La inteligencia superior de los humanos aumenta el riesgo de envejecimiento mental

La inteligencia superior de los humanos aumenta el riesgo de envejecimiento mental

La gran corteza prefrontal proporciona ventajas evolutivas y cognitivas sobre los primates no humanos, pero tiene un costo para la salud cerebral. Según un estudio reciente, esta mayor evolución cerebral tiene un mayor riesgo de deterioro al envejecer y, por lo tanto, de desarrollar enfermedades neurodegenerativas.

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La evolución y la enfermedad en el cerebro de los humanos

En los más de seis millones de años transcurridos desde que los humanos y los chimpancés se separaron de su ancestro común, los cerebros humanos han acumulado rápidamente tejido que ayuda a la toma de decisiones y al autocontrol. Pero las mismas regiones también son las que corren mayor riesgo de deterioro durante el envejecimiento, según un estudio que comparó imágenes de cerebros de chimpancés con escáneres de cerebros humanos.

El envejecimiento se asocia con una pérdida progresiva de materia gris en el cerebro. Este cambio morfológico espacialmente específico a lo largo de la vida de los humanos también se encuentra en los chimpancés, y la comparación entre estas especies de grandes simios proporciona una perspectiva evolutiva única sobre el envejecimiento del cerebro humano. Este estudio realizó un marco comparativo basado en datos para explorar la relación entre la atrofia de la materia gris con la edad y la expansión cerebral reciente en la filogenia de chimpancés y humanos. En los humanos, mostraron una relación positiva entre el envejecimiento cerebral y la expansión cortical, mientras que en los chimpancés no se encontró tal relación.

Esta asociación específica de los seres humanos entre los fuertes efectos del envejecimiento y una gran expansión cortical relativa está particularmente presente en las regiones cognitivas de orden superior de la corteza prefrontal ventral y respalda la hipótesis del “último en entrar, primero en salir” para la maduración cerebral en el desarrollo evolutivo reciente del ser humano. Es decir, las regiones del cerebro humano que son las últimas en madurar, como partes del lóbulo frontal, son las primeras en mostrar signos de envejecimiento. El último estudio muestra que algunas de esas regiones que maduran más tarde y son más susceptibles al envejecimiento también evolucionaron más recientemente en los humanos.

Los resultados tienden a respaldar la hipótesis de que nuestra expansión cortical se produjo a costa de un deterioro relacionado con la edad.

Otros estudio mostraron que la degeneración cerebral saludable y el proceso de desarrollo se reflejan entre sí en ciertas regiones del cerebro. Específicamente, una descomposición basada en datos de imágenes estructurales del cerebro en 484 participantes sanos reveló una red de regiones principalmente de orden superior que se desarrollan relativamente tarde durante la adolescencia, demuestran una degeneración acelerada en la vejez y muestran una mayor vulnerabilidad a los trastornos que impactan en la estructura del cerebro durante el envejecimiento.

Varias teorías vinculan los procesos de desarrollo y envejecimiento en los seres humanos. En neurociencia, un modelo postula, por ejemplo, que la degeneración cerebral saludable relacionada con la edad refleja el desarrollo, y que las áreas del cerebro que se cree que se desarrollan más tarde también degeneran antes. Esta investigación reveló una red transmodal en gran medida, pero no única, cuyo patrón de cambios relacionados con la edad a lo largo de la vida respalda intrínsecamente este modelo de desarrollo reflejado y envejecimiento.

Además, demostraron que esta red de regiones cerebrales, que se desarrolla relativamente tarde durante la adolescencia y muestra una degeneración acelerada en la vejez en comparación con el resto del cerebro, caracteriza áreas de mayor vulnerabilidad a procesos de desarrollo y envejecimiento poco saludables, como lo ejemplifican la esquizofrenia y la enfermedad de Alzheimer, respectivamente. Específicamente, esta red, aunque se deriva únicamente de sujetos sanos, recapitula espacialmente el patrón de anomalías cerebrales observadas tanto en la esquizofrenia como en la enfermedad de Alzheimer. Esta red se asocia además en nuestra población sana a gran escala con la capacidad intelectual y la memoria episódica, cuyo deterioro contribuye a los síntomas clave de la esquizofrenia y la enfermedad de Alzheimer.

