El autocontrol emocional te ayudará a retrasar el envejecimiento
El autocontrol, es decir, la capacidad de controlar las propias emociones, pensamientos y acciones es esencial en la vida para ser capaces de avanzar y superarnos, especialmente tras un fracaso personal, o quedarnos estancados. Pero, además de ayudarnos a alcanzar nuestras metas profesionales y personales, contribuye a evitar enfermedades y, por lo tanto, a retrasar el envejecimiento.
Índice
- ¿En qué consiste el autocontrol?
- Beneficios del autocontrol en nuestra vida
- ¿Cómo afecta el autocontrol a la longevidad?
- ¿Cómo mejorar nuestro autocontrol?
¿En qué consiste el autocontrol?
El autocontrol es la capacidad que tiene cada persona para dominar su conducta y sus emociones, pudiendo permanecer calmado y consiciente incluso en situaciones complicadas o estresantes.
Es una de las aptitudes psicológicas más importantes ya que nos permite priorizar metas a largo plazo sobre satisfacciones inmediatas, consiguiendo vivir en paz y alcanzar nuestros sueños sin interferencias.
Esta capacidad nos permite afrontar cada momento de la vida, especialmente aquellos más complicados, con mayor serenidad y eficacia. Las personas que tienen autocontrol dominan sus pensamientos y emociones, en lugar de que estos los dominen a ellos. Y esto aporta una gran ventaja en todo tipo de conflictos, tanto personales como laborales.
En el desarrollo y adquisición de esta capacidad es básica la inteligencia emocional, por lo que es una habilidad que tienen más desarrollada todas aquellas personas que ponen el foco en su inteligencia emocional.
Beneficios del autocontrol en nuestra vida
Los estudios sugieren que el autocontrol marca la diferencia entre quedarse paralizado después de un fracaso personal o avanzar con optimismo. Esta regulación emocional va más allá de de ser capaz de saltarse el postre o evitar criticar a un ser querido; en realidad, se relaciona con la probabilidad de que logremos nuestras metas educativas y profesionales, o evitemos enfermedades.
Según un estudio de varias décadas sobre el comportamiento humano, esta capacidad nos ayuda durante toda la vida. Según los resultados, las personas que muestran un alto autocontrol en la infancia envejecen más lentamente, viven más tiempo y manejan mejor las demandas sociales, financieras y de salud a medida que pasan los años. Incluso puede predecir cuánto tiempo viven las personas y qué tan bien preparadas están como adultos para llevar una vida saludable a medida que envejecen.
Afortunadamente para nosotros, el autocontrol no es una capacidad fija o innata, sino que podemos cultivar proactivamente el autocontrol incluso en la mediana edad, ayudándonos a envejecer mejor.
¿Cómo afecta el autocontrol a la longevidad?
Varios estudios a largo plazo demuestran que el autocontrol, a veces denominado baja impulsividad o alta fuerza de voluntad y conciencia, influye en la longevidad y la esperanza de vida.
En el último estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, los investigadores exploraron cómo el autocontrol influyó en el ritmo del envejecimiento y qué tan preparadas estaban las personas para enfrentar la mediana edad, descubriendo que el autocontrol puede ser un ingrediente activo en el envejecimiento saludable.
Para responder a esta pregunta, el equipo siguió una cohorte de 1.037 individuos nacidos en Nueva Zelanda entre 1972 y 1973. Fueron estudiados desde su nacimiento hasta los 45 años a través de un estudio longitudinal llamado Estudio de Dunedin.
El equipo del estudio se centró en este marcador de la mediana edad porque ofrece un punto de inflexión fundamental para realizar cambios que confieren resultados significativos para el resto de la vida. También representa un período en el que las decisiones en la vida temprana ya han comenzado a moldear la salud y la esperanza de vida.
Los signos del propio envejecimiento surgen en esta etapa de la vida, recordándonos que se acercan múltiples demandas de salud, financieras y sociales: comienzan la menopausia, la presbicia, la pérdida de audición, las canas y las arrugas y vemos nuestro propio futuro en el “declive” de nuestros padres.
Durante el período de estudio de casi cinco décadas, los participantes completaron entrevistas, exámenes, escáneres cerebrales y cuestionarios a las edades: 3, 5, 7, 9, 11, 13, 15, 18, 21, 26, 32, 38 y 45. Los investigadores también recopilaron datos de sus padres, maestros y compañeros.
