Las setas esconden un secreto (y es maravilloso para tu salud)
Existen más de 38.000 tipos de setas u hongos diferentes y, aunque algunos son venenosos, muchos son comestibles (disclaimer: no es buena idea ir al bosque a buscar setas a menos que se tenga una formación específica y la experiencia precisa para saber distinguir los comestibles de los tóxicos. Estos últimos pueden ser mortales. De ahí el dicho “Todas las setas son comestibles, pero algunas solo se comen una vez”).
Índice
Y no sólo son comestibles, sino que también aportan un gran valor tanto nutricional como medicinal.
De hecho, son tantas las ventajas que aporta su consumo que me sorprende que no estén de moda como un superalimento, pero esta vez con todos los galones para ameritar esta condición.
Aunque se pueden consumir como un suplemento, ofrecen una gran versatilidad a la hora de utilizarlas como ingrediente en cualquier preparación culinaria por lo que aquellos más “cocinitas” podrán dar rienda suelta a su imaginación para incorporarlos en ensaladas, guisos, risottos, revueltos, salsas, etc o sólos a la plancha, la parrilla o al horno.
¿Qué son los hongos?
Los hongos comestibles son organismos pluricelulares que están a caballo entre el reino vegetal y animal, estando formados por dos partes:
- Seta: es la parte que está a la vista, es el fruto o reproductor del hongo, siendo al típicamente comestible
- Micelio: es la parte subterránea, encargada de la alimentación de la seta.
Cada tipo de seta ofrece un perfil nutricional determinado, pero en líneas generales tienen un valor energético de entre 25-35 Kcal por cada 100 gramos.
Los hidratos de carbono constituyen entre un 4-6% de su composición, destacando su aporte en fibra y su ausencia de almidón a diferencia de las hortalizas. Este aporte en fibra produce un efecto saciante muy útil a la hora de plantear intervenciones dirigidas a combatir la obesidad.
Las proteínas que contiene son de un buen valor biológico, formando entre un 2-4% de su composición total, mientras que los lípidos se encuentran en baja cantidad.
A nivel micronutrientes, las setas son prodigiosas ya que contienen tiamina, riboflavina, niacina, vitamina B6, folatos, fósforo, potasio, hierro, cobre, selenio y zinc, entre otras sustancias muy beneficiosas para el organismo.
Por otra parte, el 90% de su composición está formado por agua. Por eso, es un alimento ideal para dietas hipocalóricas.
¿Cuáles son los beneficios de consumir setas?
Prevención y tratamiento del Cáncer
Cada vez son más los estudios que ligan el consumo periódico de setas con la prevención de diferentes tipos de cánceres.
A modo de ejemplo, en el caso del cáncer de próstata, uno de los más prevalentes en hombres, un estudio (en ratones) señaló cómo el extracto del hongo de botón blanco suprimió la actividad del receptor de andrógenos e inhibió el crecimiento tumoral en sólo seis días o un estudio japonés que, realizando un seguimiento a 36.000 personas que consumían 3 veces por semana, concluyó que reducían su riesgo de contraer este tipo de cáncer en un 17%.
En otro estudio se concluyó que variedades como las setas portobello o las setas ostra, tenían la capacidad de suprimir de forma significativa el crecimiento y la reproducción de las células de cáncer de mama, sugiriendo un efecto quimioprotector.
Indicado para personas veganas y vegetarianas
Las personas que siguen este tipo de alimentación pueden correr el riesgo de no alcanzar los niveles mínimos de algunos nutrientes que se encuentran normalmente en alimentos de origen animal.
En este sentido, las setas ofrecen una gran cantidad de minerales esenciales (cobre, selenio o potasio) así como de vitaminas del grupo B como la riboflavina y la niacina que, de otra manera, serían difíciles de ingerir sólo con alimentos de origen vegetal.
Mejoran el sistema inmune
Aunque se preciso realizar más investigaciones, se ha encontrado que el consumo de setas shiitake, unos 100 gramos al día durante 4 semanas, elevaba los niveles de un tipo de célula T al tiempo que disminuían los marcadores inflamatorios. Pero no sólo incrementan este tipo de células del sistema inmunitario, sino que parece que actúan beneficiosamente sobre todas.
