Autoestima y antienvejecimiento

Autoestima y antienvejecimiento

Mantener una autoestima alta es fundamental para amortiguar las posibles amenazas para la salud que normalmente se asocian con la transición a la edad adulta. Por lo tanto, debemos cuidar nuestra autoestima si queremos vivir más.

Índice

¿Cómo afecta la autoestima a la salud y el envejecimiento?

Aumentar la autoestima puede amortiguar las amenazas potenciales para la salud en las personas mayores. Así lo ha demostrado un estudio que examinó los cambios en la autoestima dentro de cada individuo a lo largo del tiempo. Descubrieron que si la autoestima de un individuo disminuía, la hormona del estrés, el cortisol, aumentaba, y viceversa. Esta asociación fue particularmente fuerte para los participantes que ya tenían antecedentes de estrés o depresión.

Además, los resultados mostraron que mantener o incluso mejorar la autoestima podría ayudar a prevenir problemas de salud ya que está relacionado con el bienestar emocional y físico.

La alta autoestima se relaciona con pensamientos positivos que ayudan a reducir los niveles de cortisol y aumentan los de serotonina, un neurotransmisor que nos ayuda a sentirnos mejor y al funcionamiento cerebral, mejorando la capacidad de atención y la cognición.

El problema es que la autoestima varía a lo largo de nuestra vida. Suele ser menor en la niñez y la adolescencia y aumentar durante la edad adulta, donde se disfruta de los niveles más altos de autoestima. Lamentablemente, al llegar a la tercera edad suele decaer ya que dejamos de sentirnos útiles y los achaques de salud y los cambios externos hacen que nuestra autoestima vaya disminuyendo.

El envejecimiento trae hitos difíciles. Un compañero se enferma o fallece. La jubilación degrada nuestro estatus socioeconómico. Los problemas de salud limitan nuestras capacidades y nuestra libertad.

Los investigadores apuntan a estas pérdidas como una posible explicación de la disminución observada de la autoestima en la vejez. Pero no todos los estudios están de acuerdo en que esta disminución ocurra.

Como mínimo, existe otra posibilidad que podría explicar una disminución de la autoestima en la vejez. Si las personas mayores obtienen puntajes más bajos en las evaluaciones de autoestima, puede deberse simplemente a su mayor percepción psicológica. Es posible que hayan hecho las paces con sus faltas y tengan menos necesidad de engrandecerse a sí mismos.

Una visión tan modesta y equilibrada de uno mismo puede mostrarse como puntuaciones más bajas de autoestima. Pero también podría muy bien representar una ganancia en la autoaceptación.

En cualquier caso, una cosa que puede hacer para aferrarse a la autoestima puede ser rechazar las expectativas estereotipadas de la vejez.

A las personas que continúan viéndose a sí mismas como relativamente jóvenes y activas a pesar de su edad cronológica avanzada les puede ir mejor que aquellas que aceptan la “realidad” de enfermarse, debilitarse y sentirse solas con la edad.

Las investigaciones sugieren que las personas que rechazan la edad tienen una mejor salud mental en general, incluida una mayor fuerza del ego y un estilo de dominio activo. No niegan su edad, pero se niegan a ponerse los estereotipos negativos que pueden estar asociados con ella. Tienen una imagen de sí mismos más positiva que sus contrapartes que se identifican como viejos y enfermos, viejos y débiles o viejos y solitarios.

¿Cómo mantener o aumentar la autoestima en mayores?

1- Cuidar nuestro aspecto externo. La apariencia física juega un papel fundamental en nuestra autoestima. Por eso, debemos procurar cuidar nuestro cabello y nuestra piel. Si te gustan las canas y te ves bien con ellas, adelante, están muy de moda; pero si no, puedes teñírtelas. Prueba un cambio de peinado, maquíllate y usa cosméticos que te ayuden a minimizar las arrugas, la flacidez o las manchas. De hecho, un estudio demostró que el uso de cosméticos que reafirman la piel del rostro se correlacionó positivamente con una mayor autoestima. Un análisis de regresión determinó que tanto la morbilidad psicológica como el perfeccionismo afectaron negativamente la autoestima de los participantes. Los investigadores encontraron una correlación directa entre la disminución de la autoestima y el estándar de belleza establecido por la sociedad occidental.

