¿Para qué sirve el ácido gálico?

¿Para qué sirve el ácido gálico?

El ácido gálico es un polifenol con múltiples propiedades saludables entre las que encontramos antioxidantes, antimicrobianas, anticancerígenas y antivirales. Por eso, es un buen candidato como suplemento para aumentar nuestra esperanza de vida.

Índice

¿Qué es el ácido gálico?

Los polifenoles se dividen en dos grandes grupos: taninos condensados (polímeros formados por monómeros de proantocianidinas y catequinas) y taninos hidrolizables (formados por ésteres de ácidos fenólicos).

El ácido gálico es un polifenol que pertenece al grupo de taninos hidrolizables, es decir, formado por una molécula simple, un anillo fenólico, por lo que es fácil de obtener y, gracias a la funcionalidad que tienen los grupos hidroxilos en su estructura, posee algunas características beneficiosas para la salud.

El ácido gálico se forma a partir del ácido shikímico, un compuesto precursor en la vía del metabolismo fenólico en las plantas.

Propiedades del ácido gálico

Gracias a su capacidad antioxidante, el ácido gálico tiene propiedades antimicrobianas, antialérgicas, antiinflamatorias, anticancerígenas y antivirales. También ayuda a tratar la albuminuria, la diabetes, la psoriasis o las hemorroides externas. 

En la industria farmacéutica, sus suplementos están disponibles en forma de cápsulas, ungüentos y extractos de líquidos, utilizados para tratar una gran variedad de dolencia. La forma y la dosis dependen de la edad del paciente y la condición que se esté tratando.

Además de sus propiedades medicinales, los ésteres del ácido gálico se usan también en la industria en cosméticos, medicamentos y alimentos para mejorar su conservación. También sirve como base para colorantes, pinturas, reveladores de color, etc. 

Efectos sobre la salud del ácido gálico

- Actividad antimicrobiana

Los estudios de la relación estructura-actividad de los ácidos fenólicos muestran que algunos parámetros, como la estructura química básica, la posición y el número de grupos hidroxilo pueden afectar a su actividad antimicrobiana.

Así, se ha comprobado que el ácido gálico puede inhibir la motilidad y adherencia a los tejidos de bacterias como Pseudomonas aeruginosa, Staphylococcus aureus, Streptococcus mutans, Chromobacterium violaceum y Listeria monocytogenes, evitando la infección y la enfermedad que causan estos patógenos.

El ácido gálico también es efectivo para luchar contra el VIH, el virus del herpes simple o el Haemophilus influenzae A y B.

Por último, el ácido gálico, los galatos de alquilo y las formulaciones de ácido gálico a base de quitosano pueden potenciar la actividad antimicrobiana de otros antibióticos, como eritromicina, gentamicina, norfloxacina, ciprofloxacina, ampicilina, penicilina y oxacilina mediante sinergismo.

- Anticancerígeno

Las células cancerosas alteran el funcionamiento normal de otras células, provocando diversos síntomas. Se ha comprobado que el ácido gálico tiene efecto citotóxico (ejerce toxicidad en células tumorales) y antitumoral al ayudar al equilibrio antioxidante/prooxidante. Es decir, el ácido gálico tiene propiedades pro-oxidantes que favorecen la apoptosis de las células cancerígenas.

Además, el ácido gálico induce la muerte selectiva de los tumores de rápido crecimiento, dejando sanas y salvas las células sanas, a diferencia de algunos fármacos de quimioterapia que acaban con todas las células, dañadas y sanas. Además, detiene la formación de vasos sanguíneos nuevos e induce la detención del ciclo celular y la autofagia, deteniendo la progresión del tumor.

Asimismo, en estudios in vivo se ha visto que reduce el tamaño de los tumores, aumentando al tasa de supervivencia al regular proteínas relacionadas con el ciclo celular, como la ciclina A, la ciclina D1 y la ciclina E.

Se ha encontrado actividad anticancerígena del ácido gálico en leucemia, cáncer de próstata, pulmón, estómago, páncreas y colon, cáncer de senos, cervical y esofágico.

- Enfermedades gastrointestinales

El ácido gálico protege la capa mucosa del tracto gastrointestinal al liberar agentes antioxidantes y defensas, lo que evita la formación de úlceras estomacales. También disminuye el estrés oxidativo y tiene propiedades antiinflamatorias que impiden la extensión de sustancias químicas inflamatorias como las citoquinas y las histaminas, causantes, por ejemplo, de la colitis ulcerosa.

Además de proteger el estómago, el ácido gálico protege el hígado al actuar como un antioxidante que elimina los radicales libres, como ROS, evitando los daños a este órgano.

- Enfermedades cardiovasculares

La isquemia miocárdica se define como una afección causada por un desequilibrio entre el suministro de oxígeno y la demanda del miocardio, cuya principal causa es la aterosclerosis de las arterias coronarias. Para disminuir el riesgo de infarto de miocardio, la isquemia se puede tratar utilizando diferentes métodos quirúrgicos y/o agentes farmacológicos.

