Alzheimer y envejecimiento

Alzheimer y envejecimiento

El Alzheimer es un tipo de demencia que causa problemas con la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Una enfermedad neurodegenerativa que no solo acorta nuestra esperanza de vida, sino también la calidad de los años que vivamos desde el diagnóstico de la enfermedad.

Índice

¿Qué es el Alzheimer?

El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que se caracteriza por una pérdida de la memoria inmediata y de otras capacidades mentales causada por la muerte de las células nerviosas que atrofian diferentes zonas del cerebro.

Esta enfermedad suele tener una duración media aproximada, una vez diagnosticada, de 10 años, aunque esto puede variar según la gravedad de cada caso y la edad a la que comience.

Es la forma más común de demencia en los mayores, representando el 50-60% de todas ellas; es incurable y terminal, y aparece con mayor frecuencia en mayores de 65, aunque también pueden darse casos antes de esta edad, especialmente si existen factores genéticos. Actualmente, 1 de cada 10 personas mayores de 65 años padece Alzheimer.

No es igual que la pérdida de memoria o de otras capacidades mentales que se produce de manera normal al envejecer, sino que tiene otra fisiopatología, es más acelerada e implica otros síntomas.

Síntomas del Alzheimer

Los síntomas generalmente se desarrollan de manera lenta y empeoran con el tiempo, hasta que son tan graves que impiden las actividades más cotidianas.

- cambios en la personalidad

- deterioro en la capacidad de movimiento o al caminar o apraxia

- dificultad para comunicarse o afasia

- bajo nivel de energía

- pérdida de memoria

- cambios de estado de ánimo

- problemas de atención y orientación

- incapacidad de resolver operaciones aritméticas sencillas

- agnosia (fallo en el reconocimiento de objetos)

Se produce, por tanto, una afectación en el área física, psíquica y social que repercute en la calidad de vida del mayor y de sus familiares.

Causas del Alzheimer

No se conoce la causa concreta de la aparición de esta enfermedad, aunque las últimas investigaciones parecen indicar que están implicados procesos de tipo priónico. Las investigaciones suelen asociar la enfermedad a la aparición de placas seniles y ovillos neurofibrilares.

Además, existen unos factores de riesgo conocidos para desarrollar la enfermedad, como la edad o la herencia genética, aunque sin duda el factor de riesgo más conocido e importante es el aumento de la edad.

Fases del Alzheimer

El Alzheimer evoluciona en tres fases:

1- Fase leve o inicial. La sintomatología es ligera: se ve afectada la memoria a corto plazo, apareciendo los despistes, los cambios de humor, cuesta más aprender y comprender el lenguaje escrito, surge el rechazo a conocer nuevas personas y lugares… Pero todavía se mantiene la autonomía.

2- Fase moderada. El paciente pierde la memoria a corto y largo plazo, los olvidos son cada vez más frecuentes, comienza a confundir personas y recuerdos, no consigue encontrar las palabras adecuadas, se desorienta con facilidad, coloca los objetos en lugares equivocados, tiene dificultad para tomar decisiones y los cambios de humor son más acusados. En cuanto a la autonomía, va perdiendo esta capacidad y requiere ayuda de un cuidador para ciertas tareas. No se le puede dejar solo.

3- Fase severa. La pérdida de memoria es prácticamente total, no reconoce personas ni lugares ni se acuerda de su pasado. Necesita ayuda para comer, pierde el control de las funciones corporales y necesita cuidado constante.

¿Se puede prevenir el Alzheimer?

Hasta ahora, se sabe que lo que es bueno para el corazón, también lo es para el cerebro. Por lo tanto, adoptar unos hábitos de vida saludables podría prevenir casi uno de cada tres casos incorporando a nuestro estilo de vida prácticas de prevención para el control de los factores de riesgo cardiovascular.

Por lo tanto, para prevenir el Alzheimer se debería:

- Controlar los factores de riesgo cardiovascular: colesterol, hipertensión, diabetes, obesidad, tabaquismo.

- Seguir una dieta equilibrada que incluya alimentos como aceite de oliva virgen extra, legumbres, frutos secos, fruta, verdura, pescado… Alimentos con nutrientes como los ácidos grasos omega 3 que favorecen la salud cerebral.

