
¿Pueden las alergias disminuir nuestra esperanza de vida?
Una alergia es una respuesta inmune exagerada e inapropiada frente a una sustancia inofensiva. Aunque no suelen afectar la esperanza de vida directamente, las alergias pueden disminuir la calidad de vida y, en casos graves (como la anafilaxia), pueden poner en riesgo la vida si no se tratan rápidamente.
Índice
- ¿Qué son las alergias?
- ¿Cómo afecta ser alérgico a nuestra salud física y emocional?
- ¿Pueden las alergias aumentar la esperanza de vida?
- ¿O disminuir nuestra longevidad?
- ¿De qué manera las alergias influyen en la longevidad?
- ¿Cómo influyen la epigenética y la proteómica en la relación entre las alergias primaverales y la longevidad?
¿Qué son las alergias?
Una alergia es una reacción exagerada del sistema inmunológico frente a una sustancia que, en condiciones normales, no representa una amenaza para la salud. Estas sustancias, llamadas alérgenos, pueden encontrarse en el ambiente, los alimentos, medicamentos o incluso en el contacto con la piel.
El sistema inmunológico identifica por error una sustancia inofensiva (como el polen o los ácaros) como una amenaza. El cuerpo produce anticuerpos IgE (inmunoglobulina E) específicos contra ese alérgeno.
Cuando el organismo entra en contacto nuevamente con el alérgeno, los anticuerpos IgE activan ciertas células inmunológicas (mastocitos y basófilos). Estas células liberan sustancias como la histamina, que desencadenan los síntomas alérgicos.
- Picor
- Enrojecimiento
- Secreción mucosa
- Broncoconstricción (en casos de asma alérgica)
Las alergias pueden ser respiratorias, alimentarias, cutáneas, a medicamentos, a picaduras de insectos, por contacto.
El tratamiento habitual de las alergias es evitar el alérgeno siempre que sea posible para no desencadenar la reacción; uso de antihistamínicos para reducir los síntomas; corticosteroides para controlar la inflamación: inmunoterapia y adrenalina en casos de anafilaxia.
¿Cómo afecta ser alérgico a nuestra salud física y emocional?
Las alergias pueden tener consecuencias significativas para la salud física y emocional, que van desde molestias leves hasta complicaciones graves y potencialmente mortales. Aunque en muchos casos las alergias no son peligrosas, cuando no se controlan o tratan adecuadamente, pueden afectar negativamente la calidad de vida y aumentar el riesgo de otras enfermedades.
1. Problemas respiratorios crónicos. Las alergias respiratorias (como la rinitis alérgica y el asma alérgica) pueden afectar negativamente la función pulmonar y la calidad de vida causando problemas como congestión nasal crónica, sinusitis recurrente, pérdida del olfato y el gusto, problemas para dormir debido a la congestión, tos crónica, etc. Si no se trata adecuadamente, el asma alérgica puede derivar en remodelación de las vías respiratorias, causando un deterioro permanente de la función pulmonar.
2. Complicaciones cardiovasculares. Las alergias graves, especialmente las reacciones anafilácticas, pueden afectar el sistema cardiovascular:
• Taquicardia o bradicardia (frecuencia cardíaca elevada o baja).
• Hipotensión (caída de la presión arterial).
• Paro cardíaco en casos de anafilaxia grave.
La inflamación crónica asociada a las alergias también puede contribuir a un mayor riesgo de hipertensión y enfermedad cardiovascular.
3. Problemas cutáneos crónicos. Las alergias cutáneas pueden causar inflamación y daño crónico en la piel, con problemas habituales como dermatitis atópica, urticaria crónica… La inflamación cutánea crónica puede afectar la calidad de vida y la salud mental.
4. Anafilaxia (reacción alérgica grave y mortal). La anafilaxia es la consecuencia más grave de una alergia. Puede poner en riesgo la vida en minutos si no se trata de inmediato.
5. Problemas digestivos. Las alergias alimentarias pueden provocar síntomas gastrointestinales y afectar la nutrición provocando dolor abdominal, cólicos, diarrea, malabsorción de nutrientes.