Por ejemplo, el pretratamiento con ácido gálico disminuye la oxidación causada por un infarto al aumentar las enzimas antioxidantes, lo que inhibe los efectos de los radicales libres sobre el sistema cardiovascular tras un accidente de este tipo.

- Enfermedades metabólicas

La obesidad, la diabetes mellitus y la hiperlipidemia son los trastornos metabólicos más prevalentes entre los adultos. La capacidad de almacenar el exceso de energía en los adipocitos y liberarlo en el futuro es vital para la supervivencia. Sin embargo, la susceptibilidad genética, la ingesta excesiva de energía y el estilo de vida sedentario pueden provocar un aumento del almacenamiento adiposo y causar además trastornos metabólicos.

El ácido gálico ayuda a tratar estas enfermedades metabólicas al favorecer la formación de insulina por las células pancreáticas. El ácido gálico inhibe la hiperglucemia y la hipertrigliceridemia causadas por la dieta y protege las células β pancreáticas. No obstante, no es tan efectivo como para abandonar por completo los fármacos antiabéticos. 

- Enfermedades neuropsicológicas

La enfermedad de Alzheimer es un problema neurodegenerativo cognitivo que comúnmente resulta en demencia en personas mayores. En esta enfermedad, la atrofia del cerebro comienza en el lóbulo temporal y se extiende a los lóbulos parietal y frontal.

El efecto protector del ácido gálico sobre las células nerviosas es un tema controvertido ya que los estudios aún no son definitivos. Parece que el ácido gálico disminuye la toxicidad inducida por Aβ en neuronas corticales cultivadas de ratas al inhibir la liberación de Ca2 + desde el retículo endoplásmico hacia el citoplasma o el influjo de Ca2 +, inhibiendo la generación de ROS y la apoptosis. El compuesto restaura el estrés oxidativo cerebeloso y el deterioro cognitivo en ratas al eliminar moléculas de radicales libres como ROS, inhibir la peroxidación de lípidos y estimular la actividad de agentes antioxidantes endógenos.

El ácido gálico también puede revertir la amnesia inducida por escopolamina en ratones, probablemente mediante la inhibición del estrés oxidativo y la disminución de la actividad de la enzima acetilcolinesterasa (AChE) en el cerebro.

- Enfermedades varias

Además, al ser antiinflamatorio y antioxidante, el ácido gálico puede tener otros beneficios como proteger al organismo de sustancias tóxicas y de la radiación. 

La aplicación tópica de ácido gálico previene la hiperpigmentación y el fotoenvejecimiento de la piel, al menos en ratones, al mejorar la producción de colágeno y elastina, previniendo las arrugas. 

En resumen, el ácido gálico posee actividad antifúngica, antibacterial, antiviral, antialérgica, antiinflamatoria, antimutagénica, antihiperlipemiante, antiobesidad e inmunomodulatoria.

¿Puede el ácido gálico protegernos del envejecimiento celular?

El ácido gálico proporciona protección eficiente contra el daño oxidativo causado por especies reactivas encontradas a menudo en sistemas biológicos, tales como los radicales hidroxilo (OH), superóxido (O2) y peroxilo (ROO).

El estrés oxidativo, resultado de una sobreproducción y acumulación de radicales libres, es la principal causa de varias enfermedades degenerativas como el cáncer, la aterosclerosis, las enfermedades cardiovasculares, el envejecimiento y las enfermedades inflamatorias. Los polifenoles forman una clase importante de antioxidantes naturales que tienen innumerables actividades biológicas tales como anticancerosas, antifúngicas, antibacterianas, antivirales, antiulcerosas y anticolesterol. Entre varios polifenoles, el ácido gálico ha surgido como un potente antioxidante y un eficaz agente inductor de la apoptosis, por lo que es eficaz para evitar el envejecimiento celular.

Asimismo, como hemos visto, es eficaz para evitar o tratar diversas enfermedades graves que pueden provocar la muerte prematura, como el cáncer, el infarto de miocardio, la diabetes mellitus, el Alzhéimer… Todo lo cual aumenta su capacidad para protegernos del envejecimiento y aumentar nuestra longevidad.

En el tracto digestivo se absorbe más rápido que la mayoría de los polifenoles. Además, algunos investigadores afirman que el ácido gálico puede ser transportado por niosomas para aumentar su actividad antienvejecimiento. El niosoma es un sistema molecular de liberación controlada de medicamentos en el lugar del organismo que lo requiera.

Por eso, el ácido gálico puede ser un suplemento eficaz para combatir el envejecimiento celular.

¿Dónde se encuentra el ácido gálico?

Está presente en algunos alimentos como la uva, la nuez, la granada, el café, los arándanos, las manzanas, las semillas de lino, las hojas de té, la corteza de roble, las nueces y los berros.