Adicionalmente, las setas que han estado expuestas al Sol ofrecen altos niveles de Vitamina D, compuesto imprescindible para mantener el sistema inmune en condiciones adecuadas. De hecho, una buena práctica es, aunque ya hayan sido recogidas, dejarlas expuestas al Sol un rato para potenciar sus niveles de esta vitamina.
Por último, su consumo tiene un efecto antiinflamatorio que permite mantener al organismo en óptimas condiciones.
Actúan como prebióticos
El consumo de setas tiene un efecto prebiótico facilitando el desarrollo de bacterias beneficiosas en nuestra microbiota. Incluso se está estudiando su impacto como un agente para tratar la obesidad.
Efectos neuroprotectores
Según un estudio realizado sobre 600 personas durante 6 años, se asoció el consumo de setas (shiitake, champiñones blancos u setas ostra) con una reducción del 50% en el riesgo de padecer un deterioro cognitivo leve.
Pero este efecto neuroprotector se ha hallado también en otros tipos de setas y con un impacto mayor, como se señala en este estudio.
Control del colesterol
Varias investigaciones han concluido que algunas setas pueden jugar un papel relevante en la reducción del colesterol a través de diversos mecanismos.
Antienvejecimiento
Entre sus numerosos compuestos, un estudio confirmó la presencia de dos antioxidantes, ergotioneina y glutation, que combaten el estrés oxidativo causante del envejecimiento. De hecho, no hay otra fuente dietética que ofrezca los niveles de estos compuestos de manera conjunta, protegiendo el deterioro relacionado con enfermedades crónicas ligadas a la vejez como las afecciones cardiovasculares o el Alzheimer.
Adicionalmente, se han realizado estudios en modelos no humanos donde el incremento en la longevidad resultaba patente tras su consumo.
Estado emocional
Algunos tipos de hongos, como el reishi, han mostrado efectos adaptógenos, mejorando la respuesta al estrés y otros como el Hericium Erinaceus demostró tener un potente efecto antidepresivo y ansiolítico en cuatro semanas.
Cada tipo de seta ofrece unas u otras ventajas, de manera que ante alguna inquietud, siempre puede resultar buena idea investigar qué setas podrían consumirse ya que existen una gran variedad que cubren todo tipo de dianas terapéuticas.
¿Y la microdosificación?
Escribir sobre hongos y no entrar en el mundo de la microdosificación sería un sinsentido porque ésta es una práctica con no sólo con cada vez más evidencia científica sobre su utilidad sino también con un creciente número de "practicantes" que una vez la prueban se convierten en "evangelizadores" de sus beneficios.
Pero empecemos por el principio, las microdosis de setas, también conocidas como microdosificación, han ganado popularidad en los últimos años como una práctica para mejorar el bienestar mental, aumentar la creatividad y promover la concentración.
Este enfoque implica consumir dosis muy bajas de hongos psicodélicos, como la psilocibina, en intervalos regulares, con el objetivo de experimentar efectos sutiles pero beneficiosos. En este sentido, su consumo:
- Mejora el estado de ánimo: Se ha informado que las microdosis de setas pueden ayudar a reducir los síntomas de ansiedad y depresión, así como a mejorar el estado de ánimo general. Estudios preliminares sugieren que la psilocibina puede tener efectos antidepresivos y ansiolíticos.
- Mayor creatividad: Algunos consumidores informan que las microdosis de setas pueden desencadenar un estado mental más receptivo y creativo, lo que les permite abordar problemas de manera más innovadora y encontrar soluciones creativas.
- Mayor concentración y productividad: Se ha sugerido que las microdosis pueden mejorar la concentración y la productividad, permitiendo a las personas enfocarse mejor en sus tareas y alcanzar un mayor rendimiento cognitivo.
- Reducción de Adicciones: Algunas investigaciones preliminares sugieren que las microdosis de setas podrían tener el potencial de ayudar en el tratamiento de ciertas adicciones, como la adicción al alcohol, tabaco o sustancias psicoactivas. Se ha observado que la psilocibina puede influir en los patrones de pensamiento y comportamiento que sustentan la adicción, ayudando a las personas a romper los ciclos de dependencia.
