La edad biológica aumenta si sufres mucho estrés… pero puedes revertirlo

Índice

• ¿Qué es la edad biológica y cómo se mide?
• ¿Cómo afecta el estrés a la edad biológica?
• La reversión de la edad biológica elevada se puede utilizar para predecir intervenciones antienvejecimiento

¿Qué es la edad biológica y cómo se mide?

La edad biológica es una medida que refleja el estado fisiológico de una persona, en lugar de su edad cronológica (la cantidad de años desde su nacimiento).

Se sabe que la edad biológica de los organismos aumenta constantemente a lo largo del curso de la vida. Sin embargo, no está indeleblemente ligada a la edad cronológica: los individuos pueden ser biológicamente mayores o más jóvenes de lo que implica su edad cronológica.

Además, cada vez hay más pruebas que indican que la edad biológica puede verse influenciada por enfermedades, tratamientos farmacológicos, cambios en el estilo de vida y exposiciones ambientales, entre otros factores. Es decir, muchos factores influyen en ella, por lo que está en nuestras manos que sea menor que nuestra edad cronológica, lo que puede aumentar nuestra esperanza de vida.

Existen pruebas que intentan medir la edad biológica a través de marcadores como la flexibilidad de las arterias, la función pulmonar, la masa muscular, la calidad de la piel y ciertos biomarcadores en sangre o ADN (como los telómeros), aunque los relojes de metilación de ADN se han convertido en la principal herramienta para evaluar la edad biológica. Estos relojes de envejecimiento epigenético se crearon basándose en la observación de que los niveles de metilación de varios subconjuntos de sitios en todo el genoma cambian de manera que la edad biológica es un indicador de cuán "joven" o "viejo" está el cuerpo en términos de salud y capacidad funcional.

Estos relojes han ido evolucionando y han surgido los relojes de ADNm humanos de segunda generación que integran numerosas medidas fenotípicas de envejecimiento (y, en algunos casos, edad cronológica) para producir una medida del riesgo de morbilidad/mortalidad y de la edad biológica. Otro enfoque de segunda generación recientemente informado, llamado DunedinPACE, utiliza datos de entrenamiento fenotípico longitudinal para producir una medida de la tasa de envejecimiento biológico. Los relojes ADNm tienen una excelente capacidad predictiva y responden a intervenciones antienvejecimiento conocidas y que extienden la esperanza de vida, como restricción calórica.

Este nuevo estudio aprovechó estos relojes para medir cambios reversibles en la edad biológica en respuesta a diversos estímulos estresantes.

¿Cómo afecta el estrés a la edad biológica?

Los resultados del estudio mostraron que la edad biológica puede aumentar durante períodos de tiempo relativamente cortos en respuesta al estrés, pero este aumento es transitorio y tiende a volver al valor inicial después de la recuperación del estrés.

Utilizando varios eventos estresantes para investigar esta cuestión (como una cirugía de trauma), encontraron además que los relojes de ADNm humanos de segunda generación dan resultados consistentes, mientras que los relojes de ADNm humanos de primera generación generalmente carecen de la sensibilidad para detectar cambios transitorios en la edad biológica.

Por ejemplo, examinaron el ADNm de muestras de sangre de pacientes ancianos sometidos a cirugía mayor. Se extrajo sangre de estos pacientes en tres puntos: (1) inmediatamente antes de la cirugía, (2) la mañana después de la cirugía y (3) 4– 7 días postoperatorio, antes del alta hospitalaria. Utilizando relojes ADNm humanos de segunda generación (DNAmPhenoAge, DNAmGrimAge y DunedinPACE), encontraron un aumento significativo en los marcadores de edad biológica de pacientes sometidos a reparación quirúrgica de emergencia de una fractura traumática de cadera. Sorprendentemente, este aumento se produjo en menos de 24 h y la edad biológica volvió a su valor inicial entre 4 y 7 días después de la cirugía.

Para los pacientes sometidos a cirugía de cadera de emergencia, encontraron diferencias significativas en los recuentos de células B, varios subconjuntos de células T, plasmablastos, células asesinas (NK) y monocitos. Los pacientes sometidos a cirugía electiva de cadera experimentaron fluctuaciones significativas en los niveles de plasmablastos, NK y monocitos, y los pacientes sometidos a cirugía colorrectal electiva no mostraron fluctuaciones significativas en ninguno de los tipos de células analizados.

