¿Cómo impacta la felicidad en nuestra salud?

¿Cómo impacta la felicidad en nuestra salud?

La respuesta corta es que ser feliz nos alarga la vida y la hace además más saludable de manera que es un factor importante a tener en cuenta. Sin embargo, llama la atención que según un reciente estudio sólo un 55% de la población española se declara muy o bastante feliz, situándonos en el dudoso segundo puesto como país más infeliz de Europa... En este contexto, vamos a explorar qué es la felicidad, qué podemos hacer para ser más felices y por qué sentirnos así nos hace más saludables y longevos.

Índice

¿Qué es la felicidad?

La felicidad es un estado emocional y subjetivo que se caracteriza por experimentar emociones positivas y un sentido de bienestar general. Es un estado de satisfacción y plenitud en el que una persona se siente contenta con su vida y experimenta emociones positivas como la alegría, la gratitud y la tranquilidad.

La definición de felicidad puede variar de una persona a otra, ya que lo que hace feliz a una persona puede no tener el mismo efecto en otra. Algunos consideran que la felicidad está relacionada con alcanzar metas y lograr éxito en diferentes áreas de la vida, como la carrera profesional, las relaciones personales o el bienestar físico. Otros pueden encontrar la felicidad en las cosas más simples, como disfrutar de un paseo en la naturaleza, pasar tiempo con seres queridos o cultivar hobbies.

Es importante destacar que la felicidad no es un estado permanente y constante. Todos experimentamos altibajos emocionales y momentos de tristeza o frustración. La felicidad no significa ausencia de problemas o dificultades, sino más bien la capacidad de enfrentarlos de manera positiva y encontrar sentido y satisfacción en la vida a pesar de ellos.

De hecho, evolutivamente estamos “diseñados” para sobrevivir (de ahí que veamos muchas veces amenazas donde no las hay) y no para ser felices.

¿Qué relación existe entre la felicidad y la salud y qué mecanismos fisiológicos intervienen en esta relación?

Disfrutar de  un estado de ánimo positivo y experimentar emociones alegres y placenteras puede tener impactos beneficiosos en la salud física, mental y emocional:

Sistema inmunológico
La felicidad y el bienestar emocional están asociados con un sistema inmunológico más fuerte. Se ha observado que las personas felices tienden a tener una respuesta inmunológica más robusta, lo que las hace menos propensas a enfermedades infecciosas y tienen una mejor capacidad para combatir enfermedades crónicas.

Sistema cardiovascular
Las emociones positivas y la felicidad se asocian con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares. La felicidad puede ayudar a reducir la presión arterial, disminuir el ritmo cardíaco y mejorar la salud del corazón en general. Además, la positividad emocional se ha relacionado con una menor incidencia de enfermedades cardíacas y una mejor recuperación de eventos cardiovasculares adversos.

Sistema nervioso
La felicidad puede tener un impacto en el sistema nervioso, reduciendo la respuesta al estrés y promoviendo una mejor regulación emocional. Las personas felices tienden a tener niveles más bajos de hormonas del estrés, como el cortisol, lo que puede tener efectos positivos en la salud mental y física a largo plazo.

Sistema hormonal
La felicidad está asociada con la liberación de neurotransmisores y hormonas que promueven el bienestar. Por ejemplo, la dopamina, conocida como la "hormona de la felicidad", está relacionada con la motivación y el placer. También se ha observado que las personas felices tienen niveles más altos de serotonina, una sustancia química cerebral asociada con el estado de ánimo positivo y la regulación emocional.

Además de estos mecanismos fisiológicos, la felicidad también puede influir en los hábitos de vida saludables. Las personas felices tienden a adoptar estilos de vida más saludables, como una alimentación equilibrada, actividad física regular o una mejor calidad de sueño, lo que a su vez contribuye a una mejor salud en general.

Cabe destacar que la relación entre la felicidad y la salud es compleja y multifacética, y existen muchos factores interrelacionados. Si bien la felicidad puede tener efectos positivos en la salud, también es importante reconocer que la falta de salud puede influir en el estado emocional y la capacidad para experimentar la felicidad. Estar enfermo es un factor muy importante de infelicidad… de ahí que sea tan importante la prevención de la enfermedad y, si esta llega, tratarla adecuadamente acudiendo a un médico.

¿Cómo se alcanza la felicidad?

La felicidad es un objetivo que todos buscamos, pero su logro es altamente personal y puede variar de una persona a otra.

Sin embargo, existen una serie de “prácticas” que han demostrado una y otra vez que promueven la felicidad de manera que... ¿por qué no probar?

