¿Cómo estimular la producción de colágeno para tener una piel más joven?

¿Cómo estimular la producción de colágeno para tener una piel más joven?

El colágeno es una estructura fundamental de la piel que se va perdiendo a medida que envejecemos, haciendo que aparezcan arrugas, flacidez… Si quieres evitar estos cambios en tu piel, descubre cómo producir más colágeno.

Índice

¿Qué es el colágeno?

El colágeno es una proteína estructural fundamental en el cuerpo humano y en muchos organismos animales fabricada por unas células llamadas fibroblastos. Es una de las proteínas más abundantes en los mamíferos y desempeña un papel crucial en la estructura y función de diversos tejidos, especialmente en la piel, huesos, cartílagos, tendones y ligamentos.

Las cadenas de colágeno están compuestas principalmente de tres aminoácidos: glicina, prolina y lisina.

Las funciones principales del colágeno son:

1- Soporte estructural: en la piel, el colágeno proporciona elasticidad y firmeza. Ayuda a mantener la piel tersa y resistente.

2- Salud articular: en los huesos, cartílagos, tendones y ligamentos, el colágeno contribuye a la resistencia, flexibilidad y movilidad.

3- Cicatrización de heridas: el colágeno es esencial para la reparación de tejidos en el cuerpo después de lesiones o cirugías.

4- Salud ósea: ayuda a mantener la fortaleza y estructura de los huesos.

5- Protección: forma una barrera contra sustancias tóxicas y protege a los vasos sanguíneos, riñones, tracto digestivo, vesícula biliar y vejiga urinaria de microorganismos dañinos.

Por todo ello, la disminución de la producción de colágeno es un signo reconocido del envejecimiento ya que la reducción de colágeno lleva a la aparición de arrugas, dolor y rigidez en las articulaciones, caída o aplanamiento del cabello y disminución de la elasticidad de ligamentos y tendones.

Así, después de llegar a la mitad de los 20, se estima que producimos aproximadamente un 1% menos de colágeno en la piel cada año, lo que contribuye a los signos del envejecimiento de la piel, como arrugas y flacidez. Por eso, mantener la producción de colágeno es esencial para evitar los signos de envejecimiento y parecer más joven.

¿Cuáles son las fuentes principales de colágeno?

El colágeno se encuentra naturalmente en alimentos como caldos de huesos, carnes, pescado, huevos y gelatina.

Además, existen suplementos de colágeno en forma de polvo, cápsulas o líquidos que pueden ayudar a aumentar la ingesta de esta proteína.

¿Cómo estimular la producción de colágeno para mejorar nuestra piel?

1- Seguir una dieta sana rica en alimentos que aportan colágeno, como gelatina, huevos y lácteos. Los alimentos ricos en vitamina C también ayudan a producir colágeno de forma natural, por lo que hay que añadir alimentos ricos en esta vitamina como fresas, kiwi, cítricos…

Las proteínas animales de calidad también favorecen la producción de colágeno, por lo que debes incluir en tu dieta carnes blancas y mariscos. Ciertos nutrientes pueden ayudar al cuerpo a producir procolágeno, el precursor del colágeno, compuesto de prolina y glicina, dos aminoácidos, que se encuentran en la carne, los lácteos y los hongos.

El pescado contiene mucho omega 3 que multiplica los beneficios del colágeno, por lo que también debes incluir pescados azules y frutos secos que aportan también ácidos grasos omega 3.

Por su alto contenido en azufre, el ajo y la cebolla pueden estimular la producción de colágeno.

Asimismo, incorpora a tu dieta aminoácidos, vitamina A, cobre, zinc y silicio, que potencian los fibroblastos; antioxidantes, como la vitamina E, betacaroteno, polifenoles, licopeno o selenio que combaten a los radicales libres que dañan el colágeno.

2- Incorpora cosméticos que estimulen la producción de colágeno buscando aquellos que tengan en su formulación retinoides, que favorecen la síntesis de colágeno y elastina, además del número y actividad de los fibroblastos. También el ácido glicólico y la vitamina C favorecen la producción de colágeno. El ácido hialurónico ayuda a hidratar y retener la humedad en la piel, lo que puede mejorar la apariencia de líneas finas y arrugas. Algunos productos contienen péptidos de colágeno que pueden ayudar a estimular la producción natural de colágeno en la piel.

