¿Qué es la disrupción endocrina y por qué tenemos que preocuparnos?

¿Qué es la disrupción endocrina y por qué tenemos que preocuparnos?

La disrupción endocrina es un tema de creciente interés y preocupación en el campo de la salud pública. Se refiere a la interferencia que algunas sustancias químicas con las que convivimos provocan en nuestro sistema endocrino, pudiendo desregular numerosas funciones fisiológicas.

Índice

El sistema endocrino está compuesto por glándulas que producen y liberan hormonas directamente en el torrente sanguíneo.

Estas hormonas actúan como mensajeros químicos, coordinando diversas funciones corporales, incluyendo el crecimiento, el metabolismo, el desarrollo sexual y la función reproductiva.

Las principales glándulas endocrinas que cumplen este papel son la hipófisis, la tiroides, las glándulas suprarrenales, el páncreas, los ovarios y los testículos.

La disrupción endocrina ocurre cuando sustancias externas, conocidas como disruptores endocrinos (DE), interfieren con la producción, liberación, transporte, metabolismo, unión, acción o eliminación de las hormonas naturales del cuerpo. Esto puede dar lugar a efectos adversos en la salud, tanto a nivel individual como poblacional.

¿Cómo actúan los disruptores endocrinos?

Los disruptores endocrinos pueden afectar el sistema endocrino a través de varios mecanismos:

1. Mimetismo hormonal: Algunos DE imitan la estructura química de las hormonas naturales, lo que les permite unirse a los receptores hormonales y activar o bloquear las respuestas hormonales normales. Un ejemplo bien conocido es el del bisfenol A (BPA), que puede imitar el estrógeno.

2. Bloqueo de receptores hormonales: Otros DE pueden unirse a los receptores hormonales sin activarlos, bloqueando las hormonas naturales y evitando que realicen su función normal. Esto es común en algunos pesticidas y productos químicos industriales.

3. Interferencia en la síntesis y degradación hormonal: Algunos DE pueden alterar la producción o la eliminación de hormonas, afectando su concentración y, por ende, su función. Por ejemplo, ciertos plaguicidas pueden inhibir las enzimas involucradas en la síntesis hormonal.

¿Cuáles son los disruptores más conocidos?

Aunque existen muchos disruptores endocrinos, resultan especialmente relevantes aquellos con los que convivimos más a menudo.

Por ello, en muchas ocasiones las autoridades públicas han ido introduciendo la legislación precisa para prohibir o reducir su uso.

1. Bisfenol A (BPA)

El BPA es un químico ampliamente utilizado en la producción de plásticos y resinas epoxi.

Se encuentra en productos como botellas de agua, recipientes de alimentos y revestimientos de latas de comida.

La exposición al BPA se ha relacionado con varios problemas de salud, incluyendo trastornos reproductivos, cáncer de mama y próstata, y alteraciones metabólicas como la obesidad y la diabetes:

  • Trastornos reproductivos: El BPA puede afectar tanto a hombres como a mujeres, causando disfunciones reproductivas. En mujeres, se ha relacionado con el síndrome de ovario poliquístico y problemas de fertilidad. En hombres, puede reducir la calidad del semen y la testosterona.
  • Cáncer de mama y próstata: Estudios en animales y células humanas han demostrado que el BPA puede promover el crecimiento de células cancerígenas en el tejido mamario y prostático, aumentando el riesgo de cáncer en estos órganos.
  • Alteraciones metabólicas: La exposición al BPA se ha asociado con un mayor riesgo de obesidad, resistencia a la insulina y diabetes tipo 2. El BPA puede afectar el metabolismo de los lípidos y la glucosa, contribuyendo a estos trastornos.
  • Desarrollo neurológico y comportamiento: La exposición prenatal y durante la infancia al BPA se ha vinculado con problemas de comportamiento, incluyendo hiperactividad, ansiedad y dificultades en el aprendizaje.

2. Ftalatos

Los ftalatos son un grupo de compuestos químicos utilizados para aumentar la flexibilidad de los plásticos.

Se encuentran en productos como envases de alimentos, juguetes, productos de cuidado personal y materiales de construcción.

Los ftalatos se han asociado con efectos adversos en el desarrollo reproductivo y neurológico, especialmente en fetos y niños pequeños: 

  • Desarrollo reproductivo: La exposición prenatal a ftalatos ha sido relacionada con malformaciones genitales en recién nacidos varones, como hipospadias y criptorquidia. También se ha observado una disminución en la distancia anogenital, un marcador de exposición a andrógenos.
  • Calidad del semen: En adultos, la exposición a ftalatos se ha asociado con una reducción en la calidad del semen, incluyendo disminución en el conteo de espermatozoides y movilidad.
  • Desarrollo neurológico: Los ftalatos pueden afectar el desarrollo cerebral, y su exposición se ha vinculado con problemas de atención, hiperactividad y disminución en las capacidades cognitivas en niños.
  • Función hormonal: Los ftalatos pueden interferir con múltiples vías hormonales, incluyendo las hormonas tiroideas y androgénicas, afectando el metabolismo y el desarrollo puberal.

