
Beneficios de la balneoterapia para la salud y la longevidad
La balneoterapia es una forma de terapia que utiliza aguas minerales naturales (termales, sulfurosas, salinas, etc.) para tratar diversas condiciones de salud. ¿Qué beneficios reales ofrece a la salud?
Índice
- ¿Qué es la balneoterapia?
- Beneficios para la salud de la balneoterapia (con respaldo científico)
- Precauciones de la balneoterapia
- ¿Es segura la balneoterapia?
¿Qué es la balneoterapia?
El uso de aguas termales y minerales naturales como método curativo, estudiado médicamente como balneoterapia, tiene una historia de más de 4.000 años y se utiliza en todo el mundo como parte de las terapias tradicionales. Incluye no solo baños en aguas termales y minerales, sino también compresas/tratamientos de barro y terapias de bebida e inhalación. Las pautas generales para la balneoterapia son aguas termales/minerales a una temperatura mínima de 20 °C y con un contenido mineral de al menos 1 g/l.
La balneoterapia se realiza habitualmente en balnearios, donde las personas se sumergen en estas aguas o reciben aplicaciones como duchas, baños de vapor o envolturas.
Si bien la hidroterapia es un término general que abarca cualquier tipo de intervención hídrica, la balneoterapia se refiere al uso de aguas termales y aguas con minerales, sales, azufre y otros elementos orgánicos como método para tratar afecciones que van desde el dolor hasta el estrés.
Beneficios para la salud de la balneoterapia (con respaldo científico)
1. Alivio del dolor muscular y articular
Alivia síntomas de enfermedades como artritis reumatoide, artrosis o fibromialgia, gracias al efecto antiinflamatorio y relajante del agua caliente.
Un estudio de 2017 de la Universidad RMIT de Australia (que encuestó a 4265 usuarios de aguas termales) descubrió que bañarse en aguas termales proporcionaba un alivio significativo del dolor de espalda intenso, la artritis, las lesiones, el dolor crónico, la depresión, la ansiedad y el insomnio.
2. Mejora de la circulación
El calor y la presión del agua favorecen la vasodilatación, mejorando la circulación sanguínea y reduciendo edemas y problemas como varices.
3. Reducción del estrés y mejora del sueño
La inmersión en aguas termales tiene efectos relajantes que disminuyen el cortisol, mejoran el ánimo y la calidad del sueño.
Un pequeño estudio de 2018 de la Universidad de Kioto analizó a los monos de las nieves de la región de Nagano, famosos por sumergirse en aguas termales naturales, y descubrió que las hormonas del estrés de estos macacos disminuyeron significativamente al bañarse. Parece haber evidencia del valor no solo físico, sino también social, de los baños termales: los monos de mayor rango pasaron más tiempo en las piscinas.
Los estudios a largo plazo sobre baños termales son escasos, pero un ensayo aleatorizado de 2017 (362 participantes) de la Universidad Médica de Chongqing (China) analizó su impacto durante cinco meses y descubrió un impacto positivo significativo en problemas como el estrés, la calidad del sueño y el dolor articular en personas con problemas de salud.
La mayoría de los estudios han demostrado que la balneoterapia, la terapia de spa y la hidroterapia pueden, al afectar ciertas hormonas como la histamina, la serotonina y el sistema nervioso simpático, y al regular la temperatura corporal, conducir a una mayor calidad y cantidad del sueño.
Otro estudio observó una mejoría de problemas generales de salud: se redujeron significativamente dolores comunes como cefalea, dolor en articulaciones, calambres en piernas y visión borrosa.
En mujeres menores de 55 años se observó una reducción en la circunferencia de cintura (P < 0.05). Además, personas mayores experimentaron mayores beneficios en insomnio, fatiga y calambres.
4. Enfermedades de la piel
Útil en tratamientos de psoriasis, dermatitis atópica y otras afecciones cutáneas, por las propiedades antibacterianas y calmantes de algunos minerales (como azufre o selenio).
Las principales enfermedades dermatológicas que se tratan frecuentemente con balneoterapia con una alta tasa de éxito son la psoriasis y la dermatitis atópica. Los mecanismos por los cuales la terapia de spa alivia un amplio espectro de enfermedades no se han dilucidado por completo. Probablemente incorporen efectos químicos, térmicos, mecánicos e inmunomoduladores. La gran importancia de la balneoterapia y la balneoterapia, tanto de forma individual como como complemento a otras terapias, reside en su potencial eficacia cuando los tratamientos médicos estándar no han conseguido dar confort a estos pacientes.
5. Rehabilitación física
Mejora la movilidad, la fuerza muscular y la recuperación funcional, especialmente tras cirugías o lesiones.
Un pequeño estudio de 2019 (92 participantes) de la Universidad Lituana de Ciencias de la Salud comparó dos semanas de fisioterapia con dos semanas de fisioterapia más baños minerales con sales y compresas de barro caliente en pacientes con osteoartritis de rodilla. Los participantes del grupo de baño mineral + terapia de barro experimentaron una reducción significativa del dolor y la rigidez, así como una mejor actividad física y medidas antropométricas, en comparación con el grupo que solo recibió fisioterapia; los resultados se mantuvieron durante un mes.
6. Prevención de enfermedades cardiovasculares
Los baños termales mejoran las funciones cardiovasculares y reducen las citocinas inflamatorias en pacientes con insuficiencia cardíaca.
