¿Por qué se endurecen las arterias con la edad y cómo evitarlo?

¿Por qué se endurecen las arterias con la edad y cómo evitarlo?

El nivel al que las arterias son elásticas y flexibles determina la cantidad y la rapidez con que se la sangre viaja del corazón al resto del cuerpo (velocidad de onda de pulso). Cuanto más rígidas son las arterias, más rápido y más presión se refleja en el corazón, lo que aumenta la carga de trabajo del corazón y, en última instancia, puede provocar enfermedades cardíacas. El problema es que, a medida que envejecemos, las arterias se endurecen… ¿Por qué ocurre esto? ¿Se puede evitar?

Índice

¿Cómo cambian las arterias con la edad?

- Estructura arterial

Los estudios de imágenes muestran que los cambios tanto en el grosor como en la longitud de nuestras arterias principales ocurren progresivamente a medida que llegamos a la tercera edad. En general, el diámetro, el grosor y la longitud de las arterias grandes aumentan con la edad. A nivel microscópico, cambia la composición de las arterias. Los componentes principales de las paredes de las arterias principales son: elastina, colágeno y células de músculo liso. El colágeno, que proporciona la estructura básica y da estabilidad a la arteria, se acumula con el envejecimiento y aumenta la rigidez arterial, dando lugar a la aterosclerosis. La elastina, que da elasticidad a las arterias y la capacidad de retroceder, disminuye y se fragmenta. Lo mismo ocurre con las células del músculo liso que le dan a la arteria la capacidad de contraerse y dilatarse.

La aorta, la arteria principal, se torna más rígida y gruesa, por lo que disminuye su flexibilidad, lo que está relacionado con los cambios en el tejido conectivo de los vasos saguíneos antes explicado. Como consecuencia, aumenta la presión arterial y el corazón debe bombear más rápido, lo que puede causar el engrosamiento y fatiga del músculo cardiaco. El resto de arterias también se vuelven más rígidas y duras. 

- Tono vascular

Otro cambio observado que ocurre con el envejecimiento es la capacidad de las arterias para responder a las señales del sistema nervioso. Señal que indica a las arterias que se contraigan o se dilaten (tono vascular). Un componente importante de la rigidez y el diámetro arteriales está controlado por el sistema nervioso. El cerebro puede indicar a las arterias que se contraigan y dilaten según sea necesario estimulando los músculos lisos de la pared arterial para que se contraigan o se relajen. La respuesta de las arterias a esta estimulación es más lenta en los adultos que en los recién nacidos. Esto puede deberse a la alteración de los receptores de las arterias que reciben la señal o a la incapacidad de los músculos lisos para contraerse con la misma facilidad.

- Calcificación

La calcificación de las arterias (depósito de calcio) es otro cambio que ocurre con la edad. Existe una correlación directa entre la calcificación arterial y la rigidez arterial. Una explicación para esto es el aumento en los niveles de inflamación y estrés oxidativo que ocurre con el envejecimiento.

- Disfunción endotélica

La capa más interna de los vasos sanguíneos se llama endotelio. Un endotelio sano participa en la regulación del tono vascular o el equilibrio entre la constricción y la dilatación del vaso. Un importante regulador de la dilatación vascular es la presencia de óxido nítrico (NO). La reducción de la disponibilidad de NO conduce a la disfunción endotelial, a la disminución de la capacidad de dilatación y al aumento de la rigidez, lo que finalmente aumenta la inflamación y la fibrosis de los vasos sanguíneos.

Pero… ¿a qué se deben estos cambios?

Una nueva investigación parece tener la respuesta al endurecimiento de las arterias al envejecer. Incluso podría acercarnos a los tratamientos que limitan esta afección de los vasos sanguíneos, que puede aumentar el riesgo de infarto agudo de miocardio, demencia y accidente cerebrovascular.

Si bien ya se sabe que los depósitos de calcio son la razón por la que las arterias se endurecen con la edad, hasta ahora no se sabía por qué se produce esa acumulación. Según este último estudio, el proceso podría ser desencadenado por una molécula llamada poli(ADP-ribosa) o PAR.

