¿Por qué debes bailar todas las semanas (aunque seas un patoso)?

¿Por qué debes bailar todas las semanas (aunque seas un patoso)?

Hay dos tipos de personas en el mundo. Las que les gusta bailar y las que no. Desafortunadamente durante muchos años yo pertenecí a este segundo grupo. Y no soy el único ya que por razones tan variadas como la inseguridad, la falta de coordinación o el mero desinterés son muchísimas las personas que no bailan de manera periódica y, como veremos a continuación, se están perdiendo algo maravilloso para su vida en general y para su salud en particular.

Índice

¿Por qué bailar es una excelente opción para nuestra salud?

Bailar regularmente es una intervención poderosa para mejorar tanto nuestra salud física como la mental y emocional.

Numerosas investigaciones han demostrado que bailar de forma regular puede mejorar la función cardiovascular, la flexibilidad, la fuerza muscular y el equilibrio, además de tener un efecto positivo sobre el estado de ánimo y el bienestar general. A nivel físico el baile regular nos permite:

1. Mejora de la salud cardiovascular

Bailar, en especial los estilos que requieren un ritmo elevado como la salsa, el hip-hop o el aerobic dance, es una actividad aeróbica que estimula la función cardiovascular.

Un estudio de la revista Circulation de la Asociación Americana del Corazón (AHA) reporta que el baile reduce los factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión y los niveles de colesterol, al aumentar el gasto energético y mejorar la circulación sanguínea.

2. Fortalece la musculatura y el equilibrio

Los movimientos enérgicos del baile exigen trabajo muscular y fortalecen diferentes grupos musculares, como los de las piernas, glúteos y abdomen. Esto favorece la ganancia de fuerza y el aumento de la densidad ósea, reduciendo el riesgo de osteoporosis.

En personas mayores, el baile mejora el equilibrio dinámico, la postura y la coordinación, lo cual es fundamental para el mantenimiento de la movilidad y la prevención de lesiones o caídas.

3. Flexibilidad y movilidad articular

Muchos estilos de baile, como el ballet o la danza contemporánea, incluyen movimientos que exigen gran flexibilidad.

Estos movimientos contribuyen a mantener la movilidad articular, lo cual es crucial para prevenir rigidez y mejorar la calidad de vida.

Beneficios para la salud mental

Pero los beneficios de bailar no se suscriben exclusivamente al área física, sino que fundamentalmente proveen beneficios a nivel emocional:

1. Reduce el estrés y mejora del estado de ánimo

Bailar desencadena la liberación de diversas hormonas y neurotransmisores que tienen un impacto directo en el bienestar emocional.

Durante la actividad física intensa, como el baile, el cerebro libera endorfinas, conocidas como las “hormonas de la felicidad”, que ayudan a reducir el dolor y generar sensaciones de bienestar. Además, el baile estimula la liberación de dopamina y serotonina, neurotransmisores que regulan el estado de ánimo y contribuyen a combatir la ansiedad y la depresión.

2. Favorece la conexión social y autoestima

Bailar en grupo, como sucede en clases o en salones de baile, favorece la interacción social, lo cual incrementa el sentido de pertenencia y fortalece el apoyo social.

Adicionalmente, las actividades grupales como el baile refuerzan los lazos sociales y promueven sentimientos de identidad y autoestima.

La conexión social tiene un papel fundamental en la salud mental, ya que reduce el aislamiento y contribuye al bienestar psicológico.

3. Reduce los síntomas de la depresión y de la ansiedad

La danza terapia, una forma de terapia psicológica que utiliza el movimiento, se ha utilizado en el tratamiento de la depresión y la ansiedad al crear un espacio seguro para la expresión emocional y mejorar la autopercepción.

Mecanismos de acción del baile

Como hemos visto, bailar nos provee de una gran cantidad de beneficios.

A nivel emocional y mental, estos se deben a:

1. Liberación de endorfinas y reducción de cortisol

Como toda actividad física, el baile incrementa los niveles de endorfinas, que reducen la percepción del dolor y elevan el ánimo. Además, disminuye la producción de cortisol, la hormona del estrés. Este efecto conjunto ayuda a contrarrestar el estrés y la ansiedad y mejora el bienestar emocional, lo cual ha sido demostrado en estudios realizados en contextos de terapia de baile.

2. Estimulación de la plasticidad cerebral

El baile implica movimientos complejos que requieren coordinación, lo cual estimula áreas cerebrales como el cerebelo y el córtex prefrontal. El baile aumenta la neuroplasticidad y la conectividad entre diferentes áreas del cerebro, favoreciendo la memoria, la agilidad mental y la capacidad de planificación. Esto es especialmente importante para prevenir el deterioro cognitivo en adultos mayores.

3. Incremento de dopamina

La danza, especialmente cuando se practica con música, activa el sistema de recompensa del cerebro mediante la liberación de dopamina. Este neurotransmisor no solo mejora el estado de ánimo, sino que también facilita el aprendizaje de nuevos patrones de movimiento. La activación de este sistema contribuye a una sensación de satisfacción y a mantener la motivación para seguir bailando.

¿Cómo ayuda el baile a cada sistema del cuerpo?

