¿La velocidad de crecimiento de nuestras uñas marca nuestra longevidad?

¿La velocidad de crecimiento de nuestras uñas marca nuestra longevidad?

La tasa de crecimiento lineal de las uñas disminuye un 50% a lo largo de la vida y, a partir de los 30 años, la velocidad de crecimiento de las uñas disminuye aproximadamente un 0,5 % cada año. Esto sugiere que una persona cuya tasa de crecimiento es mayor que el promedio podría estar envejeciendo más lentamente.

Índice

¿Pueden las uñas indicarnos si nuestro envejecimiento es rápido o lento?

La queratina (proteína que se encuentra en las células epiteliales que revisten las superficies internas y externas del cuerpo) es el tejido más accesible del órgano más accesible, la piel, para el estudio científico del envejecimiento. Es regionalmente heterogéneo en composición y función y susceptible a influencias desde dentro y fuera del cuerpo.

La disminución de la función fisiológica y la capacidad de reserva de la queratina que se produce con el envejecimiento generalmente tiene poco o ningún efecto sobre la longevidad. La función de barrera que sostiene la vida de la capa de queratina de la piel dura más que la de otros órganos vitales que envejecen. Sin embargo, la supervivencia en la naturaleza podría verse afectada por una reducción en la tasa de reemplazo de queratina, por ejemplo, estrato córneo, uñas y cabello. Por eso se llevó a cabo un estudio para medir el crecimiento lineal de las uñas como medida del envejecimiento.

El propósito de la investigación fue determinar si la tasa de crecimiento de las uñas disminuye con la edad y establecer una relación entre el envejecimiento y la regeneración celular en las uñas.

Se analizaron muestras de crecimiento de uñas de los dedos de las manos en un grupo diverso de participantes de distintas edades. Se midió la velocidad de crecimiento de las uñas en milímetros por mes durante un período determinado. Se compararon los resultados según la edad de los participantes.

La tasa de crecimiento lineal de las uñas es una técnica sencilla, económica y no invasiva para medir el envejecimiento. Cuando se controlan o se consideran los numerosos factores endógenos y exógenos que se sabe que influyen en esta tasa, la medición de la tasa durante un año proporciona datos que están relacionados y causados por la edad.

Así, el estudio mostró que la tasa de crecimiento lineal de las uñas disminuye un 50% a lo largo de la vida tanto de perros como de humanos. En el beagle, que tiene una vida útil del 20% de la del hombre, el ritmo de disminución es 5 veces más rápido que en el hombre.

En adultos jóvenes, las uñas crecían a un ritmo de aproximadamente 3 mm por mes, mientras que, en personas mayores de 70 años, la tasa era menor a 2 mm por mes.

Las uñas de los dedos más largos (como el índice y el medio) crecían más rápido que las de los dedos más cortos, independientemente de la edad.

Existen biorritmos circadianos y multianuales de la tasa de crecimiento lineal de las uñas. Hay períodos de aproximadamente 7 años de declive lento que se alternan con períodos de 7 años de declive más rápido.

Además, a partir de los 30 años, la velocidad de crecimiento de las uñas disminuye aproximadamente un 0,5 % cada año. Esto sugiere que una persona cuya tasa de crecimiento es mayor que el promedio podría estar envejeciendo más lentamente.

El crecimiento de las uñas está directamente relacionado con la circulación sanguínea, que transporta los nutrientes necesarios para la regeneración celular. A medida que envejecemos, la circulación se vuelve menos eficiente, lo que provoca un crecimiento más lento de las uñas. Otros factores que pueden influir en este ritmo son los niveles hormonales y la dieta.

Por lo tanto, la rapidez con la que crecen las uñas podría reflejar la capacidad del cuerpo para generar células nuevas y saludables, un factor clave en el envejecimiento biológico.

El estudio demostró que el envejecimiento tiene un impacto directo en la velocidad de crecimiento de las uñas, lo que sugiere que la regeneración celular y la microcirculación sanguínea disminuyen con la edad. Estos hallazgos pueden ser útiles para comprender mejor el envejecimiento del cuerpo humano y su impacto en otros procesos biológicos.

