¿Te falta motivación para hacer ejercicio? Cuida tu microbiota intestinal…

¿Te falta motivación para hacer ejercicio? Cuida tu microbiota intestinal…

Todos los eneros pasa lo mismo: te prometes a ti mismo que este año sí que harás ejercicio. Pero pasan los días y pierdes la motivación, abandonando este saludable propósito. Puede que el problema se halle en tu microbiota intestinal, por muy raro que esto te suene.

Índice

¿Cómo puede influir la microbiota intestinal en nuestra motivación?

El ejercicio físico ejerce una amplia gama de efectos beneficiosos para una fisiología saludable. Sin embargo, los mecanismos que regulan la motivación de un individuo para participar en la actividad física siguen sin entenderse por completo. Un factor importante que estimula la participación en el ejercicio competitivo y recreativo es el placer motivador derivado de la actividad física prolongada, que se desencadena por los cambios neuroquímicos inducidos por el ejercicio en el cerebro.

A través de un reciente experimento realizado en ratones, investigadores estadounidenses han demostrado que ciertas especies de bacterias de la microbiota intestinal tienen un efecto en el cerebro y pueden promover el deseo de hacer ejercicio e incluso mejorar el rendimiento deportivo.

Según los investigadores, algunas bacterias producen pequeñas moléculas llamadas metabolitos (amidas de ácidos grasos (FAA)), que estimulan los nervios sensoriales en el intestino que a su vez aumentan la actividad de una región del cerebro que controla la motivación durante el ejercicio físico.

En concreto, las especies de bacterias que producen metabolitos que mejoran el rendimiento son Eubacterium rectale y Coprococcus eutactus. Una vez producidos, los metabolitos estimulan los receptores llamados receptores endocannabinoides CB1 en los nervios sensoriales del intestino, que están conectados al cerebro a través de la columna vertebral. La estimulación de estos nervios con receptores CB1 conduce a un aumento de los niveles del neurotransmisor dopamina durante el ejercicio en una región del cerebro llamada cuerpo estriado ventral. El cuerpo estriado es un nodo esencial en la red de recompensa y motivación del cerebro. El exceso de dopamina en esta región durante el ejercicio aumenta el rendimiento al aumentar el deseo de hacer más ejercicio.

La estimulación de esta vía mejora el rendimiento de la carrera, mientras que el agotamiento del microbioma, la inhibición de los receptores endocannabinoides periféricos, la ablación de las neuronas aferentes espinales o el bloqueo de la dopamina anulan la capacidad de ejercicio.

Estos hallazgos indican que las propiedades gratificantes del ejercicio están influenciadas por los circuitos interoceptivos derivados del intestino y brindan una explicación dependiente del microbioma para la variabilidad interindividual en el rendimiento del ejercicio. Asimismo, las moléculas interoceptomiméticas que estimulan la transmisión de señales derivadas del intestino al cerebro pueden mejorar la motivación para hacer ejercicio.

¿Cómo se realizó el estudio?

Para llegar a esta conclusión, los científicos estudiaron los diferentes factores que pueden influir en el rendimiento deportivo de los ratones, como secuencias del genoma, especies bacterianas intestinales, metabolitos sanguíneos y otros datos. Luego midieron la resistencia y "la cantidad de rueda voluntaria diaria que realizaban los animales".

Los investigadores analizaron estos datos utilizando el aprendizaje automático, buscando atributos de los ratones que pudieran explicar mejor las importantes diferencias interindividuales de los animales en el rendimiento de carrera.

Pensaban que la genética estaría detrás de las principales diferencias entre ratones, pero descubrieron que esta solo explicaba una parte, mientras que las diferencias en las poblaciones de bacterias intestinales parecían ser mucho más importantes. Al eliminar las bacterias intestinales de ciertos ratones mediante antibióticos, incluso encontraron que el rendimiento deportivo se reducía a la mitad.

Esta vía de motivación del intestino al cerebro podría haber evolucionado para conectar la disponibilidad de nutrientes y el estado de la población de bacterias intestinales con la preparación para participar en una actividad física prolongada. Esta línea de investigación podría convertirse en una rama completamente nueva de la fisiología del ejercicio.

Ahora, hace falta comprobar si este mismo mecanismo ocurre en los humanos. Esto podría ayudarnos a fomentar la práctica del deporte entre la población, esencial para mantenernos en forma, mejorar nuestra salud y evitar el desarrollo de ciertas enfermedades como el cáncer, las cardiovasculares, la diabetes o el Alzheimer y, por lo tanto, vivir más.

Los hallazgos abren muchas nuevas vías de investigación científica. Por ejemplo, hubo evidencia de los experimentos de que los ratones con mejor rendimiento experimentaron un "subidón del corredor" más intenso, medido en este caso por una reducción en la sensibilidad al dolor, lo que sugiere que este conocido fenómeno también está controlado, al menos en parte, por las bacterias intestinales.

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Ideas clave

  • Un factor importante que estimula la participación en el ejercicio competitivo y recreativo es el placer motivador derivado de la actividad física prolongada, que se desencadena por los cambios neuroquímicos inducidos por el ejercicio en el cerebro.
  • A través de un reciente experimento realizado en ratones, investigadores estadounidenses han demostrado que ciertas especies de bacterias de la microbiota intestinal tienen un efecto en el cerebro y pueden promover el deseo de hacer ejercicio e incluso mejorar el rendimiento deportivo.
  • Según los investigadores, algunas bacterias producen pequeñas moléculas llamadas metabolitos (amidas de ácidos grasos (FAA)), que estimulan los nervios sensoriales en el intestino que a su vez aumentan la actividad de una región del cerebro que controla la motivación durante el ejercicio físico.
  • Una vez producidos, los metabolitos estimulan los receptores llamados receptores endocannabinoides CB1 en los nervios sensoriales del intestino. La estimulación de estos nervios con receptores CB1 conduce a un aumento de los niveles del neurotransmisor dopamina durante el ejercicio en una región del cerebro llamada cuerpo estriado ventral. El cuerpo estriado es un nodo esencial en la red de recompensa y motivación del cerebro. El exceso de dopamina en esta región durante el ejercicio aumenta el rendimiento al aumentar el deseo de hacer más ejercicio.

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Fuente: Dohnalová L, Lundgren P, Carty JRE, Goldstein N, Wenski SL, Nanudorn P, Thiengmag S, Huang KP, Litichevskiy L, Descamps HC, Chellappa K, Glassman A, Kessler S, Kim J, Cox TO, Dmitrieva-Posocco O, Wong AC, Allman EL, Ghosh S, Sharma N, Sengupta K, Cornes B, Dean N, Churchill GA, Khurana TS, Sellmyer MA, FitzGerald GA, Patterson AD, Baur JA, Alhadeff AL, Helfrich EJN, Levy M, Betley JN, Thaiss CA. A microbiome-dependent gut-brain pathway regulates motivation for exercise. Nature. 2022 Dec;612(7941):739-747. doi: 10.1038/s41586-022-05525-z.

Redacción: Irene García

Supervisión editorial: Carlos Gutiérrez

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