También se encuentra en la miel, el cacao, el mango y en algunas bebidas como el vino.

En los tejidos vegetales está en forma de éster o galato. La cantidad en la cual se encuentra depende de estímulos externos, como la cantidad de radiación UV que ha recibido la planta, estrés químico e infecciones microbianas.

Por lo tanto, dadas las propiedades beneficiosas del ácido gálico, se aconseja aumentar el consumo de alimentos ricos en ácido gálico y, en cuanto los estudios confirmen sus beneficios, también en forma de suplemento dietético. 

¿Tiene efectos secundarios el ácido gálico?

Es importante tener en cuenta que, aunque el ácido gálico se encuentra en muchos alimentos, su consumo en cantidades excesivas puede tener efectos adversos. Siempre es recomendable seguir una dieta equilibrada y consultar a un profesional de la salud antes de utilizar suplementos o concentrados de ácido gálico con fines terapéuticos.

Algunos posibles efectos secundarios incluyen irritación y malestar gastrointestinal, como dolor abdominal, náuseas, vómitos o diarrea. El ácido gálico en grandes cantidades puede interferir con la absorción de ciertos nutrientes, como hierro y zinc. Esto puede ser especialmente relevante para personas con deficiencias nutricionales o condiciones de malabsorción.

En algunos casos, el ácido gálico puede desencadenar reacciones alérgicas en personas sensibles. Esto puede manifestarse como erupciones cutáneas, picazón, hinchazón o dificultad para respirar.

El ácido gálico puede interactuar con ciertos medicamentos, como agentes anticoagulantes (que reducen la coagulación sanguínea) o fármacos utilizados para tratar enfermedades cardiovasculares. Esto puede afectar la eficacia de los medicamentos o potenciar sus efectos secundarios.

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Ideas clave

  • El ácido gálico es un polifenol que pertenece al grupo de taninos hidrolizables, lo que significa que es de fácil obtención porque es una molécula simple.
  • Gracias a su capacidad antioxidante, el ácido gálico tiene propiedades antimicrobianas, anticancerígenas y antivirales.
  • El ácido gálico puede inhibir la motilidad, adherencia y formación de ciertas bacterias como Pseudomonas aeruginosa, Staphylococcus aureus, Streptococcus mutans, Chromobacterium violaceum y Listeria monocytogenes.
  • El ácido gálico puede ejercer su efecto citotóxico y antitumoral mediante la modulación del equilibrio antioxidante/prooxidante. Así, esta sustancia presenta características pro-oxidantes en la inducción de apoptosis (destrucción ordenada de células dañadas) de las células de cáncer.
  • El ácido gálico posee propiedades antiinflamatorias significativas e impide la expresión de sustancias químicas inflamatorias como las citoquinas y las histaminas, por lo que protege de enfermedades como la colitis ulcerosa.
  • El pretratamiento con ácido gálico disminuye las consecuencias oxidativas nocivas del infarto de miocardio, ya sea aumentando la actividad de enzimas antioxidantes y/o por elevación del nivel de agentes antioxidantes no enzimáticos.
  • El ácido gálico puede beneficiar a los pacientes con enfermedades metabólicas mediante la activación de la liberación de insulina por las células pancreáticas.
  • En resumen, el ácido gálico posee actividad antifúngica, antibacterial, antiviral, antialérgica, antiinflamatoria, antimutagénica, antihiperlipemiante, antiobesidad e inmunomodulatoria.
  • El ácido gálico proporciona protección eficiente contra el daño oxidativo causado por especies reactivas encontradas a menudo en sistemas biológicos, tales como los radicales hidroxilo (OH), superóxido (O2) y peroxilo (ROO).
  • El ácido gálico está presente en algunos alimentos como la uva, la nuez, la granada, el café, los arándanos, las manzanas, las semillas de lino, las hojas de té, la corteza de roble, las nueces y los berros.

Enfermedades relacionadas

Fuente:

  • Badhani, B; Sharma, N. and Kakkar, R. (2015). Gallic acid: A versatile antioxidant with promising therapeutic and industrial applications. RSC Advances. DOI:10.1039/C5RA01911G
 
  • Zanwar, Anand A., et al. (2014). Role of Gallic Acid in Cardiovascular Disorders. In Polyphenols in Human Health and Disease. Chapter 80.
 
  • Kahkeshani N, Farzaei F, Fotouhi M, Alavi SS, Bahramsoltani R, Naseri R, Momtaz S, Abbasabadi Z, Rahimi R, Farzaei MH, Bishayee A. Pharmacological effects of gallic acid in health and diseases: A mechanistic review. Iran J Basic Med Sci. 2019 Mar;22(3):225-237. doi: 10.22038/ijbms.2019.32806.7897. PMID: 31156781; PMCID: PMC6528712. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6528712/

Redacción: Irene García

Supervisión editorial: Tomás Duraj

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