 70 años

Cambios a partir de los 70 años

La senectud o tercera edad puede dividirse en 3 etapas: 60 a 70 años, 72 a 90 años y más de 90 años. ¿Qué cambios se producen a partir de los 70 años en nuestro cuerpo y nuestra mente? ¿Cómo nos afecta cambiar a esta década?

Índice

Cambios físicos y mentales a partir de los 70 años

Obviamente, estos cambios de los que hablaremos a continuación no se producen por igual en todas las personas ya que el envejecimiento está determinado en una pequeña parte por nuestra genética y en una mucho más grande por nuestros hábitos, nuestro estilo de vida, etc.

Por eso, no todos envejecemos igual ni a la misma vez, aunque sí que hay algunos cambios que ocurren a la mayoría de las personas a partir de los 70 años, es decir, la segunda etapa de la senectud conocida como vejez:

1. Disminución de la fuerza y masa muscular: a medida que envejecemos perdemos masa muscular (sarcopenia), lo que hace que disminuya nuestra fuerza, la movilidad y la capacidad para realizar ciertas actividades físicas. Esta pérdida de ve acrecentada a partir de los 70 años, sobre todo si no hacemos ejercicio físico con regularidad.

2. Disminución de la masa ósea: del mismo modo, la densidad ósea y el intercambio óseo disminuye, sobre todo al llegar a la senectud, lo que aumenta el riesgo de osteoporosis y fracturas. El equilibrio y la agilidad pueden disminuir, lo que puede aumentar el riesgo de caídas.

3. Cambios en la visión y audición: la dificultad para enfocar objetos cercanos o presbicia es el problema más común en la vista a esta edad, aunque también pueden producirse otros como pérdida de visión por la noche o enfermedades más serias como las cataratas y la degeneración macular. En cuanto a la audición, se va perdiendo la capacidad para oír ciertos tonos, sobre todo cuando hay mucho ruido o jaleo, lo que puede afectar la comunicación y la interacción social.

4. Cambios en la piel y el cabello: la piel puede volverse más delgada y frágil, y pueden aparecer arrugas y manchas. La piel pierde colágeno desde los 40 años a un ritmo de 1% al año, por lo que a los 70 años ha perdido el 30% de su producción, lo que aumenta la sequedad y las arrugas. En cuanto al cabello, la canicie, que comienza desde los 30 años, se acelera pasados los 50 y, con 70 años, lo normal es tener todo el pelo blanco y que queden pocos mechones del color original. Además, puede volverse más fino y caerse, sobre todo en los hombres, muchos de los cuales se quedan calvos con esta edad.

5. Cambios cognitivos: aunque el envejecimiento no implica necesariamente una disminución significativa en la función cognitiva, algunas personas pueden experimentar problemas leves de memoria y velocidad de procesamiento. Incluso en aquellas personas que no padecen una enfermedad de demencia senil como el Alzheimer, a partir de los 70 años res más frecuente sufrir pérdidas leves de memoria y sentir que nuestro cerebro va “más despacio”.

6. Cambios en el sueño: los problemas para conciliar el sueño, los frecuentes despertares o dormir menos horas por la noche y levantarse antes es muy común a esta edad. El problema es que la falta de sueño puede a su vez provocar otros trastornos de salud como cansancio, cambios de humor, depresión, etc.

7. Cambios emocionales: algunas personas pueden experimentar cambios emocionales, como una mayor susceptibilidad a la depresión o la ansiedad, o una mayor sabiduría y aceptación de la vida. Si eres de los primeros, debes cuidar tu salud mental ya que esta influye en nuestro estado físico y nuestra longevidad. Si por el contrario has aceptado la vejez y lo bueno que esta edad tiene, enhorabuena.

8. Cambios de altura: es cierto que desde los 40 años perdemos estatura y, de media, perdemos 1 cm cada 10 años, lo que significa medir entre 2,5 y 7,5 cm menos que cuando éramos jóvenes. Lo bueno es que esta pérdida de altura puede prevenirse con unos hábitos de vida saludables.