2- Mantener una vida social. Los amigos y la familia aumentan nuestra autoestima y nos ayudan a sentirnos bien. Mientras que la soledad incrementa el riesgo de depresión o Alzheimer. Por eso, debemos cuidar nuestras relaciones sociales y procurar quedar todos los días con gente para pasear, tomar algo, ir al cine, etc.

3- Ayudar a los demás. No hay nada que nos haga sentir mejor que ayudar a los demás. El voluntariado no solo es positivo para aquellos a los que se ayuda, sino también para el que ayuda. Además, nos brinda un propósito para nuestra vida, todo lo cual nos hace sentir mejor y aumentar nuestra autoestima.

4- Ser un mentor. En la sociedad actual se desprestigia a las personas mayores sin tener en cuenta toda su sabiduría. Compartir tus conocimientos y enseñanzas con aquellos más jóvenes hará que te sientas útil y mejore tu autoestima.

5- Mantente entretenido. Es importante no dejar que los días pase por nosotros, sino aprovecharlos. Debes tener unas rutinas y pasatiempos que te hagan disfrutar de cada día y tener ganas de seguir viviendo. Golf, pintura, escritura, talleres… lo importante es tener algo que hacer y algo que nos anime a levantarnos cada día.

6- Mantente curioso. Permanecer interesado en el mundo que te rodea te mantiene activo e interesante. Es más difícil "estimar" a un "yo" que en el fondo crees que es aburrido que apreciar a un yo que está genuinamente comprometido. Busca la novedad y la variedad en la vida diaria, incluso en las cosas pequeñas. En el supermercado, compra algo que nunca hayas probado. Asiste a un evento que normalmente no te interesaría.

Y si nada funciona, habla con un profesional de salud mental para que te ayude a elevar tu autoestima.

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Ideas clave

  • Un estudio descubrió que si la autoestima de un individuo disminuía, la hormona del estrés, el cortisol, aumentaba, y viceversa. Esta asociación fue particularmente fuerte para los participantes que ya tenían antecedentes de estrés o depresión.
  • Además, los resultados mostraron que mantener o incluso mejorar la autoestima podría ayudar a prevenir problemas de salud ya que está relacionado con el bienestar emocional y físico.
  • El problema es que la autoestima varía a lo largo de nuestra vida. Suele ser menor en la niñez y la adolescencia y aumentar durante la edad adulta, donde se disfruta de los niveles más altos de autoestima. Lamentablemente, al llegar a la tercera edad suele decaer ya que dejamos de sentirnos útiles.
  • Una cosa que puede hacer para aferrarse a la autoestima puede ser rechazar las expectativas estereotipadas de la vejez.
  • A las personas que continúan viéndose a sí mismas como relativamente jóvenes y activas a pesar de su edad cronológica avanzada les puede ir mejor que aquellas que aceptan la “realidad” de enfermarse, debilitarse y sentirse solas con la edad.
  • Para mantener o aumentar la autoestima en mayores debemos cuidar nuestro aspecto externo, mantener nuestra vida social, ayudar a los demás, ser un mentor, mantenerse entretenido y curioso.

Enfermedades relacionadas

Fuente:

  • Sarah Y. Liu, Carsten Wrosch, Gregory E. Miller, Jens C. Pruessner. Self-esteem change and diurnal cortisol secretion in older adulthood. Psychoneuroendocrinology, 2014; 41: 111 DOI: 10.1016/j.psyneuen.2013.12.010
 
  • Evangelista M, Mota S, Almeida IF, Pereira MG. Usage patterns and self-esteem of female consumers of antiaging cosmetic products. Cosmetics. 2022;9(3):49. doi:10.3390/cosmetics9030049
 
  • Robins, R.W., Trzesniewski, K.H., Tracy, J.L., Gosling, S.D., & Potter, J. (2002). Global self-esteem across the lifespan. Psychology and Aging, 17, 423–434.

Redacción: Irene García

Supervisión editorial: Carlos Gutiérrez

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