Un pequeño ensayo aleatorizado de 2012 de la Universidad de Kyushu (Japón) descubrió que bañarse en aguas termales (40 °C) durante 10 minutos diarios durante dos semanas, sin afectar la frecuencia cardíaca, mejoró significativamente diversas funciones cardiovasculares y redujo la respuesta inflamatoria en pacientes con insuficiencia cardíaca crónica (ICC).
Se ha demostrado que la balneoterapia reduce la presión arterial sistémica en voluntarios sanos. La hipertermia podría mejorar el estado inflamatorio en la insuficiencia cardíaca al mejorar la función cardíaca. En un estudio, los pacientes del grupo de balneoterapia se sumergieron en aguas termales a 40 °C durante 10 minutos diarios durante dos semanas; los pacientes del grupo control se ducharon diariamente. Se evaluaron la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FE) y el índice cardiotorácico (ICT), y se midieron los niveles de péptido natriurético cerebral plasmático (BNP), proteína C reactiva de alta sensibilidad (PCR-us), factor de necrosis tumoral (TNF-α), interleucina (IL)-1β e IL-6. Los síntomas clínicos mejoraron después de dos semanas de terapia con aguas termales. Aunque la frecuencia cardíaca no se modificó, los síntomas clínicos, el CTR, la FE y el BNP mejoraron significativamente. Además, las respuestas inflamatorias, incluyendo la PCRus, el TNF-α y la IL-6, disminuyeron significativamente después de la balneoterapia. La mejora del BNP se correlaciona con los cambios en los biomarcadores inflamatorios. Por lo tanto, se considera que la hipertermia repetida mediante baños termales mejora el estado cardíaco e inflamatorio en pacientes con ICC.
La hipertensión (presión arterial alta) es una de las afecciones más comunes. Cuando la presión arterial se mantiene alta a largo plazo, puede causar problemas de salud, como enfermedades cardíacas. Además de los tratamientos principales, existen diversas terapias adyuvantes, siendo la hidroterapia una de las más comunes. En un estudio de revisión, examinamos los efectos de la hidroterapia, la balneoterapia y la terapia de spa sobre la presión arterial. Mostró que diferentes métodos de hidroterapia pueden mejorar la presión arterial. La hidroterapia, como terapia adyuvante, puede ser eficaz para reducir la presión arterial. La circulación sanguínea se facilita gracias al calor del agua. Esta mejora puede lograrse regulando la frecuencia cardíaca, liberando hormonas que controlan la presión arterial o regulando la actividad de los barorreceptores o quimiorreceptores.
Precauciones de la balneoterapia
No es recomendable para personas con:
• Enfermedades cardiovasculares graves
• Infecciones agudas
• Hipotensión severa
• Embarazo avanzado (según tipo de terapia)
¿Es segura la balneoterapia?
La balneoterapia y la terapia de spa surgieron como una importante modalidad de tratamiento en el siglo XIX, primero en Europa y luego en Estados Unidos. La balneoterapia consiste en la inmersión del paciente en baños o piscinas de agua mineral. Hoy en día, la terapia acuática se practica en muchos países.
Ejemplos de lugares únicos y especiales para la balneoterapia son el Mar Muerto en Israel, las aguas termales de Kangal en Turquía y la Laguna Azul en Islandia.
Bañarse en agua con alta concentración de sal es seguro, eficaz y placentero para la curación y la recuperación. Este enfoque no requiere productos químicos ni medicamentos potencialmente dañinos.
Los efectos secundarios durante y después del tratamiento son prácticamente nulos, y el riesgo para la salud y el bienestar general del paciente es muy bajo.

Ideas clave
- La balneoterapia es una terapia tradicional que utiliza aguas termales y minerales (≥20 °C y ≥1 g/l de minerales) con fines terapéuticos.
- Se practica desde hace más de 4.000 años y puede incluir baños, compresas de barro, inhalaciones o bebidas medicinales.
- Suele realizarse en balnearios o spas.
- Beneficios comprobados de la balneoterapia: Alivio del dolor muscular y articular. Mejora síntomas de artritis, artrosis y fibromialgia gracias al efecto antiinflamatorio del calor y los minerales.
- Mejora de la circulación: El calor del agua provoca vasodilatación, mejora el flujo sanguíneo y reduce edemas y varices.
- Reducción del estrés y mejora del sueño: Disminuye el cortisol y mejora el ánimo y la calidad del sueño, según estudios en humanos y animales (como los monos japoneses).
- Tratamiento de enfermedades de la piel: Alivia psoriasis y dermatitis atópica, gracias a propiedades antibacterianas y calmantes (ej. azufre, selenio).
- Rehabilitación física: Mejora la movilidad, fuerza y recuperación tras cirugías o lesiones, especialmente con baños minerales y compresas de barro.
- Prevención cardiovascular: Estudios muestran beneficios en pacientes con insuficiencia cardíaca, como mejora del funcionamiento cardíaco y reducción de marcadores inflamatorios. También puede ayudar en casos de hipertensión.
- Precauciones: evitar la balneoterapia si se tienen: Enfermedades cardíacas graves, Infecciones agudas, Hipotensión severa, Embarazo avanzado (dependiendo del tipo de terapia).
- ¿Es segura? Sí. Tiene un perfil de seguridad alto, sin necesidad de fármacos, con efectos secundarios mínimos o nulos.
Fuente:
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