En conjunto, el patrón espacial común de anomalías observadas en estos dos trastornos, que surgen en extremos opuestos del espectro de la vida, podría estar influenciado por el momento en que sus procesos patológicos separados y distintos alteran el desarrollo cerebral saludable y el envejecimiento respectivamente. Estos resultados proporcionan un vínculo fundamental entre el desarrollo, el envejecimiento y los procesos de enfermedad en el cerebro.

¿Envejece igual el cerebro de los humanos y de los chimpancés?

Los investigadores crearon mapas basados en datos de cerebros humanos y de chimpancés (Pan troglodytes) utilizando exploraciones por resonancia magnética (IRM) no invasivas. Analizaron exploraciones de 189 chimpancés de entre 9 y 50 años, y de 480 personas de entre 20 y 74 años.

En general, encontraron que los cerebros de las dos especies eran generalmente simétricos en ambos hemisferios y tenían muchos grupos similares de estructuras anatómicas, especialmente en áreas de la corteza prefrontal. Esta región está involucrada en funciones cognitivas complejas, como el lenguaje, la memoria de trabajo, la percepción del tiempo y la toma de decisiones. El daño a esta región está relacionado con la enfermedad de Alzheimer y varios tipos de demencia.

Luego, los investigadores midieron cuánta materia gris en el cerebro se redujo con el tiempo (un signo de envejecimiento) en chimpancés hasta la edad de 50 años y en humanos hasta la edad equivalente de 58 años. En los humanos, encontraron las mayores disminuciones en la corteza frontal, incluida la corteza prefrontal, mientras que los chimpancés experimentaron las mayores disminuciones en una estructura central involucrada en la formación de hábitos y las conductas de recompensa, llamada cuerpo estriado. Las regiones del cerebro involucradas con el procesamiento visual y las habilidades motoras eran menos susceptibles al envejecimiento en ambas especies.

Finalmente, los investigadores evaluaron qué regiones del cerebro humano se habían expandido más en comparación con el cerebro de chimpancé y compararon escaneos de cerebros humanos y de chimpancé de edad y sexo equivalentes. El crecimiento evolutivo más rápido se produjo en áreas de la corteza prefrontal, una de las regiones más susceptibles al envejecimiento. Una estructura escondida en lo profundo del cerebro e involucrada en el procesamiento de emociones y señales corporales, llamada ínsula, también mostró un rápido crecimiento evolutivo y un mayor riesgo de envejecimiento.

"Evolutivamente, los últimos y mayores cambios", explica unos de los autores, se producen "donde el envejecimiento se produce más".

Los investigadores también compararon a los chimpancés con los babuinos oliva (Papio anubis) y los macacos rhesus (Macaca mulatta). Aquí, no encontraron tal vínculo entre las áreas del cerebro que habían experimentado una rápida expansión evolutiva y aquellas que atravesaron un envejecimiento acelerado, lo que sugiere que esta característica podría ser exclusiva de la evolución del cerebro humano.

En resumen, lo que hace que los seres humanos tengamos una inteligencia superior también puede acelerar el proceso de envejecimiento y la aparición de enfermedades neurodegenerativas, por lo que debemos procurar cuidar nuestra salud cerebral desde jóvenes mediante una dieta sana, ejercicio físico regular tanto aeróbico como de fuerza, sueño reparador y suficiente todos los días, ingesta de nootrópicos o suplementos que cuiden la salud cerebral y reducción del estrés. Cuida tu cerebro y vive más y mejor.

