Soluciones naturales para la diabetes: el potencial terapéutico de las plantas y los hongos

Soluciones naturales para la diabetes: el potencial terapéutico de las plantas y los hongos

Productos naturales, como plantas y hongos, se han utilizado en la medicina tradicional en diversas culturas desde la antigüedad. Estas terapias de origen natural han servido durante mucho tiempo en la prevención y el tratamiento de numerosas enfermedades, incluida la diabetes.

Índice

¿Qué es la diabetes?

La diabetes mellitus (DM), comúnmente conocida como diabetes, es un trastorno metabólico crónico que afecta a personas en todo el mundo. Se caracteriza por niveles elevados de glucosa en sangre resultantes de un desequilibrio en la insulina, una hormona responsable de regular el azúcar en sangre. Este desequilibrio puede deberse a una producción insuficiente de insulina o a la incapacidad de las células para responder a ella. Si no se diagnostica ni se trata, la diabetes puede provocar complicaciones de salud graves y potencialmente mortales.

Según la Asociación Americana de la Diabetes, la diabetes se clasifica en cuatro tipos principales. La diabetes mellitus tipo 1 (DM1) es una diabetes inmunomediada que se produce como resultado de la destrucción autoinmune de las células β pancreáticas y generalmente conduce a una deficiencia absoluta de insulina. La diabetes mellitus tipo 2 (DM2), la forma más común, se asocia con la obesidad e implica una disminución gradual en la secreción de insulina por las células β o una sensibilidad reducida de las células del cuerpo a la insulina (resistencia a la insulina). La diabetes tipo 2 representa aproximadamente el 90-95% de todos los casos de diabetes. A menudo se denomina diabetes no dependiente de la insulina o diabetes del adulto, aunque se desconoce su etiología exacta.

La diabetes gestacional es otra forma, diagnosticada durante el segundo o tercer trimestre del embarazo en personas que no tenían diabetes previamente.

La cuarta categoría incluye tipos específicos de DM causados por una variedad de factores subyacentes. Estos incluyen defectos genéticos que afectan la función de las células β o la acción de la insulina, así como enfermedades del páncreas exocrino como la fibrosis quística y la pancreatitis que pueden contribuir al desarrollo de la diabetes. Además, este grupo cubre la DM inducida por fármacos o sustancias químicas o la DM causada por infecciones virales o de otro tipo, así como formas raras de diabetes inmunomediada y otros síndromes genéticos a veces asociados con la diabetes.

Un nuevo estudio se centró en revisar el potencial terapéutico de plantas medicinales y hongos en el tratamiento o prevención de la diabetes tipo 2, destacando compuestos bioactivos, mecanismos de acción y perspectivas futuras.

Hongos medicinales para tratar la diabetes: propuestas y mecanismos

Las plantas y los hongos representan ricos reservorios naturales de compuestos polifenólicos, donde estos bioactivos desempeñan un papel importante en la defensa ecológica y la regulación fisiológica. Los compuestos polifenólicos están recibiendo cada vez más atención por sus efectos positivos para la salud y se incorporan comúnmente en alimentos funcionales.

En el contexto de la diabetes, los polifenoles exhiben una notable actividad antidiabética a través de diversos mecanismos, incluyendo actividad antioxidante, antilipoxidación, inhibición enzimática (α-amilasa y glucosidasa), modulación de la aldosa reductasa, antiglicación y regulación génica. Sus efectos antidiabéticos se derivan principalmente de su capacidad para neutralizar los radicales libres, lo cual es esencial para controlar los niveles de glucosa en sangre. El estrés oxidativo tiene un impacto significativo en el desarrollo y la progresión de la DM, y su influencia se asocia con daño orgánico, particularmente daño renal y hepático. El estrés oxidativo se define como la producción excesiva de especies reactivas de oxígeno (ROS) que excede la capacidad de los mecanismos de defensa antioxidante del organismo, incluyendo antioxidantes enzimáticos y no enzimáticos, para neutralizarlas.