3- Mueve tus fibras de colágeno mediante prolongados masajes circulares ascendentes. También puedes hacer ejercicios faciales que tonifican los músculos de la cara y ayudan a la producción de colágeno. Considera usar rodillos faciales de jade o cuarzo para masajear la piel.

4- Tratamientos estéticos. Existen muchos tratamientos que pueden ayudarte a producir más colágeno, como la radiofrecuencia facial, el láser, la mesoterapia facial o los hilos tensores con ácido hialurónico.

5- Haz ejercicio físico y duerme lo suficiente, ambos hábitos te ayudan a producir colágeno.

6- Puedes tomar suplementos de colágeno ya que los péptidos de colágeno de los suplementos afectan directamente las estructuras de colágeno del cuerpo conocidas como fibroblastos.

7- El aloe vera contribuye al crecimiento de células que benefician a la piel, por lo que usar productos que contienen aloe vera puede ayudar a la producción de colágeno.

8- El ginseng rojo puede reducir la rigidez de los fibroblastos, mejorando la elasticidad de la piel.

9- Mantente bien hidratado. Bebe al menos 2 litros de agua al día o come alimentos ricos en agua, como fresas, sandía y pepino. Un cuerpo bien hidratado es la base de una piel sana, ya que produce un entorno rico en humedad para que prosperen la elastina y el colágeno.

¿Cómo prevenir la pérdida de colágeno?

Además de ayudar a producir más colágeno, también es importante que evites la pérdida de colágeno siguiendo estos consejos:

1- No te excedas en la exposición solar y usa cremas de protección solar ya que el exceso de rayos UVB daña la producción de colágeno.

2- Disminuye el consumo de alcohol y tabaco ya que ambas sustancias deterioran las fibras de colágeno.

3- Evita aquellos alimentos que destruyen las fibras de colágeno, como el exceso de azúcar, que endurece las fibras de colágeno.

Producto antienvejecimiento

Ideas clave

  • El colágeno es una proteína estructural fundamental en el cuerpo humano y en muchos organismos animales fabricada por unas células llamadas fibroblastos. Es una de las proteínas más abundantes en los mamíferos y desempeña un papel crucial en la estructura y función de diversos tejidos, especialmente en la piel, huesos, cartílagos, tendones y ligamentos.
  • Las funciones principales del colágeno son proporcionar elasticidad y firmeza a la piel, contribuir a la resistencia y flexibilidad de los huesos y articulaciones, ayudar a cicatrizar las heridas, mantener la salud ósea y protegernos.
  • Por todo ello, la disminución de la producción de colágeno es un signo reconocido del envejecimiento ya que la reducción de colágeno lleva a la aparición de arrugas, dolor y rigidez en las articulaciones, caída o aplanamiento del cabello y disminución de la elasticidad de ligamentos y tendones.
  • El colágeno se encuentra naturalmente en alimentos como caldos de huesos, carnes, pescado, huevos y gelatina. Además, existen suplementos de colágeno en forma de polvo, cápsulas o líquidos que pueden ayudar a aumentar la ingesta de esta proteína.
  • Para estimular la producción de colágeno debemos seguir una dieta sana en alimentos que aportan colágeno, incorporar cosméticos que estimulan la producción de colágeno, mover las fibras con masajes, hacer ejercicio físico, dormir bien, recurrir a tratamientos estéticos, tomar suplementos de colágeno, usar aloe vera, usar ginseng rojo y mantenerse bien hidratado.
  • Además de ayudar a producir más colágeno, también es importante que evites la pérdida de colágeno evitando la exposición excesiva al sol, disminuyendo el uso de tabaco y alcohol y evitando alimentos que destruyan las fibras de colágeno.

Fuente:

  • Kim, D. U., Chung, H. C., Choi, J., Sakai, Y., & Lee, B. Y. (2018). Oral Intake of Low-Molecular-Weight Collagen Peptide Improves Hydration, Elasticity, and Wrinkling in Human Skin: A Randomized, Double-Blind, Placebo-Controlled Study. Nutrients, 10(7), 826. https://doi.org/10.3390/nu10070826

Redacción: Irene García

Supervisión editorial: Carlos Gutiérrez

×