Beneficios de andar descalzo para la salud
Desde hace unos años se ha puesto de moda caminar descalzos, no solo por casa, sino también en la calle. Y, aunque de primeras nos pueda parecer poco higiénico o incluso doloroso, lo cierto es que andar descalzos ofrece muchos beneficios para nuestra salud.
Índice
- ¿Son malos los zapatos?
- Beneficios de andar descalzo
- ¿Cuánto tiempo debemos andar descalzos?
- ¿Has oído hablar del Earthing?
¿Son malos los zapatos?
Piensa en tus pies, en su forma, y en la mayoría de los zapatos que te pones… En general, sobre todo si usas zapatos elegantes o de tacón, los zapatos suelen tener materiales rígidos, punteras estrechas, suelas gruesas… Todo esto puede causar una serie de problemas a nuestros pies:
- de circulación al reducir el flujo sanguíneo a los pies, lo que puede provocar hinchazón, hormigueo y dolor.
- en la piel al crear un ambiente cálido y húmedo, lo que puede favorecer el crecimiento de bacterias y hongos. Esto puede conducir a problemas como pie de atleta, hongos en las uñas y eccema.
- en las uñas ya que los zapatos cerrados pueden ejercer presión sobre las mismas, pudiendo generar uñas encarnadas y uñas amarillas.
- en músculos y huesos, alterando la forma natural del pie, lo que puede conducir a problemas como fascitis plantar, tendinitis y artritis.
- de equilibrio y coordinación al limitar el movimiento de los pies de alergias al cuero, latex o plástico
- otros problemas como dolor, juanetes, durezas y callos, dedos en martillo, etc.
Además, la mayoría de las personas que usan zapatos normales tienen los dedos gordos de los pies que empujan contra los otros dedos. Estos dedos apuntan en diagonal hacia la mitad del pie, en lugar de en diagonal hacia afuera del pie como debería ser.
Después, nuestro pie está diseñado para abrirse y retroceder con cada paso. El arco está diseñado para ser muy dinámico, y cualquier apoyo o restricción en un zapato normal detiene el movimiento del pie. Cuando el pie se mueve y los dedos del pie se separan y retroceden, hay muchos músculos y ligamentos que trabajan en ese movimiento. Incluso en la articulación del tobillo, hay una enorme cantidad de absorción de impactos que naturalmente debería ocurrir en los pies. Mientras que cuando el pie está apoyado y constreñido, todos esos resortes naturales, palancas y músculos básicamente permanecen inactivos. Los zapatos anchos y flexibles son esenciales para ese movimiento y fuerza natural del pie.
Y, lo más importante, tenemos cientos de miles de terminaciones nerviosas en la planta de los pies, como en las manos. Pero cualquier acolchado bajo los pies de más de 10 milímetros restringirá necesariamente esa retroalimentación sensorial de los pies. Y cuanta menos buena información obtenga el cerebro de los pies, menos buenas decisiones de movimiento tomará.
Y si nos pasamos con los tacones, con cualquier tipo de zapato acolchado, el talón golpea el suelo con un impacto mucho más repentino. Y eso es lo que causa los problemas en las rodillas o la espalda baja.
La primera solución para evitar o disminuir estos problemas que aparecen con el paso de los años es buscar unos zapatos adecuados para nuestros pies, que respeten su forma y no los aprieten. Además, como veíamos, es conveniente usar materiales flexibles, traspirables, con un tacón adecuado… Y pasar más tiempo descalzos.
Beneficios de andar descalzo
1- Desarrolla el equilibrio: al ir descalzos nuestros pies se adaptan mejor a la forma del suelo, organizando mejor las cargas y tensiones al caminar, lo que evita que nos caigamos y mejora nuestro equilibrio.
2- Ayuda a liberar emociones: las terminaciones nerviosas más importantes están en las plantas de los pies, por eso en algunas disciplinas como la acupuntura o la reflexología se trabaja principalmente en esta zona. Por lo tanto, un masaje en los pies o caminar descalzos nos puede ayudar a liberar emociones y tensiones.
3- Reduce el dolor de cabeza: caminar descalzos sobre una superficie fría mejora el riego sanguíneo al cerebro, lo que puede reducir los dolores de cabeza.
4- Mejora el sueño: caminar descalzos, sobre todo por la playa, nos ayuda a liberar endorfinas, una hormona que nos ayuda a sentir felicidad, alegría y hasta euforia, funcionando además como un analgésico natural, pues reduce el sentimiento de dolor así como la ansiedad y el estrés, lo que mejora el sueño.
5- Reduce el dolor de espalda: caminar descalzos nos permite andar sin causar un impacto negativo en las rodillas o la espalda, lo que disminuye los dolores en esta zona.
6- Permite una mayor oxigenación de los vasos y capilares sanguíneos al estar al aire libre.
7- Aumenta la energía: los pies tienen muchas terminaciones nerviosas y al andar descalzos estimulamos nuestros puntos de energía.
8- Reduce la inflamación y la oxidación, mejorando las funciones del sistema inmunitario.
9- Mejora la estructura anatómica y los procesos mecánicos del cuerpo al no estar los pies constreñidos en unos zapatos.
10- Mejora la circulación sanguínea al estimular los receptores en la piel. Esto puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y otros problemas relacionados con la circulación.
