Ikigai y envejecimiento saludable

Índice

• ¿Qué es ikigai?
• Beneficios del ikigai para la salud
• ¿Cómo descubrir nuestro ikigai para vivir más y mejor?
• ¿Cómo saber cuál es tu ikigai?

¿Qué es ikigai?

Ikigai es un concepto japonés que se refiere al propósito o significado de la vida. A menudo se describe como la intersección de cuatro elementos: lo que amas, en lo que eres bueno, lo que el mundo necesita y por lo que te pueden pagar.

La idea de ikigai es que encontrar y perseguir tu ikigai puede traer felicidad y plenitud a tu vida. Se cree que tener un sentido de ikigai puede ayudarte a vivir una vida más equilibrada y significativa, e incluso puede tener efectos positivos en tu salud física y mental.

Hay muchas maneras de descubrir tu ikigai, y puede tomar algo de tiempo y auto-reflexión para encontrarlo ya que se encuentra en nuestro interior. Algunas personas encuentran su ikigai a través de su trabajo, mientras que otras lo descubren a través de pasatiempos o pasiones personales. Es importante recordar que el ikigai de cada uno es único y personal, y lo que aporta significado y propósito a la vida de una persona puede ser diferente para otra.

Beneficios del ikigai para la salud

Ikigai es un concepto habitual para los habitantes de la isla japonesa de Okinawa, donde existe una gran número de centenarios que llegan a esa edad en unas condiciones de salud física y mental envidiables. Un envejecimiento realmente saludable, en gran parte, se debe al ikigai.

Ikigai se ha asociado constantemente con una mejor salud, incluidos niveles más bajos de mortalidad y discapacidad funcional. También ha habido varias revisiones y metanálisis recientes que sugieren beneficios protectores para la salud y la calidad de vida de tener niveles más altos de significado y propósito en la vida.

En general, el significado y el propósito se asociaron claramente con una mejor salud física y una serie de beneficios para la salud como una recuperación más rápida de una cirugía de rodilla (Smith & Zautra, 2004); menor riesgo de discapacidad en la vejez (Krause & Hayward, 2012); mayores probabilidades de supervivencia en infarto de miocardio (Koizumi et al., 2008); mejor funcionamiento inmunológico (Holt-Lunstad et al., 2011); y mejor salud subjetiva y calidad de vida relacionada con la salud (HRQOL; Park et al., 2008).

También se ha comprobado que estas personas padecen menos enfermedades crónicas (cáncer o dolencias cardiacas), tienen menos radicales libres en la sangre (por lo que envejecen más lento) y mantienen un nivel elevado de hormonas sexuales hasta edades muy avanzadas.

Las personas con un mayor sentido de significado y propósito también tendían a involucrarse en comportamientos que promueven más la salud (como hacer ejercicio, abstenerse de fumar, etc.), lo que puede explicar parcialmente los mecanismos de la relación entre el significado y los resultados en salud. Además, tenían creencias más sólidas de que uno tiene control sobre su salud.

La investigación también ha encontrado beneficios del ikigai para la salud mental. Se ha encontrado que es un factor protector para superar el estrés, la depresión, la ansiedad y otros problemas psicológicos. Asimismo, se ha asociado con una menor incidencia de trastornos psicológicos y un deterioro cognitivo relacionado con la edad más lento. Y también se ha asociado con indicadores de bienestar como el ajuste ocupacional, el afrontamiento adaptativo, la felicidad y la calidad de vida.

En uno de los primeros estudios prospectivos para explorar el impacto biológico de tener un mayor sentido de propósito en la vida, Zilioli y colegas (2015) investigaron sus asociaciones con la carga alostática durante un período de diez años. La carga alostática se define como la carga fisiológica experimentada por el cuerpo en respuesta a la adaptación a desafíos externos (es decir, estrés). El organismo maneja el estrés a través de cambios simultáneos en los sistemas cardiovascular, autonómico, neuroendocrino, inmunológico y metabólico. Las activaciones frecuentes y prolongadas de estos sistemas aumentan la carga alostática en el organismo, lo que se ha asociado positivamente con un mayor riesgo de enfermedad, deterioro cognitivo y mortalidad. Zilioli et al. (2015) encontraron evidencia que sugiere que las personas con un mayor propósito en la vida informaron creencias más fuertes de que tenían control sobre su salud y se encontró que tenían niveles más bajos de carga alostática en el seguimiento. Por lo tanto, las intervenciones que aumentan el ikigai de uno podrían proporcionar beneficios similares.

¿Cómo descubrir nuestro ikigai para vivir más y mejor?

Como concepto filosófico, ikigai identifica varias áreas que promueven un sentido de autonomía y autoconciencia, las cuales se consideran integrales para identificar el significado de la vida: (1) lo que amas; (2) aquello en lo que eres bueno; (3) aquello por lo que se le puede pagar; y (4) lo que el mundo necesita. La combinación de los cuatro aspectos clave conduce a “aquello que más hace que la vida de uno parezca digna de ser vivida”.

Sin embargo, existen desacuerdos considerables sobre qué forma de ikigai es la más adecuada para todos. Mientras que algunos argumentan que el ikigai se puede encontrar en la búsqueda de los propios sueños individuales, definiéndolo así explícitamente como una forma de jiko jitsugen ("autorrealización”), otros confunden ikigai con ittaikan ("un sentido de unidad"), argumentando que sólo a través del compromiso con un grupo (e.j., familia, cultura, trabajo) se puede llegar a un auténtico sentido de la vida.

Las intervenciones que han demostrado mejorar el ikigai incluyen la orientación profesional, la formación en bienestar y la práctica clínica, y pueden incluir guías de autoayuda.

Algunos consejos que nos pueden ayudar a encontrar nuestro ikigai y vivir más:

- Pertenecer a una comunidad de vecinos o amigos que nos hagan sentir queridos y necesitados.

- Celebrar cada pequeña cosa.

- Tener una o más misiones importantes en la vida.

- Hacer las cosas con calma y relax, nada de estrés y prisas.

- Ayudar a los demás.

- Mantenerse siempre activo, sobre todo después de la jubilación.

- No comer hasta llenarse, sino comer siempre un poco menos del hambre que tengamos.

- Practicar ejercicio físico con regularidad para mantenerse en forma.

- Sonreír y ser optimistas.

- Reconectar con la naturaleza.

- Dar las gracias a la vida, a lo que tenemos, a los que nos rodean…

- Vivir el momento y no preocuparse del futuro.

- Seguir nuestro ikigai, esa pasión que da sentido a nuestra vida y nos empuja a ser mejores.

¿Cómo saber cuál es tu ikigai?

Para saber cuál es tu ikigai debes responder a 4 preguntas:

- ¿Qué amas? ¿Qué es lo que realmente te hace levantarte de la cama cada día?

- ¿Qué necesita el mundo?

- ¿Por qué te pueden pagar?

- ¿En qué eres bueno? ¿Para qué te buscan especialmente las personas? ¿Habilidades, conocimientos, consejos? ¿En qué áreas sobresales? ¿Quizás tienes un interés o una habilidad que crees que podrías mejorar con más esfuerzo y perseverancia?

Una vez lo tengas claro, debes saber cómo alcanzar ese objetivo o cómo llevarlo cabo, no distraerte con nada y no olvidarte nunca de él para que te guíe en tu vida y te ayude a ser más feliz y vivir más.