¿Cómo cuidar tus mitocondrias (y estar sano y pleno de energía)?

¿Cómo cuidar tus mitocondrias (y estar sano y pleno de energía)?

¿Alguna vez sientes que tus niveles de energía y vitalidad están siempre bajos? ¿O que cualquier cosa te cuesta muchísimo trabajo hacerla? Una posible explicación a esta situación podría residir dentro de tus células, en las mitocondrias, que son los orgánulos celulares encargados de producir energía mediante una serie de procesos metabólicos.

Índice

Es decir, cuando nuestras mitocondrias no están bien, nuestra energía disminuye. Esto es algo que podemos percibir a corto plazo.

Sin embargo, a largo plazo la disfunción mitocondrial compromete nuestra salud a muchos niveles, siendo esta una consecuencia lógica. Al fin y al cabo, no somos más, simplificando mucho, que un conjunto de  células interactuando y si éstas no están optimizadas es normal que se produzcan fallos.

¿Pero qué son las mitocondrias? 

Las mitocondrias, a menudo llamadas las "centrales eléctricas" de nuestras células, juegan un papel fundamental en la producción de energía. 

Generan adenosín trifosfato (ATP), que podemos describir como la moneda de la energía celular. Ciertos tipos de células, como las del corazón, el hígado y los músculos, contienen abundantes mitocondrias debido a sus altas demandas energéticas.

Pero además de ocuparse de la producción de energía, las mitocondrias también contribuyen a la señalización hormonal dentro del cuerpo. 

Recordemos que el papel principal de las hormonas es el de regular y coordinar las diversas actividades fisiológicas y metabólicas del organismo.

Así, nos encontramos que:

  •  La insulina, el glucagón y las hormonas tiroideas ayudan a regular los niveles de glucosa en sangre y el metabolismo de los nutrientes.

  • La aldosterona y la hormona antidiurética (ADH) controlan la excreción de agua y electrolitos a través de los riñones, ayudando a mantener el equilibrio hídrico y electrolítico del cuerpo.

  • El cortisol y la adrenalina juegan un papel en la respuesta del organismo al estrés, ayudando a movilizar la energía y preparando al cuerpo para la acción.

  • La serotonina y la dopamina influyen en el estado de ánimo, la motivación y el comportamiento.

  • y así un largo etcétera hasta alcanzar las alrededor de 50 hormonas existentes

En este marco, podemos entender que nuestra salud depende en gran medida de cómo se encuentren nuestras mitocondrias.

¿Qué es la disfunción mitocondrial?

El proceso de producción de energía tiene un costo. La producción de energía depende en gran medida del oxígeno, lo que la hace susceptible al estrés oxidativo.

Y, sin un suministro adecuado de nutrientes y antioxidantes, este proceso puede llevar a la disfunción mitocondrial al generarse más estrés oxidativo del que puede gestionar, provocando a mayores un mal funcionamiento celular.

Cuando esto se produce, puede derivar en diversas enfermedades crónicas (cardiacas, diabetes 2, neurodegenerativas, etc.) y en un envejecimiento prematuro.

¿Cómo cuidar a nuestras mitocondrias?

La buena noticia es que se pueden apoyar a las mitocondrias a través de un buen número de intervenciones de estilo de vida

Nutrición

Se trataría de consumir alimentos ricos en nutrientes que proporcionen las vitaminas, minerales y antioxidantes esenciales necesarios para una función mitocondrial óptima.

Las vitaminas B, incluyendo tiamina, riboflavina, niacina y folato, son cruciales para la producción de energía y la salud mitocondrial. Además, las vitaminas D, E y K, junto con minerales como magnesio, zinc y selenio, desempeñan roles vitales en el apoyo a la función mitocondrial.

Por otra parte, antioxidantes como la coenzima Q10, el ácido alfa-lipoico y los carotenoides ayudan a combatir el estrés oxidativo y proteger la integridad mitocondrial. 

Muchos de estos compuestos pueden obtenerse de una dieta variada y basada en alimentos reales y/o consumiendo complementos nutricionales específicos (no por nada la mayoría de compuestos de AgeSwitch apuntan a la optimización mitocondrial)

Ejercicio

El ejercicio regular, especialmente el entrenamiento de fuerza y el entrenamiento de intervalos de alta intensidad, ha demostrado mejorar la biogénesis mitocondrial y la función mitocondrial en múltiples estudios

El ejercicio promueve la adaptación mitocondrial al aumentar la demanda de energía de las células musculares, lo que lleva a una mayor producción de mitocondrias y una mejora en la eficiencia energética.

