¿Para qué sirve la vitamina B1?
La vitamina B1 o tiamina es una vitamina que ayuda a las células del organismo a convertir carbohidratos en energía, entre otras muchas funciones. Además, su déficit se relaciona con enfermedades tales como: depresión, espasmos musculares, disfunción cognitiva, diabetes mellitus tipo 2, trastornos gastrointestinales y neurastenia, entre otras. Por eso, es importante asegurarnos su consumo mediante la dieta y, si es necesario, suplementos.
Índice
- ¿Qué es la vitamina B1 y cuáles son sus funciones?
- ¿Dónde se encuentra la vitamina B1?
- Beneficios de la vitamina B1 para la salud
- ¿Qué problemas causa el déficit de vitamina B1?
- ¿Son necesarios los suplementos de vitamina B1 al envejecer?
¿Qué es la vitamina B1 y cuáles son sus funciones?
La vitamina B1, también llamada tiamina, es una de las vitaminas del complejo B. Estas vitaminas son hidrosolubles, es decir, se disuelven en agua y, lo que no usa el organismo, lo elimina a través de la orina. Esta vitamina es necesaria para que el cuerpo convierta los alimentos en energía y para el funcionamiento adecuado del sistema nervioso.
La vitamina B1 participa en muchas de las reacciones químicas del cuerpo:
- ayuda a las células a convertir los carbohidratos de los alimentos en energía.
- participa en la contracción de los músculos y la conducción de las señales nerviosas.
- es esencial para el metabolismo del piruvato, un compuesto clave para la producción de energía.
- es necesaria para el funcionamiento normal del músculo cardíaco. La deficiencia de tiamina puede llevar a problemas cardíacos, como la insuficiencia cardíaca congestiva.
¿Dónde se encuentra la vitamina B1?
Las principales fuentes alimenticias de esta vitamina son los productos integrales, enriquecidos y fortificados como el pan, los cereales, el arroz, la pasta y la harina, el germen de trigo, o alimentos naturalmente ricos en B1 como la carne de res y de cerdo, la trucha y el atún de aleta azul, los huevos, las legumbres, los guisantes, las nueces y semillas. Recomendaríamos las fuentes naturales frente a alimentos fortificados.
Beneficios de la vitamina B1 para la salud
La vitamina B1 ayuda a prevenir complicaciones en el sistema nervioso, el cerebro, los músculos, el corazón, el estómago y los intestinos. También está involucrado en el flujo de electrolitos dentro y fuera de las células musculares y nerviosas.
1- Aumenta la energía
El organismo requiere vitamina B1 para producir ATP, la principal molécula transportadora de energía a las células.
La tiamina ayuda a convertir los carbohidratos en glucosa, que es la fuente preferida de energía que necesita el organismo para mantener el metabolismo activo y en funcionamiento. Además, ayuda a descomponer las proteínas y las grasas, es decir, los tres macronutrientes.
La tiamina se necesita específicamente para un sistema de reacciones enzimáticas llamado piruvato deshidrogenasa, que funciona para metabolizar los azúcares que comemos.
2- Ayuda en los síntomas de la diabetes
La tiamina (como difosfato de tiamina, la principal forma activa de la vitamina) es esencial para el metabolismo de la glucosa. Se ha comprobado que entre el 17 y el 79% de personas con diabetes tipo 1 o tipo 2 tenen niveles bajos de tiamina. Por eso, aumentar la ingesta de esta vitamina puede ayudar a reducir la gravedad de los síntomas asociados con la diabetes temprana (estudio).
3- Mejora la inmunidad
Al igual que otras vitaminas del grupo B, es una vitamina "antiestrés" ya que sirve para fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la capacidad del organismo para hacer frente a condiciones estresantes.
4- Ayuda a la salud cerebral
Las personas con ataxia, una enfermedad que dificulta el movimiento, suelen tener niveles bajos de tiamina y un mal funcionamiento del piruvato. Por eso, el tratamiento con tiamina puede mejorar esta condición.
La vitamina B1 ayuda al desarrollo de la vaina de mielina, la capa que envuelve los nervios para protegerlos y asegurar su función mejorando la conducción nerviosa.
En el cerebro, tanto las células nerviosas como otras células de apoyo del sistema nervioso necesitan la vitamina B1 para funcionar.
