¿Cuál es el mejor indicador de longevidad?
La mayoría de los expertos en longevidad coinciden en que la edad biológica es el mejor indicador de la longevidad de una persona, no obstante, no es el único… Descubre qué otros indicadores pueden determinar tu longevidad y empieza a cuidarte desde ya.
Índice
¿Qué es la edad biológica?
En nuestro afán por vivir más y alargar nuestras vidas con calidad, es fundamental conocer cuál es nuestro estado de salud actual y la posibilidad de desarrollar determinadas enfermedades que puedan acortar nuestra vida, como la diabetes, el cáncer, enfermedades cardiovasculares, etc.
Existen muchos factores que influyen en nuestra longevidad, aunque el fundamental es el estilo de vida que llevemos, por lo que no hay un solo indicador que pueda considerarse el mejor para determinar la longevidad de una persona. Sin embargo, la edad biológica se considera uno de los mejores ya que este concepto indica el estado de salud y funcional del organismo en relación con su edad cronológica, es decir, con los años que han pasado desde su nacimiento.
Mientras que la edad cronológica se basa en el tiempo transcurrido desde el nacimiento de una persona, la edad biológica intenta evaluar la condición física y fisiológica real de una persona y cómo se compara con la edad promedio de la población.
Si la edad biológica es más joven que la edad cronológica, indica un envejecimiento saludable y un menor riesgo de enfermedades crónicas. Pero si es mayor, sugiere un envejecimiento acelerado y un mayor riesgo de enfermedades asociadas con la edad.
Para evaluar la edad biológica, se pueden utilizar diferentes indicadores y pruebas, como mediciones de la presión arterial, nivel de colesterol, capacidad pulmonar, densidad ósea, función cognitiva y análisis genéticos, entre otros.
Mediante un análisis de sangre, por ejemplo, se puede determinar a qué velocidad envejece una persona ya que los telómeros liberan una serie de proteínas en la sangre que sirven para determinar el grado de envejecimiento de las células. Si este análisis se repite meses después, se puede saber si está envejeciendo más o menos rápido.
También se puede tener en cuenta la metilación (un proceso químico capaz de desactivar la expresión de un gen bueno), gracias a los cuales se puede establecer un perfil epigenético para determinar la edad biológica de diferentes tejidos. Una forma de conocer esta metilación son los relojes epigenéticos. O, si no quieres gastarte mucho dinero, usar una calculadora de edad biológica que tiene en cuenta los hábitos de vida y otra serie de características (edad, sexo, historial familiar de patologías, índice de masa corporal, índice de cintura, horas de sueño, tabaquismo, dieta, actividad física, trabajo, etc.) para determinar esta edad.
Otros indicadores de longevidad
1. Esperanza de vida al nacer: es el promedio de años que se espera que viva una persona al nacer en un determinado país o región. Es un indicador ampliamente utilizado para comparar la longevidad entre diferentes poblaciones y solo sirve para determinar si la esperanza de vida es mayor o menor de acuerdo a las condiciones sanitarias, económicas y educacionales del país en el que se ha nacido, pero no implica que realmente esa persona pueda llegar a esa edad.
2. Índice de envejecimiento: este indicador relaciona la cantidad de personas mayores de 65 años con la cantidad de personas menores de 15 años en una población. Un índice de envejecimiento alto indica una población envejecida y puede reflejar una mayor longevidad de la población (lo que sucede con las zonas azules en las que hay muchos centenarios), pero, de nuevo, no es un indicador personal.
3. Índice de salud y bienestar: este indicador considera una serie de factores, como la calidad de vida, la salud física y mental, el acceso a servicios de salud y la satisfacción general con la vida. Puede proporcionar una visión más completa de la longevidad y el bienestar de una persona concreta, aunque también tiene en cuenta algunos condicionantes de población.
4. Años de vida saludable: también conocido como "esperanza de vida saludable" o "años de vida ajustados por discapacidad", este indicador tiene en cuenta la cantidad de años que una persona puede esperar vivir en buen estado de salud, sin limitaciones o discapacidades significativas. Es decir, no indica solo los años que se pueden vivir, sino los años que podemos vivir con salud y calidad de vida.
Indicadores personales de longevidad
Además de los indicadores globales antes indicados, existen marcadores personales que nos pueden indicar la salud y la esperanza de vida de una persona:
- Estado del sistema inmunitario: a medida que envejecemos, el sistema inmunitario se va deteriorando de forma progresiva. Esto hace que se produzca una inflamación en todo el organismo que causa muchas enfermedades e infecciones propias de la tercera edad. Para evitar estas enfermedades y vivir más años, es fundamental cuidar nuestro sistema inmunitario. Además, el sistema inmunitario es uno de los indicadores de la edad biológica y según una investigación realizada en Japón, la esperanza de vida es mayor cuanto más potente sea el sistema inmunitario ya que se ha comprobado que las personas centenarias tienen un mayor número de células T citotóxicas, las cuales nos protegen de infecciones y tumores al eliminar las células peligrosas.