Pero al igual que otras formas de ejercicio, el baile desencadena una serie de respuestas en el sistema cardiovascular, musculoesquelético y nervioso que fortalecen el cuerpo y ayudan a mantener una buena salud general.

1. Sistema cardiovascular

Al bailar, el corazón trabaja intensamente para bombear más sangre y oxígeno a los músculos activos. Esto estimula la circulación sanguínea y aumenta la capacidad cardíaca, lo que a largo plazo mejora la resistencia cardiovascular y reduce la presión arterial. Además, la mejora en la circulación permite una mayor oxigenación de los tejidos, lo que favorece la regeneración y la salud celular.

2. Sistema respiratorio

Bailar también aumenta la frecuencia respiratoria, y esto permite una mayor captación de oxígeno y una mejor eliminación de dióxido de carbono. La demanda de oxígeno incrementada ayuda a entrenar el sistema respiratorio, volviendo a los pulmones más eficientes. A lo largo del tiempo, las personas que bailan regularmente pueden experimentar un aumento en la capacidad pulmonar y la resistencia respiratoria, similar a los beneficios que otorga el ejercicio aeróbico.

3. Sistema musculoesquelético

Al bailar, los músculos se someten a un esfuerzo constante, lo que les permite fortalecerse y aumentar su resistencia. En cada paso o giro, los músculos trabajan para soportar el peso del cuerpo y mantener el equilibrio. Esto incrementa la fuerza muscular, especialmente en las piernas y el tronco, y también mejora la densidad ósea. Además, bailar regularmente contribuye a mejorar la flexibilidad y a reducir la rigidez articular, permitiendo una mayor movilidad y disminuyendo el riesgo de lesiones.

4. Sistema nervioso y neuroplasticidad

Bailar requiere una coordinación constante entre diferentes partes del cuerpo, lo cual activa y entrena las conexiones neuronales. Cada paso y cada ritmo estimulan el sistema nervioso central y contribuyen a fortalecer la comunicación entre el cerebro y los músculos. La coreografía y los patrones de movimiento son particularmente efectivos para mejorar la memoria y la agilidad mental, ya que requieren recordar secuencias de pasos y reaccionar rápidamente a los cambios de música y de ritmo.

5. Sistema inmunológico

La actividad física moderada y regular, como el baile, puede fortalecer el sistema inmunológico. Al bailar, se activa la circulación de las células inmunitarias en el organismo, lo cual mejora la respuesta del sistema inmune frente a infecciones.

6. Efectos en el metabolismo

Bailar incrementa el metabolismo, ya que al utilizar energía, se activan procesos metabólicos que permiten quemar calorías y reducir el exceso de grasa corporal. Este aumento en el gasto energético puede mejorar la regulación del azúcar en la sangre y reducir el riesgo de desarrollar resistencia a la insulina. Las personas que practican baile como forma de ejercicio pueden experimentar una mejor sensibilidad a la insulina y un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.

¿Cuánto tenemos que bailar para obtener todos estos beneficios?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los adultos deben realizar al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana, o 75 minutos de actividad intensa, para obtener beneficios significativos.

Diversos estudios sugieren que una práctica de baile de 30 a 60 minutos, de dos a tres veces por semana, es suficiente para experimentar mejoras tanto físicas como emocionales.

Un estudio en Age and Ageing demuestra que incluso una práctica de baile moderada puede ofrecer beneficios a corto y largo plazo en términos de salud física y mental en personas mayores (Keogh et al., 2009). Con toda esta información…. ¿Cuándo vas a empezar a bailar?

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Ideas clave

  • Bailar mejora el sistema cardiovascular, reduce la presión arterial y el colesterol.
  • Fortalece músculos y aumenta la densidad ósea, previniendo osteoporosis y caídas.
  • Favorece la movilidad articular, previniendo rigidez y mejorando la calidad de vida.
  • Libera endorfinas, dopamina y serotonina, mejorando el ánimo y combatiendo ansiedad y depresión.
  • Bailar en grupo fortalece el sentido de pertenencia y aumenta la autoestima.
  • La danza mejora la memoria y la agilidad mental al requerir coordinación compleja.
  • Mejora la capacidad pulmonar y la resistencia respiratoria. 
  • Aumenta la circulación de células inmunitarias, fortaleciendo las defensas.
  • Mejora la coordinación cerebro-músculo y previene el deterioro cognitivo.
  • Ayuda a quemar calorías, regula el azúcar en sangre y reduce el riesgo de diabetes.
  • La OMS recomienda 150 minutos de actividad moderada o 75 minutos intensa por semana. Bailar entre 30 y 60 minutos, de dos a tres veces por semana, puede ofrecer beneficios físicos y mentales.

Enfermedades relacionadas

Fuente:

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  • Ferreri L, Mas-Herrero E, Zatorre RJ, Ripoll, P, Gomez-Andres A, Alicart H, Olive; G, Marco-Pallas J, Antonijoan RM, Valle M, Riba J, Rodriguez-Fornells A. Dopamine modulates the reward experiences elicited by music. Proc Natl Acad Sci U S A. 2019 Feb 26;116(9):3793-3798. https://doi.org/10.1073/pnas.1811878116

Redacción: Marcelo Lewin

Supervisión editorial: Carlos Gutiérrez

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