El equipo acumuló una gran cantidad de datos sobre la salud, la educación, el coeficiente intelectual, las finanzas, el autocontrol, las conexiones sociales y el ritmo de envejecimiento de los grupos. El autocontrol se midió a través de una combinación de encuestas, tareas de comportamiento y entrevistas con familias y maestros. Los participantes con bajo autocontrol exhibieron alta impulsividad, baja tolerancia a la frustración y baja persistencia para alcanzar metas y completar tareas.
Después de revisar los datos, los investigadores descubrieron que "los comienzos son importantes", es decir, el autocontrol infantil tiene implicaciones duraderas. Esto se debe a que, como adultos de mediana edad, los niños con mejor autocontrol envejecen más lentamente que sus compañeros: sus cuerpos y cerebros eran más saludables y biológicamente más jóvenes. Y habían desarrollado más reservas sanitarias, financieras y sociales para la vejez.
El mismo grupo de alto autocontrol obtuvo una puntuación más alta en las pruebas de conocimientos prácticos sobre salud y finanzas, estaban planeando su jubilación y tenían redes sociales más sólidas. En resumen, estaban más sanos y mejor preparados para prosperar en sus últimos años.
Cuando eran niños, los participantes del estudio con mejor autocontrol también tendían a crecer en circunstancias más favorables y a tener un coeficiente intelectual más alto. Pero los efectos positivos posteriores del autocontrol aún podrían separarse de los orígenes socioeconómicos y la inteligencia de las personas.
Los mecanismos subyacentes detrás de los efectos del autocontrol aún no están muy claros, pero el equipo plantea la hipótesis de que se reduce a la regulación emocional a lo largo de la vida. Aquellos que ejercen el autocontrol pueden planificar mejor para el futuro y, a su vez, experimentar menos crisis y desafíos. Cuando surgen estas dificultades, su respuesta es más mesurada y reflexiva.
Incluso si alguien tenía poco autocontrol cuando era niño, esta habilidad es como un músculo que puede fortalecerse. Esto puede suceder a medida que las personas envejecen: los investigadores encontraron que los adultos con un mejor autocontrol desarrollaban más reservas de salud, financieras y sociales para la vejez, incluso si no tenían tanto autocontrol cuando eran niños.
"Incluso si no ejercemos un buen autocontrol en los primeros años de vida, aún puede haber oportunidades para prepararnos para el envejecimiento cuando tengamos cuarenta y cincuenta años", explica Richmond-Rakerd, uno de los autores del estudio. "No es demasiado tarde."
¿Cómo mejorar nuestro autocontrol?
Aunque los científicos no han determinado la forma óptima de influir en el autocontrol, sabemos que la terapia cognitivo-conductual o los programas de regulación emocional pueden ayudar. También son útiles las tácticas organizativas de "empujoncito" que facilitan las decisiones a largo plazo, como ahorrar para la jubilación. No se trata de reflexionar sobre el futuro, sino de tomar medidas concretas para prepararse para él.
Algunos otros consejos para mejorar nuestro autocontrol serían:
1. Tener una actitud positiva y saber que el autocontrol puede mejorarse.
2. Ser consciente de nuestras capacidades y saber qué debemos mejorar en lo que respecta al control de las emociones. Debes conocer tus hábitos negativos y reconocer las situaciones problemáticas que te hacen perder el control.
3. Aprende técnicas para relajarte y controlar tus emociones cuando estas se desbordan y te superan (contar hasta 10, respirar hondo, salir un rato de la estancia…).
4. Desarrolla y mejora la empatía y otras habilidades de tu inteligencia emocional.
5. Prueba el Mindfulness o meditación. El Mindfulness es una práctica muy empleada y las investigaciones demuestran que ayuda a mejorar el autocontrol y la gestión emocional, especialmente en situaciones de estrés. También la respiración profunda puede ayudarte.
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- El autocontrol es la capacidad que tiene cada persona para dominar su conducta y sus emociones, pudiendo permanecer calmado pase lo que pase.
- Las personas que muestran un alto autocontrol en la infancia envejecen más lentamente, viven más tiempo y manejan mejor las demandas sociales, financieras y de salud a medida que pasan los años.
- La buena noticia es que el autocontrol se puede mejorar.
Fuente:
Childhood self-control forecasts the pace of midlife aging and preparedness for old age. Leah S. Richmond-Rakerd, Avshalom Caspi, Antony Ambler, et al. Proceedings of the National Academy of Sciences Jan 2021, 118 (3) e2010211118; DOI: 10.1073/pnas.2010211118