¿Cuánto tiempo reduce la esperanza de vida el alcohol?

¿Cuánto tiempo reduce la esperanza de vida el alcohol?

Seguro que has escuchado que una copa de vino tinto al día es “bueno” para la salud, así como que no se debe beber nada de alcohol ya que hasta la más pequeña cantidad diaria es perjudicial para la salud. ¿En qué quedamos? ¿Puede el alcohol moderado ser bueno o siempre acorta la esperanza de vida?

Índice

¿El alcohol es malo o no?

Hay muchas investigaciones contradictorias sobre el alcohol y la esperanza de vida.

Por un lado, todos sabemos lo malo que es el consumo excesivo de alcohol para la salud: aumenta el riesgo de enfermedad hepática, cáncer, úlceras y perforaciones en la pared gástrica, infarto… Además, muchas personas están genéticamente condicionadas al alcoholismo. Si tienes antecedentes de alcoholismo, ninguna cantidad de alcohol es saludable ya que los peores resultados de salud provienen del consumo excesivo de alcohol, incluido el cáncer, las enfermedades cardíacas y la muerte prematura.

Pero, por otro lado, muchas veces leemos en los medios de comunicación acerca de estudios que sugieren que el consumo moderado de alcohol o el consumo de ciertos tipos de alcohol (como el vino tinto) se asocia con una esperanza de vida más larga.

Entonces, ¿cuál es la idea correcta?

El alcohol moderado aumenta la esperanza de vida, ¿o no?

En primer lugar, hay que tener cuidado con los estudios que se ven en redes sociales sobre los beneficios del alcohol, ya que muchos de ellos no muestran realmente una causalidad entre consumo moderado de alcohol y mayor esperanza de vida, sino solo la correlación. Estos estudios pueden presentar problemas como sesgo de selección y confusión, haciendo que sus resultados no sean precisos. Por eso, hay que tener cuidado con los estudios epidemiológicos.

No obstante, sí existen estudios reales en animales in vivo que muestran la extensión de la vida con cantidades moderadas de alcohol. Dado que los estudios con animales se pueden realizar en ambientes controlados, hay muchas menos variables que podrían confundir los resultados en comparación con los estudios epidemiológicos en poblaciones humanas.

Muchos de estos estudios son de los años 70, 80 y 90, pero hay también estudios más recientes que apoyan estos hallazgos. Por ejemplo, un estudio de 2021 encontró que el consumo moderado de vino tinto aumentó la vida útil promedio de las moscas de la fruta en un 7%.

También en las moscas de la fruta, un estudio de 2009 encontró que "para la supervivencia medida por la longevidad, el acetaldehído (un subproducto del alcohol) es beneficioso en concentraciones bajas y estresante en altas concentraciones en Drosophila (moscas de la fruta) que utilizan etanol como un recurso importante". Esto se conoce como una "curva J" porque cuando se hace una gráfica con las tasas de muerte contra el consumo de alcohol, se obtiene algo que parece una "J" grande, con las tasas de muerte más bajas con una ingesta moderada (distinta de cero).

Continuando con los animales y la esperanza de vida del alcohol, varios estudios también han demostrado que los ratones viven más con un poco de alcohol en comparación con ninguno. Como un estudio de 2020 en ratones que encontró que una dosis baja de etanol mejoró su esperanza de vida según lo medido por la resistencia a la obesidad, la actividad termogénica, el rendimiento físico, la función mitocondrial, la sensibilidad elevada a la insulina y la inflamación moderada.

Se descubrió que el vino tinto reduce la progresión de la aterosclerosis en ratones y también en conejos. (Aunque, curiosamente, esto también funcionó con el vino tinto desalcoholizado, lo que sugiere que otros componentes del vino tinto como la quercetina, la catequina o el resveratrol pueden contribuir a sus beneficios para la salud).

Por ejemplo, un estudio de 2008 mostró que, en los hombres, una ingesta baja-moderada de alcohol mejoró los biomarcadores de inflamación en comparación con la ausencia de ingesta y la ingesta alta.

Un ensayo controlado aleatorio de 2013 encontró que una copa diaria de vino tinto (100 ml para mujeres y 200 ml para hombres) mejoró la relación LDL/HDL en un 13% a lo largo de 20 semanas.