- Conexión emocional: Algunas personas experimentan una mayor conexión emocional consigo mismas y con los demás mientras microdosifican, lo que puede promover relaciones más profundas y una mayor introspección.
Pero dada la naturaleza de esta práctica, no se deben consumir este tipo de setas sin un protocolo muy determinado:
- Empieza con una dosis baja: Es crucial comenzar con una dosis muy baja para evaluar cómo reacciona tu cuerpo. Las microdosis generalmente implican una cantidad de psilocibina que es subperceptual, lo que significa que no deberías sentir efectos psicodélicos evidentes.
- Sigue un protocolo de dosificación: Muchas personas siguen un protocolo de dosificación que implica tomar una microdosis un día y descansar 3 durante un período prolongado, como varias semanas o meses. Al finalizar el período que se haya definidio (generalmente un máximo de 12 semanas) se debe detener el consumo al menos el mismo tiempo.
- Compra de fuentes confiables: Si decides probar las microdosis, asegúrate de obtener tus hongos de fuentes confiables y seguras. La calidad y la pureza del producto son cruciales para garantizar una experiencia segura y efectiva.
- Monitorea tus efectos: Presta atención a cómo te sientes física y mentalmente mientras microdosificas. Si experimentas efectos adversos o molestias, considera ajustar la dosis o interrumpir la práctica.
- Consulta con un profesional de la salud: Antes de comenzar cualquier régimen de microdosificación, es recomendable hablar con un profesional de la salud mental o un médico para obtener orientación personalizada y asegurarte de que esta práctica sea segura para ti.
En conclusión, las microdosis de setas pueden ofrecer una variedad de beneficios potenciales para el bienestar mental y emocional, pero es importante abordar esta práctica con precaución y responsabilidad.
Si estás considerando probar las microdosis, asegúrate de investigar a fondo, seguir un protocolo de dosificación seguro y buscar orientación profesional si es necesario.
Ideas clave
- Existen más de 38.000 tipos de setas u hongos diferentes y, aunque algunos son venenosos, muchos son comestibles. Y no sólo son comestibles, sino que también aportan un gran valor tanto nutricional como medicinal.
- Los hidratos de carbono constituyen entre un 4-6% de su composición, destacando su aporte en fibra y su ausencia de almidón a diferencia de las hortalizas. Este aporte en fibra produce un efecto saciante muy útil a la hora de plantear intervenciones dirigidas a combatir la obesidad.
- Las proteínas que contiene son de un buen valor biológico, formando entre un 2-4% de su composición total, mientras que los lípidos se encuentran en baja cantidad.
- A nivel micronutrientes, las setas son prodigiosas ya que contienen tiamina, riboflavina, niacina, vitamina B6, folatos, fósforo, potasio, hierro, cobre, selenio y zinc, entre otras sustancias muy beneficiosas para el organismo.
- Por otra parte, el 90% de su composición está formado por agua. Por eso, es un alimento ideal para dietas hipocalóricas.
- Entre sus beneficios encontramos prevenir y tratar el cáncer, lo pueden consumir los vegetarianos y veganos, mejoran el sistema inmune, actúan como prebióticos, tienen efectos neuroprotectores, controlan el colesterol, tienen efecto antienvejecimiento, mejoran el estado emocional.
- Las microdosis de setas, también conocidas como microdosificación, han ganado popularidad en los últimos años como una práctica para mejorar el bienestar mental, aumentar la creatividad y promover la concentración.
- Su consumo mejora el estado de ánimo, aumenta la creatividad, mejora la concentración y productividad, reduce las adicciones, nos conecta emocionalmente.
- Pero dada la naturaleza de esta práctica, no se deben consumir este tipo de setas sin un protocolo muy determinado: empezar en dosis muy baja, seguir un protocolo de dosificación, comprar en fuentes confiables, monitorear los efectos, consultar a un profesional de la salud.
- En conclusión, las microdosis de setas pueden ofrecer una variedad de beneficios potenciales para el bienestar mental y emocional, pero es importante abordar esta práctica con precaución y responsabilidad.
Enfermedades relacionadas
Fuente:
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