¿Cómo influye el arte en la longevidad y el bienestar?

Índice

• ¿Cómo ayuda el arte a la salud y la longevidad?
• Participar en actividades culturales y artísticas reduce hasta un 31% el riesgo de morir

¿Cómo ayuda el arte a la salud y la longevidad?

Las actividades artísticas se clasifican como intervenciones de salud “multimodales” porque combinan múltiples factores psicológicos, físicos, sociales y conductuales con una motivación estética intrínseca para participar. Si bien estudios anteriores han demostrado la asociación entre la participación en las artes y la prevención y el tratamiento de los trastornos mentales y condiciones de salud física, incluyendo depresión, demencia, dolor crónico y fragilidad, aún no está claro si la participación en las artes realmente confiere beneficios de supervivencia, es decir, si nos ayuda a vivir más.

Algunas investigaciones han propuesto que la universalidad del arte y las fuertes respuestas emocionales que induce son indicaciones de su asociación con adaptaciones evolutivas, mientras que otras investigaciones han cuestionado si el arte es un parásito evolutivo, sin beneficios evolutivos particulares para nuestra especie

Dentro de la investigación en salud, la participación en las artes podría vincularse con la longevidad al aliviar el estrés crónico y la depresión, y al proporcionar recursos emocionales, cognitivos y sociales para afrontar situaciones que respalden los sistemas de regulación biológica y las elecciones de comportamiento. También se sabe que la participación en las artes mejora el capital social, que construye recursos individuales y colectivos y para reducir la soledad, que está asociada con la mortalidad.

La participación en las artes puede apoyar la reserva cognitiva y promueve la empatía, la percepción social y la inteligencia emocional, todas ellas relacionadas con una mayor probabilidad de supervivencia. Crear o experimentar arte estimula el cerebro, mejorando la memoria, el aprendizaje y la plasticidad cerebral. Esto es especialmente beneficioso en la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y la demencia.

Participar en actividades artísticas, como pintar, dibujar o escuchar música, reduce los niveles de cortisol (la hormona del estrés). Esto promueve un estado de relajación que protege contra enfermedades relacionadas con el estrés, como la hipertensión y las afecciones cardiovasculares.

El arte permite expresar emociones complejas, promoviendo el bienestar emocional. Las terapias basadas en el arte son efectivas para tratar la ansiedad, la depresión y el trauma. La creación artística ayuda a las personas a procesar experiencias difíciles y a encontrar significado en sus vidas, aumentando su capacidad de afrontamiento y resiliencia.

También podría ayudar a reducir las conductas sedentarias, que son predictores bien establecidos de la salud cardiovascular y la función inmune, y también podría reducir las conductas de riesgo. Actividades como la danza o el teatro implican movimiento físico, mejorando la fuerza, el equilibrio y la flexibilidad. Esto puede prevenir caídas y mejorar la calidad de vida, especialmente en adultos mayores.

El compromiso con las artes está vinculado a un mayor sentido de propósito en la vida, que a su vez está asociado con una mejor función inmune y comportamientos más saludables. Además, la creatividad y la imaginación, que son una parte intrínseca del compromiso artístico, se han relacionado con mayores posibilidades de supervivencia en todo el mundo.

Por lo tanto, hay un fuerte fundamento teórico que subyace a la hipótesis de que el compromiso con las artes podría estar vinculado con las posibilidades de vivir más.

Para respaldar aún más esta hipótesis, los estudios que se centran más ampliamente en el “ocio” (actividades artísticas activas y receptivas junto con un grupo heterogéneo de otras actividades, como estudiar, salir a comer, hacer jardinería, tener un pasatiempo y asistir a actividades religiosas) han encontrado asociaciones protectoras con la mortalidad prematura.

Además, dos estudios escandinavos sobre la participación en las artes receptivas (especialmente ir al cine, conciertos, exposiciones de arte y museos) también han encontrado evidencia preliminar de beneficios protectores al asistir a actividades culturales.

Participar en actividades culturales y artísticas reduce hasta un 31% el riesgo de morir

Un nuevo estudio ha llegado a la misma conclusión al estudiar la participación artística y la mortalidad en adultos en Inglaterra de 50 años o más. El período de seguimiento fue de 14 años. Consideraron una lista completa de covariables, que incluyen datos demográficos, estatus socioeconómico, condiciones de salud, comportamientos, estado cognitivo y otros compromisos sociales y cívicos.

Cuando ajustaron solo por edad, el compromiso cultural (como variable continua) se asoció con un riesgo 33% menor de morir durante el período de seguimiento. Esto se redujo a un riesgo un 20% menor cuando se ajustaron todos los factores demográficos, socioeconómicos, relacionados con la salud, conductuales y sociales identificados.

Teniendo en cuenta la frecuencia de la participación cultural con más detalle, las personas que participaban en actividades culturales de forma poco frecuente (una o dos veces al año) tenían un riesgo un 14% menor de morir en cualquier momento durante el período de seguimiento que aquellos que nunca participaron. De manera similar, aquellos que participaron con frecuencia (cada pocos meses o más) tuvieron un riesgo 31% menor de morir en cualquier momento durante el período de seguimiento.

Los análisis de las causas mostraron que el 41,9% de la asociación fue explicada por factores identificados. De estos factores, las diferencias iniciales en cognición (15,2%), compromiso social y cívico (12,1%), movilidad y discapacidad (12,1%), riqueza (9,1%), conductas de salud (9,1%), conductas sedentarias (6,1%), y la soledad, el estado de vida y el estado civil (6,1%) explicaron la mayor proporción de la asociación.

Los resultados no cambiaron cuando también ajustaron por aspectos más amplios del estatus socioeconómico, incluidos índices más matizados de riqueza, jubilación, voluntariado, educación y privaciones.

Finalmente, los resultados no difirieron entre las cuatro causas principales de muerte (enfermedades cardiovasculares, cáncer, respiratorias y otras).

Algunos de los otros factores que explicaron parte de la asociación incluyeron la salud mental y la cognición. Este hallazgo es consistente con la investigación que muestra que la participación en las artes receptivas puede ayudar a prevenir y controlar la depresión, y que puede brindar apoyo para prevenir el deterioro cognitivo y desarrollar la reserva cognitiva. Los resultados también son consistentes con investigaciones que sugieren que una mala salud mental y una menor cognición pueden ser barreras para participar en actividades artísticas. Sin embargo, este estudio también mostró que la asociación es independiente de todos estos factores, y más de la mitad de la asociación sigue sin explicación.

Las investigaciones han sugerido que la participación en las artes genera capital social, lo que mejora el acceso de las personas al conocimiento y los recursos, y podría ayudar a un envejecimiento exitoso. Otras posibilidades son que la participación en las artes mejora el sentido de propósito en la vida, ayuda con la regulación de las emociones y, por lo tanto, mejora el afrontamiento, apoya la amortiguación del estrés y desarrolla la creatividad, lo que mejora la capacidad de las personas para adaptarse positivamente a las circunstancias cambiantes de la vida.

El arte, ya sea en forma de creación o apreciación, es una herramienta poderosa para mejorar el bienestar integral y contribuir a una vida más plena y longeva.