En resumen, varios metaanálisis y revisiones recientes de muchos estudios epidemiológicos diferentes sobre el consumo de alcohol (vino tinto) han concluido que el consumo de alcohol de bajo a moderado está asociado con beneficios para la salud que van desde un menor riesgo de cáncer de colon hasta un menor riesgo de enfermedad cardíaca (con menos de 30 g de alcohol por día) para mejorar la salud cardiovascular.

Un estudio epidemiológico de 2020 en los Países Bajos indicó que las personas que bebían entre 5 y 15 gramos de alcohol por día tenían más probabilidades de llegar a los 90 años que las personas que se abstuvieron de beber por completo y también que las que bebieron en exceso.

En cuanto al porqué de los beneficios de un consumo moderado de alcohol, se cree que las bebidas alcohólicas como el vino tinto y la cerveza pueden tener un alto contenido de compuestos polifenólicos como la quercetina y el resveratrol que tienen efectos beneficiosos en la salud y la longevidad.

El alcohol puede suprimir mTOR, un regulador del maestro del crecimiento celular que, al inhibirse, desencadena la autofagia, un proceso mediante el cual los lisosomas, los llamados centros de reciclaje de células, limpian proteínas mal plegadas y orgánulos dañados.

Pequeñas cantidades de alcohol pueden desencadenar respuestas de hormesis en el cuerpo. De hecho, la evolución puede haber hecho que las pequeñas cantidades de alcohol que contienen ciertas frutas maduras y fermentadas nos atraiga hacia ellas.

El alcohol reduce la esperanza de vida

Obviamente, el consumo excesivo de alcohol se asocia con muchos efectos perjudiciales para la salud, incluidas tasas más altas de cáncer, enfermedades cardíacas, demencia y muerte prematura, pero ¿podría ser perjudicial un menor consumo de alcohol?

Por el resultado de algunas investigaciones, parece que sí… Por ejemplo, un estudio de 2011 encontró que cantidades bajas de vino tinto (0,5 mg/kg de etanol) en sujetos jóvenes y sanos deterioraron algunas medidas de la función cardíaca, como el rendimiento ventricular, en el transcurso de solo 60 minutos.

Un estudio de 2019 no encontró ningún beneficio positivo del consumo de alcohol incluso moderado en la longitud de los telómeros (una posible medida de la edad biológica) y concluyó: “El consumo excesivo de alcohol puede reducir la longitud de los telómeros. Usando la longitud de los telómeros como un marcador de la edad y la salud, estos datos no demuestran ningún beneficio del consumo de alcohol, incluso cuando se consume con moderación".

Sin embargo, al igual que en el punto anterior, hay mucha más investigación epidemiológica (en comparación con los ensayos controlados) sobre las posibles consecuencias negativas del consumo bajo y moderado de alcohol y la esperanza de vida.

Varios metaanálisis y revisiones han criticado los estudios epidemiológicos que muestran un beneficio para la salud del consumo moderado de alcohol.

Un metaanálisis de 2016 examinó 87 estudios epidemiológicos sobre el consumo de alcohol y, después de ajustar por abstenciones no saludables, concluyó: "Los metaanálisis que ajustan estos factores encuentran que el consumo de alcohol en bajo volumen no tiene un beneficio neto en la mortalidad en comparación con la abstención de por vida o el consumo ocasional".

Una revisión de 2019 también arrojó dudas sobre el diseño del estudio de estudios epidemiológicos que promueven un bajo consumo de alcohol, señalando: “Por ejemplo, la edad promedio en el momento de la inscripción en los estudios de cohortes era de más de 50 años en los metaanálisis recientes y, por lo tanto, los participantes tenían que haber sobrevivido hasta esa edad para poder ser incluidos en los estudios de cohortes. Recientemente, descubrimos que más de un tercio de las muertes causadas por el alcohol ocurren entre personas menores de 50 años, mientras que la gran mayoría de las 'muertes evitadas' (en los estudios de cohortes) correspondieron a las personas mayores de 50 años".

Esto significa que esos estudios positivos sobre el alcohol podrían estar subestimando enormemente las muertes relacionadas con el alcohol, ya que no incluyen suficientes sujetos más jóvenes.

También ponen en duda los resultados de los estudios epidemiológicos positivos la preocupación de que muchos de ellos puedan ser financiados por la propia industria del alcohol y podrían estar sesgados en sus hallazgos.

