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Índice

• ¿Cómo funcionan los relojes de envejecimiento?
• ¿Cómo influyen la mente y las emociones en la edad biológica?
• Efectos de los estados psicológicos en el ritmo de envejecimiento

¿Cómo funcionan los relojes de envejecimiento?

Los relojes de envejecimiento o epigenéticos son modelos estadísticos que permiten medir la edad biológica, a diferencia de la edad cronológica. Mientras que esta última está determinada por la fecha de nacimiento, la primera depende de la intensidad de los procesos de envejecimiento y puede verse afectada por la genética, las elecciones de vida y el medio ambiente.

Por lo general, estos relojes de envejecimiento son regresores, entrenados para predecir la edad cronológica de una persona en función de un vector de parámetros de entrada, como resultados de análisis de sangre clínicos, niveles de expresión génica o intensidades de metilación del ADN.

Según el ritmo de envejecimiento, las personas pueden dividirse en personas de edad lenta, normal y rápida. Varios estudios han indicado que el aumento de la edad biológica se asocia con una mayor mortalidad por todas las causas, vulnerabilidad a las infecciones y una serie de enfermedades no transmisibles. Por el contrario, una tasa de envejecimiento lento se asocia con una mejor salud en comparación con los coetáneos.

Los estudios del reloj del envejecimiento son esenciales para el desarrollo de terapias de longevidad y geroprotectores (medicamentos antienvejecimiento). Además, los estudios biogerontológicos longitudinales han destacado las formas de manipular el ritmo del envejecimiento a través del ejercicio, la dieta o los suplementos dietéticos.

¿Cómo influyen la mente y las emociones en la edad biológica?

El impacto de la psicología en la edad biológica es un tema poco estudiado. En las últimas tres décadas, se han propuesto muchas teorías sobre el envejecimiento y algunas de ellas relacionan la psicología con este proceso, como la teoría de 1990 de Laura Carstensen quien propuso una teoría, llamada teoría de la selectividad socioemocional, que describe cómo las personas cambian sus motivaciones a lo largo de la edad adulta. La teoría especifica cómo los factores psicológicos como las emociones pueden afectar el envejecimiento. Sin embargo, aunque se sabe que la psicología humana pasa por ciertos cambios a lo largo de la vida, pocos estudios han intentado describir estos cambios en los términos de la biogerontología (es decir, utilizando relojes de envejecimiento) o determinar su efecto sobre la salud física.

Un número limitado de estudios señaló que los factores psicológicos, como el estrés, la soledad, la salud mental y las percepciones negativas del envejecimiento podrían tener influencias significativas en los relojes de envejecimiento derivados de parámetros físicos. Otros factores sociopsicológicos que podrían acelerar los relojes de envejecimiento incluyen eventos de vida negativos, estilos de vida modernos y bajo nivel socioeconómico.

El estrés acumulado a lo largo de la vida puede ser responsable de hasta 3,6 años de edad biológica adicional. Estos hallazgos sugieren que los efectores del estrés en el envejecimiento del organismo son las hormonas glucocorticoides, que se sabe que están involucradas en la memoria y la cognición. Los cambios epigenéticos inducidos por el estrés mediante la señalización de glucocorticoides se colocalizan con los sitios de metilación del ADN asociados con el envejecimiento, lo que puede promover la arteriosclerosis y otras afecciones de salud. Otros efectores del envejecimiento relacionado con el estrés incluyen el daño oxidativo y el acortamiento de los telómeros, que pueden sumar hasta diez años de edad biológica adicional.

El vínculo entre el envejecimiento físico y la psicología no es unidireccional, como han señalado algunos estudios. Las personas con un ritmo de envejecimiento acelerado tienen más probabilidades de desarrollar psicopatologías en etapas posteriores de la vida, mientras que la edad epigenética al nacer se ha relacionado con el desarrollo del temperamento infantil. Sin embargo, en la mayoría de los estudios, descubrir los vínculos causales es una tarea imposible debido a su diseño transversal. La tarea se complica aún más por la ambigüedad inherente del término “envejecimiento psicológico”. La edad psicológica puede referirse al estado mental más típico de las personas de un determinado grupo de edad. A su vez, la edad psicológica es algo que corresponde a la percepción subjetiva que uno tiene del paso del tiempo, enmarcada dentro de sus vivencias y expectativas. Curiosamente, la edad psicológica puede estar asociada con tendencias psicológicas opuestas, según la definición. Por ejemplo, las personas con un comportamiento neurótico prominente son más frecuentes entre las personas cronológicamente más jóvenes, pero las personas neuróticas se perciben a sí mismas como mayores de lo que realmente son.

Por eso, dados los problemas para investigar cómo la psicología influye en la edad biológica, los investigadores desarrollaron un nuevo reloj de envejecimiento basado en paneles de sangre del conjunto de datos del Estudio Longitudinal de Salud y Retiro de China (CHARLS) para definir la edad biológica en una cohorte de adultos chinos.

