
¿Por qué es bueno pasar frío?
Mucha gente cree que pasar frío es malo y aumenta el riesgo de infecciones en invierno, pero lo cierto es que pasar frío (sin exagerar) es muy bueno para la salud. Descubre sus beneficios.
Índice
- Beneficios del frío para nuestra salud
- Recomendaciones prácticas ante la exposición al frío
- Mitos frecuentes sobre el frío que no debes creer
Beneficios del frío para nuestra salud
1. Activación del metabolismo y quema de grasa (pérdida de peso)
La exposición al frío estimula la grasa parda (tejido adiposo marrón), que quema calorías para generar calor corporal, acelerando así el metabolismo.
El tejido adiposo marrón (TAM) quema calorías para generar calor, a diferencia de la grasa blanca que solo almacena energía. Su actividad aumenta con la exposición al frío, elevando el gasto calórico, la termogénesis y los niveles de adiponectina, lo que favorece la quema de grasa. Aunque su impacto inmediato es limitado, una exposición frecuente al frío podría ser una estrategia sencilla y acumulativa para prevenir la obesidad y mantener un peso saludable.
Además, aumenta la adiponectina, hormona implicada en la quema de grasa y mejora metabólica. La sensibilidad a la insulina también puede mejorar, ayudando a regular los niveles de glucosa en sangre.
2. Mejora del sistema circulatorio y cardiovascular
El frío induce vasoconstricción seguida de vasodilatación, lo que fortalece los vasos sanguíneos y mejora la circulación. Esto puede ayudar a regular la presión arterial y beneficiar la salud cardiovascular.
3. Reducción de la inflamación y recuperación muscular
Se ha registrado disminución de marcadores inflamatorios, incluyendo un aumento en interleucina-10 y una reducción en TNF-α. La crioterapia o inmersión en agua fría es habitual en el deporte para reducir el dolor post-ejercicio y acelerar la recuperación, aunque podría interferir en el crecimiento muscular si se usa justo después del entrenamiento de resistencia.
Asimismo, la exposición a temperaturas frías aumenta la adiponectina, una proteína que también combate la inflamación. Según un estudio, hacer deporte en un ambiente frío ayuda a reducir la inflamación.
La terapia con frío ayuda a la recuperación muscular al reducir inflamación, hinchazón, espasmos y demanda metabólica. Estudios muestran que baños de agua fría o aplicación de hielo tras el ejercicio disminuyen el dolor y las agujetas, además de proteger las enzimas musculares del daño inducido por el entrenamiento. También puede acelerar la curación tras lesiones como esguinces o cirugías.
4. Potenciación del sistema inmunológico
Estudios observacionales muestran un aumento en células inmunitarias (glóbulos blancos, linfocitos T, B, células NK) tras exposiciones regulares al frío.
Un estudio clínico analizó los efectos de 6 semanas de inmersión en agua fría (14° C durante 1 hora) en el sistema inmunológico. Al acabar, comprobaron que los sujetos tenían niveles aumentados de IL-6, CD3, CD4, CD8 y linfocitos T y B activados, lo que implica que su sistema inmune está más activo.
También se cree que hacer ejercicio antes de la exposición al frío mejora los efectos inmunoestimulantes de la terapia del frío, pero la investigación por el momento es escasa.
5. Mejora del ánimo, enfoque y bienestar psicológico
El frío eleva la producción de endorfinas, noradrenalina, dopamina y adrenalina, mejorando el estado de ánimo, la concentración y reduciendo el estrés. Puede generar mayor resiliencia mental frente al estrés físico o emocional.
6. Sueño y ritmos circadianos
Enfriar el cuerpo o el ambiente antes de dormir puede favorecer una mejor calidad y duración del sueño. Se recomienda no dormir con una temperatura ambiental alta ya que dificulta el sueño.
7. Salud celular y longevidad
Un estudio con 10 sujetos demostró que una inmersión diaria en agua a 14 °C durante 1 h por 7 días mejoró la autofagia celular, fortaleciendo la capacidad de las células para manejar el estrés y reduciendo señales de daño.
La activación del tejido pardo también incrementa hormonas como irisina, FGF21 y SIRT1, asociadas a la sensibilidad a la insulina, salud metabólica y longevidad.
Otro estudio mostró que las ratas expuestas crónicamente al frío vivían más tiempo a pesar de tener un metabolismo acelerado, lo que contradice la teoría clásica del “rate-of-living” y apunta a un papel independiente de la temperatura corporal en la longevidad.
La teoría del “rate-of-living” sostenía que un mayor gasto energético y tasa metabólica acelerarían el envejecimiento y acortarían la vida. Sin embargo, las ratas en frío aumentaron su tasa metabólica (para mantener la temperatura corporal), pero aun así vivieron más. Esto sugiere que el envejecimiento no está determinado solo por el “ritmo de vida” o gasto energético.
Diversos estudios en animales muestran que la exposición al frío prolonga la vida, como moscas, gusanos, peces y ratas que viven significativamente más tiempo en ambientes más fríos. Este efecto podría explicarse por hormesis, ralentización del metabolismo y reducción de radicales libres, o modulación de genes relacionados con longevidad. Aunque los resultados en humanos aún no están confirmados, el frío moderado podría ser útil para regular factores asociados a mortalidad como obesidad, inflamación y diabetes, convirtiéndose en una estrategia potencial de anti-envejecimiento.
Recomendaciones prácticas ante la exposición al frío
El frío extremo (como baños con hielo) puede implicar riesgos como choque por frío, hipotermia, y estrés cardiovascular, especialmente en personas con condiciones previas, por eso hay que tener cuidado.
• Exposición breve y controlada: Desde duchas frías (30–60 s) hasta inmersión parcial o total en agua fría a temperaturas desde 10–15 °C, pueden ser útiles sin riesgos excesivos.