3. Policlorobifenilos (PCB)

Los PCB son compuestos químicos industriales utilizados en equipos eléctricos, pinturas y selladores.

Aunque su producción está prohibida en muchos países, persisten en el medio ambiente debido a su resistencia a la degradación.

La exposición a PCB se ha vinculado a efectos adversos en el sistema inmunológico, reproductivo y neurológico, así como a un mayor riesgo de cáncer:

  • Sistema inmunológico: Los PCB pueden suprimir la función inmunológica, aumentando la susceptibilidad a infecciones y enfermedades autoinmunes.
  • Sistema reproductivo: La exposición a PCB puede afectar la fertilidad y el desarrollo reproductivo, con estudios mostrando una asociación con problemas menstruales y reducción en la calidad del semen.
  • Desarrollo neurológico: La exposición prenatal a PCB se ha asociado con retrasos en el desarrollo cognitivo y motor, así como problemas de atención y comportamiento en niños.
  • Cáncer: Los PCB son clasificados como carcinógenos humanos probables, con estudios vinculándolos a un mayor riesgo de cáncer de hígado, piel y otros órganos.

4. Pesticidas

Varios pesticidas, como el DDT y los organofosforados, han demostrado tener propiedades disruptoras endocrinas.

Estos químicos pueden afectar el desarrollo hormonal y neurológico, y se han asociado con un mayor riesgo de cáncer, infertilidad y otros problemas de salud:

  • Cáncer: La exposición a pesticidas disruptores endocrinos se ha relacionado con un mayor riesgo de varios tipos de cáncer, incluyendo leucemia, linfoma, cáncer de mama y próstata.
  • Infertilidad: Los pesticidas pueden afectar la función reproductiva, reduciendo la fertilidad tanto en hombres como en mujeres. Esto incluye efectos como la disminución en la calidad del semen y disfunciones ovulatorias.
  • Desarrollo neurológico: La exposición prenatal a pesticidas se ha asociado con problemas de desarrollo neurológico, incluyendo disminución en el coeficiente intelectual, problemas de aprendizaje y trastornos del comportamiento en niños.
  • Trastornos hormonales: Los pesticidas pueden interferir con múltiples sistemas hormonales, afectando el equilibrio de hormonas tiroideas, androgénicas y estrogénicas, lo que puede llevar a diversos problemas de salud.

5. Parabenos

Los parabenos son conservantes utilizados en cosméticos, productos de cuidado personal y alimentos. Aunque son efectivos para prevenir el crecimiento microbiano, se ha demostrado que pueden actuar como disruptores endocrinos, especialmente en términos de imitar el estrógeno y potencialmente contribuir al desarrollo de cáncer de mama:

  • Cáncer de mama: Los parabenos pueden imitar el estrógeno, una hormona implicada en el desarrollo de cáncer de mama. Estudios han encontrado parabenos en tejidos de cáncer de mama, sugiriendo una posible relación.
  • Problemas reproductivos: La exposición a parabenos se ha vinculado con disfunciones reproductivas, incluyendo problemas de fertilidad y alteraciones en el ciclo menstrual.
  • Desarrollo hormonal: Los parabenos pueden interferir con el desarrollo hormonal durante la pubertad, afectando el crecimiento y desarrollo sexual.
  • Efectos en la piel: Aunque los parabenos son generalmente bien tolerados, algunas personas pueden experimentar reacciones alérgicas o irritaciones cutáneas.

¿Cómo evitar los disruptores endocrinos en la vida diaria?

Tal y como veíamos con anterioridad, los disruptores endocrinos tienen cierta ubicuidad en nuestro día a día de manera que tenemos que realizar cierto esfuerzo para minimizar su impacto en nuestra salud.

1. Productos de limpieza del hogar

  • Leer las etiquetas: Optar por productos de limpieza que no contengan ingredientes como ftalatos, triclosán y otros químicos sintéticos. Muchos productos etiquetados como "verdes" o "ecológicos" son alternativas más seguras. Los ftalatos, por ejemplo, se utilizan para prolongar la duración de las fragancias en los productos de limpieza, pero se han asociado con problemas de desarrollo y reproducción. El triclosán, común en los productos antibacterianos, puede alterar la función tiroidea.
  • Ingredientes naturales: Utilizar vinagre, bicarbonato de sodio, limón y aceites esenciales para la limpieza del hogar. Estos ingredientes son efectivos y no presentan riesgos asociados con los disruptores endocrinos. El vinagre es un excelente desinfectante natural, mientras que el bicarbonato de sodio es un abrasivo suave que puede eliminar manchas y olores.

