En salud, suprimir es mejor que añadir

En salud, suprimir es mejor que añadir

Esta frase, respaldada por múltiples líneas de evidencia científica, hace referencia a que eliminar factores perjudiciales suele tener más impacto positivo en la salud que simplemente añadir suplementos o intervenciones externas. ¿Qué crees que es mejor para vivir más: dejar de fumar o salir a correr todos los días, pero fumándose un paquete de tabaco al día? En lugar de buscar la “cura” a través de nuevas sustancias, muchas veces es más efectivo dejar de hacer lo que nos daña.

Índice

¿Qué es mejor, suprimir o añadir?

Muchas personas creen que, para cuidar su salud, basta con adoptar un par de hábitos saludables, como consumir mucha fruta y verdura o salir a correr un par de veces a la semana, sin eliminar aquellos que son realmente perjudiciales para nosotros.

Por eso, es habitual ver contradicciones como un runner que se enciende un cigarrillo nada más acabar su carrera, una persona obesa que se protege del sol, pero sigue comiéndose una hamburguesa a la sombra o una mujer que hace pilates mientras grita estresada a sus hijos…

Contradictorio ¿no? Y nos pasa un poco a todos ya que, a veces, nos es más sencillo adoptar solo aquellos hábitos que nos es fácil incluir en nuestra vida (como comer más fruta y verdura o salir a dar un paseo) que eliminar aquellos que sabemos que son malos, pero a los que somos adictos… como el tabaco, el exceso de alcohol, los ultraprocesados… pensando que con eso bastará. Pero lamentablemente no es así ya que hay muchos malos hábitos que nos quitan más años de vida de los que nos pueden dar los buenos (sobre todo si estos no son muchos).

¿Por qué muchas veces es mejor suprimir que añadir?

En muchos contextos de salud, es cierto que simplificar o reducir, es decir, suprimir elementos innecesarios, puede ser más beneficioso que añadir más intervenciones, tratamientos o información.

El razonamiento detrás de este principio es que demasiados elementos pueden llevar a la confusión, al agotamiento y a la dificultad para seguir un plan o tratamiento.

Además, añadir cosas innecesarias puede tener consecuencias negativas, como interacciones medicamentosas no deseadas, efectos secundarios o, simplemente, no ser absorbido por el cuerpo.

Suprimir lo que no es necesario permite enfocarse en lo que realmente importa, mejorando la adherencia y la eficacia del tratamiento o la rutina. Menos es más. Un enfoque más simple y directo puede ser más fácil de entender, implementar y mantener a largo plazo.

Ejemplos de lo que puedes suprimir para mejorar la salud

1- Suprimir el azúcar añadido vs. tomar antioxidantes

Eliminar azúcares refinados reduce la inflamación, el riesgo cardiovascular y el envejecimiento celular. Mientras que los antioxidantes tienen efectos limitados si no se eliminan primero los hábitos proinflamatorios. Por muy efectivos que sean estos antioxidantes, no podrán luchar contra todos los radicales libres que generan los azúcares añadidos.

2. Dejar de fumar vs. tomar vitaminas

Suprimir el tabaquismo reduce radicalmente el riesgo de cáncer, EPOC y envejecimiento vascular. Dejar de fumar puede añadir entre 5 y 10 años de vida, dependiendo de la edad en la que se abandone el hábito y de otros factores de salud. Ningún suplemento, por muy beneficioso que sea, compensa los daños del tabaco.

3. Ayuno intermitente vs. comer suplementos

Suprimir periodos constantes de ingesta activa mecanismos de autofagia, reparación celular y mejora metabólica. Estudios en ratones, ratas y monos han mostrado que el ayuno intermitente o la restricción calórica puede aumentar la esperanza de vida entre un 20 y 50%. No hay aún estudios a largo plazo que demuestren cuántos años extra de vida aporta el ayuno intermitente en personas, pero sí se ha demostrado que mejora factores asociados a la longevidad, como:

• Sensibilidad a la insulina

• Presión arterial

• Inflamación sistémica

• Autofagia (limpieza celular)

• Reducción del estrés oxidativo

Por el contrario, añadir calorías constantes, aunque “saludables”, puede ser perjudicial si no se da descanso digestivo. Hay que saber qué suplementos se consumen, si producen interacciones con medicamentos que se pueda estar tomando, cuánto tiempo hay que tomarlos y si hace falta periodos de descanso. Infórmate bien antes de consumir estos suplementos y busca los más adecuados.

4. Menos estrés crónico vs. más fármacos para la ansiedad

Reducir el estrés crónico (suprimirlo) mejora la inmunidad, el sueño y la longevidad. El estrés crónico afecta múltiples sistemas ya que aumenta el cortisol sostenidamente, lo que daña el sistema cardiovascular y el cerebro. Contribuye a enfermedades como hipertensión, diabetes tipo 2, depresión, obesidad y enfermedades autoinmunes. Acelera el envejecimiento celular, reduciendo la longitud de los telómeros (protectores del ADN). Reducir el estrés crónico puede añadir entre 2 y 5 años de vida. Identificar y eliminar fuentes de estrés, en lugar de intentar gestionar el estrés con técnicas complicadas, puede ser más efectivo.