Se ha comprobado que las personas con Alzheimer tienen una actividad reducida de las enzimas que dependen de la tiamina. Por eso, algunos investigadores sospechan que la terapia con vitamina B1 podría tener un impacto favorable en enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson, el Alzheimer y la enfermedad de Huntington (estudio).
Además, la tiamina en dosis altas redujo el cansancio en personas tras de un accidente cerebrovascular.
5- Mejora la salud cardiovascular
La tiamina es vital para la función del sistema cardiovascular, y la deficiencia de tiamina puede causar insuficiencia cardíaca congestiva.
En una revisión de 20 estudios clínicos, la suplementación con tiamina mejoró la función cardíaca en personas con insuficiencia cardíaca.
6- Previene las cataratas
La tiamina puede reducir el riesgo de desarrollar cataratas ya que la ingesta de dosis adecuadas de proteínas, junto con vitaminas A, B1, B2 y B3 reduce el riesgo de esta enfermedad degenerativa del ojo. Estos es así porque estas vitaminas protegen el cristalino del ojo (estudio).
7- Mejora la digestión
La tiamina ayuda al buen funcionamiento del sistema digestivo al regular la producción de ácido clorhídrico, indispensable para la activación del pepsinógeno, que ayuda a degradar las proteínas y, por lo tanto, a realizar la digestión.
8- Combate la depresión
Tomar suplementos de vitamina B1 junto con un antidepresivo es bueno para la depresión. La vitamina B1 ayuda a aliviar los síntomas más rápido mientras estabiliza su estado de ánimo. La falta de vitamina B1 también se ha relacionado con estados de ánimo bajos.
¿Qué problemas causa el déficit de vitamina B1?
Una falta de tiamina puede causar debilidad, fatiga, psicosis y daño neurológico. Además, puede causar una enfermedad llamada beriberi. Beriberi afecta la respiración, los movimientos oculares, la función cardíaca y el estado de alerta. Es causado por una acumulación de ácido pirúvico en el torrente sanguíneo, que es un efecto secundario de que el cuerpo no puede convertir los alimentos en combustible.
La deficiencia de tiamina es más frecuente en las personas alcohólicas ya que el consumo excesivo de alcohol dificulta la absorción de la tiamina. También en aquellas que padecen enfermedad de Crohn o anorexia.
En los casos de deficiencia grave de tiamina, se puede presentar daño cerebral como el síndrome de Korsakoff o la enfermedad de Wernicke, que pueden aparecer juntas o separadas. La enfermedad de Wernicke afecta el sistema nervioso y provoca deficiencias visuales, falta de coordinación muscular y deterioro mental. Si la enfermedad de Wernicke no se trata, puede provocar el síndrome de Korsakoff. El síndrome de Korsakoff afecta permanentemente las funciones de memoria en el cerebro.
Las cantidades diarias recomendadas de esta vitamina son:
0 a 6 meses: 0.2 miligramos por día (mg/día)
7 a 12 meses: 0.3 mg/día
1 a 3 años: 0.5 mg/día
4 a 8 años: 0.6 mg/día
9 a 13 años: 0.9 mg/día
Hombres de 14 en adelante: 1.2 mg/día
Mujeres de 14 a 18 años: 1.0 mg/día
Mujeres de 19 años en adelante: 1.1 mg/día (se necesitan 1.4 mg durante el embarazo y la lactancia)
La mejor manera de obtener los requerimientos diarios de las vitaminas esenciales es consumir una dieta balanceada que contenga una variedad de alimentos. Sin embargo, en el caso de embarazadas, mujeres en periodo de lactancia, adultos mayores o personas alcohólicas puede ser necesario un suplemento dietético para obtener las cantidades diarias recomendadas.
¿Son necesarios los suplementos de vitamina B1 al envejecer?
Hasta el 20%-30% de los adultos mayores tienen indicadores de laboratorio que sugieren algún grado de deficiencia de tiamina. Las posibles razones incluyen ingestas dietéticas bajas, una combinación de enfermedades crónicas, uso concomitante de múltiples medicamentos y baja absorción de tiamina como resultado natural del envejecimiento. Algunos estudios pequeños han encontrado que el riesgo de deficiencia es particularmente alto en personas mayores que viven en una residencia.