2. Cocinar y almacenar alimentos

  • Evitar plásticos: Utilizar recipientes de vidrio o acero inoxidable en lugar de plásticos para almacenar alimentos. Si se utilizan plásticos, asegurarse de que sean libres de BPA y otros químicos perjudiciales. El BPA, presente en muchos plásticos, ha sido vinculado a problemas hormonales y de desarrollo.
  • No calentar plásticos: Evitar calentar alimentos en recipientes de plástico, ya que el calor puede liberar disruptores endocrinos en los alimentos. Utilizar recipientes de vidrio o cerámica para calentar alimentos en el microondas. El calentamiento de plásticos puede liberar ftalatos y BPA, aumentando el riesgo de exposición a estos químicos.
  • Consumir alimentos frescos y orgánicos: Optar por alimentos frescos y, de ser posible, orgánicos, para reducir la exposición a pesticidas y otros químicos agrícolas. Los pesticidas pueden contener disruptores endocrinos que afectan la salud reproductiva y el desarrollo hormonal.

3. Productos de higiene personal y cosmética

  • Leer etiquetas: Seleccionar productos de cuidado personal libres de parabenos, ftalatos, triclosán y fragancias sintéticas. Existen muchas marcas que ofrecen productos libres de estos químicos. Los parabenos, usados como conservantes, pueden imitar los estrógenos en el cuerpo y están asociados con el cáncer de mama. 
  • Alternativas naturales: Usar aceites naturales (como el aceite de coco o el aceite de jojoba) como hidratantes y productos de higiene personal. Los jabones y champús naturales también son una buena opción. Los aceites naturales no solo son seguros, sino que también proporcionan beneficios adicionales para la piel y el cabello.

4. Otras fuentes de disruptores endocrinos

  • Filtrar el agua: Utilizar filtros de agua de alta calidad para reducir la exposición a contaminantes como los PCB y otros químicos industriales. Los PCB son conocidos por su persistencia en el medio ambiente y sus efectos adversos en la salud.
  • Evitar recibos térmicos: Los recibos de caja a menudo están recubiertos con BPA. Tratar de minimizar el contacto con estos recibos y lavarse las manos después de manejarlos. El BPA en los recibos puede transferirse a la piel y entrar en el cuerpo, contribuyendo a la exposición general a este disruptor endocrino.
  • Ventilar el hogar: Mantener una buena ventilación en el hogar para reducir la acumulación de contaminantes del aire interior que pueden contener disruptores endocrinos. La ventilación adecuada puede ayudar a disminuir la concentración de químicos volátiles que pueden afectar el sistema endocrino.

Aunque parezca imposible evitar todas estas fuentes de disrupción endocrina, en la práctica con un poco de cuidado podemos ser capaces de reducir la exposición a estos peligrosos químicos.

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Ideas clave

  • El sistema endocrino está compuesto por glándulas que producen y liberan hormonas directamente en el torrente sanguíneo.
  • Estas hormonas actúan como mensajeros químicos, coordinando diversas funciones corporales, incluyendo el crecimiento, el metabolismo, el desarrollo sexual y la función reproductiva.
  • La disrupción endocrina ocurre cuando sustancias externas, conocidas como disruptores endocrinos (DE), interfieren con la producción, liberación, transporte, metabolismo, unión, acción o eliminación de las hormonas naturales del cuerpo. Esto puede dar lugar a efectos adversos en la salud, tanto a nivel individual como poblacional.
  • Los disruptores endocrinos pueden afectar el sistema endocrino a través de varios mecanismos. Mimetismo hormonal: algunos DE imitan la estructura química de las hormonas naturales, lo que les permite unirse a los receptores hormonales y activar o bloquear las respuestas hormonales normales.
  • Bloqueo de receptores hormonales: otros DE pueden unirse a los receptores hormonales sin activarlos, bloqueando las hormonas naturales y evitando que realicen su función normal.
  • Interferencia en la síntesis y degradación hormonal: algunos DE pueden alterar la producción o la eliminación de hormonas, afectando su concentración y, por ende, su función.
  • Aunque existen muchos disruptores endocrinos, resultan especialmente relevantes aquellos con los que convivimos más a menudo: Bisfenol A, ftalatos, policlorobifenilos, pesticidas, parabenos. Todos ellos aumentan el riesgo de cáncer, problemas reproductivos, trastornos en la piel, problemas en el desarrollo hormonal, trastornos del desarrollo neurológico, infertilidad, etc.
  • Para disminuir el contacto con estos disruptores debemos leer las etiquetas de los productos de limpieza y optar por alternativas naturales; evitar los plásticos en los alimentos y no claentar comida en plásticos; leer las etiquetas de los productos de higiene personal y cosmética y usar alternativas naturales; filtrar el agua; evitar recibos térmicos; ventilar la casa.
  • Aunque parezca imposible evitar todas estas fuentes de disrupción endocrina, en la práctica con un poco de cuidado podemos ser capaces de reducir la exposición a estos peligrosos químicos.

Enfermedades relacionadas

Fuente:

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Redacción: Marcelo Lewin

Supervisión editorial: Carlos Gutiérrez

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