Entre los países de Asia oriental, China tiene la porción más baja de personas que envejecen con éxito: 15,7%. Un envejecido exitoso es una persona mayor de 65 años sin discapacidades importantes y con una función cognitiva y un compromiso social normales. A modo de comparación, la porción de personas que envejecen con éxito entre los adultos mayores es del 29,2% en Japón y del 25,5% en Corea. Sin embargo, debido a la gran población de China, el número de personas mayores de 65 años en China es mayor que en toda Europa. Por lo tanto, comprender el envejecimiento en China puede proporcionar información importante sobre el envejecimiento en el mundo.

Gracias a los datos obtenidos del estudio pudieron demostrar que la salud mental y física están interrelacionadas y ambas pueden describirse mediante un único reloj de envejecimiento entrenado con datos de análisis de sangre. También demostraron que el impacto perjudicial del bajo bienestar psicológico es de la misma magnitud que las enfermedades graves y el tabaquismo.

Efectos de los estados psicológicos en el ritmo de envejecimiento

Para comparar el efecto de múltiples factores sobre la edad biológica, usaron una red elástica (EN) para retroceder las predicciones del reloj de envejecimiento en función de las variables demográficas y psicológicas. Todos los factores incluidos en el análisis (excepto la viudez) mostraron efectos significativos en el ritmo de envejecimiento. Los tres mayores efectos sobre la tasa de envejecimiento pertenecían a los siguientes factores binarios: fumar (+1,25 años), estar casado actualmente (−0,59 años) y sufrir sueño inquieto (+0,44 años). Sin embargo, si las ocho variables psicológicas se consideran como una escala que representa el bienestar psicológico, estar en su extremo inferior tiene el efecto de acelerar el envejecimiento en 1,65 años.

Entre los biomarcadores sanguíneos incluidos en el reloj de envejecimiento, la cistatina C fue el segundo más importante, ubicándose por debajo de la presión sistólica. La cistatina C es una cisteína proteasa utilizada como biomarcador de la función renal y su elevación es un factor de riesgo importante en la mortalidad por todas las causas en los adultos mayores chinos. Algunos otros estudios de salud mental y física han relacionado los niveles anormales de cistatina C con síntomas depresivos de nueva aparición.

De acuerdo con esta interpretación, la edad biológica de cualquier persona está compuesta casi en su totalidad por el intercepto y la edad cronológica. No obstante, la mayoría de las demás características tenían coeficientes significativos distintos de cero, estimados con un CV de diez veces. En conjunto, el estado psicológico de un participante aporta 1,65 años de edad biológica si todas las variables asociadas asumen los valores indicativos de menor bienestar. Por ejemplo, sentirse infeliz aportará 0,35 años y no tener problemas para dormir restará 0,44 años.

El impacto de las características demográficas es de una magnitud similar a la de los factores psicológicos. Entre ellos, el estado civil tuvo el mayor efecto sobre el ritmo de envejecimiento. Se predijo que los participantes actualmente casados serían 0,6 años más jóvenes que los que nunca se habían casado, mientras que se predijo que los participantes viudos serían 0,3 años mayores.

Estudios previos mostraron que la viudez se asoció con signos de envejecimiento acelerado, en particular, deterioro de la memoria. Sin embargo, los datos no permitieron estudiar la satisfacción conyugal como un factor de envejecimiento, aunque se planteó la hipótesis de que se correlaciona positivamente con los otros efectos psicológicos cuantificados y, por lo tanto, es beneficioso para el ritmo de envejecimiento. También se interpretó este hallazgo como la importancia del apoyo familiar en la vejez. Tanto el apoyo instrumental como emocional del cónyuge y la descendencia mejoran significativamente la satisfacción con la vida y, por lo tanto, disminuyen la tasa de envejecimiento.

Al mismo tiempo, sentirse solo tuvo un efecto no significativo sobre el ritmo de envejecimiento, lo que indica que el apoyo familiar es mucho más importante para un envejecimiento exitoso que los lazos débiles con baja intensidad emocional. En conjunto, estos hallazgos muestran que el apoyo familiar puede mejorar el potencial de longevidad solo en combinación con una cantidad razonable de autonomía, aunque puede haber diferencias entre culturas.

Además, se prevé que las personas que viven en zonas rurales sean 0,4 años mayores que las que viven en zonas urbanas. El efecto adverso de la vida rural se ha demostrado recientemente en un estudio de morbilidad múltiple en China y se ha atribuido a "un estatus socioeconómico más bajo, servicios sociales más deficientes y un menor acceso a servicios médicos de calidad". La desnutrición y el trabajo físico se proponen como los principales contribuyentes al aumento de la prevalencia de ciertas afecciones, como la osteoporosis y la artritis. Estos factores también contribuyen a una salud mental más deficiente en la población rural china mayor, que tiene entre cuatro y seis veces más probabilidades de estar deprimida que la población urbana.

En conjunto, consiguieron demostrar que el ritmo de envejecimiento está significativamente asociado con las características psicológicas. La contribución observada del estado mental de uno a la edad biológica de uno es significativa y es comparable al efecto de fumar. Por lo tanto, la promoción de la salud mental puede considerarse una posible intervención antienvejecimiento con posibles beneficios a la par de enfoques terapéuticos físicos más tangibles.

Los hallazgos del estudio respaldan aún más la necesidad de compañía y un entorno psicológicamente agradable para una longevidad saludable.