Diversos polifenoles, como las antocianinas, el ácido cafeico, la catequina, la quercetina, el ácido isoferúlico y la epigalocatequina, tienen un efecto positivo en el tratamiento de la diabetes.

Los terpenos, aunque suelen asociarse con las plantas, también representan una clase importante de metabolitos secundarios producidos por los hongos. Estos compuestos contribuyen a los aromas distintivos, los mecanismos de defensa y las propiedades terapéuticas tanto de las plantas como de los hongos. Los terpenoides derivados de estas fuentes exhiben potentes actividades biológicas, incluyendo efectos antimicrobianos, antiinflamatorios, antioxidantes y anticancerígenos, gracias a su capacidad para penetrar fácilmente las membranas celulares e interrumpir los procesos celulares.

Estudios in vivo en ratones han demostrado que el compuesto terpénico esteviósido y sus derivados pueden imitar la insulina. Esto se debe a que pueden facilitar la degradación de la glucosa, es decir, aumentar la glucólisis (la producción de nueva glucosa), regulando así con éxito los niveles de glucosa en sangre. Esto está estrechamente relacionado con su efecto sobre genes relevantes o su capacidad para inhibir ciertas enzimas en el hígado. Además, este terpeno y sus derivados también pueden actuar sobre el sistema de transporte de glucosa en el músculo esquelético, como han demostrado estudios en ratas.

Principales especies con actividad antidiabética:

• Ganoderma lucidum (reishi): contiene polisacáridos y triterpenoides que reducen la glucemia, mejoran la secreción de insulina y controlan lípidos.

• Pleurotus spp. (ostra, pulmonarius): reducen azúcar y lípidos, mejoran tolerancia a la glucosa y actúan como inhibidores de α glucosidasa/amylasa.

• Grifola frondosa (maitake): mejora sensibilidad a la insulina, modula la microbiota y reduce la hiperglucemia.

Mecanismos principales de acción:

• Polisacáridos (β-glucanos): modulan la microbiota intestinal, actúan como prebióticos, reducen la resistencia a la insulina y retrasan la absorción de glucosa.

• Terpenoides y fenoles: inhiben enzimas digestivas (α glucosidasa, α amilasa) y promueven acumulación de glucógeno, reduciendo picos postprandiales.

• Protección de células β pancreáticas: reducen el daño oxidativo e inflamatorio, mejorando la secreción de insulina.

Plantas medicinales con evidencia antidiabética

Momordica charantia (melón amargo): reduce la glucemia en ayunas entre 30–40 %, superponible a metformina con menor efecto secundario gastrointestinal.

• Cinnamomum verum (canela): mejora la sensibilidad a la insulina y reduce HbA1c entre 0.5–1.0 %, comparable a sulfonilureas sin causar hipoglucemia o aumento de peso.

• Trigonella foenum-graecum (fenogreco): reduce la glucosa postprandial ~25–30 %, similar a inhibidores DPP 4 o SGLT2.

Resveratrol (uvas): mejora resistencia a la insulina en 20–30 %, sin efectos adversos como edema o aumento de peso, a diferencia de pioglitazona.

Otros ejemplos: Jengibre, cúrcuma, Salacia reticulata, que actúan modulando microbiota, absorción de glucosa y señalización metabólica.

Conclusiones clave

1. Potencial prometedor: tanto plantas como hongos contienen compuestos bioactivos con efectos hipoglucemiantes, antioxidantes, antiinflamatorios y moduladores de microbiota.

2. Múltiples mecanismos complementarios: desde inhibición enzimática hasta protección epitelial pancreática, regulación hormonal e impacto en el metabolismo de lípidos y glucosa.

3. Integración posible como terapia adyuvante: los compuestos pueden combinarse con tratamientos convencionales o utilizarse en pacientes con intolerancia a los fármacos sintéticos.