- Hacer ejercicio físico: mantenerse activo es fundamental, por lo que se aconseja hacer al menos 150 minutos de ejercicio a la semana.

- Mantener la mente activa: ofrecer retos a la mente ayuda a mantener nuestra reserva cognitiva, aprender nuevas habilidades, hacer crucigramas o sudokus, leer, estudiar…

- Cuidar la vida social: relacionarse con otras personas nos ayuda a mantener las conexiones neuronales activas y resulta clave para nuestro bienestar.

- Tomar suplementos antienvejecimiento para la salud cerebral y la memoria como el ginkgo biloba o el astragalósido IV, que protege las neuronas dopaminérgicas.

¿Cuál es el tratamiento del Alzheimer?

En la actualidad, el Alzheimer no tiene cura, pero hay tratamientos para los síntomas disponibles y hay muchos estudios en marcha ya que, si no se encuentra una cura efectiva, en el año 2050 el número de casos se habrá triplicado.

En cuanto a los tratamientos disponibles actualmente, no pueden detener el avance de la enfermedad, pero sí ralentizar el empeoramiento de los síntomas y mejorar la calidad de vida de los afectados (y de sus familias). Hacen falta más estudios para encontrar un tratamiento adecuado. La ciencia es la única solución.

Además de los fármacos, se aconseja acudir a centros de día en los que se llevan a cabo diversas actividades que ayudan al mantenimiento de la autonomía de la persona con demencia, además de a ralentizar la pérdida de memoria. Es importante trabajar la mente para que el avance sea más lento.

¿Cómo afecta el Alzheimer a la longevidad?

La enfermedad dura entre 7 y 15 años desde el diagnóstico, acortando la esperanza de vida, sobre todo en pacientes diagnosticados más jóvenes.

En las etapas avanzadas de la enfermedad, las complicaciones derivadas de la pérdida grave de la función cerebral como la deshidratación, la malnutrición o la infección acaban causando el fallecimiento.

Pero esta enfermedad no solo acorta nuestra longevidad, sino que disminuye considerablemente la calidad de vida del afectado, sobre todo en las fases 2 y 3 de la enfermedad. El Alzheimer reduce poco a poco la autonomía para caminar, comer, ir al baño o hacer cualquier tarea, ya que casi todas las funciones cerebrales se ven afectadas, por lo que es una enfermedad muy dura para el paciente, que ve cómo su vida se le escapa sin acordarse de quién es, y para sus familiares, ya que las personas con Alzheimer no solo son dependientes, también sufren cambios de humor y comportamiento.

En resumen, es una enfermedad muy dura para la que actualmente no hay cura, pero sí existen las medidas de prevención antes indicadas que nos pueden ayudar a evitar la aparición de este tipo de demencia y, sobre todo, el diagnóstico temprano es esencial, ya que los fármacos son más efectivos cuantas menos capacidades se han perdido. Mantener una rutina de ejercicio físico y una higiene de sueño (ritmos circadianos) correctas son claves, además de una nutrición que reduzca la inflamación y disfunción metabólica. Consulta pautas más detalladas en nuestros ebooks.

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Ideas clave

  • El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que se caracteriza por una pérdida de la memoria inmediata y de otras capacidades mentales causada por la muerte de las células nerviosas que atrofian diferentes zonas del cerebro.
  • Los síntomas generalmente se desarrollan de manera lenta y empeoran con el tiempo, hasta que son tan graves que impiden las actividades más cotidianas.
  • No se conoce la causa concreta de la aparición de esta enfermedad, aunque las últimas investigaciones parecen indicar que están implicados procesos de tipo priónico. Las investigaciones suelen asociar la enfermedad a la aparición de placas seniles y ovillos neurofibrilares.
  • Se puede prevenir el Alzheimer controlando los factores de riesgo, haciendo ejercicio, siguiendo una dieta sana, manteniendo la mente activa o cuidando la vida social.
  • En la actualidad, el Alzheimer no tiene cura, pero hay tratamientos para los síntomas disponibles que no pueden detener el avance de la enfermedad, pero sí ralentizar el empeoramiento de los síntomas y mejorar la calidad de vida de los afectados (y de sus familias).
  • La enfermedad dura entre 7 y 15 años desde el diagnóstico, acortando la esperanza de vida, sobre todo en pacientes diagnosticados más jóvenes.

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