• Adaptación gradual: Comenzar con exposiciones cortas y progresivas ayuda a generar tolerancia.
• Alternar frío y calor (terapia de contraste): Combinar sauna o baños calientes con frío puede potenciar la circulación y recuperación.
• Dosificación semanal: Unos 11 min en frío por semana, repartidos en sesiones, han mostrado beneficios metabólicos cuando se combinan con algo de calor (como sauna).
Mitos frecuentes sobre el frío que no debes creer
1. Pasar frío causa resfriados, gripe o neumonía
Sin duda, el mito más extendido, la creencia de que exponerse al frío directamente provoca resfriados o gripe.
Sin embargo, los resfriados y la gripe son causados por virus (principalmente rinovirus e influenza). El frío no los genera.
Lo que sí es cierto es que el frío puede favorecer la transmisión porque:
- El aire frío y seco permite que los virus sobrevivan más tiempo en el ambiente.
- En invierno pasamos más tiempo en interiores cerrados rodeados de personas enfermas, lo que facilita el contagio.
- El aire frío puede disminuir temporalmente la eficacia de la mucosa nasal como barrera inmune.
2. Salir con el pelo mojado te enferma
De igual modo, mucha gente cree que mojarse el pelo y salir al frío genera resfriado automáticamente.
No hay pruebas de que el pelo mojado por sí mismo aumente el riesgo de infección. Si ya se está incubando un virus, la exposición al frío puede hacer que los síntomas aparezcan antes, pero no causa la infección. De nuevo, son los virus los que causan la enfermedad.
3. El frío siempre es malo para la salud
Como hemos visto, la exposición moderada al frío tiene muchos beneficios que no vamos a volver a enumerar, puedes leerlos más arriba.
4. El frío congela los músculos y los daña
El músculo no se “congela” en frío moderado. Lo que ocurre es que la vasoconstricción y la menor elasticidad aumentan el riesgo de lesiones si no hay calentamiento previo. Antes de hacer cualquier tipo de ejercicio, calienta unos minutos.
5. El frío mata los gérmenes
Muchos virus (como influenza y rinovirus) son más estables y se transmiten mejor en ambientes fríos y secos, por lo que es falso que el frío mata los gérmenes.

Ideas clave
- Beneficios principales de la exposición al frío: metabolismo y pérdida de peso: activa la grasa parda, que quema calorías para generar calor. Aumenta la adiponectina, mejora la sensibilidad a la insulina y ayuda a regular la glucosa. Con exposiciones frecuentes puede prevenir obesidad y favorecer un peso saludable.
- Sistema circulatorio y cardiovascular: la vasoconstricción seguida de vasodilatación fortalece vasos sanguíneos y regula la presión arterial.
- Reducción de inflamación y recuperación muscular: disminuye marcadores inflamatorios (↓ TNF-α, ↑ interleucina-10). Crioterapia y baños fríos reducen dolor post-ejercicio, agujetas e hinchazón, aunque pueden interferir en el crecimiento muscular si se usan tras entrenamientos de fuerza.
- Potenciación del sistema inmune: incrementa glóbulos blancos, linfocitos T, B y células NK. Estudios muestran un aumento de IL-6, CD3, CD4 y CD8 tras inmersiones regulares en agua fría.
- Bienestar psicológico: estimula la liberación de endorfinas, dopamina, noradrenalina y adrenalina. Mejora el ánimo, la concentración y la resiliencia frente al estrés.
- Sueño y ritmos circadianos: dormir en ambientes frescos o enfriar el cuerpo antes de dormir mejora la calidad y duración del sueño.
- Salud celular y longevidad: favorece la autofagia celular y la liberación de hormonas asociadas a la longevidad (irisina, FGF21, SIRT1). Estudios en animales muestran mayor esperanza de vida en ambientes fríos, posiblemente por hormesis y menor estrés oxidativo.
- Recomendaciones prácticas: Usar exposiciones breves y controladas (duchas frías de 30–60 s, baños a 10–15 °C). Adaptarse gradualmente para evitar riesgos. Alternar frío y calor (terapia de contraste) para potenciar efectos. Con unos 11 min semanales de frío, combinados con calor (ej. sauna), se observan beneficios metabólicos.
- Mitos sobre el frío (falsos). El frío causa resfriados → son los virus los que provocan la enfermedad, aunque el frío puede favorecer su transmisión.
- Salir con el pelo mojado enferma → no hay pruebas, solo puede acelerar síntomas si ya hay infección viral.
- El frío siempre es malo → en realidad tiene múltiples beneficios si se usa de forma controlada.
- El frío congela los músculos → solo aumenta el riesgo de lesiones si no se calienta antes de ejercitarse.
- El frío mata gérmenes → al contrario, algunos virus sobreviven mejor en ambientes fríos y secos.
Enfermedades relacionadas
Fuente:
- Holloszy JO, Smith EK. Longevity of cold-exposed rats: a reevaluation of the "rate-of-living theory". J Appl Physiol (1985). 1986 Nov;61(5):1656-60. doi: 10.1152/jappl.1986.61.5.1656. PMID: 3781978
- Miquel J, Lundgren PR, Bensch KG, Atlan H. Effects of temperature on the life span, vitality and fine structure of Drosophila melanogaster. Mech Ageing Dev. 1976 Sep-Oct;5(5):347-70. doi: 10.1016/0047-6374(76)90034-8. PMID: 823384.
- Eccles R. An explanation for the seasonality of acute upper respiratory tract viral infections. Acta Otolaryngol. 2002;122(2):183Ã191. doi:10.1080/00016480252814207.
- Johnson C, Eccles R. Acute cooling of the body surface and the common cold. Rhinology. 2005;43(3):173-8.
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