Mientras que añadir medicación sin abordar las causas mantiene el ciclo patológico. Puede que te haga sentir mejor, pero el estrés y la ansiedad y los problemas que los ocasionan seguirán ahí, sin desaparecer. Sin contar con los efectos secundarios que produce este tipo de medicación.

Más hábitos que debes suprimir

- Azúcares y ultraprocesados: Mejora metabólica y longevidad. Mejora del microbioma y reducción de enfermedades cardiovasculares. Menor riesgo de diabetes tipo 2 y obesidad.

- Sedentarismo: Menor riesgo cardiovascular. Reducción del riesgo de cáncer, diabetes, Alzheimer.

- Sueño inadecuado: Mejora hormonal e inmunológica. Mejora del metabolismo, la concentración y salud hormonal.

- Estrés innecesario: Reducción de inflamación. Mejora de la inmunidad, función cognitiva y longevidad.

- Exposición a toxinas: Menor carga oxidativa celular.

- Consumo excesivo de alcohol: Disminución del riesgo de cáncer, enfermedades hepáticas y presión arterial.

- Exposición constante a pantallas (noche): Mejor sueño, ritmos circadianos más estables, menos fatiga visual.

- Comer en exceso (sin hambre real): Activación de la autofagia, prevención del síndrome metabólico.

- Relaciones tóxicas: Reducción del estrés emocional y mejora del bienestar psicológico.

- Pensamiento negativo y catastrofista: Mejora del sistema inmune y salud mental.

- Medicación innecesaria o automedicación: Evita interacciones peligrosas y resistencia a medicamentos.

Es más fácil evitar hábitos dañinos que contrarrestar sus efectos con soluciones externas.

A veces menos es más: eliminar fuentes de daño (incluso sutiles o cotidianas) suele tener más impacto positivo en la salud que añadir suplementos o tecnologías.

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Ideas clave

  • Muchas veces creemos que añadir hábitos saludables (como hacer ejercicio o tomar vitaminas) es suficiente… pero seguimos manteniendo costumbres perjudiciales como fumar, comer ultraprocesados o vivir estresados.
  • El problema es que los hábitos dañinos restan más salud de la que los buenos pueden aportar.
  • ¿Por qué es mejor suprimir que añadir? Eliminar lo que hace daño (azúcar, tabaco, estrés…) tiene más impacto positivo que solo sumar cosas buenas.
  • Menos es más: quitar lo innecesario reduce confusión, efectos secundarios y mejora la adherencia a hábitos saludables.
  • Ejemplos donde suprimir gana a añadir: Azúcar refinado vs. antioxidantes → Eliminar el azúcar reduce inflamación; los antioxidantes no compensan su daño.
  • Dejar de fumar vs. tomar vitaminas → El tabaco acorta la vida; las vitaminas no lo contrarrestan.
  • Ayuno intermitente vs. suplementos → Dar descanso digestivo mejora el metabolismo y activa la autofagia.
  • Reducir estrés vs. tomar ansiolíticos → Eliminar causas del estrés es más efectivo que medicarse sin resolver el origen.
  • Hábitos que debes suprimir para vivir mejor: Azúcares y ultraprocesados; Sedentarismo; Mal sueño; Estrés crónico; Alcohol en exceso; Pantallas de noche; Comer sin hambre; Relaciones tóxicas; Automedicación; Pensamiento negativo.
  • Cuidarte no es solo “sumar cosas buenas”, sino sobre todo quitar lo que daña.
  • El primer paso para ganar salud, es dejar de perderla.

Fuente:

  • Marmot MG, Smith GD, Stansfeld S, Patel C, North F, Head J, White I, Brunner E, Feeney A. Health inequalities among British civil servants: the Whitehall II study. Lancet. 1991 Jun 8;337(8754):1387-93. doi: 10.1016/0140-6736(91)93068-k.
 
  • Epel ES, Blackburn EH, Lin J, Dhabhar FS, Adler NE, Morrow JD, Cawthon RM. Accelerated telomere shortening in response to life stress. Proc Natl Acad Sci U S A. 2004 Dec 7;101(49):17312-5. doi: 10.1073/pnas.0407162101
 
  • Ravussin E, Redman LM, Rochon J, Das SK, Fontana L, Kraus WE, Romashkan S, Williamson DA, Meydani SN, Villareal DT, Smith SR, Stein RI, Scott TM, Stewart TM, Saltzman E, Klein S, Bhapkar M, Martin CK, Gilhooly CH, Holloszy JO, Hadley EC, Roberts SB; CALERIE Study Group. A 2-Year Randomized Controlled Trial of Human Caloric Restriction: Feasibility and Effects on Predictors of Health Span and Longevity. J Gerontol A Biol Sci Med Sci. 2015 Sep;70(9):1097-104. doi: 10.1093/gerona/glv057.
 
  • de Cabo R, Mattson MP. Effects of Intermittent Fasting on Health, Aging, and Disease. N Engl J Med. 2019 Dec 26;381(26):2541-2551. doi: 10.1056/NEJMra1905136.

Redacción: Irene García

Supervisión editorial: Carlos Gutiérrez

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