6. Inmunodeficiencia secundaria. La inflamación crónica provocada por las alergias puede debilitar el sistema inmunológico, aumentar la susceptibilidad a infecciones respiratorias, cutáneas y gastrointestinales, incrementar el riesgo de infecciones virales y bacterianas recurrentes. La inflamación crónica también puede desencadenar procesos autoinmunes.
7. Problemas psicológicos y emocionales. Las alergias pueden afectar negativamente la salud mental y emocional aumentando el riesgo de ansiedad y depresión, insomnio y fatiga crónica, estrés social.
La asociación entre enfermedad alérgica respiratoria y ansiedad se conoce desde hace mucho tiempo, tan es así que en la antigüedad la propia crisis asmática podía ser confundida y tomada como una crisis de ansiedad.
Diversos estudios han observado claramente el mayor nivel de ansiedad significativa en todas las enfermedades alérgicas, que alcanza un valor crítico en el sujeto con angioedema, enfermedad más grave.
Y es una relación bidireccional ya que factores psicológicos de orden emocional pueden actuar provocando mejora o empeoramiento de la enfermedad y asimismo pueden, en algunos casos, ser determinantes del comienzo de dicha condición.
8. Reducción de la calidad de vida. Las alergias pueden afectar actividades diarias, rendimiento escolar y profesional:
• Problemas de concentración → Por falta de sueño o síntomas respiratorios.
• Absentismo escolar o laboral → Por episodios frecuentes de alergia.
• Limitación en actividades al aire libre → Debido a alergias estacionales o ambientales.
9. Desarrollo de otras enfermedades. Si las alergias no se controlan adecuadamente, pueden evolucionar hacia otras enfermedades crónicas asma, bronquitis crónica, intolerancias alimentarias.
¿Pueden las alergias aumentar la esperanza de vida?
La alergia es la expresión moderna de un antiguo sistema de defensa diseñado para protegernos, entre otras cosas, de los parásitos. Los parásitos fueron en su día la causa más común de muerte infantil, por lo que contar con un sistema de anticuerpos agresivo era crucial. Las personas con alergias representan la superioridad genética de sus antepasados. Desgraciadamente, como hemos visto, eso actualmente afecta a su calidad de vida y su salud.
Sin embargo, también puede ser algo positivo ya que, según diversos estudios, las personas con alergias viven más y padecen menos cánceres que quienes no las padecen.
En la sociedad moderna, sin exposición a parásitos, este sistema de anticuerpos puede atacar a proteínas inofensivas transportadas por el aire que podrían contener algunos de los códigos genéticos de los parásitos; un accidente natural.
La mayoría de las alergias comienzan en la infancia, cuando los niños contraen infecciones virales continuas que los afectan hasta la edad adulta; es parte del sistema de defensa. Las alergias se vuelven menos intensas en la adolescencia, cuando la cantidad de virus de las vías respiratorias superiores comienza a disminuir.
Este rasgo genético no se supera con la edad, y el síndrome suele reaparecer en mujeres a los veinte y hombres a los treinta. Algunos pacientes experimentan una importante recuperación de las alergias tras un tratamiento contra el cáncer. Esto también forma parte del sistema de defensa.
¿O disminuir nuestra longevidad?
Como hemos visto, las alergias pueden aumentar la probabilidad de desarrollar ciertas enfermedades crónicas que podrían reducir la esperanza de vida. Estas enfermedades incluyen EPOC, enfermedades cardíacas, cáncer, diabetes, obesidad y demencia.
Por ejemplo, estudios demuestran que las personas con rinitis alérgica, especialmente aquellas con asma, son más propensas a desarrollar EPOC y a sufrir complicaciones derivadas.
Las alergias pueden activar células inflamatorias y citocinas, que pueden dañar el revestimiento de los vasos sanguíneos y promover la aterosclerosis, lo que provoca afecciones como la enfermedad de las arterias coronarias y el accidente cerebrovascular. Se ha descubierto que las personas con rinitis alérgica tienen un mayor riesgo de desarrollar estas afecciones.
El cáncer, caracterizado por un crecimiento celular anormal, puede verse afectado por la desregulación del sistema inmunitario causada por las alergias. Las alergias pueden alterar la función del sistema inmunitario y producir alérgenos que pueden actuar como carcinógenos o promotores de tumores. Estudios sugieren un mayor riesgo de cáncer de pulmón y linfoma en personas con rinitis alérgica y asma, respectivamente.