También el embarazo aumenta la edad biológica. El embarazo es un acontecimiento muy estresante desde el punto de vista fisiológico, en el que casi todos los sistemas orgánicos están sujetos a una mayor demanda para sustentar al feto en desarrollo. Debido a la acumulación de daños resultante y a la mayor incidencia de enfermedades relacionadas con la edad, como la diabetes y las enfermedades cardíacas, incluso se ha sugerido el embarazo como modelo para el envejecimiento. Con estas consideraciones en mente, plantearon la hipótesis de que la edad biológica aumentaría durante el transcurso del embarazo y volvería a su valor inicial después del parto.

Comenzaron estudiando un modelo de embarazo en ratón. Después de una muestra de sangre inicial, se tomaron dos muestras de sangre durante las fases temprana y tardía de los embarazos. Después del parto y un período de recuperación, se recogió una muestra de sangre final. El reloj sanguíneo del ratón reveló una disminución significativa en la edad biológica después del parto, pero ningún cambio en ratones de la misma edad que también se aparearon, pero no quedaron preñados. Curiosamente, el reloj de desarrollo sanguíneo mostró un aumento en la edad biológica después de que los ratones quedaron embarazados, que se resolvió después del parto y la recuperación. Por lo tanto, concluyeron que el embarazo puede inducir un aumento reversible de la edad biológica.

Para corroborar y ampliar estos resultados, analizaron conjuntos de datos de metilación de varias cohortes de humanas embarazadas de diversas partes del mundo. Todos ellos confirmaron un aumento significativo en los marcadores de edad biológica del primer al tercer trimestre. Así, la edad biológica aumenta en el embarazo humano hasta el momento del parto, en consonancia con los efectos encontrados antes en ratones.

DNAmPhenoAge reveló una tendencia hacia una edad biológica más alta en el momento del parto, seguida de una inversión significativa de los marcadores de edad biológica a las 6 semanas posparto. Tomando todos estos análisis juntos, llegaron a la conclusión de que el embarazo induce un aumento reversible en los marcadores de edad biológica, que alcanza su punto máximo alrededor del parto y se resuelve después del parto.

Finalmente, utilizando el COVID-19 como modelo de enfermedad infecciosa grave que desencadena un aumento reversible de la edad biológica, demostraron que la recuperación de la edad biológica después de un aumento inducido por el estrés es un modelo útil con el que predecir posibles fármacos antienvejecimiento.

La reversión de la edad biológica elevada se puede utilizar para predecir intervenciones antienvejecimiento

La inversión observada en los marcadores de edad biológica de pacientes con COVID-19 después del alta de la UCI proporciona una herramienta con la que predecir intervenciones que potencialmente pueden permitir a los pacientes recuperar su edad biológica más rápidamente después de un evento estresante. Por lo tanto, investigaron el efecto de las intervenciones experimentales recibidas por esta cohorte de pacientes con COVID-19 sobre su capacidad para revertir su mayor edad biológica. Ni la hidroxicloroquina contra la malaria ni el remdesivir antiviral de amplio espectro mostraron ningún efecto sobre la recuperación de la edad biológica. Sin embargo, los pacientes tratados con tocilizumab, un anticuerpo monoclonal dirigido al receptor de interleucina-6, mostraron una mayor recuperación de la edad biológica (en los tres relojes de segunda generación) que los pacientes que no recibieron esta intervención. Por tanto, el tocilizumab puede justificar una mayor investigación como fármaco antienvejecimiento.

Los hallazgos también implican que el estrés severo aumenta la mortalidad, al menos en parte, al aumentar la edad biológica. Esta noción sugiere inmediatamente que la mortalidad puede reducirse reduciendo la edad biológica y que la capacidad de recuperarse del estrés puede ser un determinante importante del envejecimiento exitoso y la longevidad. Finalmente, la edad biológica puede ser un parámetro útil para evaluar el estrés fisiológico y su alivio.

Por lo tanto, debes evitar el estrés crónico ya que, mientras tu cuerpo experimente estrés, no podrás revertir tu edad biológica. Para ello, nada mejor que pasear por la naturaleza, dormir bien, hacer ejercicio físico de manera regular, practicar meditación o dedicar tiempo a tus aficiones, dejando de lado las prisas.