Más allá de los metaanálisis, hay varios estudios epidemiológicos recientes que encuentran que incluso el consumo moderado y bajo de alcohol tiene consecuencias negativas para la salud y la longevidad.

Por ejemplo, incluso una ingesta moderada de alcohol a largo plazo se asocia con un aumento en el riesgo de cáncer de mama según un estudio epidemiológico de 2011.

Según un estudio de población de 2021, incluso el consumo moderado (menos de 20 gramos de alcohol por día) contribuyó al 13,9% del total de cánceres relacionados con el alcohol.

Un artículo epidemiológico de 2018 también concluyó que no había una dosis segura de alcohol, diciendo: “Encontramos que el riesgo de mortalidad por todas las causas, y de cánceres específicamente, aumenta con los niveles crecientes de consumo, y el nivel de consumo que minimiza la pérdida de salud es cero."

Además, a diferencia de los estudios que muestran un efecto cardioprotector positivo de beber poco, una revisión de 2016 encontró: “Parece haber un hallazgo consistente de un riesgo cardiovascular inmediatamente mayor después de cualquier consumo de alcohol, pero a las 24 horas, solo la ingesta excesiva de alcohol confería un riesgo continuo”.

Otro estudio publicado en The Lancet afirma que todo consumo superior a 12,5 unidades de alcohol semanales –lo que equivaldría a cinco pintas de cerveza o cinco copas de vino a la semana– reduce la esperanza de vida. Los resultados permitieron establecer un límite ‘seguro’ –que no necesariamente beneficioso– de consumo: unos 100 gramos de alcohol puro, o lo que es lo mismo, 12,5 unidades de alcohol. Y a partir de aquí, las consecuencias para la salud son nefastas.

Por lo tanto, ¿debemos beber alcohol si queremos vivir más tiempo?

Después de todo lo que hemos escrito, la respuesta individual de riesgo/beneficio no es sencilla, ya que parece claro que un consumo moderado de alcohol no es perjudicial si se balancea contra los compuestos beneficiosos del vehículo que contiene el alcohol, pero si lo positivo son los ingredientes de la cerveza o el vino tinto, beber cerveza sin alcohol o tomar uvas o suplementos de resveratrol es incluso más beneficioso, evitando lo negativo del alcohol.

A nivel bioquímico y fisiológico, en el ser humano no existen beneficios conocidos de la molécula “etanol”, ya que carecemos de las rutas metabólicas por las que podría ser indirectamente beneficioso en otros modelos (como las moscas de la fruta). Esto es un punto importante que creemos necesario destacar: el alcohol es un compuesto tóxico para el organismo, siempre, y tiene preferencia de desintoxicación hepática frente a cualquier otra sustancia. Es por ello que, por ejemplo, consumir alcohol junto con grandes cantidades de fructosa o azúcares simples tiene efectos aún más perjudiciales, porque satura los mecanismos de procesamiento hepáticos al tener preferencia frente a otros nutrientes. Los excesos se convierten en grasas (hígado graso) y elevan los marcadores de inflamación hepática (GGT, AST, ALT). Es cierto, eso sí, que una exposición extremadamente intermitente podría tener efectos horméticos, a nivel teórico.

Ahora bien, el vehículo de administración (vino tinto) podría tener beneficios para la salud, como hemos descrito. Si buscas estos beneficios de forma específica, tomar estos compuestos en forma de suplementos evita los efectos negativos del etanol.

Es por lo que mencionamos una evaluación personal de riesgo/beneficio. Un examen de la fisiología humana deja claro que no existen beneficios del alcohol per se, pero… ¿realmente es tan perjudicial una copa de vino en un ambiente social, ocasionalmente? (debemos definir consumo ocasional, es decir, para nosotros, menos de 1 o máximo 2 veces por semana, muy por debajo de las recomendaciones “seguras” de toma de gramos de etanol diaria).

¿Es posible que estrechar lazos sociales, disminuir el estrés y aumentar el bienestar supere los efectos negativos del etanol para la longevidad? Sí, es posible, pero como hemos mencionado, la respuesta debe ser individual y siempre teniendo en cuenta que el consumo debe ser moderado. Es decir, salir a tomar una caña con los amigos de vez en cuando no es perjudicial para la salud, y sí puede ser muy positivo si eso nos permite quitarnos de encima el estrés del día a día y mejorar nuestras relaciones sociales, puntos positivos para nuestar salud general y nuestra longevidad. 