Las alergias pueden contribuir al desarrollo de la diabetes al inducir resistencia a la insulina y alterar el metabolismo de la glucosa. Esto puede provocar hiperglucemia, dislipidemia y un mayor estrés oxidativo. Estudios indican que las personas con rinitis alérgica tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Las alergias también pueden influir en las tasas de obesidad al afectar la regulación del apetito y el gasto energético. Esto puede provocar un aumento de la ingesta de alimentos, una reducción de la actividad física y una distribución alterada de la grasa. Las investigaciones demuestran que las personas con rinitis alérgica tienden a tener un índice de masa corporal (IMC) más alto.
Por último, las alergias primaverales pueden contribuir al desarrollo de la demencia al causar neuroinflamación y estrés oxidativo en el cerebro y los vasos sanguíneos. Esto puede provocar deterioro cognitivo, pérdida neuronal y depósito de amiloide. Estudios sugieren que las personas con rinitis alérgica tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.
En resumen, las alergias primaverales pueden afectar la esperanza de vida al aumentar el riesgo de diversas enfermedades crónicas que pueden reducir la esperanza y la calidad de vida. Los mecanismos por los cuales las alergias primaverales afectan estas enfermedades incluyen inflamación, estrés oxidativo, desregulación del sistema inmunitario y alteraciones metabólicas.
¿De qué manera las alergias influyen en la longevidad?
La relación entre las alergias primaverales y la longevidad es compleja y depende de muchos factores que interactúan entre sí de diferentes maneras:
- Genética: La genética desempeña un papel clave a la hora de determinar quién desarrolla alergias y su gravedad. Algunas personas heredan genes que las hacen más propensas a producir anticuerpos IgE o a tener mastocitos que liberan más histamina. Otras también heredan genes que las hacen más susceptibles a desarrollar enfermedades crónicas como asma, EPOC, cardiopatías o cáncer.
- Medio ambiente: El medio ambiente también influye en el desarrollo y la gravedad de las alergias y las enfermedades crónicas. La exposición a alérgenos, la contaminación atmosférica, el humo del tabaco, las infecciones o el estrés puede desencadenar o empeorar las reacciones alérgicas y la inflamación. La exposición a carcinógenos, radiación, virus o toxinas puede dañar el ADN y causar cáncer.
- Asma: El asma es una enfermedad crónica que afecta la relación entre las alergias primaverales y la longevidad de diversas maneras. Por un lado, el asma puede desencadenarse o agravarse por las alergias primaverales, lo que provoca mayor inflamación y estrés oxidativo en los pulmones y otros órganos. Por otro lado, el asma también puede proteger contra algunos tipos de cáncer, como el cáncer colorrectal, al mejorar la vigilancia inmunitaria y eliminar células anormales. El asma también puede tratarse con medicamentos que pueden reducir la inflamación y mejorar la función pulmonar, como corticosteroides, broncodilatadores o fármacos biológicos.
En conclusión, las alergias primaverales y la longevidad se ven influenciadas por numerosos factores que interactúan entre sí de diferentes maneras. Algunos de estos factores pueden tener efectos positivos o negativos en la salud, mientras que otros pueden tener efectos complejos o contradictorios.
¿Cómo influyen la epigenética y la proteómica en la relación entre las alergias primaverales y la longevidad?
La epigenética y la proteómica son dos campos científicos que pueden influir en la conexión entre las alergias primaverales y la longevidad.
La epigenética estudia cómo nuestro entorno puede provocar cambios en el funcionamiento de nuestros genes sin alterar la secuencia de ADN. La proteómica, por otro lado, se centra en el estudio de las proteínas, que son partes vitales de los organismos vivos y desempeñan múltiples funciones.
La respuesta de nuestro sistema inmunitario a los alérgenos y la regulación de las vías inflamatorias implicadas en las enfermedades alérgicas pueden verse influenciadas tanto por la epigenética como por la proteómica.