Como hemos visto, la vitamina B1 ayuda a prevenir enfermedades neurodegenerativas, cardiovasculares, cataras, aumenta la energía, mejora la inmunidad… por lo tanto, en personas mayores con déficit de vitamina B1 puede ser necesario un suplemento de vitamina B1 para evitar el desarrollo de estas enfermedades y problemas más habituales en la tercera edad.
No se han encontrado efectos secundarios asociados a esta vitamina, aunque siempre se debe consultar antes su consumo con el profesional de medicina.
Ideas clave
- La vitamina B1, también llamada tiamina, es una de las vitaminas del complejo B. Estas vitaminas son hidrosolubles, es decir, se disuelven en agua y, lo que no usa el organismo, lo elimina a través de la orina.
- La vitamina B1 participa en muchas de las reacciones químicas del cuerpo: ayuda a las células del organismo a convertir carbohidratos en energía; juega un papel en la contracción muscular y la conducción de las señales nerviosas; es esencial para el metabolismo del piruvato, una molécula importante en varias reacciones químicas del cuerpo.
- Las principales fuentes alimenticias de esta vitamina son los productos integrales, enriquecidos y fortificados como el pan, los cereales, el arroz, la pasta y la harina, el germen de trigo, o alimentos naturalmente ricos en B1 como la carne de res y de cerdo, la trucha y el atún de aleta azul, los huevos, las legumbres, los guisantes, las nueces y semillas.
- La vitamina B1 ayuda a prevenir complicaciones en el sistema nervioso, el cerebro, los músculos, el corazón, el estómago y los intestinos. También está involucrado en el flujo de electrolitos dentro y fuera de las células musculares y nerviosas. Por eso, entre sus beneficios encontramos aumentar la energía, ayudar a tratar los síntomas de la diabetes, mejorar la inmunidad, ayudar a la salud cerebral, mejorar la salud cardiovascular, prevenir las cataratas, mejorar la digestión o combatir la depresión.
- Una falta de tiamina puede causar debilidad, fatiga, psicosis y daño neurológico. Además, puede causar una enfermedad llamada beriberi. La deficiencia de tiamina es más frecuente en las personas alcohólicas ya que el consumo excesivo de alcohol dificulta la absorción de la tiamina. También en aquellas que padecen enfermedad de Crohn o anorexia.
- En el caso de embarazadas, mujeres en periodo de lactancia, adultos mayores o personas alcohólicas puede ser necesario un suplemento dietético para obtener las cantidades diarias recomendadas.
- Hasta el 20%-30% de los adultos mayores tienen indicadores de laboratorio que sugieren algún grado de deficiencia de tiamina. Las posibles razones incluyen ingestas dietéticas bajas, una combinación de enfermedades crónicas, uso concomitante de múltiples medicamentos y baja absorción de tiamina como resultado natural del envejecimiento.
- Como hemos visto, la vitamina B1 ayuda a prevenir enfermedades neurodegenerativas, cardiovasculares, cataras, aumenta la energía, mejora la inmunidad… por lo tanto, en personas mayores con déficit de vitamina B1 puede ser necesario un suplemento de vitamina B1 para evitar el desarrollo de estas enfermedades y problemas más habituales en la tercera edad.
Enfermedades relacionadas
Fuente:
- Koppel BS. Nutritional and alcohol-related neurologic disorders. In: Goldman L, Schafer AI, eds. Goldman-Cecil Medicine. 26th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2020:chap 388.
- Alaei Shahmiri F, Soares MJ, Zhao Y, Sherriff J. High-dose thiamine supplementation improves glucose tolerance in hyperglycemic individuals: a randomized, double-blind cross-over trial. Eur J Nutr 2013;52:1821-4. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/23715873/
- Bubko I, Gruber BM, Anuszewska EL. Rola tiaminy w chorobach neurodegeneracyjnych [The role of thiamine in neurodegenerative diseases]. Postepy Hig Med Dosw (Online). 2015 Sep 21;69:1096-106. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26400895/
- DiNicolantonio JJ, Niazi AK, Lavie CJ, O’Keefe JH, Ventura HO. Thiamine supplementation for the treatment of heart failure: a review of the literature. Congest Heart Fail 2013;19:214-22. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/23910704/