11- Fortalece los músculos y los huesos de los pies, las piernas y la espalda. Esto puede ayudar a reducir el riesgo de lesiones y dolor.
12- Reduce el estrés y la ansiedad al relajar el cuerpo y la mente, pudiendo tener también un impacto positivo en el sueño. Esto se debe a que caminar descalzo ayuda a liberar endorfinas, que son hormonas que tienen efectos positivos sobre el estado de ánimo.
En general, andar descalzos nos hace sentir mejor ya que el ser humano está diseñado para andar así, pero la evolución ha hecho que dejemos de usar nuestras plantas para andar, envolviéndolas en zapatos. Obviamente, no podemos andar descalzos por medio de la calle, pues nos quemaríamos las plantas en verano, nos helaríamos en invierno o podríamos cortarnos y coger una infección. Pero si vas al campo, a la playa o estás en casa, no dudes en liberar tus pies y pasar más tiempo descalzo.
¿Cuánto tiempo debemos andar descalzos?
Lo ideal es caminar descalzos una hora al día, si es en un entorno natural, mucho mejor. Si se vive en la ciudad, al menos hacerlo en casa.
Un buen ejercicio es andar de puntillas y luego sobre los talones, para fortalecer los pies.
¿Has oído hablar del Earthing?
El Earthing es caminar descalzo rutinariamente al aire libre para recuperar nuestra conexión perdida con la Tierra. En los últimos siglos, conforme hemos introducido comodidades en nuestras vidas, se ha ido perdiendo nuestra conexión con la Tierra. Ya no dormimos en el suelo, ni andamos descalzos ni pasamos mucho tiempo rodeados por la naturaleza. De hecho, estamos gran parte del tiempo desconectados del suelo y a muchos metros por encima de él.
El problema es que la superficie de la Tierra tiene una carga eléctrica negativa natural a causa de la radiación solar que llega hasta ella, las tormentas y otros fenómenos atmosféricos que afectan a los electrones libres que circulan por la Tierra, pero al haber perdido ese contacto con el suelo, nuestro organismo puede verse afectado por desequilibrios eléctricos, acumulación de cargas positivas y deficiencia de electrones, lo que aumenta nuestro riesgo de enfermedades.
Esta carga eléctrica negativa de la Tierra influye tanto en las plantas como en los animales, por lo que la desconexión con ella facilita una transferencia significativa de electrones libres al cuerpo, lo que nos puede afectar negativamente. La conexión con la tierra restaura y mantiene un entorno eléctrico interno natural.
Por eso, el earthing aporta muchos beneficios a nuestro organismo:
1. Vuelve a conectar el cuerpo humano conductor a la carga eléctrica superficial natural y sutil de la Tierra, estabilizando la fisiología, reduciendo la inflamación, el dolor y el estrés, mejorando el sueño, el flujo sanguíneo y el retorno linfático/venoso al corazón y produciendo un mayor bienestar.
2. Actúa como un antiinflamatorio natural: el earthing reduce e incluso elimina la inflamación crónica, que provoca diversas enfermedades crónicas y acelera el envejecimiento. Esto se debe a que los radicales libres son moléculas cargadas positivamente que eliminan los electrones del tejido sano, lo que provoca daños a largo plazo. Los radicales libres se producen de manera habitual en muchas reacciones, pero cuando estos se acumulan, el organismo no puede luchar contra ellos de manera eficaz y se caumulan causando daños como la oxidación. La conexión con la tierra permite que entren electrones libres que neutralizan los radicales libres, lo que evita la inflamación y el envejecimiento.
3. Mejora el flujo sanguíneo: el earthing mejora el potencial zeta, relacionado con la fuerza de la carga negativa en la superficie de los glóbulos rojos, lo que evita que los glóbulos rojos se aglomeren, aumentando la viscosidad de la sangre y el riesgo de ateroesclerosis. Por lo tanto, la conexión con la tierra reduce la viscosidad y mejora el flujo sanguíneo, reduciendo el riesgo cardiovascular y los eventos cardiovasculares.
Todos estos beneficios nos hacen sentir más saludables y jóvenes, con menos dolor y más felicidad. Por lo tanto, no lo dudes más y comienza a pasar más tiempo descalzo, tanto en casa, como en entornos naturales que te permiten reconectar de nuevo con la energía de la superficie de la Tierra.
Ideas clave
- Los zapatos pueden causar muchos problemas a nuestros pies.
- Andar descalzo ofrece muchos beneficios como mejorar el equilibrio, liberar emociones, reducir las migrañas, evitar el dolor de espalda, etc.
- El Earthing es caminar descalzo rutinariamente al aire libre para recuperar nuestra conexión perdida con la Tierra. Esta actividad ofrece múltiples beneficios a nuestro organismo.
Fuente:
- Holowka, N.B., Wynands, B., Drechsel, T.J. et al. Foot callus thickness does not trade off protection for tactile sensitivity during walking. Nature 571, 261–264 (2019). https://doi.org/10.1038/s41586-019-1345-6
- “Integrative and lifestyle medicine strategies should include Earthing (grounding): Review of research evidence and clinical observations”, Wendy Menigoza, Tracy T.Latz, Robin A.Ely, Cimone Kamei, Gregory Melvin, Drew Sinatra. https://doi.org/10.1016/j.explore.2019.10.005. Elsevier. Volume 16, Issue 3, May–June 2020, Pages 152-160.