9. Cambios en las células. Un nuevo estudio ha revelado que las células de la sangre se vuelven mucho más débiles al cumplir los 70 años. Después de analizar células sanguíneas de muchas personas desde recién nacidos hasta los 80 años descubrieron un proceso que provoca un cambio "catastrófico" en la composición de la sangre en la vejez. En concreto, se reveló una pérdida abrupta y universal de la diversidad clonal después de los 70 años.

Este cambio aumenta el riesgo de leucemia o anemia y disminuye la eficacia de los glóbulos blancos para combatir patógenos. Los fenotipos en la sangre relacionados con la edad incluyen anemia, pérdida de la capacidad regenerativa, remodelación del microambiente de la médula ósea y mayor riesgo de cáncer de la sangre, fenotipos que aumentan drásticamente en prevalencia después de los 70 años de edad.

Además, esta alteración puede explicar ese bajón en la salud que experimenta mucha gente al cumplir los 70 años. Y se cree que no solo las células sanguíneas sufren este proceso, sino que podría ocurrirles a todas las células. La expansión clonal con colapso abrupto de la diversidad de células madre puede ser una característica del envejecimiento que se generaliza más allá de la sangre humana. Muchos sistemas de órganos humanos estudiados hasta la fecha, incluidos la piel, los bronquios, el endometrio y el esófago muestran expansiones de clones relacionadas con la edad con mutaciones impulsoras.

¿Se pueden evitar o reducir estos cambios?

¡Sí! Esa es la mejor parte del envejecimiento, que podemos ralentizarlo y retrasarlo si empezamos a cuidarnos desde ya. Para ello, ya sabes, los pilares básicos:

1- Dieta sana, potenciando alimentos frescos y naturales como frutas, verduras, pescados, aceite de oliva, cereales integrales, semillas, frutos secos… que nos aportan todas las vitaminas, minerales y antioxidantes que necesitamos. Esto implica también evitar los ultraprocesados, reducir los azúcares y evitar el alcohol.

2- Mucho ejercicio físico, regular y combinando ejercicios aeróbicos con otros de resistencia para fortalecer la masa muscular.

3- Acudir a revisiones médicas periódicas para detectar cuanto antes cualquier problema. El diagnóstico precoz es clave.

4- Mantener nuestra salud mental evitando el estrés y potenciando nuestro círculo social.

5- Dormir entre 7 y 8 horas al día de manera regular para respetar nuestros ritmos circadianos.

6- Cuidar nuestra piel por dentro y por fuera mediante dieta sana, mucha agua, protector solar y cremas ricas en productos antioxidantes y antiarrugas.

7- Mantener nuestro cerebro activo mediante nuevos propósitos, retos, estudios, lectura, etc.

8- Recurrir a suplementos antienvejecimiento que actúan directamente sobre las causas de envejecimiento.

Y, aunque empezar cuanto antes a cuidarse es lo mejor, incluso si tienes 70 años puedes adoptar estos hábitos de vida y conseguir mejorar tu salud y ralentizar tu envejecimiento.

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Ideas clave

  • Los cambios más habituales en la década de los 70 son disminución de la fuerza y la masa muscular, disminución de la masa ósea, cambios en la visión y la audición, cambios en la piel y el cabello, cambios cognitivos, problemas de sueño, cambios emocionales, pérdida de altura y cambios en las células. 
  • Para retrasar estos cambios debemos seguir una dieta sana, hacer mucho ejercicio físico, acudir a revisiones médicas, mantener nuestra salud mental, dormir entre 7 y 8 horas, cuidar nuestra piel, mantener nuestro cerebro activo, usar suplementos antienvejecimiento. 

Enfermedades relacionadas

Fuente:

  • Shah K, Villareal DT. Obesity. In: Fillit HM, Rockwood K, Young J, eds. Brocklehurst's Textbook of Geriatric Medicine and Gerontology. 8th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2017:chap 80.
 

Redacción: Irene García

Supervisión editorial: Carlos Gutiérrez

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