PAR es una proteína reparadora que se produce cuando las células o el ADN celular se dañan; como se une muy fuertemente con el calcio, comienza a absorber el calcio en gotas más grandes. Esas gotas luego se solidifican, se adhieren a las paredes de las arterias y reducen su elasticidad.

Este endurecimiento, o biomineralización, es esencial para la producción de hueso, pero en las arterias es la base de muchas enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades asociadas con el envejecimiento, como la demencia.

La liberación de PAR se detectó en varios cultivos celulares, incluidas muestras de vasos sanguíneos humanos, utilizando una técnica llamada espectroscopía de resonancia magnética nuclear (RMN), que puede analizar muestras hasta el nivel molecular.

La implicación de una proteína producida por el daño celular tiene mucho sentido, dado que se sabe que el envejecimiento, la presión arterial alta y el tabaquismo aumentan el riesgo de endurecimiento de las arterias. Y lo que tienen en común es el daño al ADN que se sabe que causan; entonces, si los investigadores tienen razón, el daño termina por llamar a PAR para repararlo, lo que a su vez endurece las arterias como un subproducto.

Este descubrimiento también ha dado pie a una posible terapia. Esa terapia potencial podría centrarse en un antibiótico existente llamado minociclina, que actualmente se usa para tratar el acné.

A través de algunas pruebas iniciales a corto plazo en ratas, el equipo pudo demostrar la eficacia de la minociclina para inhibir la producción de PAR.

¿Se puede ralentizar o revertir la rigidez arterial?

Existen diversos consejos que podemos seguir para ralentizar o incluso revertir la rigidez arterial que conlleva a las principales enfermedades cardiovasculares:

1. Perder peso

La pérdida del 8% del peso corporal solo mediante cambios en la dieta (sin ejercicio, medicación o cirugía) fue suficiente para provocar una reducción de la velocidad de onda de pulso (VOP). Se debe evitar el sobrepeso y la obesidad y tener un peso normal, es decir, dentro del índice de masa corporal situado entre 18,5 y 24,99.

2. Hacer ejercicio físico

El entrenamiento con ejercicios aeróbicos de intensidad moderada reduce la VOP independientemente de los efectos que el ejercicio tiene sobre la presión arterial. Un estudio hizo que los participantes realizaran ciclismo al 75% de la carga máxima 3 veces a la semana durante 4 semanas. Mostró una caída significativa en la rigidez arterial que se correlacionó con una mejora en otras medidas de condición física. En otro estudio, los sujetos que caminaban más de 10.000 pasos al día tenían una PWV (velocidad de la onda de pulso arterial) más baja que los que caminaban menos de 6.000 pasos al día. Estos cambios parecen persistir incluso después de dejar de hacer ejercicio.

3. Dieta sana

Los aceites de pescado, ricos en ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) n-3 de cadena larga, pueden reducir la rigidez arterial en la población general y en personas con factores de riesgo existentes, como la hipertensión.

Una dieta saludable para el corazón, que también es buena para las arterias, debe incluir cantidades abundantes de frutas y verduras (de cuatro a cinco porciones diarias de cada una), junto con legumbres y cereales integrales, en lugar de cereales más procesados. Hay que elegir grasas saludables, como las que se encuentran en los aceites de oliva y vegetales, los aguacates, los pescados grasos, las nueces y las semillas, en lugar de las grasas trans.

Los azúcares añadidos, en lugar de los que se encuentran naturalmente en las frutas, pueden aumentar los riesgos cardíacos. Se recomienda no más de 36 gramos (9 cucharaditas) por día para los hombres y no más de 25 gramos (6 cucharaditas) por día para las mujeres. Aunque no existe una relación directa entre el sodio y las arterias endurecidas, limitar los alimentos salados puede ayudar a reducir la presión arterial alta en una dieta alta en carbohidratos.

El único otro suplemento dietético que ha demostrado mejorar la rigidez arterial son las isoflavonas de soja. Se demostró que 80 mg diarios de isoflavonas de trébol rojo mejoran algunos marcadores de rigidez arterial tanto en hombres como en mujeres. En otro estudio, se demostró que una ingesta dietética alta de isoflavonas, abundantes en la soja, estaba asociada con un PWV más bajo.