¿Qué otros aspectos de nuestra salud nos indican las uñas?

Las uñas pueden reflejar diversos aspectos de la salud general del cuerpo. Su color, textura, forma y crecimiento pueden indicar deficiencias nutricionales, problemas circulatorios o enfermedades subyacentes.

1. Cambios en el color

  • Uñas pálidas o blanquecinas: pueden ser signo de anemia o problemas circulatorios.
  • Uñas amarillas: asociadas con infecciones fúngicas, problemas hepáticos o enfermedades respiratorias crónicas como el EPOC.
  • Uñas azuladas o moradas: indican falta de oxígeno en la sangre, posiblemente por enfermedades pulmonares o cardiacas.
  • Líneas blancas o manchas (Leuconiquia): a menudo causadas por traumatismos, pero también pueden ser signo de deficiencias de zinc o proteínas.

2. Cambios en la textura y forma

  • Uñas quebradizas o con capas que se desprenden: pueden indicar deficiencia de hierro, hipotiroidismo o exposición excesiva a químicos agresivos.
  • Uñas con estrías verticales: suelen aparecer con la edad, pero en algunos casos pueden reflejar deshidratación o deficiencia de nutrientes.
  • Uñas con hoyuelos o pequeñas depresiones: relacionadas con psoriasis, artritis psoriásica o problemas autoinmunes.
  • Uñas en cuchara (koiloniquia): uñas delgadas y cóncavas, asociadas con deficiencia de hierro y anemia.
  • Uñas en forma de reloj de vidrio (hipocratismo digital): se presentan en personas con enfermedades pulmonares crónicas, problemas cardíacos o hepáticos.

3. Ritmo de crecimiento anormal

  • Crecimiento lento: puede estar relacionado con mala circulación, hipotiroidismo o deficiencias nutricionales.
  • Crecimiento acelerado: puede indicar un metabolismo más rápido o trastornos hormonales como hipertiroidismo.

4. Líneas o marcas específicas

  • Líneas de Beau (hendiduras horizontales): suelen aparecer después de una enfermedad grave, fiebre alta o estrés extremo.
  • Líneas de Muehrcke (bandas blancas paralelas): relacionadas con problemas hepáticos o bajos niveles de proteínas en la sangre.
  • Línea de Terry (uña blanquecina con una banda oscura en la punta): puede indicar enfermedades hepáticas o insuficiencia renal.
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Ideas clave

  • El estudio analizó el crecimiento de las uñas como un indicador del envejecimiento.
  • Se encontró que la velocidad de crecimiento de las uñas disminuye con la edad, reduciéndose en un 50 % a lo largo de la vida tanto en humanos como en perros.
  • En adultos jóvenes, las uñas crecen aproximadamente 3 mm al mes, mientras que en mayores de 70 años, el crecimiento es menor a 2 mm.
  • También se observó que las uñas de los dedos más largos crecen más rápido y que la tasa de crecimiento disminuye un 0,5 % por año a partir de los 30 años.
  • El crecimiento de las uñas está relacionado con la circulación sanguínea, la regeneración celular y factores como la dieta y las hormonas.
  • Una mayor tasa de crecimiento podría indicar un envejecimiento más lento.
  • Además, las uñas pueden reflejar diversos aspectos de la salud, como problemas circulatorios, deficiencias nutricionales y enfermedades subyacentes.
  • Cambios en el color, textura o ritmo de crecimiento pueden ser señales de anemia, enfermedades hepáticas, pulmonares o metabólicas.

Enfermedades relacionadas

Fuente:

  • Orentreich N, Markofsky J, Vogelman JH. The effect of aging on the rate of linear nail growth. J Invest Dermatol. 1979 Jul;73(1):126-30. doi: 10.1111/1523-1747.

Redacción: Irene García

Supervisión editorial: Carlos Gutiérrez

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