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Ideas clave

  • En los más de seis millones de años transcurridos desde que los humanos y los chimpancés se separaron de su ancestro común, los cerebros humanos han acumulado rápidamente tejido que ayuda a la toma de decisiones y al autocontrol. Pero las mismas regiones también son las que corren mayor riesgo de deterioro durante el envejecimiento, según un estudio que comparó imágenes de cerebros de chimpancés con escáneres de cerebros humanos.
  • El envejecimiento se asocia con una pérdida progresiva de materia gris en el cerebro. Este cambio morfológico espacialmente específico a lo largo de la vida de los humanos también se encuentra en los chimpancés, y la comparación entre estas especies de grandes simios proporciona una perspectiva evolutiva única sobre el envejecimiento del cerebro humano.
  • Este estudio realizó un marco comparativo basado en datos para explorar la relación entre la atrofia de la materia gris con la edad y la expansión cerebral reciente en la filogenia de chimpancés y humanos. En los humanos, mostraron una relación positiva entre el envejecimiento cerebral y la expansión cortical, mientras que en los chimpancés no se encontró tal relación.
  • Esta asociación específica de los seres humanos entre los fuertes efectos del envejecimiento y una gran expansión cortical relativa está particularmente presente en las regiones cognitivas de orden superior de la corteza prefrontal ventral y respalda la hipótesis del “último en entrar, primero en salir” para la maduración cerebral en el desarrollo evolutivo reciente del ser humano. Es decir, las regiones del cerebro humano que son las últimas en madurar, como partes del lóbulo frontal, son las primeras en mostrar signos de envejecimiento.
  • Los resultados tienden a respaldar la hipótesis de que nuestra expansión cortical se produjo a costa de un deterioro relacionado con la edad.
  • Varias teorías vinculan los procesos de desarrollo y envejecimiento en los seres humanos. En neurociencia, un modelo postula, por ejemplo, que la degeneración cerebral saludable relacionada con la edad refleja el desarrollo, y que las áreas del cerebro que se cree que se desarrollan más tarde también degeneran antes.
  • Además, demostraron que esta red de regiones cerebrales, que se desarrolla relativamente tarde durante la adolescencia y muestra una degeneración acelerada en la vejez en comparación con el resto del cerebro, caracteriza áreas de mayor vulnerabilidad a procesos de desarrollo y envejecimiento poco saludables, como lo ejemplifican la esquizofrenia y la enfermedad de Alzheimer, respectivamente.
  • Los investigadores también compararon a los chimpancés con los babuinos oliva (Papio anubis) y los macacos rhesus (Macaca mulatta). Aquí, no encontraron tal vínculo entre las áreas del cerebro que habían experimentado una rápida expansión evolutiva y aquellas que atravesaron un envejecimiento acelerado, lo que sugiere que esta característica podría ser exclusiva de la evolución del cerebro humano.
  • En resumen, lo que hace que los seres humanos tengamos una inteligencia superior también puede acelerar el proceso de envejecimiento y la aparición de enfermedades neurodegenerativas, por lo que debemos procurar cuidar nuestra salud cerebral desde jóvenes mediante una dieta sana, ejercicio físico regular tanto aeróbico como de fuerza, sueño reparador y suficiente todos los días, ingesta de nootrópicos o suplementos que cuiden la salud cerebral y reducción del estrés. Cuida tu cerebro y vive más y mejor.

Enfermedades relacionadas

Fuente:

 
  • Sam Vickery et al., The uniqueness of human vulnerability to brain aging in great ape evolution.Sci. Adv.10,eado2733(2024).DOI:10.1126/sciadv.ado2733
 
  • Douaud G, Groves AR, Tamnes CK, Westlye LT, Duff EP, Engvig A, Walhovd KB, James A, Gass A, Monsch AU, Matthews PM, Fjell AM, Smith SM, Johansen-Berg H. A common brain network links development, aging, and vulnerability to disease. Proc Natl Acad Sci U S A. 2014 Dec 9;111(49):17648-53. doi: 10.1073/pnas.1410378111.

Redacción: Irene García

Supervisión editorial: Carlos Gutiérrez

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