4. Limitaciones actuales: falta de ensayos clínicos robustos y estandarizados, variabilidad en calidad de productos, dosis inciertas y regulaciones inconsistentes.

5. Necesidades futuras: ensayos controlados a largo plazo, definición de estándares de formulación, y modelos integrativos para personalizar el uso de estas terapias junto con medicina convencional.

Recomendaciones prácticas derivadas del estudio

Considerar hongos como complemento en dieta, especialmente especies como reishi, maitake, ostra y shiitake, siempre bajo supervisión médica.

• Plantas específicas, como canela, fenogreco o melón, pueden integrarse en estrategias nutricionales controladas.

• El enfoque debe incluir monitoreo clínico regular, ajuste de dosis y evaluación de interacciones con medicamentos actuales.

Priorizar ensayos clínicos bien diseñados, con duración adecuada y mediciones estándar para validar eficacia y seguridad.

• Los recursos naturales ofrecen ventajas como perfil de seguridad mejorado frente a fármacos sintéticos. Uso sostenible y menor costo. Origen tradicional que se está validando mediante estudios modernos.

Las plantas medicinales y los hongos comestibles muestran un potencial significativo como coadyuvantes naturales en el manejo de la diabetes tipo 2, actuando sobre múltiples vías metabólicas con buena tolerancia y menor riesgo de efectos adversos. Sin embargo, su incorporación en la práctica clínica requiere evidencia más sólida, estandarización de formulaciones y supervisión profesional adecuada.

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Ideas clave

  • La diabetes mellitus (DM) es un trastorno metabólico crónico caracterizado por niveles elevados de glucosa en sangre, debido a déficit de insulina o resistencia a su acción.
  • Tipo 1: origen autoinmune, deficiencia absoluta de insulina.
  • Tipo 2: la más común (90–95%), asociada a obesidad y resistencia a la insulina.
  • Gestacional: aparece durante el embarazo.
  • Otros tipos específicos: defectos genéticos, enfermedades pancreáticas, fármacos o infecciones.
  • Terapias naturales en estudio: Un creciente número de investigaciones explora el potencial terapéutico de plantas medicinales y hongos en la diabetes tipo 2, gracias a sus compuestos bioactivos (polifenoles, terpenos, polisacáridos).
  • Mecanismos de acción principales: Actividad antioxidante y antiinflamatoria. Inhibición de enzimas digestivas (α-amilasa y α-glucosidasa).
  • Protección de células β pancreáticas. Mejora de la sensibilidad a la insulina y control de lípidos. Modulación de la microbiota intestinal.
  • Hongos medicinales con efecto antidiabético: Reishi (Ganoderma lucidum): regula glucosa, lípidos y secreción de insulina.
  • Maitake (Grifola frondosa): mejora sensibilidad a la insulina.
  • Pleurotus spp. (ostra): reduce azúcar y triglicéridos.
  • Plantas con evidencia: Melón amargo (Momordica charantia): reduce glucosa en ayunas, similar a metformina.
  • Canela (Cinnamomum verum): mejora sensibilidad a insulina y reduce HbA1c.
  • Fenogreco (Trigonella foenum-graecum): baja glucosa postprandial.
  • Resveratrol (uvas): mejora resistencia a la insulina.
  • Otros: jengibre, cúrcuma, Salacia reticulata.
  • Plantas y hongos muestran gran potencial como coadyuvantes naturales en la diabetes tipo 2. Actúan mediante múltiples mecanismos complementarios. Podrían usarse junto a terapias convencionales, con menores efectos secundarios.
  • Limitación: aún faltan ensayos clínicos sólidos y estandarizados.
  • La diabetes es una enfermedad compleja, pero plantas y hongos medicinales ofrecen alternativas prometedoras como complemento al tratamiento convencional. Su integración en la práctica clínica requiere más estudios, regulación y supervisión profesional.

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Fuente:

Redacción: Irene García

Supervisión editorial: Carlos Gutiérrez

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