Pero debemos hacerlo desde la sabiduría y la ciencia: si vamos a tomar alcohol, deberíamos reducir la cantidad de carbohidratos simples y grasas en la misma toma y, por supuesto, evitar cualquier otro tóxico hepático. Asimismo, tomar algún suplemento de protección hepática como la silimarina (silibinina) podría estar indicado.

No obstante, si podemos prescindir del etanol y disfrutar del mismo espíritu social tomando sustitutos sin alcohol, es buena idea prescindir de él. Si salir a tomar un refresco o una cerveza sin alcohol con los amigos nos ofrece los mismos beneficios emocionales, no lo dudes. 

Y, ante todo, cuando decidas tomarte una copa en ocasiones especiales, disfruta de la compañía, sin remordimiento y sin pensar en lo perjudicial del alcohol. Simplemente, recuerda mantener el resto de los días un estilo de vida saludable y hacer ejercicio físico con regularidad para evitar las enfermedades de la vejez.

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Ideas clave

  • Hay muchas investigaciones contradictorias sobre el alcohol y la esperanza de vida. Por un lado, todos sabemos lo malo que es el consumo excesivo de alcohol para la salud. Pero, por otro lado, muchas veces leemos en los medios de comunicación acerca de estudios que sugieren que el consumo moderado de ciertos tipos de alcohol se asocia con una esperanza de vida más larga.
  • Por una parte, existen estudios reales en animales in vivo que muestran la extensión de la vida con cantidades moderadas de alcohol. También hay algunos estudios controlados en humanos que mostraron beneficios para la salud positivos del consumo de alcohol de leve a moderado, como mejorar los biomarcadores de inflamación, la relación LDL/HDL, menor riesgo de cáncer...
  • En cuanto al porqué de los beneficios de un consumo moderado de alcohol, se cree que las bebidas alcohólicas como el vino tinto y la cerveza pueden tener un alto contenido de compuestos polifenólicos como la quercetina y el resveratrol que tienen efectos beneficiosos en la salud y la longevidad. El alcohol también puede suprimir mTOR. Y pequeñas cantidades de alcohol pueden desencadenar respuestas de hormesis en el cuerpo.
  • En la parte contraria, el consumo excesivo de alcohol se asocia con muchos efectos perjudiciales para la salud, incluidas tasas más altas de cáncer, enfermedades cardíacas, demencia y muerte prematura, pero... ¿también el consumo moderado? Según muchos estudios, hasta el consumo moderado puede ser malo o, al menos, no resultar positivo como decían los estudios anteriores.
  • Por lo tanto, a nivel bioquímico y fisiológico, en el ser humano no existen beneficios conocidos de la molécula “etanol”, ya que carecemos de las rutas metabólicas por las que podría ser indirectamente beneficioso en otros modelos (como las moscas de la fruta). Asimismo, el alcohol es un compuesto tóxico para el organismo, siempre, y tiene preferencia de desintoxicación hepática frente a cualquier otra sustancia.
  • Ahora bien, el vehículo de administración (vino tinto) podría tener beneficios para la salud, como hemos descrito. Si buscas estos beneficios de forma específica, tomar estos compuestos en forma de suplementos evita los efectos negativos del etanol.
  • Es por lo que mencionamos una evaluación personal de riesgo/beneficio. Si vamos a tomar alcohol, deberíamos reducir la cantidad de carbohidratos simples y grasas en la misma toma y, por supuesto, evitar cualquier otro tóxico hepático. Si podemos prescindir del etanol y tener el mismo espíritu social tomando sustitutos sin alcohol, es buena idea prescindir de él.
  • Y, ante todo, cuando decidas tomarte una copa en ocasiones especiales, disfruta de la compañía, sin remordimiento y sin pensar en lo perjudicial del alcohol. Simplemente, recuerda mantener el resto de los días un estilo de vida saludable y hacer ejercicio físico con regularidad para evitar las enfermedades de la vejez.

Enfermedades relacionadas

Fuente:

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Redacción: Irene García

Supervisión editorial: Tomás Duraj

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