Cultiva relaciones saludables
Las relaciones interpersonales y el apoyo social son fundamentales para la felicidad. Por ello siempre es buena idea buscar la conexión con otras personas, cultivar amistades significativas, fortalecer los lazos familiares y buscar apoyo emocional toda vez que uno lo necesite.

Encuentra un propósito
Tener un sentido de propósito y significado en la vida puede contribuir a la felicidad. Se trata de encontrar aquello con lo que uno “resuena” al estar alineado con los propios valores, intereses o pasiones. Cada propósito puede ser diferente y algunas personas lo pueden encontrar a través de la realización de tareas de voluntariado, otras realizando proyectos personales que le brinden satisfacción o incluso algunas mediante su trabajo. Lo importante es que la tarea nos haga sentir bien y trascendentes.

Practica la gratitud
Cultivar la gratitud implica reconocer y apreciar las cosas positivas de la vida, incluso las pequeñas cosas. Se puede mantener un diario de gratitud, donde se anotan las cosas por las que uno está agradecido cada día, o simplemente tomar un momento para reflexionar sobre este tema y expresar gratitud hacia los demás.

Vive en el presente
Muchas veces, nuestras preocupaciones y pensamientos se centran en el pasado o en el futuro, lo que puede generar estrés y ansiedad. Practicar la atención plena y la conciencia del momento presente, disfrutando de las experiencias y las pequeñas alegrías que se presentan en tu vida diaria es una buena manera de no estar anclado en el pasado ni atenazado por un futuro que aún no ha llegado.

Cuida tu bienestar físico
El bienestar físico y mental están interconectados. Cuidar del cuerpo mediante una alimentación saludable, practicar ejercicio regular, descansar adecuadamente o exponerse con mesura al Sol son la base.

Enfócate en el autodesarrollo
Buscar oportunidades de crecimiento personal y de aprendizaje continuo, con metas realistas y alcanzables. El crecimiento personal y el logro de metas pueden generar una sensación de satisfacción y realización.

Practicar el altruismo
Ayudar a los demás y hacer actos de bondad puede generar un sentido de conexión y satisfacción. Buscar formas de contribuir a la comunidad y el entorno de uno o ayudar a los demás o realizar acciones que beneficien a los demás provoca una gran satisfacción. Esto puede incluir actividades voluntarias, donaciones o simplemente actos de amabilidad cotidianos.

Una cosa importante a tener en cuenta es que la felicidad es un proceso y no un estado constante. Es normal experimentar altibajos emocionales y enfrentar desafíos en la vida. Cómo nos enfrentemos y los superamos es la clave para ser feliz.

AgeSwitch Antienvejecimiento

Ideas clave

  • La felicidad es un estado emocional y subjetivo que se caracteriza por experimentar emociones positivas y un sentido de bienestar general. Es un estado de satisfacción y plenitud en el que una persona se siente contenta con su vida y experimenta emociones positivas como la alegría, la gratitud y la tranquilidad.
  • La definición de felicidad puede variar de una persona a otra, ya que lo que hace feliz a una persona puede no tener el mismo efecto en otra.
  • Es importante destacar que la felicidad no es un estado permanente y constante. Todos experimentamos altibajos emocionales y momentos de tristeza o frustración. La felicidad no significa ausencia de problemas o dificultades, sino más bien la capacidad de enfrentarlos de manera positiva y encontrar sentido y satisfacción en la vida a pesar de ellos.
  • Disfrutar de  un estado de ánimo positivo y experimentar emociones alegres y placenteras puede tener impactos beneficiosos en la salud física, mental y emocional: fortalece el sistema inmunológico, mejora el sistema cardiovascular, reduce el estrés, libera hormonas que promueven el bienestar, etc.
  • La felicidad es un objetivo que todos buscamos, pero su logro es altamente personal y puede variar de una persona a otra.
  • Sin embargo, existen una serie de “prácticas” que han demostrado una y otra vez que promueven la felicidad de manera que…. ¿por qué no probar?
  • Cultiva relaciones saludables, encuentra un propósito, practica la gratitud, vive el presente, cuida tu bienestar físico, enfócate en el autodesarrollo, practica el altruismo.
  • Una cosa importante a tener en cuenta es que la felicidad es un proceso y no un estado constante. Es normal experimentar altibajos emocionales y enfrentar desafíos en la vida. Cómo nos enfrentemos y los superamos es la clave para ser feliz. 

Fuente:

 
  • Yuguero O, Blasco-Belled A, Vilela Á, Alsinet C. Happiness is related to cardiovascular risk: a cross-sectional study in Spain. Psychol Health Med. 2022 Mar;27(3):715-721. doi: 10.1080/13548506.2021.1971726. 
 

Redacción: Marcelo Lewin

Supervisión editorial: Carlos Gutiérrez

×