Por ejemplo, un complejo proteico en nuestras células, llamado inflamasoma, puede verse afectado por estos dos campos. El inflamasoma es responsable de desencadenar la liberación de moléculas inflamatorias en respuesta a sustancias nocivas. Tanto la epigenética como la proteómica pueden influir en la función de un controlador clave del inflamasoma, conocido como NLRC5.
¿El resultado? Los cambios en la forma en que nuestro sistema inmunológico reacciona a los alérgenos pueden influir en la gravedad de las enfermedades alérgicas y, por extensión, afectar la longevidad.
La epigenética y la proteómica también pueden afectar los procesos de envejecimiento celular, como la longitud de los telómeros. Los telómeros son las tapas protectoras al final de nuestro ADN. A medida que envejecemos, estas tapas se acortan.
Un gen conocido como NHLRC1 puede verse influenciado por la epigenética y la proteómica. Este gen desempeña un papel en la respuesta al daño del ADN, lo que puede afectar la longitud de nuestros telómeros. Los cambios en la longitud de los telómeros pueden influir en el riesgo de enfermedades crónicas y, por lo tanto, afectar la longevidad.
Los mecanismos de reparación del ADN, cruciales para la prevención de enfermedades como el cáncer, también pueden verse afectados por la epigenética y la proteómica. Por ejemplo, la enzima TPMT, que ayuda a metabolizar ciertos fármacos utilizados en el tratamiento de enfermedades inflamatorias, puede verse influenciada por estos dos campos. Los cambios en la función de esta enzima pueden afectar la eficacia y la seguridad de estos fármacos, lo que a su vez puede afectar la progresión de las enfermedades inflamatorias y la longevidad.
Por último, la epigenética y la proteómica pueden ayudar a identificar ciertos marcadores biológicos que podrían utilizarse en el diagnóstico, pronóstico o tratamiento de enfermedades. Por ejemplo, ciertas variaciones genéticas en el gen NLRC5 y la enzima TPMT, así como en NHLRC1, se asocian con cambios en la concentración de diversas proteínas en la sangre. Estas proteínas podrían servir como marcadores para ayudar a predecir y controlar las enfermedades alérgicas.
En conclusión, si bien aún están en desarrollo, los campos de la epigenética y la proteómica tienen un gran potencial para proporcionar nuevos conocimientos sobre la relación entre las alergias primaverales y la longevidad.

Ideas clave
- Las alergias son respuestas inmunológicas exageradas frente a sustancias inofensivas, como polen o alimentos, que pueden afectar la calidad de vida y, en casos graves, poner en riesgo la vida.
- Los síntomas comunes incluyen picor, enrojecimiento y broncoconstricción.
- Los tratamientos suelen ser evitar los alérgenos y usar antihistamínicos, corticosteroides o adrenalina en casos de anafilaxia.
- Las alergias pueden causar problemas respiratorios crónicos, cardiovasculares, cutáneos y digestivos, y también pueden debilitar el sistema inmunológico.
- Además, pueden tener un impacto emocional, causando ansiedad y depresión, y reducen la calidad de vida, afectando actividades diarias y rendimiento escolar o laboral.
- Aunque las alergias no suelen afectar la esperanza de vida directamente, algunas investigaciones sugieren que las personas con alergias viven más tiempo y padecen menos cánceres, debido a un sistema inmunológico heredado que, en el pasado, protegía contra parásitos.
- Sin embargo, las alergias también pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, como EPOC, enfermedades cardíacas, cáncer, diabetes y demencia, lo que podría reducir la longevidad.
- Factores como la genética, el ambiente y enfermedades asociadas, como el asma, influyen en la relación entre alergias y longevidad.
- Además, la epigenética y la proteómica pueden afectar la forma en que el sistema inmunológico responde a los alérgenos y, por ende, la gravedad de las alergias y el riesgo de enfermedades crónicas.
- Estos campos científicos ofrecen nuevas perspectivas sobre cómo las alergias pueden influir en la salud y longevidad.
Enfermedades relacionadas
Fuente:
- Rut Agero, Nora Figueroa, Si lvia Valongo, Guillermo Mujica, Jorge Molinas, Alergia y salud mental. Estudio epidemiologico interdisciplinario. https://docs.bvsalud.org/biblioref/2018/11/964573/alergia-y-salud-mental-estudio-epidemiologico.pdf
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