Reducción del estrés 

El estrés crónico puede contribuir a la disfunción mitocondrial al aumentar la producción de radicales libres y promover la inflamación. Prácticas de reducción del estrés como la meditación, el yoga, la respiración profunda y la terapia cognitivo-conductual pueden ayudar a reducir los efectos negativos del estrés en las mitocondrias.

Optimización del sueño

El sueño es esencial para la salud y la función de las mitocondrias. La falta de sueño o la mala calidad del sueño pueden afectar negativamente la función mitocondrial y el metabolismo energético. Priorizar un sueño de calidad y asegurarse de obtener suficiente descanso puede ayudar a mantener la salud mitocondrial.

Exposición al frío y al calor

La exposición a temperaturas muy frías o calientes pueden estimular la biogénesis mitocondrial y mejorar la función mitocondrial al aumentar la actividad de ciertos factores de crecimiento y proteínas relacionadas con la energía.

Evitar toxinas

Son muchos los elementos tóxicos que pueden perjudicar nuestra salud mitocondrial. En algunos casos, como el tabaco o el alcohol, está en nuestra mano eliminarlos. En otros casos, como aquellos que pudieran estar en nuestro entorno, como algunos metales pesados, pesticidas y herbicidas, productos químicos industriales, plásticos y bisfenol A (BPA), productos de limpieza o cosméticos o contaminantes presentes en el aire de las grandes ciudades, siempre es recomendable intentar minimizar su exposición

Como vemos, no son pocas las herramientas que disponemos para cuidar a nuestras mitocondrias.

Ahora, sólo es cuestión de empezar a ponerlas en práctica.

Producto antienvejecimiento

Ideas clave

  • Las mitocondrias son las "centrales energéticas" de las células y generan ATP, esencial para el funcionamiento celular, especialmente en órganos con alta demanda energética como el corazón, el hígado y los músculos.
  • La producción de energía mitocondrial puede generar estrés oxidativo, lo que puede llevar a su disfunción, provocando enfermedades crónicas y envejecimiento prematuro. 
  • Las mitocondrias participan en la señalización hormonal, regulando procesos fisiológicos como el metabolismo, el equilibrio hídrico y la respuesta al estrés.
  • La salud mitocondrial se puede mejorar con una dieta rica en vitaminas (B, D, E, K) y antioxidantes (coenzima Q10, ácido alfa-lipoico), que protegen contra el estrés oxidativo.
  • El ejercicio regular, especialmente el entrenamiento de fuerza e intervalos, mejora la cantidad y eficiencia de las mitocondrias.
  • El control del estrés y un buen descanso son esenciales para mantener la función mitocondrial óptima, ya que el estrés y la falta de sueño afectan negativamente a la salud mitocondrial.
  • Minimizar la exposición a toxinas (como el tabaco, pesticidas, metales pesados) es crucial para proteger las mitocondrias y mantener una buena salud celular.

Enfermedades relacionadas

Fuente:

  • Shigenaga MK, Hagen TM, Ames BN. Oxidative damage and mitochondrial decay in aging. Proc Natl Acad Sci U S A. 1994 Nov 8;91(23):10771-8. doi: 10.1073/pnas.91.23.10771. 
   
  • López-Lluch G. Mitochondrial activity and dynamics changes regarding metabolism in ageing and obesity. Mech Ageing Dev. 2017 Mar;162:108-121. doi: 10.1016/j.mad.2016.12.005. 
 
  • Menshikova EV, Ritov VB, Fairfull L, Ferrell RE, Kelley DE, Goodpaster BH. Effects of exercise on mitochondrial content and function in aging human skeletal muscle. J Gerontol A Biol Sci Med Sci. 2006 Jun;61(6):534-40. doi: 10.1093/gerona/61.6.534.
 
  • Perry CG, Lally J, Holloway GP, Heigenhauser GJ, Bonen A, Spriet LL. Repeated transient mRNA bursts precede increases in transcriptional and mitochondrial proteins during training in human skeletal muscle. J Physiol. 2010 Dec 1;588(Pt 23):4795-810. doi: 10.1113/jphysiol.2010.199448.
 
  • Picard M, McEwen BS, Epel ES, Sandi C. An energetic view of stress: Focus on mitochondria. Front Neuroendocrinol. 2018 Apr;49:72-85. doi: 10.1016/j.yfrne.2018.01.001

Redacción: Marcelo Lewin

Supervisión editorial: Carlos Gutiérrez

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