4. Medicación

Para quienes tienen problemas cardíacos y/o renales, la rigidez arterial es un problema grave que requiere atención médica. Para esas personas (y, de hecho, para cualquier otra persona), controlar la presión arterial es vital. Algunos de los medicamentos que han demostrado mejorar los marcadores de rigidez arterial son los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ACE-I) y los bloqueadores de los receptores de angiotensina (ARB). También se ha demostrado que los fármacos hipolipemiantes reducen la VOP en estas poblaciones. Asimismo, es importante controlar al colesterol LDL. Cualquier medicación debe consultarse con un profesional de medicina.

5. No fumar

Fumar endurece las arterias. El tabaquismo también aumenta el riesgo general de enfermedades del corazón, y el efecto es especialmente fuerte en combinación con otros factores de riesgo cardiovascular, como la obesidad o una dieta deficiente.

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Ideas clave

  • En general, el diámetro, el grosor y la longitud de las arterias grandes aumentan con la edad.
  • A nivel microscópico, cambia la composición de las arterias. Los componentes principales de las paredes de las arterias principales son: elastina, colágeno y células de músculo liso. El colágeno se acumula con el envejecimiento y aumenta la rigidez arterial, dando lugar a la aterosclerosis. La elastina disminuye y se fragmenta. Lo mismo ocurre con las células del músculo liso que le dan a la arteria la capacidad de contraerse y dilatarse. 
  • La arteria principal del corazón (aorta) se vuelve más gruesa, más rígida y menos flexible.
  • Otro cambio observado que ocurre con el envejecimiento es la capacidad de las arterias para responder a las señales del sistema nervioso. Señal que indica a las arterias que se contraigan o se dilaten (tono vascular).
  • La calcificación de las arterias (depósito de calcio) es otro cambio que ocurre con la edad.
  • La reducción de la disponibilidad de NO conduce a la disfunción endotelial, a la disminución de la capacidad de dilatación y al aumento de la rigidez, lo que finalmente aumenta la inflamación y la fibrosis de los vasos sanguíneos.
  • Si bien ya se sabe que los depósitos de calcio son la razón por la que las arterias se endurecen con la edad, hasta ahora no se sabía por qué se produce esa acumulación. Según este último estudio, el proceso podría ser desencadenado por una molécula llamada poli(ADP-ribosa) o PAR.
  • PAR es una proteína reparadora que se produce cuando las células o el ADN celular se dañan; como se une muy fuertemente con el calcio, comienza a absorber el calcio en gotas más grandes. Esas gotas luego se solidifican, se adhieren a las paredes de las arterias y reducen su elasticidad.
  • Este endurecimiento, o biomineralización, es esencial para la producción de hueso, pero en las arterias es la base de muchas enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades asociadas con el envejecimiento, como la demencia.
  • Existen diversos consejos que podemos seguir para ralentizar o incluso revertir la rigidez arterial que conlleva a las principales enfermedades cardiovasculares, como perder peso, hacer ejercicio físico, llevar una dieta sana, tomar medicación en los casos necesarios y no fumar.

Enfermedades relacionadas

Fuente:

  • Pase MP, Grima NA, Sarris J. The effects of dietary and nutrient interventions on arterial stiffness: a systematic review. Am J Clin Nutr. 2011 Feb;93(2):446-54. doi: 10.3945/ajcn.110.002725.
 
  • Pase MP, Grima NA, Sarris J. Do long-chain n-3 fatty acids reduce arterial stiffness? A meta-analysis of randomised controlled trials. Br J Nutr. 2011 Oct;106(7):974-80. doi: 10.1017/S0007114511002819.
   
  • Kohn JC, Lampi MC, Reinhart-King CA. Age-related vascular stiffening: causes and consequences. Front Genet. 2015 Mar 30;6:112. doi: 10.3389/fgene.2015.00112.

Redacción: Irene García

Supervisión editorial: Tomás Duraj

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