- La fuerza de prensión: diversos estudios afirman que la fuerza de presión, es decir, la fuerza para agarrarnos a algo, abrir un frasco o cargar cosas implica una vida larga. El estudio internacional Prospectivo Epidemiológico Urbano y Rural (PURE) midió la fuerza de agarre en casi 140.000 adultos en 17 países y siguió su salud durante un promedio de cuatro años. Cuando más fuerza de agarre, más años de vida. Y cada disminución de 11 libras en la fuerza de agarre durante el transcurso del estudio se vinculó con un 16 % más de riesgo de morir por cualquier causa, un 17 % más de riesgo de morir por enfermedad cardíaca, un 9 % más de riesgo de accidente cerebrovascular y un 7% más de riesgo de ataque al corazón.
- La capacidad para levantarse desde la posición de sentado: según un estudio brasileño de 2014, la capacidad de levantarnos desde la posición de sentado en el sueño puede indicarnos cuánto tiempo vivirá alguien dada su correlación con la movilidad general, la coordinación y la fuerza relativa. El estudio SRT (Standing-Rising Test) analizó a más de 2.000 pacientes de entre 51 y 80 años de edad. Los sujetos que obtuvieron menos de 8 puntos en la prueba (de 10) tenían el doble de probabilidades de morir en los próximos seis años en comparación con aquellos que obtuvieron 8 o más; mientras que aquellos que obtuvieron 3 puntos o menos tenían más de cinco veces más probabilidades de morir en el mismo período de tiempo.
- La velocidad al caminar: según un análisis publicado en The Journal of the American Medical Association (JAMA), la velocidad al caminar es un predictor confiable de la vida útil general y es especialmente útil para determinar la esperanza de vida de los adultos que viven de forma independiente. Según este estudio, las personas con una esperanza de vida media caminaban a unos 0,8 metros por segundo. Para las personas con una velocidad de marcha de 1,0 metro por segundo o más rápida, la supervivencia fue más larga de lo esperado.
- Propósito en la vida: según una investigación publicada en 2014 en la revista Psychological Science, tener un sentido de propósito se correlaciona con una vida más larga. Durante un período de seguimiento de 14 años, los que fallecieron (casi el 10 % de los participantes) informaron puntuaciones más bajas en el propósito de la vida y tenían menos relaciones positivas que los que aún vivían.
- Apariencia facial: la edad que aparenta nuestra cara no indica solo nuestro aspecto externo, sino que también es un buen predictor del riesgo de mortalidad. Las mediciones más objetivas de la edad estética, como las arrugas en áreas no expuestas al sol, también predicen la longevidad.
- Salud muscular: la masa muscular magra es un reservorio metabólico para un envejecimiento saludable. El músculo esquelético produce proteínas y metabolitos importantes que regulan la recuperación de traumatismos y lesiones. Cuanto más tenga, mejor se recuperará de cirugías, quemaduras, caídas, roturas, etc. La expresión de klotho, la "proteína de la longevidad", depende incluso en gran medida de la fuerza del músculo esquelético.
- Autofagia: la autofagia permite el mantenimiento celular ya que así es como nuestras células reciclan el material de desecho, eliminan las ineficiencias y se reparan a sí mismas. Reduce los efectos negativos del envejecimiento y reduce la incidencia y progresión de las enfermedades relacionadas con el envejecimiento. Las personas que viven más de 100 años tienen niveles más altos del biomarcador primario de autofagia, lo que significa que sus células se mantienen por más tiempo y retrasan el proceso de envejecimiento.
Ideas clave
- Existen muchos factores que influyen en nuestra longevidad, aunque el fundamental es el estilo de vida que llevemos, por lo que no hay un solo indicador que pueda considerarse el mejor para determinar la longevidad de una persona.
- Sin embargo, la edad biológica se considera uno de los mejores ya que este concepto indica el estado de salud y funcional del organismo en relación con su edad cronológica, es decir, con los años que han pasado desde su nacimiento.
- Si la edad biológica es más joven que la edad cronológica, indica un envejecimiento saludable y un menor riesgo de enfermedades crónicas. Pero si es mayor, sugiere un envejecimiento acelerado y un mayor riesgo de enfermedades asociadas con la edad.
- Para evaluar la edad biológica, se pueden utilizar diferentes indicadores y pruebas, como mediciones de la presión arterial, nivel de colesterol, capacidad pulmonar, densidad ósea, función cognitiva y análisis genéticos, entre otros.
- También se puede tener en cuenta la metilación (un proceso químico capaz de desactivar la expresión de un gen bueno), gracias a los cuales se puede establecer un perfil epigenético para determinar la edad biológica de diferentes tejidos.
- Otros indicadores generales de longevidad son la esperanza de vida al nacer, índice de envejecimiento, índice de salud y bienestar y años de vida saludable.
- En cuanto a los indicadores personales encontramos el estado del sistema inmunitario, la fuerza de presión, la capacidad de levantarse desde la posición de sentado, la velocidad al caminar, el propósito en la vida, la apariencia facial, la salud muscular, la autofagia.
Fuente:
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